Historia

República Aristocrática: características, sociedad, economía


La República Aristocrática es el nombre dado por el historiador Jorge Basadre a la época de la historia peruana en la que el poder estuvo ocupado por la oligarquía. Esta etapa comprendió entre los años 1895 y 1919 y comenzó con el ascenso a la presidencia de Nicolás de Piérola.

Como el resto de los mandatarios de la República Aristocrática, Piérola pertenecía al Partido Civil. Todos los presidentes de este periodo llegaron al poder de manera democrática. El final de esta etapa llegó en 1919, cuando Augusto Leguía dio un golpe de Estado. Para ello contó con el apoyo de algunos sectores obreros, marginados durante esos años.

Entre las características más destacadas de la República Aristocrática se encuentran la dependencia económica de Inglaterra, así como el desarrollo de nuevas actividades económicas, especialmente aquellas dedicadas a la agro-exportación. Los oligarcas que coparon los puestos de poder estaban relacionados directamente con esas actividades.

Durante ese periodo se sucedieron siete presidentes, aunque alguno repitió mandato. La única interrupción de mandatarios civilistas se produjo en 1914, cuando Oscar R. Benavides dio un golpe de Estado y, posteriormente, convocó elecciones.

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Antecedentes

Tras la independencia, Perú no consiguió desarrollar una economía autosuficiente debido a las dependencias estructurales creadas durante su etapa como colonia española.

El país debió buscar alguna potencia en la que apoyar su economía. Estados Unidos y, sobre todo, Gran Bretaña fueron las elegidas.

Por otra parte, en el ámbito político se vivía una coyuntura contradictoria. Las clases dominantes en la economía, la oligarquía, no había sido capaz de convertirse también en la clase dirigente. Las instituciones eran muy débiles, lo que había propiciado que los militares ocuparan el poder de manera habitual.

Partido Civilista

Desde la fundación de la República y hasta 1872, todos los gobiernos habían estado formados por militares. Para tratar de competir con ellos, el 24 de abril de 1871 se produjo un movimiento decisivo para la historia del país. Una Junta de Notables fundó la Sociedad Independencia Electoral, el origen del Partido Civilista.

Esta Sociedad nombró a un candidato para presentarse al cargo de Presidente, Manuel Pardo y Lavalle. Se trató de la primera ocasión en la que la oligarquía, sin participación de las clases populares, plantaba cara a los militares para controlar el Estado.

Andrés Avelino Cáceres

El último presidente antes de la llegada de la República Aristocrática fue Andrés Avelino Cáceres. Su gobierno había ido perdiendo popularidad hasta que, en 1894, estalló una sangrienta guerra civil.

Ese conflicto estuvo precedido por el consenso alcanzado entre los civilistas y la otra fuerza política importante, los demócratas. En esa unión estaban presentes las figuras más destacadas de la economía peruana. El elegido para liderar el asalto al poder fue Nicolás Piérola.

Después de unos enfrentamientos que costaron la muerte de mil personas, el 20 de marzo de 1895, Avelino Cáceres tuvo que abandonar el cargo. Tras una breve presidencia interina ocupada por Manuel Candamo, se convocaron elecciones. El vencedor fue Nicolás de Piérola, primer mandatario de la República Aristocrática.

Crisis europea

Aparte de esos acontecimientos internos, Perú también se vio influido por la crisis que estalló en Europa entre 1892 y 1895. El consiguiente descenso de la inversión extranjera, hizo que el gobierno comenzara a invertir para mejorar las estructuras económicas internas.

De esta forma, cuando la crisis europea terminó, las empresas peruanas estaban preparadas para exportar de manera más productiva. Las ganancias, aparte de para modernizar los mecanismos exportadores, también se usaron para reactivar la industria manufacturera local.

Características

La República Aristocrática estuvo marcada por la llegada al poder de una oligarquía que controlaba la economía del país. No obstante, esa élite estaba supeditada al capital inglés.

Oligarquía

La oligarquía estaba formada por la clase más adinerada de Perú. Sus componentes eran blancos, descendientes de familias europeas. Normalmente, eran bastante racistas y clasistas.

