Palma chilena: características, hábitat, usos, cultivo
La palma chilena (Jubaea chilensis), es una especie de palmera autóctona de Chile perteneciente a la familia Arecaceae. Se conoce comúnmente como palma chilena, palmera de coquitos, palmera de vino, coco de Chile o palma de miel, entre otros.
Esta palma es de porte arbóreo y puede medir hasta 30 m de altura, mientras que su tronco puede alcanzar hasta 1,1 m de diámetro. El tronco es desnudo ya que las hojas marcescentes no quedan adheridas a él como ocurre en otras palmeras.
Las hojas de esta palma son coriáceas, de 2 a 4 m de largo y 50 a 60 cm de ancho, con un corto pecíolo, espinas filamentosas y pinnaticompuestas, mientras que sus folíolos son sésiles. Las flores se agrupan en inflorescencias tipo racimo que cuelgan de las axilas de las hojas inferiores.
El fruto es una drupa con forma ovoide, cónica de 4 cm de longitud, amarilla, y la semilla es esférica, de textura lisa, y de hasta 2,5 cm de diámetro.
Es una palma de crecimiento lento, crece en áreas de vegetación seca, arbustiva y suelos arenosos. Se distribuye desde los 0 a los 1400 msnm. Puede soportar hasta -20 °C. Es una especie protegida por las leyes en Chile debido a las amenazas de su sobrevivencia tales como el cambio climático, el ganado, la deforestación, incendios forestales, especies invasoras, entre otros.
Sus semillas se utilizan como forraje, para fabricar juguetes y para preparar varios platos. También se usa esta palma para producir miel y elaborar vino. Sus hojas se usaban para construir techos de galpones y las espatas de las flores para almacenar harina y agua para las gallinas.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Taxonomía
- 3 Hábitat y distribución
- 4 Potenciales amenazas
- 5 Usos
- 6 Cultivo
- 7 Enfermedades y plagas
- 8 Referencias
Se trata de una palmera arbórea que mide hasta 30 m de alto, desarrolla un tronco de unos 80 cm a 1,1 m de ancho, con forma cilíndrica, postura recta y columnar. A diferencia de otras palmas, el tronco de la palma chilena no permanece con hojas marcescentes adheridas a él, sino que es desnudo.
El grosor del tallo es menor en la parte superior que en la parte inferior, la corteza es de color gris, delgada y está cubierta de cicatrices con forma de rombo dejadas por las hojas que caen.
Esta palmera es una especie perenne. Produce numerosas hojas que se agrupan en el ápice del tronco, miden de 2 a 4 m de largo y 50 a 60 cm de ancho. Su color es verde oscuro a amarillento, pinnaticompuestas, alternas, sésiles y se disponen de 110 a 120 por cada lado.
Su textura es coriácea, poseen un corto pecíolo con filamentos tiesos que asemejan espinas. Los bordes son plegados o doblados hacia su base, el raquis es triangular y de consistencia leñosa y flexible.
Las flores se agrupan en inflorescencias tipo racimo, que crecen en las axilas de las hojas inferiores, están envueltas por dos espatas de las cuales una es fibrosa y membranosa, y la otra es leñosa. Miden 1,2 m de largo y tienen forma de canoa.
La flor masculina tiene tres sépalos externos, angostos que miden de 2 a 3 mm de largo, tres tépalos internos con forma aovada-oblonga, bordes obtusos y miden entre 8 y 9 mm de largo y 4 a 5 mm de ancho.
Muestra de 14 a 22 estambres, se disponen en dos series y son igual de largos que los tépalos.
La flor femenina es más larga que la masculina. Presenta tépalos externos con forma ovalada, miden 8 mm de largo; los internos miden 10 mm de largo y 20 mm de ancho.
El ovario es súpero, solitario, trilocular, tricarpelar, y erecto.
El fruto de la palma chilena es una drupa con forma ovoide, cónica que mide 4 cm de longitud, de color amarillo, y el perigonio es de color marrón o castaño.
La semilla de esta palma es esférica, de textura lisa, mide hasta 2,5 cm de diámetro. Posee tres poros germinales de forma elíptica o circular en la parte superior de esta.
