Cultura general

11 desventajas de vivir en el campo


Puede haber algunas desventajas de vivir en el campo para algunas personas, en comparación con la vida de la ciudad, si bien en la actualidad las fronteras entre campo y ciudad son mucho más flexibles de lo que eran antaño, gracias a los medios de transporte modernos.

El campo es un hábitat con amplios espacios verdes, donde las viviendas están alejadas unas de otras y el terreno está dedicado a los cultivos, a la cría de ganado y animales de granja.

Por su parte, las urbes contemplan una gran densidad de personas y edificaciones, con las zonas verdes restringidas a los parques o los alrededores de la ciudad.

De esta manera, el contraste entre la vida en estos dos ambientes, tradicionalmente opuestos, puede llegar a ser muy marcado, sobre todo en algunos países menos desarrollados.

El sueño de muchas personas es alejarse del estrés, los atascos de tránsito, el ruido y la contaminación, propios de las grandes urbes, sin mencionar peligros como la delincuencia.

Sin embargo, quienes desean cambiar radicalmente su vida abandonando la ciudad deben revisar algunos aspectos de la vida rural, no limitados al ideal de paz y tranquilidad, aire limpio y contacto cercano con la naturaleza.

Como sucede con tantos aspectos de la existencia, existen algunas desventajas importantes, como el acceso a los alimentos y los servicios, así como la calidad y la cantidad de estos.

Por ello la lejanía de los grandes centros de distribución condiciona la vida en el campo, marcando diferencias notables con la ciudad, más acentuadas cuanto más remota sea la localidad.

Desventajas de vivir en el campo

He aquí algunas de las más importantes:

1. Dificultad de acceso a la educación

En el campo hay menos oferta educativa que en las ciudades, sobre todo en educación superior. Las universidades y grandes centros educativos tienen su sede en las ciudades, y aunque a veces existen núcleos o extensiones en algunas zonas rurales o sus alrededores, la oferta educativa nunca es tan extensa como en las urbes.

Por este motivo, muchos jóvenes que viven en el campo y sueñan con hacer algo diferente, deben emigrar del campo a la ciudad. Ya sea que se gradúen o no, algunos no retornan al ambiente rural, pues la ciudad les ofrece mejores y más variadas oportunidades de ingresos.

2. Menor oferta de entretenimiento

Las ciudades gozan de innumerables opciones para el esparcimiento y la cultura, a diferencia del ambiente rural. Por ejemplo, los museos más grandes casi siempre se encuentran en las grandes ciudades, así como salas de conciertos, teatros, bibliotecas y cines, además de restaurantes y sitios nocturnos.

Esto representa una clara desventaja de la vida campestre, a menos que el ideal de esparcimiento de la persona esté más bien orientado a las actividades y los deportes al aire libre. Y aun la práctica de algunas especialidades deportivas requiere el acceso a instalaciones especializadas, que no siempre se encuentran en el campo, así abunde el espacio disponible.

3. Aislamiento

Las viviendas en zonas rurales están dispersas en un territorio más amplio y esto conlleva que los vecinos más próximos estén relativamente lejos. Esto hace que las actividades sociales se reduzcan en gran medida, ya que los círculos sociales que se pueden formar son pequeños y hay menos oportunidades de hacer nuevos amigos.

Por lo tanto, quienes vienen de las ciudades pueden encontrar monótona la vida rural en comparación, pero precisamente por ello los vínculos entre las personas que viven en el campo suelen afianzarse. Y en caso de problemas, la gente en el campo está más dispuesta a ayudar.

Esto no significa que el aislamiento sea exclusivo del ambiente rural. Debido al ajetreo propio de la ciudad, las personas a veces no tienen tiempo para conocer y socializar con otros, aún viviendo en comunidades densamente pobladas.

4. Menos servicios de salud disponibles

Los grandes hospitales y centros de atención de salud se encuentran en las grandes ciudades. Si alguien sufre de alguna afección que requiere cuidados especiales, se verá obligada a viajar con más frecuencia hacia el hospital más cercano para ser atendida.

Asimismo, los hospitales grandes ofrecen más herramientas diagnósticas que los centros de salud rurales.

5. La tecnología tarda más en llegar

Como es sabido, las novedades en tecnología como computadoras, teléfonos inteligentes, electrodomésticos y más, llegan en primer lugar a las tiendas de las grandes metrópolis. Desde luego, cuanto más aislada esté una comunidad, más tardan estos productos en llegar al alcance de sus habitantes.

6. Menos oportunidades laborales

Mientras más inaccesible sea una zona, menos inversiones hacen los gobiernos en ella. Por lo tanto, las oportunidades laborales son mucho menores que en las ciudades, un problema que es bien conocido en toda América Latina.

Cabe destacar, sin embargo, que el costo de la vida suele ser menor en las zonas rurales que en las grandes ciudades, lo que significa una suerte de compensación ante la ausencia de oportunidades de empleo.

Pero en contraposición, las labores en el campo son más exigentes, desde el punto de vista físico.

7. Gran distancia de los centros administrativos

Los centros administrativos tienen sus sedes en las grandes metrópolis. Cuando se hace necesario acudir a algunos de estos entes para realizar trámites, hay que recorrer rutas más o menos largas.

Dependiendo del transporte disponible y la distancia, estos desplazamientos podrían resultar más o menos incómodos.

8. Vías de comunicación reducidas

La mayor parte de los recursos destinados a la vialidad se dirigen a las zonas urbanas, dado que la densidad de población es mayor. En cambio, en las zonas rurales el volumen de tránsito es mucho menor, los caminos son más angostos, en ocasiones con muchas curvas y desniveles, según la geología de la región.

Además, los caminos rurales son más susceptibles de obstruirse a causa de incidentes como inundaciones, derrumbes, nevadas u otros accidentes, dejando a los usuarios incomunicados por un tiempo.

9. Escasas alternativas residenciales

En las grandes ciudades se pueden encontrar viviendas de todo tipo, grandes, pequeñas, pisos en edificaciones multifamiliares, casas, áticos y habitaciones individuales o compartidas.

Pero en el ámbito rural no existe tal variedad, aunque los precios son menores, en vista de la menor demanda.

10. Los trabajos son físicamente exigentes

Las labores propias del campo, por su naturaleza, suelen demandar gran esfuerzo físico. Quienes viven en el campo o desean hacerlo, deben estar preparados para enfrentar el reto.

11. Dependencia de los medios de transporte

Según lo aislados que estén, los residentes de zonas rurales pueden llegar a depender en gran medida de sus propios automóviles para adquirir insumos y hacer diligencias. Y un automóvil siempre necesitará mantenimiento y repuestos para seguir operativo, de lo contrario las personas podrían verse aisladas o impedidas de adquirir recursos y servicios.

Referencias

  1. Baigorri, A. De lo rural a lo urbano. Recuperado de eweb.unex.es.
  2. Córdova, H. Ventajas y desventajas del desarrollo rural sostenible
    en ambientes de montaña. Recuperado de dialnet.
  3. Countryside: advantages and disadvantages of rural life. Recuperado de yourenglishsuccesstoday.com.
  4. Rural vs. Urban vs. Suburban Living & Homeownership: Things to Consider. Recuperado de aquatell.ca.
  5. Ventajas e inconvenientes de vivir en el mundo rural. Recuperado de blog.ruralvia.com.