Consecuencias del intercambio comercial entre europeos y asiáticos
¿Qué son las consecuencias del intercambio comercial entre europeos y asiáticos?
El intercambio comercialentre Europa y Asia es el proceso de intercambio de productos que se ha dado entre estas dos zonas, con consecuencias relevantes para ambas. Sus comienzos probablemente datan de finales del Neolítico, hace aproximadamente unos 6.000 años, y continúa en la actualidad con más vigencia que nunca.
Las relaciones comerciales entre ambas regiones tuvieron importantes consecuencias en el pasado, que van más allá de la posibilidad de adquirir bienes exóticos, ya que tuvo lugar un fructífero intercambio de ideas, costumbres e inventos.
Eso sin contar con la afluencia de personas en una y otra dirección. Tales encuentros modificaron la historia del mundo de muchas maneras, entre las que cabe citar:
- Arribaron a Occidente tecnologías novedosas, como el papel, la tinta, la brújula y la pólvora, entre otras.
- Se produjeron tránsitos y migraciones de personas entre Europa y Asia a través de las distintas rutas comerciales, terrestres y marítimas. Y estas personas llevaron consigo sus creencias y modos de vida, influenciando a su vez los lugares donde se asentaban.
- Asimismo, llegaron a Europa muchos conocimientos científicos en campos como astronomía, matemática y medicina.
- Se produjo un abundante comercio de textiles, sobre todo de la seda y el algodón, además de alfarería, porcelana, metales trabajados y las especias oriundas de Asia, muy apreciadas en Europa, incluso desde antes del surgimiento del Imperio romano.
- No faltaron guerras y conflictos por el dominio de las rutas comerciales.
- Se produjo una importante expansión europea en el siglo XVI, llegando a Asia colonizadores de la península ibérica, seguidos de ingleses y holandeses, con el fin de monopolizar el comercio de especies y bienes.
- También se produjo, casualmente, el descubrimiento por parte de los europeos de territorios desconocidos, como el continente americano.
En la actualidad, Europa y Asia estrechan cada vez más sus vínculos comerciales, y son las regiones que más comercian entre sí, destacando Alemania y China.
Los orígenes del comercio entre Europa y Asia
Se pierden en el tiempo, pero se sabe que la antigua civilización griega ya tenía importantes relaciones comerciales con la India, mucho antes del surgimiento de Roma.
Las especias, como la canela, eran verdaderos tesoros en la Antigüedad, y eran muy apreciadas por los griegos de aquel entonces, pero pocos conocían su procedencia.
En el siglo V a.C., el historiador Heródoto contaba una pintoresca historia acerca del origen de la canela. Afirmaba que eran las ramas con las que ciertas aves hacían sus nidos, en lo alto de unos acantilados.
Para recoger la canela se hacían caer los nidos, haciendo que las aves subieran hasta ellos pesados trozos de carne, que los recolectores dejaban a propósito al pie de los acantilados.
Lo cierto es que la canela es un árbol nativo de la isla de Sri Lanka, al sur de la India, antiguamente llamada Ceilán y también famosa por sus plantaciones de té. La canela llegó a Europa gracias a los comerciantes fenicios.
La pimienta negra, por su parte, llegó a ser tan valiosa como el oro. Procede del sur de la India, y para obtener estos tesoros surgieron diferentes rutas comerciales, tanto terrestres como marítimas.
Las principales rutas comerciales
Hacia el segundo milenio antes de Cristo ya existían numerosas rutas terrestres por las que transitaba el comercio entre Asia Menor (actual Turquía) y el lejano Oriente.
La más famosa es la Ruta de la Seda, nombre acuñado en el siglo XIX, aunque no consistía en una ruta única. Más bien era una vasta red de caminos que abarcaba unos 7.000 km a través de Asia central.
También existía una Ruta de las Especies, que conectaba el Mediterráneo con el sur de Asia y constituía una importante vía marítima de la Antigüedad.
