Historia

Surgimiento de la clase obrera y la nueva clase media urbana


El surgimiento de la clase obrera y la nueva clase media urbana durante el siglo XIX fue un proceso que comenzó tras la Revolución Industrial y la progresiva desaparición de las estructuras del antiguo régimen.

Esto no quiere decir que la sociedad cambiara repentinamente, más bien fue una transformación que tomó varias décadas.

En aquel momento se entendió como clase obrera a los trabajadores que empezaron a ocupar sus puestos en las fábricas. Estas empezaron a sustituir a las labores agrícolas como principal fuente de trabajo.

Por su parte, la clase media urbana era aquella que comenzaba a acceder a una educación superior, teniendo muchos de ellos profesiones liberales.

Antecedentes

El concepto “clase social” empieza a utilizarse durante el siglo XIX, ya que lo que había hasta entonces eran divisiones más marcadas por el nacimiento (excepto en el caso del clero) que por el tipo de trabajo y estudios que se tuviera.

Aunque existen varias definiciones, el término “clase social” hace alusión a la división en la sociedad dependiendo del trabajo y de otros factores, como el nivel económico.

Así, los trabajadores de las fábricas fueron llamados “clase obrera”; y los comerciantes, artesanos y la pequeña burguesía industrial, entre otros, fueron llamados “clase media”.

Clase obrera

Desde la Revolución Industrial el peso de la economía comenzó a cambiar desde el campo hasta la ciudad, donde se levantaron las grandes fábricas. Aunque con diferencias temporales entre los distintos países, esto es algo que ocurrió en toda Europa y en América.

Por ejemplo, mientras que en Inglaterra esto se dio muy pronto, en México hubo que esperar hasta el Porfiriato, a mediados del siglo XIX.

Este cambio dio lugar a la aparición de una nueva clase social: la obrera. Muchos de ellos eran antiguos campesinos que debieron emigrar hasta las ciudades para encontrar trabajo. Solían carecer de estudios o de posibilidades de obtenerlos, y sus ingresos eran muy bajos.

Estas condiciones provocaban que los abusos fueran muy frecuentes. Los obreros no tenían derechos laborales ni capacidad de negociación.

En muchos lugares los niños incluso eran obligados a trabajar. Desde el punto de vista marxista, era el proletariado, cuya única riqueza eran sus hijos (prole).

Junto con esta clase aparecieron los movimientos obreros, que trataron de organizar a los trabajadores para luchar por conseguir mejoras. En cualquier caso, tuvieron que esperar hasta el siglo XX para que algunas cosas comenzaran a cambiar.

Nueva clase media urbana

Junto a la clase obrera, otra de las grandes novedades de este siglo es la paulatina aparición de una clase media urbana. Anteriormente, con la clara división del antiguo régimen, solo había podido crearse una alta burguesía compuesta por grandes propietarios con gran poder adquisitivo.

La nueva clase media urbana es el resultado de la creciente importancia de las ciudades en la estructura de los países, sustituyendo a la vida en el campo. Así, los propietarios de tierras empiezan a pasar a un segundo plano.

Igualmente, el acceso a la educación de ciertos sectores sociales en la ciudad contribuye a la aparición de esta clase media.

Se trata de gente que tiene estudios, muchos de ellos avanzados y centrados en profesiones liberales, como abogados, periodistas o médicos. Su nivel de renta, aunque no llegue al de la alta burguesía, es importante, lo que les permite ser influyentes.

De hecho, los movimientos revolucionarios son frecuentemente liderados por ellos, como pasa en parte de Europa o en México.

Referencias

  1. Oyon Bañales, José Luis. Historia Urbana e Historia Obrera. Recuperado de etsav.upc.edu
  2. Nevada University. The Industrial Revolution and The Social Question. Recuperado de faculty.unlv.edu