Durante este periodo, los oligarcas formaron un círculo muy cerrado, repartiéndose todos los cargos de la política del país. Así, se produjo una monopolización del Estado para beneficio de esta clase social.

Características políticas

El Partido Civilista mantuvo la hegemonía durante todo el periodo de la República Aristocrática. En algunas ocasiones, lo hizo aliándose al Partido Demócrata y, en otras, al Partido Constitucional.

Los miembros del partido, de la clase oligárquica, controlaban las grandes haciendas de la costa, así como las estructuras agro-exportadoras del país. Para ampliar su control económico, establecieron alianzas con los gamonales, terratenientes de las provincias interiores.

Por otra parte, los civilistas establecieron contacto con las élites inglesas y estadounidenses. Gracias a ello, se beneficiaron de los acuerdos económicos que el Estado alcanzaba con el capital de ambos países.

Los otros sectores sociales, especialmente, artesanos, campesinos y la pequeña burguesía, se vieron marginados del crecimiento económico nacional. Por eso, fueron frecuentes las protestas y manifestaciones en demanda de derechos laborales.

Características sociales

La estructura social durante este periodo se caracterizó por la exclusión de las clases trabajadoras. Todos los privilegios quedaron en manos de los grandes propietarios de las haciendas y los comercios. Igualmente, existía una gran discriminación racial hacia los peruanos de origen indígena y africano.

Por esa causa, se produjeron movilizaciones, siendo de especial importancia aquellas que reclamaban la jornada laboral de 8 horas.

Movimientos sociales durante la República

La sociedad peruana estaba estrictamente dividida según su extracción social y su origen geográfico.

Las diferencias no solo se daban entre las diversas capas sociales, sino incluso dentro de los trabajadores. Así, los limeños eran los que mejor estaban organizados, especialmente aquellos ligados al sector exportador.

Agrupaciones o mutuales

Los trabajadores peruanos comenzaron a organizarse en mutuas o agrupaciones en las últimas décadas del siglo XIX. Mediante estas agrupaciones empezaron a luchar en defensa de sus derechos laborales, buscando mejores condiciones de trabajo.

De esta forma, en 1882 apareció la Confederación de Artesanos Unión Universal y, dos años después, se produjo una exitosa huelga de los estibadores del muelle del Callao.

Después de otros episodios de huelga, como la de la fábrica de tejidos Vitarte en 1896, se celebró el Primer Congreso Obrero, que concluyó con la creación de un plan general de lucha.

Ya en 1905, las presiones obreras lograron que se presentara ante el Congreso el Primer Proyecto de Leyes Sociales, aunque su tramitación se demoró durante años.

Entre todos estos movimientos destacó la huelga de 1918-1919, convocada para demandar el establecimiento de la jornada laboral de ocho horas. Consecuencia directa de estas movilizaciones fue el fortalecimiento del movimiento obrero, que luego fue usado por Leguía como apoyo para su llegada al poder.

La rebelión de la sal

Una de las primeras protestas durante este periodo se produjo en 1896. Ese año, el presidente Piérola impuso un impuesto de 5 centavos por cada kilo de sal. La reacción de los indígenas de Huanta fue levantarse contra el gobierno, aunque sin éxito.

El levantamiento de Rumi Maqui

Una de las rebeliones más destacadas durante la República Aristocrática se produjo en 1915, cuando un movimiento campesino liderado por Teodomiro Gutiérrez lo desafió en Puno. El objetivo del Rumi Maqui fue restaurar el Tahuantinsuyo.

Economía

La economía fue uno de los asuntos más importantes de la República Aristocrática. Sus gobiernos se centraron en el impulso y desarrollo de nuevas actividades, normalmente ideadas para la exportación.

La ideología del Partido Civilista era, en lo económico, muy cercana al liberalismo. Así, para ellos, el Estado debía ser pequeño y no debía cometer grandes gastos.

Los civilistas eran contrarios al intervencionismo, por lo que redujeron el gasto público de manera considerable. Como defensores del libre mercado, dejaron el protagonismo a la empresa privada.

