Ciencia

Geomorfología: concepto, historia, qué estudia, ramas


¿Qué es la geomorfología?

La geomorfología es una ciencia encargada de estudiar el relieve terrestre, percibiéndolo como una distribución en constante proceso de desarrollo y cambio. Para esta disciplina, el relieve terrestre consiste en una superficie de contacto, la cual es el resultado de la interacción a lo largo del tiempo de fuerzas que actúan debajo y sobre este espacio.

La geomorfología muestra que la superficie terrestre está constituida por una gran variedad de formas, que pueden ser descritas e identificadas por los investigadores. La unión y relación de estas estructuras en un espacio determinado es lo que confiere una característica definitiva a los paisajes que conforman al planeta Tierra.

En líneas generales, se puede establecer que la geomorfología es un estudio científico que requiere de otras disciplinas para desempeñarse. De hecho, esta ciencia deriva de la geología y la geografía; además, emplea conocimientos de la hidrografía, la climatología, entre otras ramas de la ciencia.

Historia

La Antigüedad Clásica

En la antigüedad, los griegos se dedicaron a tratar de describir la Tierra y sus procesos de formación. De hecho, muchos planteamientos geográficos importantes fueron producto del pensamiento griego.

Por ejemplo, esta cultura fue la primera en concluir que la Tierra es redonda. Además, de este período también data el primer cálculo de la circunferencia terrestre, realizado por Eratóstenes (276-194 a.C.).

De igual forma, los griegos definieron a la geografía como el saber que se encarga de la descripción de la Tierra. Un aporte muy importante para este tiempo fue el trabajo de Estrabón (64 a.C. – 2 d.C.), quien escribió una obra titulada Geografía; un estudio enciclopédico que registraba los territorios que se conocían del mundo en aquella época.

A pesar de estos avances, algunos historiadores afirman que, durante la Edad Media, el dogma cultural europeo censuró los postulados sobre la Tierra realizados por los griegos e inició un período de estancamiento dentro de la disciplina.

El Renacimiento

El estudio del relieve terrestre y la explicación de su origen o modelado se iniciaron propiamente en el Renacimiento. Durante esta época, el interés por la geomorfología se vio reflejado en las obras de los ingenieros, cronistas, geógrafos y en los llamados naturistas, quienes de manera aislada registraron las primeras observaciones sobre el tema.

Los ingenieros del Renacimiento realizaron las primeras investigaciones sobre los procesos de erosión y modelado, mientras que los naturalistas efectuaron análisis físicos en una gran variedad de espacios; esto les permitió formular hipótesis sobre los procesos de origen y evolución de los relieves.

Por otro lado, los geógrafos aportaron información sobre la localización, dimensiones y tipología del relieve de los continentes.

Todos estos resultados y observaciones se sistematizan, completan y articulan de forma científica a mediados del siglo XIX, gracias a los trabajos del geólogo alemán Alexander von Humboldt (1769-1859).

No obstante, la sistematización de Humboldt no implicó la aparición de una disciplina independiente y específica, por lo que la temática geomorfológica se mantuvo integrada a la geografía física.

La doble vinculación de la geomorfología

Por esta razón, se afirma que los temas del relieve terrestre no quedaron dominados exclusivamente por los geógrafos, ya que los geólogos continuaron investigando sobre el tema.

Tal es el caso de los trabajos de Charles Lyell (1797-1875), cuyos aportes quedaron plasmados en su obra Principios de geología, publicada en varios volúmenes durante 1830 y 1833.

De esta manera, en la segunda mitad del siglo XIX, tomó fuerza la doble vinculación necesaria para el estudio del relieve terrestre: la geografía y la geología.

Cada una de estas especialidades enfoca la temática geomorfológica desde un punto de vista distinto; los geógrafos miden, describen y clasifican el relieve, relacionándolo con el clima, la hidrología y la vegetación.

Por su parte, los geólogos estudian las relaciones del relieve con la naturaleza, el surgimiento de las rocas en la superficie y los modelos de funcionamiento de estas estructuras.

Como se observa, estas dos disciplinas se desarrollaron en ámbitos bien diferenciados con sus propias propuestas teóricas y científicas. Sin embargo, ambas coinciden en aportar a la nueva disciplina geomorfológica un carácter eminentemente geográfico.

¿Qué estudia la geomorfología? (Campo de estudio)

La geomorfología tiene como objeto de estudio el relieve terrestre, así como la naturaleza y actividad de las fuerzas internas y externas que lo modelan. Estas fuerzas modeladoras pueden ser de distintas naturalezas, por lo que la geomorfología —además del estudio geológico— tiene como campo de investigación la hidrología, el clima, la biogeografía y la geografía humana.

Por ello, la geomorfología no solo circunscribe su estudio a la forma superficial del relieve terrestre, sino que también se interesa por el tipo y la organización de los materiales que la constituyen y surgen de ella.

Debido a esto, dentro de su campo de estudio entran la naturaleza, la disposición de las rocas y las formaciones superficiales que surgen del contacto con el ambiente externo.

