Las 8 Leyendas de Oaxaca Más Famosas
Las principales leyendas de Oaxaca son diversas narraciones que narran eventos paranormales que han ocurrido en este estado mexicano. Entre las más importantes destacan la del callejón del muerto, la del cerro de la vieja de Oaxaca y la de la princesa Donají, entre muchas otras.
Estas historias forman parte de las tradiciones del pueblo de Oaxaca y le han conferido un particular atractivo turístico, pues llaman la atención de los visitantes por el enigma que las caracteriza.
Como se han transmitido a través de narraciones orales, de generación en generación, no existe una única versión sobre cada leyenda, sino que hay muchas versiones cargadas de diversos detalles que les dan ese toque de realismo mágico tan característico de América Latina.
Las leyendas de Oaxaca revisten a sus pueblos de un halo de enigma porque son explicaciones fantásticas sobre ciertos fenómenos de la naturaleza o misterios sin revelar. Cada una de estas historias encierra en sí misma claves sobre la idiosincrasia de esta provincia e, incluso, sobre el espíritu de México.
Lista de las leyendas más curiosas de Oaxaca
La tradición de mitos y leyendas de esta provincia mexicana es muy prolífica en historias así como en diversas versiones de las mismas. A continuación describimos las principales leyendas de este estado, ubicado al suroeste de México.
-Leyenda del cerro de la vieja de Oaxaca
Hace muchos años, el municipio San Pedro Mixtepec era un lugar donde los hombres solían ir de cacería, mucho tiempo antes de que fuera un centro poblado como lo es hoy en día.
Cuenta la leyenda que un grupo de cazadores se detuvo frente a una gran roca ubicada en un cerro, en la que se veía la silueta de una hermosa india exuberante, con un par de trenzas negras. Al lado de la piedra, los hombres notaron una impresionante cantidad de plomo.
Los cazadores se apuraron a repartirse el plomo a la vez que seguían contemplando a la bella mujer dibujada en la roca.
La voz se fue corriendo y cada vez fueron más y más hombres los que se acercaban al cerro a buscar el metal para sus balas, y a intentar toparse con la hermosa india. Muchos regresaban decepcionados porque no había rastro de la despampanante mujer.
Sin embargo, una situación comenzó a alertar a los cazadores. De cada tres grupos de hombres que subían al cerro, solo regresaban dos que decían no haber visto a la dama.
Cuentan los habitantes del municipio que se solían escuchar gritos aterradores de hombres que eran perseguidos por la india de la piedra, ya que una vez que se mostraba ante ellos se desprendía de su roca para perseguirlos hasta que se perdieran para siempre.
-La leyenda del callejón del muerto
Otra de las famosas leyendas de la provincia de Oaxaca es la que se refiere al callejón del muerto, por un misterioso y espeluznante evento que ocurrió en una parte de la conocida calle llamada 2 de abril.
En la época en la que la luz eléctrica no existía, las calles de adoquines eran custodiadas por hombres que recibían el nombre de serenos. Durante la oscuridad, ellos custodiaban las calles alumbrando con faroles.
Una oscura noche, un desgarrador grito rompió el silencio. El sereno se fue corriendo a la iglesia a buscar al párroco. Al ver al cura, le informó que en la calle había un hombre apuñalado que se estaba muriendo y solo pedía ser oído en confesión.
El sacerdote salió junto con el sereno hasta el callejón; allí yacía el moribundo. Durante un rato, el clérigo escuchó una penosa confesión hasta darle la absolución.
El herido cayó muerto. Cuando el párroco buscó en la oscuridad a su acompañante el sereno, solo encontró su farol.
Por simple curiosidad, acercó la lámpara al rostro del muerto: era el mismo sereno el que yacía. Cuenta la leyenda que el sacerdote corrió despavorido a la iglesia para refugiarse. A partir de ese momento, el clérigo quedó sordo del oído por donde escuchó la confesión del moribundo.
-Leyenda de la Matlazihua
La leyenda cuenta que por las calles de Miahuatlán de Porfirio Díaz en Oaxaca deambula una mujer con vestido blanco, casi flotando en medio de la soledad de la noche.
Si bien nadie que la haya visto recuerda con detalle su rostro, atinan a decir que es hermosa y que tiene un aire seductor verdaderamente irresistible. Se la conoce con el nombre de la Matlazihua y suele aparecérsele a aquellos hombres que andan a deshoras por la calle. Los seduce y los lleva a la perdición.
La leyenda cuenta que un afamado militar de Miahuatlán andaba de juerga con sus amigos cuando de repente una hermosa mujer apareció de la nada.
Su impoluto traje blanco y su larga cabellera negra atrajeron al militar, que se fue con ella, perdiéndose en la noche. Sus compañeros de fiesta lo vieron alejarse sin poder hacer nada. Al día siguiente, el militar apareció tirado en una cañada hecho un desastre, quizá producto de una paliza.
En la época colonial se decía que todos los hombres debían resguardarse en casa antes de que el sereno comenzara a prender los faroles, porque al que estuviera en la noche realengo se lo llevaba la Matlazihua, para hacerle cualquier mal.
-Leyenda de la princesa Donají
La hermosa princesa Donají era la hija de los reyes del pueblo zapoteca, que vivían en constante guerra con sus vecinos, los mixtecos. En este ambiente de violencia y muerte, la belleza de Donají florecía.
Sobre la leyenda de la princesa de los zapotecas existen varias versiones. Una de estas cuenta que en medio del conflicto, en una cruenta batalla cayó herido Nucano, el joven príncipe de los mixtecas.
En un acto de compasión, Donají lo rescató y lo escondió en su habitación para curarlo. Durante el tiempo en que estuvo escondido, el amor brotó entre los dos jóvenes.