Otra importante ruta comercial era la llamada Ruta del Incienso, a través de la cual se trasladaban el incienso y la mirra provenientes del sur de Arabia, en caravanas de camellos.
De esta forma, para comienzos del siglo I después de Cristo, era posible que un viajero, partiendo de Britania en occidente, llegara hasta China y Japón. Seguramente el viaje no estaba exento de peligros.
Consecuencias del intercambio comercial entre Europa y Asia
Tecnologías de la Antigüedad
El intercambio comercial con el Lejano Oriente no solamente llevó sedas y nuevos sabores a las comidas a través de exóticas especias. También trajo consigo tecnologías que cambiaron para siempre la cultura de Europa.
Tinta y papel
El papel, que sustituyó al pergamino como base para la escritura, y la tinta, su complemento indispensable, son inventos de la antigua China.
Se cree que la tinta fue fabricada por primera vez hacia el 2500 a.C., y estaba hecha de hollín, pigmentos vegetales y minerales, sustancias aromáticas y pegamentos de origen animal o vegetal. Al principio, los chinos no la emplearon para escribir sobre papel, ya que este se inventó posteriormente.
Los egipcios también tenían tinta, que usaban para escribir con plumas de caña sobre papiros, hechos con las fibras de la planta del mismo nombre, abundante en las orillas del Nilo.
El papel también es un invento chino a base de celulosa, extraída de ciertas plantas y telas en desuso. Con el tiempo, el uso del papel se extendió a otras regiones de Asia, consiguiendo llegar a Arabia.
Entonces, los árabes extendieron su uso por el Mediterráneo en el siglo XI. Como ya ocupaban una parte de la península ibérica por ese tiempo, la primera fábrica de papel en Europa se estableció en la ciudad de Játiva, en España. Y de allí el papel se extendió al resto de Europa.
Fue un gran avance, porque antes del papel se utilizaba como soporte de escritura el pergamino, hecho con pieles de animales curtidas, mucho más costoso. La llegada del papel significó una verdadera revolución en la cultura.
La brújula
La brújula fue otro gran invento de China que llegó a Occidente hacia el siglo XI, posiblemente a través de la Ruta de la Seda, aunque su uso no se popularizó de inmediato.
Pero, con el tiempo, el diseño de la brújula se mejoró haciéndose más compacto, y terminó por marcar un hito al extender las posibilidades de navegación.
Hasta entonces, los navegantes se guiaban principalmente por la posición de las estrellas, una tarea complicada si el día estaba nublado. Eso contribuyó a que más navegantes se aventuraran hacia mares desconocidos.
La pólvora
Es otro invento tradicionalmente atribuido a los antiguos chinos y que revolucionó las guerras. Los árabes la fabricaban allá por el siglo XIII y como es natural, la llevaron a sus dominios de la península ibérica.
La pólvora consiste en una mezcla explosiva de distintas sustancias, como salitre (nitratos de sodio o potasio), azufre y carbón, en distintas proporciones, usada para impulsar proyectiles. De esta forma aumenta el alcance del ataque y, además, el estruendo y el humo de la explosión causan terror y confusión entre los enemigos.
Curiosamente, algunas fuentes señalan que durante la Edad Media la pólvora también fue utilizada con fines medicinales, para cauterizar heridas. Pero sin duda, su principal uso siempre ha sido como herramienta bélica.
Referencias
- Explained, the economic ties between Europe and Asia. Recuperado de: weforum.org.
- History of Trade. Recuperado de: historyworld.net.
- Pierroti, N. Pasado y presente de las Rutas de la Seda, Asia Central y el Comercio
internacional euroasiático. Recuperado de: ucu.edu.uy. - Trade Routes between Europe and Asia during Antiquity. Recuperado de: metmuseum.org.
- Silknow. Breve historia de la seda en Europa. Recuperado de: cervantes.es.