-Reino: Plantae
-Filo: Tracheophyta
-Clase: Liliopsida
-Orden: Arecales
-Familia: Arecaceae
-Género: Jubaea
-Especie: Jubaea chilensis (Molina) Baill.
La palma chilena es la única especie del género Jubaea. También se conoce científicamente como Cocos chilensis, Jubaea spectabilis, Micrococos chilensis, Molinaea micrococos, Palma chilensis.
Las poblaciones de la palma chilena se consideran un fósil viviente, y sus bosques están entre los más al sur a nivel mundial. Esta especie es una de las de mayor valor científico en cuanto a la flora autóctona de Chile, y se toma como una referencia para caracterizar la vegetación de la costa de Valparaíso.
Jubaea chilensis es una especie nativa de la zona mediterránea en Chile. Actualmente, esta palma está amenazada porque se ha afectado bastante su hábitat y por tanto se ha dificultado su regeneración y establecimiento de nuevas plantas.
En Chile, esta palma se ubica entre Coquimbo y Maule. Sin embargo, las áreas más significativas ocupadas por esta especie son en Ocoa, Siete Hermanas y Cocalán.
Los palmares de Ocoa y Cocalán tienen un grado de protección y manejo que favorece la conservación efectiva para asegurar la regeneración de esta especie de acuerdo a las amenazas ambientales que recibe.
Se distribuye en un rango altitudinal desde los 0 a los 1400 msnm. Crece en suelos con buen drenaje, arenosos o franco arenosos. En cuanto a los primeros años de vida de esta planta, se ha identificado un efecto nodriza por parte de la vegetación esclerófila que acompaña a esta especie para poderse establecer en un lugar específico hasta que al menos termine la formación del estípite (de 12 a 14 años).
Distintos investigadores han ubicado a la palma chilena como una especie asociada a bosques esclerófilos y espinosos, especialmente el bosque esclerófilo mediterráneo de la costa de Cryptocarya alba y Peumos boldus. Se consigue además junto al espino o boldo en zonas de laderas, y en lugares cercanos a esteros se asocia a lingue, patagua o canelo.
La palma chilena ha estado afectada a lo largo de su historia. Actualmente la incidencia de períodos de sequía prolongados junto al cambio climático, ha ocasionado principalmente la escasez de agua y el incremento de incendios forestales. Esto ha conllevado a la disminución de las áreas ocupadas por esta arecácea.
El ganado presente en las zonas de distribución de esta palma amenaza directamente su crecimiento por la herbivoría de las plántulas, evitando así su establecimiento.
La utilización de agua para el consumo de los pobladores, bien sea para uso doméstico o aguas de riego, ha reducido la disponibilidad de este recurso para la palma. Por ello, este estrés hídrico afecta indirectamente a la palma, ya que se ven afectadas las especies nodrizas bajo las cuales debe estar protegida en los primeros años de vida.
El incremento constante de temperatura, la reducción del período de estaciones frescas, poca pluviosidad, entre otras, ha afectado a las poblaciones de Jubaea chilensis ya que ha estado sometida a lapsos de sequías muy frecuentes.
Un efecto derivado del punto anterior es la ocurrencia con mayor frecuencia de incendios forestales. En este sentido, el fuego afecta a las plantas, el suelo y al hábitat en general para la regeneración de esa palma y las especies asociadas a ella.
El hombre desde hace muchos años ha extraído esta palma de forma no controlada, lo que ha ocasionado la disminución del germoplasma que asegure la persistencia de esta especie.
Uno de los mayores problemas es la extracción de semillas debido al alto valor que tiene el coquito de palma chilena a nivel internacional, sobre todo en Asia. Incluso se han extraído ejemplares hasta de áreas protegidas para esta especie.
En este sentido, y para comprender el impacto de esta amenaza, unas 200 personas pueden recolectar en dos meses (dentro de un periodo de un año) unas 23 toneladas de coquitos, para venderlos en $ 4000 aproximadamente cada kilogramo.