Impuestos bajos

La actuación de los gobiernos de la República Aristocrática en el ámbito de la fiscalidad fue reducir los impuestos. El objetivo era librar de ellos a los grandes empresarios y propietarios de las haciendas.

Sin embargo, incrementaron los impuestos indirectos, aquellos que grababan a los productos de consumo masivo (sal, licor, tabaco…), sin importar la riqueza de cada consumidor. Algunos autores califican al Perú de la época como una especie de paraíso fiscal, con grandes ventajas para los propios oligarcas civilistas.

Modelo exportador

La exportación fue la principal actividad económica durante este periodo. El producto más importante era el azúcar, aunque las manufacturas fueron cobrando mayor protagonismo con el paso de los años.

El contexto internacional favoreció las exportaciones peruanas. Europa se encontraba en la etapa denominada Paz Armada, con todas sus potencias preparándose para la guerra. Además, se estaba desarrollando la segunda Revolución Industrial, con la creación de nuevas industrias que demandaban grandes cantidades de materias primas.

Haciendas azucareras

Las haciendas situadas en la costa eran una de las bases de la economía peruana. Solían ser muy grandes y modernas y su producción se destinaba, casi totalmente, a la exportación.

Los dueños de estas haciendas eran miembros o estaban relacionados con el Partido Civilista. Por u riqueza e influencia eran llamados “Barones del Azúcar”.

Enganche

Uno de los sistemas más comunes para contratar trabajadores para las minas o las haciendas era el enganche. Se trataba de un sistema en el que el enganchador (el empleador) ofrecía un anticipo y el enganchado tenía que pagarlo con su trabajo.

La mayoría de las veces, ese enganche se producía cuando los trabajadores pasaban por problemas económicos y no le quedaba más remedio que asumir el acuerdo. En caso de que incumpliera con su parte, su empleador podía denunciarlo por estafa.

El sistema desembocaba muchas veces en una deuda impagable por parte de los trabajadores, hasta el punto de convertirse en permanente. Otras veces, la paga se realizaba con fichas solo válidas dentro de la hacienda, lo que atrapaba aún más a los empleados.

Minería

Con el fin de fomentar la actividad minera, el gobierno declaró a los empresarios exentos de pagar impuestos durante 25 años. Por otra parte, en 1893, se amplió el ferrocarril hasta La Oroya y, después, a Cerro de Pasco, Huancayo y Huancavelica.

La zona en la que la minería se desarrolló con más fuerza fue en la sierra central. La principal propietaria de esas minas fue la Cerro de Pasco Mining Corporation, con un 70% de capital norteamericano.

El boom del caucho

Una de las materias primas que aportó mayor riqueza a Perú fue el caucho. A partir de 1880, Europa y los Estados Unidos comenzaron a demandar grandes cantidades de ese producto, siendo Perú y Brasil los principales vendedores.

La cara negativa de estas exportaciones se encontraba en las condiciones de los trabajadores. La mayoría eran indígenas que sufrían un régimen de semiesclavitud por parte de la Peruvian Amazon Company. Muchos murieron debido a los malos tratos, la desnutrición y enfermedades.

El escándalo internacional subsiguiente no frenó la extracción y, en 1912, el caucho representaba un 30% de todo lo que Perú exportaba.

En 1915, los precios del caucho descendieron notablemente, ya que los países asiáticos acapararon la producción.

Capital inglés y estadounidense

La economía peruana durante esta fase adolecía de una gran dependencia de capital extranjero, especialmente británico y estadounidense.

En una primera etapa, que llegó hasta el año 1900, la británica Casa W.R. Grace, mediante un acuerdo firmado en 1888, dominó la exportación de todas las materias primas de Perú que se dirigieran al Reino Unido.

Después, Perú priorizó el comercio con los Estados Unidos y aparecieron nuevas empresas de ese país, como Cerro de Pasco Mining Corporation. En pocos años, controlaron la extracción de buena parte de las materias primas peruanas.

