Geografía

Río Ebro: recorrido, afluentes, características, flora


El río Ebro está ubicado en la Península ibérica y posee una longitud aproximada de 930 km con un caudal promedio de 426 m3/s, por lo que recibe el reconocimiento del río más largo y caudaloso ubicado exclusivamente en territorio español.

Su cuenca baña 83.093 km2, posee forma triangular y se ubica sobre una fosa tectónica formada por la elevación de tres sistemas montañosos: al norte los Pirineos, por el suroeste el sistema ibérico y al este la cordillera Catalana.

Este importante recurso natural ha sido testigo de la historia de la península y la humanidad. A través de sus aguas, diversos pueblos realizaron la exploración y ocupación del territorio, aprovechando la fertilidad de sus riberas para su subsistencia.

La riqueza de su cuenca y su ubicación estratégica en el Mediterráneo lo hizo un territorio codiciado por potencias antiguas como Cartago y Roma.

La riqueza cultural de las ciudades que se establecieron en sus riberas es producto de ocupaciones y conquistas por parte de celtas, galos, romanos y árabes a través de los años. Esta mezcla brinda un carácter extraordinario a la región, los monumentos que sobreviven están considerados patrimonio para la humanidad y además son una importante actividad económica por su atractivo turístico.

Índice del artículo

Historia

Orígenes geológicos y primeros asentamientos

Estudios geológicos afirman que el Ebro se constituía como una cuenca marina del Atlántico hace 37 millones de años. Los movimientos tectónicos y el levantamiento de los sistemas que limitan su cuenca lo separaron del océano Atlántico y lo convirtieron en un lago de agua salada.

Simultáneamente ocurrieron dos fenómenos: se secó el lago original y se formaron las minas de sal de Cardona. Desde entonces, la fosa ocupada por el lago empezó a recibir el agua dulce de los ríos que descienden de las montañas que la circundan. Poco a poco, la fosa se llenó y entre 8 y 12 millones de años empezó a desbordarse y buscar su camino hacia el mar Mediterráneo.

El río Ebro ha sido desde la antigüedad una vía de comunicación cultural y comercial entre las poblaciones que se asentaron en sus riberas. Se tienen registros de asentamientos suessetanos, sedetanos, celtiberos, ilergetes, lacetanos y galos en la época prerromana.

Guerras y control del Imperio romano

Entre el 218 a. C. y el 201 a. C. se desarrolló la segunda guerra púnica entre Cartago y Roma, las dos potencias que dominaban el mar Mediterráneo en su parte occidental y se disputaban el control de la península ibérica. En este marco se produjo la primera batalla naval en el río Ebro que enfrentó 40 naves cartaginenses contra 55 romanas.

El contingente cartaginés fue derrotado debido a un ataque sorpresa de las fuerzas romanas. Como consecuencia perdieron recursos, el dominio naval de la península y alianzas con tribus nativas que se cambiaron al bando romano.

Entre el 29 a. C. y el 19 a. C. se desarrollaron las guerras cántabras, enfrentamientos entre Roma y los pueblos astures y cántabros que habitaban el territorio que ocupan actualmente las comunidades de Asturias, Cantabria, León y Palencia. El Imperio romano que contaba con mayor organización y recursos superó de manera definitiva a las tribus que se le enfrentaban y logro ocupar por completo la península.

Con esta victoria se dio fin a una larga serie de conflictos por el dominio del territorio y se inició la época de estabilidad política y económica, con la integración de la península ibérica al imperio romano que se prolongó hasta el siglo III d. C.

Visigodos, árabes y cristianos

El dominio de la península pasó de manos de los romanos a las de los visigodos entre el año 416 y la primera década del siglo VIII d. C., cuando la debilidad causada por la pugna entre dos familias nobles visigodas, la peste y la alta presión fiscal sobre la población, sirvieron el escenario para la invasión musulmana de la península.

El sur y el centro de la península, incluyendo el valle del Ebro, presentaron poca resistencia ante el avance musulmán mientras que al norte las tribus que poblaban las montañas hicieron frente a los invasores y fundaron el Reino de Asturias.

La inestabilidad política de la cuenca, plagada de conflictos y las alianzas, no vio su fin hasta la Edad Moderna, con la unificación mediante el matrimonio de las coronas de los reinos medievales de Aragón y Castilla.

