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Gardnerella vaginalis: qué es, características, morfología, ciclo vital


¿Qué es Gardnerella vaginalis?

Gardnerella vaginalis es una bacteria en forma de bacilo responsable de la infección vaginosis bacteriana. Pertenece a la familia Bifidobacteriaceae y su hábitat natural es la vagina humana.

Esta infección se caracteriza por un desequilibrio en la microbiota vaginal, reduciéndose la presencia de Lactobacillus spp. y el crecimiento desmedido de Gardnerella vaginalis.

Es anaeróbica facultativa, inmóvil y no forma endosporas. Es pleomórfica, que significa que presenta dos formas estructurales, pudiendo tener forma de bacilo o de coco (redondeada).

Cuando fue descrita por primera vez, se ubicó en el género Haemophilus. Posteriormente, se evidenciaron las diferencias morfológicas y funcionales de la especie. Fue ubicada en el género Gardnerella, conformado por una única especie.

Características de Gardnerella vaginalis

– Es anaeróbica facultativa, aunque algunas cepas pueden ser anaeróbicas obligadas.

– El principal producto de la fermentación de los azúcares es el ácido acético. Sin embargo, algunas cepas pueden producir ácido láctico, fórmico o succínico. No se producen gases en el proceso de fermentación.

– Pueden fermentar distintos tipos de azúcares, como dextrina, glucosa, maltosa y almidón.

– Para reconocerla, las características más importantes son la hidrólisis de almidón e hipurato (compuesto orgánico aromático). Generan hemólisis en presencia de sangre humana, pero no en sangre de oveja.

Es considerada el principal agente causal de la bacteriosis vaginal.

– Forma parte de la microflora bacteriana vaginal, pero puede llegar a ser virulenta si hay desequilibrio.

– Inhibe el crecimiento del lactobacilo y el pH de la vagina puede aumentar a valores cercanos a 7.

– Tiene la capacidad de degradar las mucinas que se secretan en las células epiteliales de la vagina.

– No forma endosporas.

– Es inmóvil.

Taxonomía

La especie fue aislada por primera vez en 1953 por Leopold. Este autor obtuvo la bacteria del sistema genitourinario de hombres.

El aislamiento correspondía a una bacteria que se comportaba como gramnegativa, inmóvil y sin presencia de cápsula. Este primer cultivo se hizo en agar sangre a 37° C.

Leopold consideró que la especie era afín al género Haemophilus. Posteriormente, Gardner y Dukes en 1955 la identificaron como Haemophilus vaginalis, debido a su tinción gramnegativa y forma de bacilo. Además, consideraron que era la causante de un flujo vaginal característico.

Sin embargo, al continuar el estudio de la especie se determinó que no requería para su desarrollo algunos elementos necesarios para el crecimiento de las especies de Haemophilus.

Por otra parte, la bacteria mostraba tendencia a retener la coloración del cristal violeta en la tinción Gram.

Estas características indicaban que la especie estaba más relacionada con el género Corynobacterium, grupo grampositivo de las Actinobacterias. Por esto, en 1963 Zinnemann y Turner la identificaron como Corynobacterium vaginale.

Género Gardnerella

En la década de los 80 se realizaron diversos estudios con técnicas bioquímicas, moleculares y observaciones al microscopio electrónico de transmisión. Greenwood y Picket determinaronn que no existía un género con las características de esta especie.

Los autores propusieron un nuevo género denominado Gardnerella en honor a Gardner, que es monoespecífico (una sola especie).

Indicaron que las bacterias del género son gramnegativas a variable, con forma de bacilo y una pared celular laminada.

Actualmente, el género se ubica en la familia Bifidobacteriaceae del orden Bifidobacteriales de las Actinobacterias. Estudios moleculares recientes indican que la especie forma un clado con especies del género Bifidobacterium (B. coryneforme y B. mínimum).

Morfología

Las bacterias son bacilos pleomórficos con aproximadamente 0,5 µm de ancho por 1,5-2.5 µm de largo. A diferencia de otras Actinobacterias, no forman filamentos.

Las colonias tienen un diámetro de 0,4- 0,5 mm luego de 48 horas de incubación. Estas colonias son redondeadas, opacas y de apariencia suave. Después de este tiempo de incubación, crecen más de 0,5 mm de diámetro. La viabilidad de las colonias se pierde rápidamente.

Pared celular

En el caso de G. vaginalis, la ultraestructura de la pared celular tiende a ser grampositiva. Las cepas tienden a reaccionar como grampositivas en la fase de crecimiento exponencial. Sin embargo, cuando el cultivo es más viejo, la capa de peptidoglucano se hace muy delgada y reacciona como gramnegativa.

Con relación a su composición química, la pared celular de la especie presenta diversos compuestos orgánicos. Entre estos destacan la N-acetilglucosamina, alanina, ácido aspártico y glutámico, glicina y lisina.

Capa externa de polisacáridos

Externamente a la pared celular se presenta una capa compuesta de polisacáridos. La misma tiende a formar una red de hebras que puede conectar las células entre sí.

Se considera que esta capa tiene relevancia en los mecanismos de adherencia de G. vaginalis a las células epiteliales de la vagina. Igualmente, puede ser la causante de la formación de grupos de células en los medios de cultivo.

Fimbrias

Se han observado pequeñas fimbrias (pelos cortos) rodeando a la bacteria. Tienen un diámetro entre 3-7,5 nm. Las células con fimbrias son comunes en los aislamientos realizados en pacientes con vaginitis bacteriana. 

