Boletus satanas: características, hábitat, consumo, especies, cultivo
Boletus satanas es una especie de hongo basidiomiceto extremadamente tóxico de la familia Boletaceae. Conocido como boleto de Satanás o macho porcino, es un hongo venenoso que crece bajo bosques caducifolios en regiones templadas de América del Norte y Europa.
Se trata de una seta de grandes dimensiones, cuyo sombrero hemisférico o convexo de textura aterciopelada y color blanco-grisáceo presenta un fuerte olor desagradable. El pie es rechoncho, corto y grueso, de color amarillento en la parte alta y rojizo en la parte media y basal.
Es un hongo termófilo que se localiza en los claros del bosque asociado a especies caducifolios de alcornoques, castaños, madroños y robles. Crece exclusivamente sobre suelos de origen calizo, en ambientes secos y soleados, así que tiende a emerger durante el verano o al principio del otoño.
Se considera una especie sumamente tóxica cuyo consumo puede ocasionar trastornos gastrointestinales como náuseas, vómito, dolor intestinal o diarreas continuas. Además, suele confundirse con otras especies del género Boletus menos tóxicas de morfología similar pero diferentes colores, como Boletus calopus, Boletus erytrophus, Boletus legaliae o Boletus rodoxanthus.
Índice del artículo
- 1 Características generales
- 2 Taxonomía
- 3 Hábitat y distribución
- 4 Consumo
- 5 Efectos
- 6 Especies similares
- 7 Cultivo
- 8 Cuidados
- 9 Referencias
El boleto de Satanás se caracteriza por un sombrero convexo, compacto y abombado que mide entre 20-30 cm de diámetro y alcanza 2 kg de peso. La superficie se encuentra recubierta por una cutícula algodonosa de tonos opacos entre blanco-grisáceo o verde-violáceo muy pálido.
El estipe o pie del cuerpo fructífero es corto, rollizo y abultado, de 5-15 cm de largo por 5-10 cm de ancho. Por lo regular, de tono amarillento en la parte superior y rojizo o rosáceo en la parte media y basal.
En el himenóforo se desarrollan tubos cortos de color amarillento, que se tornan violáceos al madurar. De estos se abren poros ovalados de color amarillo cuando jóvenes, anaranjados o rojos a medida que se van desarrollan. La esporada es de color verde-violáceo.
La carne es de consistencia firme y blanquecina, pero al menor contacto con el aire tiende a colorearse de azul-grisáceo. Por lo general presenta un olor desagradable en los especímenes adultos y tiene un sabor dulzón. No se debe consumir ya que es sumamente tóxico.
– Reino: Fungi
– División: Basidiomycota
– Clase: Agaricomycetes
– Orden: Boletales
– Familia: Boletaceae
– Género: Boletus
– Especie: Boletus satanas Lenz
– Tubiporus satanas (Lenz) Maire
– Boletus: el nombre del género proviene del griego «bolítes», término antiguo usado para designar ciertas raíces o setas comestibles. De igual forma, deriva de «bölos» que significa terrón, bola o grumo de tierra debido a la forma y color del píleo de varias de sus especies.
– satanas: el adjetivo específico se deriva del latín «satanas», en alusión a su carne de olor desagradable y tóxica.
Su hábitat natural se localiza sobre suelos de origen calcáreo, de preferencia en ambientes cálidos y secos a plena exposición solar. Se desarrolla en los linderos de los bosques y espacios abiertos bajo ciertas especies caducifolias como alcornoques, castaños, encinas, madroños y robles.
Se considera una especie termófila, ya que se desarrolla desde finales del verano hasta principios del otoño. Es poco común en ambientes húmedos y fríos. Es una especie en peligro de extinción, que requiere de preservación para evitar su desaparición.
El boleto de Satanás se encuentra distribuido en el hemisferio norte, a lo largo de bosques de árboles caducifolios en Norteamérica, Europa y Asia. En el hemisferio sur ha sido introducido accidentalmente, junto a otras especies de interés comercial, en regiones de Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica.
El hongo Boletus satanas es una especie venenosa, aunque no mortal, cuyo consumo se encuentra restringido debido a que ocasiona graves trastornos gastrointestinales. Se identifica fácilmente al realizar un corte transversal del pie, cuya carne al contacto con el aire se torna azulada, signo distintivo del Boletus satanas.
Esta seta se caracteriza por el sombrero de color blanco sucio, la base y parte media del pie de color rojizo y un olor desagradable. Es aconsejable nunca recolectar y consumir hongos que presenten el pie de coloración rojiza como el Boletus satanas.
El consumo involuntario del boleto de Satanás puede ocasionar el síndrome resinoide o intoxicación digestiva de rápida incubación, entre 5-6 horas. A partir de este período se presentan los primeros síntomas, caracterizados por mareos, náuseas, vómitos, dolor intestinal y diarreas.
La gravedad de la intoxicación esta sujeta a la cantidad consumida, la edad del paciente y su estado de salud. En el caso de niños, ancianos o pacientes con enfermedades gastrointestinales pueden ocurrir problemas de deshidratación o calambres musculares que ameriten su hospitalización.
