Botánica

Poliplacóforos: características, morfología, reproducción, nutrición


Los poliplacóforos son un grupo de seres vivos invertebrados pertenecientes al filo Mollusca que son muy sencillos y primitivos. Etimológicamente hablando, su nombre está conformado por la unión de tres vocablos: polys (muchos), plax (placas) y phoros (portador). En este sentido, su elemento distintivo es una especie de coraza o caparazón que los protege, conformado por la unión de varias placas.

Son animales muy antiguos, pues los primeros registros fósiles que se tienen de ellos datan de la era Paleozoica, específicamente del período Cámbrico. Fueron descritos como grupo por primera vez por el naturalista inglés John Edward Grey en 1821.

Estos animales han sido exitosos desde el punto de vista evolutivo, ya que han logrado permanecer en el tiempo y sobrevivir a varios eventos de extinción masiva. En la actualidad hay unas 800 especies aproximadamente, distribuidas por toda la geografía mundial.

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Características

Los poliplacóforos entran dentro del grupo de los organismos eucariotas pluricelulares. Esto quiere decir que su material genético (ADN) se encuentra dentro de un organelo celular conocido como núcleo, delimitado por una membrana. Allí dentro se encuentra compactado, formando unas estructuras denominadas cromosomas.

Así mismo, estos organismos se encuentran conformados por diversos y variados tipos de células, cada una de las cuales se ha especializado en una función específica como por ejemplo la nutrición, la síntesis y secreción de sustancias o también la producción de células sexuales (gametos).

Al igual que el resto de los moluscos, los poliplacóforos poseen simetría bilateral. Tomando en cuenta esto, el cuerpo de estos animales está conformado por dos mitades exactamente iguales, divididas por una línea imaginaria en el eje longitudinal del animal.

En lo referente a su comportamiento, estos organismos tienen costumbres gregrarias. Esto significa que tienden a agruparse con organismos semejantes durante gran parte de su vida. Además, cuando perciben alguna amenaza, son capaces de plegar su caparazón y enrollarse sobre sí mismos, formando una especie de bola.

Los poliplacóforos son animales dioicos, lo que implica que hay individuos de sexo femenino e individuos de sexo masculino, aunque no se aprecia dimorfismo sexual en ellos.

Se reproducen de forma sexual, con fecundación externa. Son ovíparos, ya que se reproducen a través de huevos y presentan un desarrollo indirecto, puesto que los individuos que salen de sus huevos lo hacen en forma de larva. Posteriormente deben experimentar un proceso de metamorfosis para así poder llegar a transformarse en un individuo adulto.

Taxonomía

La clasificación taxonómica de los poliplacóforos es la siguiente:

-Dominio: Eukarya.

-Reino: Animalia.

-Subreino: Eumetazoa.

-Superfilo: Protostomia.

-Filo: Mollusca.

-Clase: Polyplacophora.

Morfología

– Anatomía externa

Los poliplacóforos son animales de tamaño variable. De manera general son pequeños, de entre 2 y 10 cm de longitud. Sin embargo, se han descrito especies cuyos ejemplares pueden alcanzar más de 35 cm.

El cuerpo es de forma ovalada, con una cabeza muy poco desarrollada. Además presentan un pie musculado inferior, del cual se vale el animal para poder desplazarse lentamente por el sustrato.

Como en la mayoría de los moluscos, el manto secreta una especie de caparazón que tiene como función proteger al animal. Este caparazón está conformado por varias placas de tipo imbricadas, es decir, dispuestas una sobre otra como las tejas de un tejado. La mayoría de los poliplacóforos tienen 8 placas, aunque se han recolectado fósiles que tienen más o menos placas.

El caparazón se encuentra rodeado por una especie de cinturón de contextura carnosa que se conoce con el nombre de cintura.

Si se ve al animal por su superficie ventral, se van a observar algunos orificios, teniendo cada cual una función distinta. Estos son: el gonoporo, el nefridioporo y el ano. Aquí además se hacen muy evidentes las branquias.

En cuanto al color, estos animales suelen ser de colores opacos rojizos, verdosos, amarillentos, marrones y negro.

– Anatomía interna

La pared del cuerpo de los poliplacóforos se encuentra constituida por varias capas de tejido. Desde lo más externo se pueden mencionar: la cutícula, la epidermis, capa de musculatura circular, capa de musculatura diagonal y capa de musculatura longitudinal.

Sistema digestivo

El sistema digestivo de los poliplacóforos es completo. Presenta un orificio de entrada (boca) y uno de salida (ano).

La boca da paso hacia la cavidad oral, cuya estructura principal es la rádula, la cual posee un total de 17 dientes por fila transversal. La cavidad bucal se continúa con la faringe y esta con el esófago que es de corta longitud.

Inmediatamente después del esófago se encuentra un órgano ancho, el estómago, en el cual desemboca el conducto de la glándula digestiva anexa. Luego se encuentra el intestino, especializado en la absorción de nutrientes y finalmente el ano.