Guerra Civil

Entre julio y noviembre de 1938 se desarrolló la batalla del río Ebro, enfrentando a la facción nacionalista contra la facción republicana durante la Guerra Civil Española. La batalla tuvo lugar entre Amposta y Mequinenza, un frente de más de 60 km.

Los republicanos se vieron obligados a replegarse cruzando el río hacia su margen izquierdo. Con un saldo de más de 20.000 bajas entre ambos bandos, la derrota de los republicanos en el Ebro fue decisiva para la pérdida definitiva de la segunda república.

Nacimiento y desembocadura

Nacimiento

El río Ebro atraviesa España de norte a sur ubicándose al este del país. Nace en el río Hijar, en el Pico Tres Mares a 2.000 msnm, ubicado en la Comunidad Autónoma de Cantabria.

Tras 20 km de su nacimiento el río Hijar se hace subterráneo por un tramo de aproximadamente 800 m y resurge en Fontibre, lugar que hasta 1987 fue señalado erróneamente como su nacimiento.

Desembocadura

Después de recorrer 930 km, desemboca en el mar Mediterráneo a través de su delta ubicado en la provincia de Tarragona. La acumulación de sedimentos formó la Isla de Buda, que divide la corriente en dos brazos.

Recorrido

En su camino al mar, el Ebro baña los territorios de la Comunidad Autónoma de Cantabria y de allí pasa a Miranda de Ebro en la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Luego toca Haro y Logroño en la Comunidad Autónoma de La Rioja.

Parte hacia Tudela, ubicado en La Comunidad Foral de Navarra, cruza Zaragoza en la Comunidad Autónoma de Aragón de allí discurre formando su delta hacia Tortosa en la provincia de Tarragona, ubicado en la Comunidad Autónoma de Cataluña.

Su delta ocupa 330 km2, estando el 20% de este territorio protegido por el Parque Natural del Delta del Ebro. Este fue creado en agosto de 1983 en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la Unesco.

Ciudades que atraviesa

En su historia rica en eventos de exploración y conquista, muchos pueblos se asentaron en sus riberas y a través de los siglos se fueron consolidando grandes ciudades, entre las que destacan:

Zaragoza

Zaragoza es una ciudad cosmopolita con más de 2.000 años de historia. La capital de la Comunidad Autónoma de Aragón tiene en sus calles impresionantes monumentos que hablan de su historia a través de huellas romanas, musulmanas, judías y cristianas, de los cuales algunos de ellos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El río Ebro cruza la ciudad de oeste a este por 10 km donde abundan paseos peatonales y actividades al aire libre para disfrutar de la naturaleza sin salir de la ciudad.

Además de su atractivo cultural, Zaragoza cuenta con una gran variedad de propuestas que se adaptan a todos los estilos, como paseos por la ciudad, actividades artísticas, gastronómicas, excursiones por sus alrededores y una movida nocturna que invita al disfrute.

Logroño

Logroño es otra capital tocada por las aguas del río Ebro. Ubicada en la Comunidad Autónoma de La Rioja, es rica en historia y tradiciones que vieron su inicio en la Edad Media. Forma parte del Camino de Santiago y a este debe su auge y gran parte de su riqueza cultural con el paso de artistas, comerciantes y peregrinos en su camino a Compostela.

El Ebro cruza la ciudad de oeste a este y sobre él se erigen dos puentes que conectan sus riberas, uno de ellos data del siglo XI, sobre el que pasa la ruta jacobea en su entrada a la ciudad.

Muchos de sus monumentos están relacionados con la peregrinación cristiana, como el albergue de Peregrinos, la fuente de los Peregrinos, la iglesia de Santiago y la Catedral de Santa María la Redonda, famosa por su representación del Calvario del maestro renacentista Miguel Ángel.

También destaca la gastronomía riojana que gracias a la riqueza de sus huertas brinda productos frescos y de gran calidad en platillos exquisitos para el deleite de locales y visitantes.

Tudela

Tudela es una ciudad ubicada en la Comunidad Foral de Navarra. Fundada en el año 802, esta ciudad de origen islámico es una muestra viva de la convivencia y el mestizaje cultural entre musulmanes, judíos y mozárabes.