De igual forma, cuando se presentan intoxicaciones severas se presentan migrañas, cefaleas, malestar general, escalofríos y sudoración fría. Por lo general, siempre que la intoxicación sea tratada convenientemente, los síntomas desaparecen a las 24-18 horas.
En el campo, las personas tienden a consumir diferentes tipos de setas, para descartar cualquier síntoma de intoxicación es recomendable realizar análisis de sangre y test de amanitinas. Si se llega a consumir esta especie por error, es recomendable acudir al centro de salud más cercano o comunicarse inmediatamente como el número de emergencias de su localidad.
Del basidiomiceto Boletus satanas se ha logrado aislar una glicoproteína tóxica conocida como bolesatina, que ocasiona gastroenteritis en humanos. Esta lectina, en bajas concentraciones presenta actividad mitogénica de los linfocitos, por lo contrario, en altas concentraciones puede inhibir la síntesis de proteínas a nivel ribosómico.
Es importante señalar que muchas de las intoxicaciones por setas son debido al desconocimiento micológico de los aficionados que recolectan cualquier especie en el campo. En caso de dudas, lo más recomendable es no recolectar los ejemplares desconocidas y asesorarse con profesionales para evitar posibles intoxicaciones.
Boletus satanas no es un hongo letal, pero resulta sumamente tóxico si se consume crudo. Puede ocasionar trastornos gastrointestinales al poco tiempo de su ingesta, seguido de vómitos y diarreas continuas.
En este tipo de intoxicación es recomendable un tratamiento sintomático, sin suministrar antieméticos o antidiarreicos, para permitir la eliminación natural de las toxinas. Solo es recomendable la reposición hidroelectrolítica y en el caso de dolor severo aplicar un analgésico para atenuar el dolor.
En caso de envenenamiento severo, es necesario ingresar al paciente a un hospital o centro médico de emergencias. Al respecto, el tratamiento consiste en el lavado de estómago, hidratación por vía intravenosa, dieta líquida y reposo absoluto.
El boleto de Satanás se suele confundir con otras especies de hongos basidiomicetos cuando su pie no presenta la pigmentación característica. Sin embargo, la mejor forma de confirmar su identidad es realizar un corte transversal en el pie, el cual se torna azulado al menor contacto con el aire.
La especie Boletus erythropus conocida como «pie rojo» es una seta comestible que tiende a confundirse bajo ciertas condiciones ambientales. Se diferencia del Boletus satanas en la coloración del sombrero, entre pardo-rojizo a pardo-oscuro, de cubierta seca y opaca con una cutícula de textura aterciopelada.
La carne es de consistencia firme, dura y amarillenta, cuando se corta o comprime se torna de color azul-violáceo. Los tubos de color amarillo finalizan en pequeños poros de tono rojizo. Presenta un aroma agradable y un sabor azucarado.
El Boletus satanas puede ser confundido igualmente con la especie Boletus calopus conocida como «pie rojo amargo», de carne compacta, intensamente amarga y poco comestible. A pesar de que el corte del pie se torna azulado al contacto con el aire, su color externo es de tono amarillento.
Suele confundirse con el Boletus calopus, aunque en menor proporción, ya que se desarrolla en ambientes similares, secos y cálidos durante el verano y otoño. Su morfología varía según las condiciones ambientales, aunque predominan los tonos rojizos, amarillentos y purpúreos en el píleo y el pedúnculo.
Es una seta de 10-15 cm de diámetro o más grandes, de apariencia y olor desagradables, igualmente tóxica. La carne de tonos amarillentos se torna azulada al cocinarla y despide un fuerte olor desagradable.
Especie muy parecida al Boletus satanas, su sombrero blanquecino presenta los bordes rosados, poros rojizos y pie amarillento con el retículo de color rojo. Es una especie acidófila que fructifica bajo castaños y robles, no es tóxica, pero se restringe su consumo ya que tiende a confundirse con el boleto de Satanás.
Las especies comestibles Boletus aereus y Boletus reticulatus conocidas como «hongo negro» y «boleto de verano» suelen confundirse con el Boletus satanas. En efecto, la principal confusión se presenta en ejemplares viejos que han perdido coloración por el calor o fuertes precipitaciones.
A pesar que se desarrollan en hábitats disimiles, B. satanas es basófilo, pero B. aereus y B. reticulatus son acidófilos, suelen compartir el mismo ecosistema. La principal diferencia es que ambos no desarrollan los poros rojizos y su carne no se vuelve azul al cortarse, siempre se mantiene blanca.
El Boletus satanas se confunde igualmente con los denominados «boletos de pie rojo», setas comestibles solo bajo previo tratamiento por cocción. Estas setas se desarrollan en un hábitat similar, el sombrero es de color marrón aterciopelado, pie con moteados rojizos y carne amarilla que se torna azul al realizar el corte.
El hongo basidiomiceto Boletus satanas es un hongo que se desarrolla de manera silvestre en ambientes secos y cálidos. Sin embargo, debido a su alto nivel de toxicidad no existe ningún interés para su cultivo comercial.
Esta especie se desarrolla sobre suelos calizos y requiere ambientes secos y cálidos para desarrollarse efectivamente. En efecto, es una hongo termófilo y basófilo que se desarrolla solo durante el verano y el otoño bajo bosques de árboles caducifolios.
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