La guerra continuó hasta que los mixtecos vencieron. Como acto de rendición, exigieron que la princesa de Donají fuera ofrendada como un rehén de paz al joven príncipe Nucano.
Pese al amor que sentía por el joven príncipe, Donají le pidió a su padre que la rescatara porque temía por su suerte y, en especial, por la de su pueblo. El rescate fue frustrado pero igual cobró la vida de muchos mixtecos, por lo que en venganza asesinaron a la bella Donají sin el consentimiento de su amor Nucano.
Tiempo después
Pasado un tiempo, un joven pastorcillo tenía a su rebaño cerca del río Atoyac cuando vio un hermoso lirio silvestre o azucena. Pasmado ante su belleza, decidió arrancarlo de raíz en vez de cortarlo.
Al cavar, se dio cuenta de que el brote provenía de una oreja, que pertenecía a una hermosa cabeza que estaba completamente en buen estado, casi como si estuviera viva. Se trataba de la cabeza de la princesa Donají.
Tiempo después, tanto el cuerpo como la cabeza fueron sepultados en el templo de Cuilapan, como una forma de atraer a nuevos fieles devotos hacia la religión católica. Durante la sepultura, la joven princesa zapoteca fue bautizada como Juana Cortés.
-Leyenda de la carreta de la muerte
Los pobladores de Miahuatlán cuentan que por la calle Basilio Rojas, en el centro de la localidad, en las noches se escucha el golpeteo de una carreta y el acompasado paso de unos caballos, acompañados de silbidos o de carcajadas.
Si bien nadie la ha visto, el sonido es fuerte y claro, lo suficiente para hacer que las abuelas y las madres prohibieran a los niños salir a la calle a jugar durante la noche, porque seguramente se toparían con el horror de la carreta de la muerte.
Aunque se desconoce el posible origen de este perturbador ruido, los pobladores aseguran que se remonta a la época de cuando Miahuatlán era hogar de arrieros comerciantes, que vivían de transportar víveres, mezcal y otras mercancías hacia la costa.
-La leyenda de la Isla del Gallo
En medio de la laguna de San José Manialtepec, que se encuentra en la costa de Oaxaca, está ubicada la Isla del Gallo, una pequeña extensión de tierra que tiene pocos árboles y abundante flora acuática.
La laguna es zona de manglares, en los que se pueden pescar grandes especímenes, capturar camarones y cangrejos y otros animales. Como se forma un corredor de agua, es frecuente que deambulen enormes reptiles como cocodrilos.
Cuenta la leyenda que hace muchos años en ese islote vivía un experto cazador de cocodrilos que paseaban por los manglares del área. El cazador tenía un gallo que le adoraba. Antes de irse de cacería, el gallo lo despedía con su canto y al regresar lo despedía con una escandalosa algarabía.
Un mal día, en la víspera de Nochebuena, el cazador perdió la batalla contra un fiero cocodrilo que lo devoró. El gallo se quedó siempre esperando el regreso de su amo durante años, hasta que murió en el islote solo y hambriento.
Los pescadores aseguran que cada Nochebuena a las 12 de la noche se oye al gallo cantar de forma desolada para llamar a su amo, que jamás regresó de ese penoso encuentro con el cocodrilo que le arrancó la vida. Esta leyenda es el motivo de que ese islote reciba el nombre de la Isla del Gallo.
-La leyenda del árbol del Tule
Cuenta la leyenda que un matrimonio de ancianos mixes encontró dos huevos en medio de la naturaleza. De uno de los huevos nació una serpiente, mientras que del otro un niño.
El niño creció sano y fuerte, convirtiéndose pronto en el protector de la tierra de los mixes, defendiéndolos de todo tipo de peligros, sobre todo de los invasores de otras tierras. Esto le hizo ganarse el respeto del pueblo y fue nombrado rey.
Además de estar siempre alerta de los suyos, el rey viajaba para descubrir mundos. Durante una de sus rutas descubrió Tule, lugar que le pareció maravilloso por lo que decidió clavar su bastón en el suelo y recostarse a su lado.
Aquel bastón se convirtió en un majestuoso árbol, donde reposa el rey y desde donde sigue protegiendo al pueblo mixe. La leyenda cuenta que el día que se seque el árbol, se sabrá que el rey habrá dejado de existir.
-La leyenda del burro
Esta leyenda es de origen zapoteco y cuenta el origen del nombre del burro y una de sus características más particulares: sus enormes orejas.
Se cuenta que cuando Dios provocó el diluvio universal, su súbdito Noé rescató en su arca una pareja de cada especie de la Tierra. Jirafas, leones, insectos, pingüinos o elefantes se aglutinaron en el arca y esta ascendió a los cielos junto a la vera del Todopoderoso.
Mientras se sucedía el diluvio y luego se secaba la Tierra, Dios entretenía al ser humano y los animales con cuentos y leyendas para entretenerlos. Entre historia e historia mandaba a un animal a bajar a la Tierra para que pudiese ver si las aguas habían bajado lo suficiente. Mientras tanto, el resto de animales disfrutaba del cuento.
En una ocasión, mientras Dios contaba un cuento muy interesante, ordenó al burro a inspeccionar la Tierra estaba ya seca para vivir. El burro, totalmente distante, siguió prestando atención al cuento, por lo que no bajó a la Tierra.
Dios se percató y volvió a ordenar al burro que bajase a la Tierra para ver si las aguas habían bajado y era posible la vida terrestre. De nuevo, el burro pareció no oír aquellas palabras y se siguió centrando en el cuento.
A la tercera, un Dios furioso por lo despistado que era el burro gritó ¡Vete, burro! haciéndole crecer las orejas al animal hasta tomar las medidas actuales. Con ello, Dios se aseguró que el despistado animal se enterase definitivamente de su petición.