Historia

Gobiernos posrevolucionarios


Los gobiernos posrevolucionarios en México fueron aquellos que se crearon tras acabar la Revolución Mexicana a principios del S.XX. El periodo posrevolucionario suele acotarse desde la presidencia de Venustiano Carranza, en 1917, hasta el gobierno presidido por Lázaro Cárdenas, que finalizó en 1940.

La Revolución se inició en 1910 y concluyó con el acceso al poder de uno de sus líderes, Carranza. Los motivos del estallido de esta revolución se encuentran en el Porfiriato.

La mejora económica que consiguió Porfirio Díaz durante sus tres décadas de mandato fue solo aprovechada por los sectores más favorecidos de la sociedad, mientras se crearon numerosas bolsas de pobreza.

Además, su estilo dictatorial, la falta de libertades públicas y las malas condiciones laborales, abocaron al país al estallido revolucionario.

Los gobiernos tras la Revolución

Como suele ser habitual tras acontecimientos como una revolución, los gobiernos que aparecen son caudillistas y personalistas. La creación de las instituciones es normalmente lenta y los líderes vencedores suelen acceder al poder.

Esto pasó en México durante ese periodo, aunque todo condujo a la creación de un entramado constitucional e institucional mucho más estable.

Los gobiernos que tuvieron lugar durante esos años fueron los de Venustiano Carranza, Adolfo de la Huerta, Alvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, el Maximato y el de Lázaro Cárdenas.

Venustiano Carranza

Carranza había sido uno de los líderes de las tropas revolucionarias y fue el que alcanzó el poder cuando la situación se estabilizó. Entre sus logros se encuentra la nueva constitución del país, promulgada en 1917.

En ella se regulan las relaciones laborales, se establece una reforma agraria y otra educativa muy avanzadas para la época.

Sin embargo, durante su mandato, siguieron produciéndose enfrentamientos entre las diferentes facciones revolucionarias.

Por un lado, partidarios de Villa y Zapata que pensaban que las leyes se habían quedado cortas y, por otro, los seguidores de Álvaro Obregón, que buscaba sucederlo en la presidencia.

Finalmente, Carranza es asesinado en 1920 por las tropas de Rodolfo Herrero.

Adolfo de la Huerta y Álvaro Obregón (1920-1924)

Tras la muerte del presidente, es nombrado de forma provisional Adolfo de la Huerta. Se trató de un gobernante de transición, que era favorable a que Álvaro Obregón llegara al poder. Este consigue ganar las elecciones y es elegido presidente del país.

Obregón era partidario de un estado fuerte y efectúa una reorganización del ejército. Igualmente, procede a repartir tierras entre campesinos e indígenas, buscando la reconciliación nacional.

En el exterior, trató de reconducir las relaciones con los Estados Unidos, deterioradas por las regulaciones proteccionistas en la industria del petróleo.

En 1923 tuvo que hacer frente a una pequeña rebelión capitaneada por de la Huerta, que pretendía volver a la presidencia sin éxito.

Plutarco Elías Calles (1924-1928)

Elías Calles se convirtió en el perfecto ejemplo de presidente caudillista. No solo durante su mandato de cuatro años, sino por la influencia que ejerció durante el llamado Maximato posterior.

Durante su presidencia fundó el Banco de México, así como la primera linea aérea. Igualmente, decretó que se construyeran varias presas y escuelas rurales.

Tuvo que lidiar con la llamada Guerra Cristera, en la que se enfrentó a los partidarios de la Iglesia Católica. La Constitución obligaba a esta a pagar una cuota, lo que hizo que estallara un conflicto que no ceso hasta 1929.

En las elecciones del 28, es elegido de nuevo Álvaro Obregón. Sin embargo, es asesinado antes de tomar posesión. Es entonces cuando Calles funda el Partido Nacional Revolucionario, un antecedente del PRI.

El Maximato (1928-1934)

Durante ese periodo se sucedieron tres presidentes distintos, todos pertenecientes al nuevo partido y manejados por Elías Calles. Su política fue una continuación de la de este, que fue conocido como Jefe Máximo de la Revolución.

Lázaro Cárdenas (1934-1940)

Cárdenas es elegido por Calles para ser el siguiente presidente, pero una vez ganadas las elecciones no resulta tan manejable como los anteriores.

Consiguió el apoyo de casi todos los sectores sociales, desde los caciques a los campesinos. Esto le permitió deshacerse de Calles y acabar, poco a poco, con el caudillismo mexicano.

Durante su mandato cambió la ley, pasando los periodos presidenciales de 4 a 6 años. Fundó el Partido de la Revolución Mexicana y fue desmontando el aparato creado por su antecesor.

Igualmente, comenzaron a aparecer sindicatos y otros partidos, lo que dotó al país de una cierta normalidad democrática.

Entre sus logros, destaca la reforma agraria que recuperaba el proyecto de Emiliano Zapata: 18 millones de hectáreas se repartieron a las comunidades. De igual forma, procedió a nacionalizar el ferrocarril y expropió los bienes de las compañías de petróleo.

Artículos de interés

Personajes de la Revolución Mexicana principales.

Referencias 

  1. Secretaría de Relaciones Exteriores. La etapa posrevolucionaria. Obtenido de gob.mx
  2. Organización de Estados Iberoamericanos. El período posrevolucionario (1920-1940). Obtenido de oei.es
  3. Jürgen Buchenau. The Mexican Revolution, 1910–1946. Recuperado de latinamericanhistory.oxfordre.com
  4. Alexander, Robert. J. Lázaro Cárdenas. Obtenido de britannica.com
  5. Encyclopedia of World Biography. Plutarco Elías Calles. Obtenido de encyclopedia.com