Gobernantes

El primer gobierno perteneciente a la República Aristocrática tuvo como presidente a Nicolás Piérola, quien asumió el cargo en 1895. Desde esa fecha, y con una breve interrupción en 1914, el Partido Civilista ocupó el poder en el país durante 24 años, hasta 1919.

Nicolás de Piérola (1895-1899)

Entre las medidas más destacadas que Piérola tomó durante su mandato se encuentra el establecimiento de la libra peruana de oro y del Estanco de la Sal. De igual forma, su gobierno apoyó la fundación de instituciones de crédito y financieras.

López de Romaña (1899 – 1903)

El sucesor de Piérola, López de Romaña, fomentó la inversión estadounidense en la minería peruana. Durante su estancia en el poder se fundó la Cerro de Pasco Mining Company.

De igual forma, promulgó los códigos que regulaban la minería y el comercio. En el campo de las infraestructuras, dio comienzo la construcción del ferrocarril La Oroya – Cerro de Pasco. Por otra parte, rompió relaciones diplomáticas con Chile.

Manuel Candamo (1903 – 1904)

Durante su corta etapa de gobierno, apenas un año, propuso un gran proyecto para ampliar la línea de ferrocarriles del país.

José Pardo y Barreda (1904 – 1908)

Pardo y Barreda tuvo que afrontar una gran movilización social protagonizada por los obreros de la federación de panaderos.

Entre sus medidas destacaron la creación de las escuelas nocturnas, así como la construcción del ferrocarril La Oroya – Huancayo.

Primer Gobierno de Augusto B. Leguía (1908 – 1912)

Los partidarios del expresidente Piérola se habían pasado al Partido Demócrata, aunque Leguía pudo derrotarlos y alcanzar el poder. Durante su gobierno, Perú vivió varios problemas fronterizos con Bolivia, Ecuador, Chile, Brasil y Colombia.

En otros ámbitos, Leguía impulsó la colonización de la selva y promulgó la primera ley de accidentes de trabajo.

Guillermo Billinghurst (1912 – 1914)

Las movilizaciones de los trabajadores del muelle del Callao obligaron al gobierno a aceptar la jornada de 8 horas. Además, legisló sobre el derecho a huelga.

Sin embargo, esas medidas no calmaron a las organizaciones de trabajadores. Ante esa situación, se produjo en golpe de Estado de Óscar Benavides, quien se mantuvo en el poder durante un año hasta convocar nuevas elecciones.

Segundo gobierno de José Pardo y Barreda (1915 -1919)

El segundo mandato de Pardo y Barreda se produjo cuando ya había comenzado la Primera Guerra Mundial. En ese contexto, Perú rompió relaciones con Alemania, alineándose con los aliados.

En el interior, el gobierno hizo frente al levantamiento campesino de Rumi Maqui. Además, se produjo el arbitraje internacional sobre la Brea y Pariñas.

El mencionado conflicto mundial favoreció las exportaciones peruanas, aunque continuó el descontento de los trabajadores. Pardo y Barrera amplió la jornada de ocho horas a todo el territorio nacional, pero, finalmente, se produjo un golpe de Estado liderado por Leguía y apoyado por las organizaciones obreras.

Con ese golpe terminaba la República Autoritaria, dando paso al Oncenio, un periodo de once años con Leguía como presidente.

Referencias

  1. Yépez Huamán, René Gabriel. La República Aristocrática. Obtenido de pasadodelperu.blogspot.com
  2. Historia del Perú. La República Aristocrática. Obtenido de historiaperuana.pe
  3. Carpeta Pedagógica. República Aristocrática. Obtenido de carpetapedagogica.com
  4. U.S. Library of Congress. The Aristocratic Republic. Recuperado de countrystudies.us
  5. Mother Earth Travel. Recovery and Growth, 1883-1930. Obtenido de motherearthtravel.com
  6. OnWar. Revolution of 1895 in Peru. Obtenido de onwar.com
  7. Encyclopedia of Latin American History and Culture. Civilista Party, Obtenido de encyclopedia.com