Finalmente, la geomorfología, al considerar su objeto de estudio como un área sometida de forma constante a fuerzas modeladoras, introduce en sus análisis el factor temporal. De esta manera, considera los análisis realizados como un estado momentáneo del proceso.

Ramas de la geomorfología

La gran variedad de factores y fuerzas que modelan el relieve terrestre ha originado el surgimiento de distintas subdivisiones en el estudio de la geomorfología. Las principales son:

– Geomorfología estructural

Estudia la corteza terrestre y sus distintas distribuciones. Se centra en la caracterización de las rocas y analiza la deformación de los materiales (pliegues y fallas).

– Geomorfología dinámica

 Es la disciplina que estudia los procesos de la erosión y los agentes que la originan.

– Geomorfología climática

Investiga sobre el influjo del clima en el progreso del relieve. Se enfoca en el estudio de la presión atmosférica, la temperatura y el origen de los vientos.

– Geomorfología fluvial

Es la ciencia que estudia la acción de los ríos y deltas sobre las formas y relieves geográficos.

Procesos geomorfológicos

En el origen del relieve, actúan una serie de procesos que se han clasificado como exógenos y endógenos. Es importante indicar que en muchos eventos se registra el predominio de uno sobre el otro y que además actúan en sentido opuesto, pero en su conjunto son los responsables del relieve resultante.

Los procesos exógenos tienen efectos degradadores o inclinados a disminuir las formas elevadas del relieve y resultan acumulativos cuando su acción es la de rellenar las depresiones. Según estas características, los procesos exógenos llevan a la nivelación de las superficies.

Por otra parte, los procesos endógenos son los responsables de las deformaciones tectónicas, la formación de los volcanes y las grandes alteraciones de la superficie terrestre ocurridas por los movimientos telúricos.

– Procesos geomorfológicos naturales

Procesos geográficos

Estos son factores no biológicos de origen exógeno, como el suelo, el relieve y el clima (temperatura, cambios de presión y viento). También incluye los cuerpos acuáticos (ríos, mares, agua superficial y el modelado glacial).

Procesos biológicos (bióticos)

Los procesos biológicos son de origen exógeno, como por ejemplo los efectos de la vegetación y la fauna.

Procesos geológicos

Entre estos se encuentran los movimientos de la corteza terrestre, la formación de las montañas y el vulcanismo. Todos son procedimientos constructivos y de origen endógeno, por lo tanto, se oponen al modelado y alteran el ciclo geográfico.

– Procesos geomorfológicos de origen humano

Procesos directos

Estos pueden favorecer o no la frecuencia de cambio natural, como las actividades que afectan los causes de los ríos o que protegen las orillas ribereñas.

Procesos indirectos

Las actividades del hombre pueden tener una acción indirecta en los procesos naturales, como por ejemplo la acción que ejerce la tala de los bosques para la utilización de estas extensiones de terreno en la agricultura.

Importancia de la geomorfología

La geomorfología suministra información, conocimientos y aspectos que son necesarios para el desarrollo y estudio de otras disciplinas. En muchos casos, las evaluaciones geomorfológicas son fundamentales para lograr una investigación ambiental integral y definir lineamientos sostenibles.

Por ejemplo, los geólogos petroleros utilizan el conocimiento sobre los procesos de formación de los distintos depósitos de sedimentos. De esta forma, logran mejorar la exploración de las superficies en busca de las reservas de gas que se encuentran en las rocas sedimentarias.

Por su parte, los ingenieros usan el conocimiento de los procesos erosivos y de formación de los depósitos de sedimentos para optimizar las estimaciones de estabilidad de los diversos terrenos. También utilizan la información que le brinda la geomorfología para planificar las estructuras.

En el área de la arqueología, se utiliza el conocimiento de los procesos erosivos y de deposición de materiales para evaluar la conservación de fósiles y estructuras pertenecientes a las antiguas sociedades humanas.

En la ecología, se utilizan los conocimientos sobre la complejidad del paisaje físico y sus interacciones con el fin de ayudar en la preservación de la diversidad de las especies.

Conceptos importantes en la geomorfología

– Meteorización: Es la desintegración de las rocas y los minerales en la superficie terrestre o a escasa profundidad. Este proceso se realiza en el lugar de origen de la roca.

– Erosión: es el desplazamiento del material del suelo mediante la acción de fuerzas como el viento, agua, hielo y otros agentes. El proceso se presenta cuando estas fuerzas vencen la resistencia de los componentes del suelo, generándose el proceso de erosión.

– Suelo: es un complejo natural integrado por materiales rocosos alterados y elementos orgánicos.

– Tectónica: movimiento de la corteza terrestre.

– Pliegues: son dilataciones originadas por la acción de las fuerzas tectónicas sobre materiales rocosos dispuestos en forma de estratos o capas, dotados de flexibilidad y plasticidad.

– Fractura: es una separación o ruptura que ocurre cuando la intensidad de las fuerzas tectónicas supera la resistencia de los bloques rocosos.

– Fallas: es la fractura y desplazamiento de los bloques rocosos.

– Clima: es el conjunto de condiciones atmosféricas que se dan en un sector determinado de la superficie terrestre.

– Infiltración: es el descenso de agua superficial hacia el suelo y subsuelo.