Ciclo de vida

Se reproduce asexualmente por fisión binaria. En primer lugar, ocurre la duplicación del ADN y cada bacteria hija es dotada de un complemento genético idéntico al de la célula madre.

Una vez que las bacterias comienzan a dividirse, forman colonias. En este momento, las células pueden presentar distintas formas.

En medios de cultivo de 24 horas se han observado pequeños cocobacilos y formas algo más alargadas.

El tipo de medio de cultivo puede afectar la forma y la reacción a la tinción Gram de la especie. Creciendo en agar vaginal las células tienden a ser bacilos muy cortos y gramnegativas. En cultivos con almidón, las bacterias fueron más pleomórficas, agrupadas y gramvariables.

En cultivos realizados a partir de la sangre de pacientes infectados, la bacteria se comporta como grampositiva. Esto ocurre igualmente en la fase exponencial del crecimiento de las colonias en distintos medios de cultivo.

Contagio

G. vaginalis es el principal agente causal de la bacteriosis vaginal. Gardner en 1954 comprobó que la especie era la causante de la enfermedad aplicando los postulados de Koch.

Algunos autores no consideran a la bacteriosis vaginal como una enfermedad de transmisión sexual, debido a que la infección no es causada por un patógeno externo, sino por una especie presente normalmente en la microflora vaginal.

No obstante, las relaciones sexuales pueden incrementar la infección, ya que introducen un exceso de bacterias en la vagina. Igualmente, se ha indicado que puede haber contagio por el uso de dispositivos intrauterinos (DIU) o por compartir juguetes sexuales.

La infección ocurre cuando hay un desbalance en el pH de la vagina (> 4,5), lo cual promueve el desarrollo de G. vaginalis sobre especies de Lactobacillus.

Al padecer la enfermedad, se pueden presentar diversas complicaciones. Puede ocurrir bacteriemia (descarga de bacterias en la sangre) tras una cesárea. Puede ocasionar septicemia en los recién nacidos, provocar partos prematuros o infecciones tras una histerectomía.

Epidemiología

En estudios realizados, se ha observado que la bacteriosis vaginal se presenta en un 10-20% de mujeres. No obstante, hay algunos factores de riesgo que incrementan estos porcentajes.

En pacientes con infecciones de transmisión sexual, el porcentaje se incrementa a 36%. Asimismo, ocurre en un 28% de mujeres que se han practicado un aborto.

Por otra parte, aunque es más común en mujeres que han cambiado de pareja sexual, se ha observado la enfermedad en mujeres que no han tenido vida sexual activa. En mujeres menopáusicas se ha evaluado la incidencia de la enfermedad.

Aparentemente, las pacientes de raza negra son más susceptibles a la enfermedad. En una población rural de Uganda se ha señalado su ocurrencia en el 50% de las mujeres evaluadas.

Síntomas

La mayoría de las mujeres con bacteriosis vaginal son asintomáticas. En el caso de presentarse síntomas, los principales son los siguientes:

– Producción de un flujo vaginal blanco o amarillento. Este flujo se incrementa con la menstruación o luego de tener relaciones sexuales sin protección.

– Mal olor vaginal a causa de la producción de putrescina y cadaverina.

– Se puede presentar enrojecimiento y picazón a nivel de la vagina.

– En la vulva se pueden apreciar hemorragias puntiformes.

Diagnóstico

Al acudir al médico con los síntomas antes mencionados, se evalúan distintos aspectos. Se estudia el pH de la vagina, y se considera que puede existir infección cuando es superior a 4,5.

Se hace un estudio microscópico del flujo vaginal a fin de detectar la presencia de células llave, células epiteliales de la vagina rodeadas de la bacteria.

Actualmente, la forma más exacta de diagnosticar la enfermedad es una prueba de PCR para identificar genéticamente a G. vaginalis.

Tratamiento

G. vaginalis es susceptible a diversos antibióticos como la ampicilina, carbenicilina, oxacilina, penicilina y vancomicina. Se ha observado que las cepas responden de forma diferente a la tetraciclina y gentaminicina, entre otros.

Los tratamientos más comunes incluyen el uso de metronidazol o clindamicina. La aplicación puede ser oral o cremas vaginales.

En el caso de aplicación oral, normalmente se utiliza metronidazol y el tratamiento dura unos siete días. Cuando se aplican cremas vaginales pueden ser basadas en metronidazol o clindamicina, que se aplica de una a dos semanas.

Para las pacientes embarazadas con la enfermedad, se recomienda el tratamiento oral, ya que se considera más seguro y efectivo.

Estos tratamientos pueden tener algunos efectos secundarios como náuseas, dolores estomacales, tos y sabor metálico en la boca.

Existen algunos tratamientos alternativos, como el consumo de probióticos, que puede ayudar a evitar las recaídas. Las aplicaciones de ácido bórico han mostrado alguna efectividad.

Referencias

  1. Catlin, W. Gardnerella vaginalis: characteristics, clinical considerations and controversies. Clinical Microbiology Reviews.
  2. Hay, P. Bacterial vaginosis. Journal of paediatrics, obstetrics and gynaecology. 
  3. Storms V y P Vandamme. Gardnerella. In: Whitman WB (editor) Bergey’s Manual of Systematics of Archaea and Bacteria.