Sistema nervioso

Es bastante rudimentario. Está conformado por una especie de anillo nervioso que rodea al esófago del animal. A partir de ese anillo se desprenden fibras nerviosas: 2 laterales y 2 ventrales.

De esos nervios emergen fibras que llegan a todas las partes del cuerpo del animal. Es importante destacar que entre esos cuatro nervios principales también se establecen interconexiones.

Sistema respiratorio

Los poliplacóforos respiran mediante branquias. Estas son laminillas de tejido ampliamente vascularizado que se localizan en la llamada cavidad paleal. El número de branquias varía según las especies.

Sistema excretor

Está representado por los nefridios, los cuales se encuentran muy ramificados. Estos desembocan en dos conductos, una a cada lado del animal, que se abren al exterior mediante los nefridioporos.

Sistema circulatorio

Está conformado por un corazón que se encuentra alojado dentro de la cavidad pericárdica. Ese corazón posee dos aurículas y un ventrículo. También presentan una arteria principal (aorta).

Sistema reproductor

Los poliplacóforos tienen sexos separados. El sistema reproductor se encuentra conformado por una sola gónada, a partir de la cual salen dos conductos. Cada uno desemboca en un orificio a ambos lados del animal, llamado gonoporo.

Hábitat y distribución

Los miembros de la clase polyplacophora son netamente acuáticos y se encuentra única y exclusivamente en ambientes de tipo marino, por lo que solo pueden sobrevivir en agua salobre.

En los mares se encuentran principalmente en aguas poco profundas, aunque se han descrito unas pocas especies que se encuentran a grandes profundidades.

Dentro de sus hábitats naturales, los poliplacóforos generalmente se mantienen adheridos a diversos sustratos como rocas, especialmente en las cavidades de estas. Allí pueden permanecer mucho tiempo, totalmente inmóviles. Solo se despegan de esta cuando salen en busca de alimento, generalmente en la noche.

Reproducción

Los poliplacóforos se reproducen solamente de forma sexual. En este tipo de reproducción se observa la unión o fusión de gametos (células) sexuales como el espermatozoide y el óvulo. La fecundación en estos organismos es externa, es decir, ocurre fuera del cuerpo de la hembra, por lo que no hay un proceso de cópula.

Para que los poliplacóforos se puedan reproducir es necesaria la liberación de las células sexuales al medio exterior. Ya en el agua, a través de diversos mecanismos que aún no han sido dilucidados del todo por parte de los especialistas, ambas células entran en contacto y se fusionan.

Posterior al proceso de fecundación se forman los huevos. Estos se agrupan formando largas cadenas. Durante su proceso de desarrollo, los huevos experimentan diversos cambios, como por ejemplo una segmentación en espiral.

Una vez que ha transcurrido el tiempo prudencial para que el embrión se desarrolle, de los huevos eclosionan larvas de tipo trocófora, la cual tiene forma de peonza y simetría bilateral.

Eventualmente la larva va incrementando su tamaño y posteriormente se precipita al fondo, hacia el lecho marino. Allí experimenta una serie de transformaciones que involucran la elongación del cuerpo, así como también la aparición y desarrollo de algunas placas embrionarias.

Finalmente el individuo ya se ha formado completamente y lo que le resta es incrementar su tamaño.

Nutrición

Los poliplacóforos son organismos heterótrofos porque no tienen la capacidad de sintetizar sus propios nutrientes. Debido a esto, deben alimentarse de otros seres vivos para poder subsistir.

Tomando en cuenta esto, así como también el tamaño reducido de estos organismos, se puede afirmar sin lugar a dudas que el tipo de alimentación de los poliplacóforos es microfágica, ya que ingieren partículas muy pequeñas de alimento.

La dieta de este tipo de animales consiste principalmente en pequeñas algas que se encuentran adheridas a diferentes sustratos, así como también algunos invertebrados de muy reducido tamaño.

En la cavidad bucal está la rádula, la cual contiene algunas pequeñas prolongaciones, similares a dientes que tienen como función despegar o raspar sus alimentos de posibles sustratos como rocas.

Una vez el alimento ingresa a la cavidad bucal, comienza el proceso digestivo. De aquí pasa a la faringe y posteriormente al esófago, el cual transporta el alimento hacia el estómago. Aquí sufre la acción de numerosas enzimas digestivas, algunas de las cuales se producen en las glándulas digestivas anexas.

En el intestino es donde se lleva a cabo la absorción de los nutrientes. Los compuestos que no fueron asimilados y absorbidos por el animal son finalmente liberados al exterior a través del orificio anal.

Referencias

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  2. Campbell, A. y Fautin, D. Polyplacphora. University of Michigan. Tomado de: animaldiversity.org
  3. Curtis, H., Barnes, S., Schneck, A. y Massarini, A. (2008). Biología. Editorial Médica Panamericana. 7° edición.
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  6. Urgorri, V., García, O., Díaz, G., Pérez, M. (2017). Filo Mollusca, Clase Polyplacophora. En libro: Inventario de la biodiversidad marina de Galicia. Proyecto LEMGAL