En sus calles se combinan los estilos gótico, renacentista, románico y barroco con innumerables monumentos de gran atractivo histórico.

Esta localidad invita a recorrerla a pie para disfrutar de su cultura en múltiples plazas y calles empedradas. Su gastronomía se nutre en gran medida de productos locales cultivados en las riberas del Ebro.

Tortosa

Tortosa está ubicada en la provincia de Tarragona, en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Posee monumentos de arquitectura medieval, renacentista, barroca y modernista, considerados en su conjunto Monumento Nacional de España.

Además de su riqueza arquitectónica, otro atractivo de esta ciudad es su ubicación privilegiada entre dos parques: el Parque Natural de Els Ports y el del Delta del Ebro, lo que permite disfrutar al máximo de los paisajes, el clima y la biodiversidad.

Existen espacios especialmente dedicados a la observación de las aves que habitan en las zonas protegidas de los parques y múltiples rutas para la exploración, tanto a pie como en bicicleta, por todo el delta del Ebro. También abundan las actividades acuáticas en la zona delta y en el litoral.

Afluentes

El río Ebro recibe las aguas de los ríos ubicados en las montañas que limitan su cauce. Entre los más importantes se encuentran los ríos Oca, Aragón, Tirón, Matarraña, Najerilla, Guadalope, Iregua, Martín, Leza, Gállego, Bayas, Cidacos, Huerva, Alhama, Jalón, Queiles, Huecha, Nela, Ega, Jerea, Zadorra y Omecillo.

Características del río Ebro

Este importante recurso natural es uno de los pilares fundamentales del desarrollo de la región que baña con sus aguas. Una vía de comunicación por excelencia desde la antigüedad y una fuente de bondades naturales ha permitido un importante desarrollo agrícola y turístico en la región.

Crecidas

Debido a la diversidad climática que se desarrolla en su cuenca desde los 2.000 msnm de su nacimiento, posee dos importantes crecidas: la primera se presenta en primavera entre marzo y mayo como efecto de la fundición de la nieve en las montañas circundantes, y la segunda de diciembre a febrero producto de las lluvias oceánicas provenientes del océano Atlántico.

En general se considera que la temporada de crecidas se extiende en un solo periodo que abarca desde octubre hasta mayo. El estiaje se produce de julio a octubre.

Economía

La riqueza de sedimentos que recibe el valle del Ebro es fuente de gran prosperidad agrícola y ganadera. Abunda el cultivo de hortalizas, arroz, frutas y olivas. Las aguas del río se utilizan desde la antigüedad con la construcción de numerosos canales y embalses para controlar las inundaciones.

El valle de Ebro aporta 1/5 de la producción agraria y 1/3 de la producción cárnica a la economía española gracias a la ventaja fundamental del acceso al agua, su almacenamiento y distribución; y la disponibilidad de terrenos de calidad para la producción agrícola y de forraje.

En la zona se desarrolla en menor medida la industria manufacturera, que transforma las materias primas de la agricultura y la ganadería en productos intermedios e insumos para otras industrias, productos terminados para el consumidor final.

Otra actividad de gran importancia en la región es el turismo que se asienta en la belleza del paisaje, la biodiversidad y la riqueza cultural e histórica de la región.

A través del Ebro navegan en plan turístico alrededor de 300.000 personas para disfrutar de las actividades que se desenvuelven alrededor del río y de la riqueza visual que se despliega en la cuenca. Pescadores deportivos disfrutan de los 300 cotos de pesca emplazados en el Ebro para forjar recuerdos inolvidables.

Represas

Actualmente se encuentran más de 110 embalses que son aprovechados para la producción de energía eléctrica sobre la cuenca del río Ebro. Con 360 centrales instaladas, el potencial acumulado es de aproximadamente 4.000 MW que surte un gran porcentaje de las necesidades eléctricas del país, aproximadamente a un quinto de la población.

Contaminación

El uso agrícola, ganadero e industrial del valle del Ebro ha contaminado sus aguas con plaguicidas, nitratos, nitritos y amonio usados o que derivan de estas actividades, causando el deterioro de los ecosistemas y afectando la calidad del agua.

Los residuos urbanos también afectan la salud del río principalmente por un tratamiento inadecuado de las mismas antes de su vertido en el cauce del río. En 2008, gracias a la aplicación de mejores y mayores controles por parte del gobierno español, se han mejorado las prácticas agrícolas y ganaderas, así como el tratamiento de las aguas urbanas buscado recuperar el estado ecológico del río.

Flora

El río Ebro es el que posee mayor diversidad en la península ibérica debido a la diversidad climática que se desarrolla en su cuenca desde su nacimiento hasta su desembocadura.

A los 2.000 msnm de su nacimiento se encuentra una vegetación que requiere mucha humedad. Hacia los 200 msnm el clima se vuelve seco y su temperatura varía de un extremo a otro con las estaciones, mientras que en el delta el clima es mediterráneo.

En el recorrido del río Ebro se pueden encontrar hayedos, pastos, robledales, galachos, eucaliptos, nenúfares, álamos, sauces, chopos negros, alisos, carrizales, sotos, cierzo, fresnos, olmos, zarzas, galachos, rosal silvestre, aguazales y espino albar.

Fauna

A lo largo del río Ebro existen más de 200 zonas asignadas para la protección de hábitats y especies que buscan mantener la salud de la fauna local.

Entre las especies acuáticas que hacen vida en su cauce se encuentran truchas, luciopercas, carpas, lobos de río, lucios, palometas, siluros, anguilas, sabogas, esturiones, perlas de río y cangrejos.

Entre las aves que se pueden observar en el río Ebro están avión zapador, milano negro, avoceta, aguilucho lagunero, curruca, águila pescadora, cuco, avetoro, cisnes, ánsares, torcecuello, ánade silbón, pájaro moscón, ánade friso, grullas, ánade real, patos, cigüeñas, focha común, garza imperial, martinete y garceta común.

Los mamíferos más comunes de la zona son la gineta, la nutria, el zorro, el tejón, el jabalí y la comadreja.

Monstruos del Ebro

Una serie de especies de gran tamaño han sido introducidas por los humanos en las aguas del río Ebro de forma intencional, mientras otras por descuido. Dos especies resaltan en este grupo debido a su voracidad y al impacto que producen sobre las especies nativas.

El siluro

Nativo de ríos del centro de Europa, el siluro es un depredador voraz que puede llegar a vivir hasta 80 años, periodo durante el cual no deja de crecer. Su presencia en el río Ebro se registra desde mediados de 1970. Se especula que fue introducido intencionalmente por su valor como presa en la pesca deportiva.

A pesar de ser un pez de aguas mucho más frías, se ha adaptado a la perfección. El clima y la temperatura del Ebro han sido provechosos para esta especie invasora que ha crecido y se ha multiplicado al punto de poner en peligro a las especies nativas.

Una de sus víctimas fue el barbo, pez comestible que era común en el río hasta la llegada del siluro, que lo llevó a su extinción; aunque aún está presente en otros ríos europeos. En 2015 se informó a través de la prensa la captura de un siluro de 6 metros en la ribera del Ebro cercana a Zaragoza.

Mejillón cebra

Este molusco puede subsistir en agua dulce y salobre. Es originario del mar Negro, Caspio y Aral, considerado una de las especies invasoras más nocivas del mundo para los ecosistemas nativos.

Su presencia en el río Ebro fue detectada en 2001. Su introducción pudo haber sido accidental, ya que esta especie se aferra a cualquier superficie. Su rápido crecimiento y resistencia obstinada ponen en riesgo el equilibrio de las cadenas alimenticias, desplazando a las especies nativas al robar su alimento. Tal es el caso de la perla de río, especie autóctona del Ebro que ha puesto en peligro la invasión del mejillón cebra.

Referencias

  1. Esculpiendo el Delta del Ebro: su historia pasada, presente y futura, publicado el 18 de marzo de 2019, tomado de tiempo.com.
  2. Ebro, Gran Enciclopedia Aragonesa, tomado de enciclopedia-aragonesa.com.
  3. Magallón Botaya, M. Ángeles, Organización de la red viaria romana en el valle medio del Ebro, tomado de ifc.dpz.es.
  4. Las huellas del Imperio Romano en la Cuenca del Ebro, tomado de iagua.es.
  5. Pina Polo, Francisco, De la ciudad indígena Salduie-Salduvia a la colonia romana Caesar Augusta, Revista de Historia Antigua, número 35, tomado de doi.org.