Animales como el conejo invasor Oryctolagus cuniculus han afectado directamente la sobrevivencia de plántulas de esta palma. De hecho, el 70% de la mortalidad en esta fase de la planta es ocasionado por la acción de estos herbívoros.
Por otro lado, la zarzamora es una planta que compite en la fase de regeneración de especies vegetales nativas ya que ocupa áreas húmedas y claros del bosque ocasionados por la acción antrópica.
La cercanía de la ubicación natural de esta palma a sitios con mucha población o urbanismo ha sido un factor desfavorable debido a que, por uso habitacional, hay alta demanda de terrenos, y por supuesto de los más cercanos a estas poblaciones.
La deforestación es un problema ocasionado directamente por el incremento de la expansión poblacional, y para la explotación y producción de miel de palma. Esto ha producido la disminución de la regeneración natural de esta palma y la mortalidad de los individuos juveniles debido al daño del meristema apical.
La palma chilena se utiliza para la producción de miel, así como para extraer la semilla, ya que tiene un alto valor comercial a nivel internacional.
En cuanto a su uso culinario, se extrae el coquito (semillas) para consumo popular y preparación de varios platos de la gastronomía. Los coquitos también tienen alto valor nutritivo y se usan como forraje. Además, de la savia se obtiene vino.
Las ramas se usaban para construir techos de galpones. Además los coquitos se utilizan para elaborar juguetes como los cuspes, que se fabrican con un palito insertado en el coquito, se enrolla un cáñamo a este y se junta a un trozo de madera con hoyos en forma de cruz.
También, la espata que envuelve la inflorescencia se usa para almacenar la harina tostada cuando cae de la piedra de moler, y también para ponerle agua a las gallinas. Ciertamente, estos usos datan de cuando todo era artesanal y no existía el plástico.
La palma chilena requiere de la incidencia directa del sol cuando es adulta. Sin embargo, en los primeros años de vida crece mejor en condiciones de semisombra.
Esta especie de palma resiste hasta -20 °C. Su tolerancia a bajas temperaturas la hacen una especie de particular interés para su uso en jardinería en áreas donde ocurren heladas.
De hecho, junto a Butia, es una especie que se cultiva en climas templados por esta razón.
Esta planta se adapta a varios tipos de suelo. No obstante, se adapta mejor a tierras profundas y con gran cantidad de materia orgánica y buen drenaje.
Es una especie que tolera la sequía o el poco riego, pero, de obtener riegos abundantes crece vigorosamente.
Sin embargo, al comienzo de su desarrollo es altamente sensible al exceso de humedad en el suelo, por lo que se debe prestar atención a escoger un suelo con muy buen drenaje.
Normalmente se multiplica por semillas. Para ello, los coquitos se deben hidratar durante tres días, sustituyendo el agua cada 12 horas aproximadamente.
Los coquitos se siembran en suelo arenoso a 10 cm de distancia desde la superficie, y deben ubicarse en un lugar templado. La duración de la germinación es de unos 7 u 8 meses, pero puede ser de hasta 18 meses en condiciones naturales.
Esta palma es principalmente afectada durante su fase juvenil por hongos y el ataque de algunos insectos.
En las raíces, estas palmas pueden verse afectadas por nemátodos. Aunque no causan daño a la raíz, desfavorece el traslado comercial de esta especie ya que la tierra que envuelve la raíz debe ser desinfectada para poderlas exportar.
El follaje de la palma chilena se afecta con larvas de insectos, las cuales se alimentan de las hojas del ápice de la planta y ocasiona que los extremos de las hojas se sequen.
Otras plagas que afectan esta palma son las conchuelas. Estas son unos gusanos de tamaño pequeño que se alimentan de la savia de las hojas y producen un color amarillento en las pinas. La especie de conchuelas que ataca a esta palma se llama Asterolecanium sp.
- Gallardo, H., bravo, P. Grimberg, M. 2019. Ficha de antecedentes de la especie Jubaea chilensis (Molina) Baill. Tomado de: mma.gob.cl
- Infojardin. 2019. Jubaea chilensis. Tomado de: fichas.infojardin.com
- Catalogue of Life: Annual Checklist 2019. Detalles de la especie: Jubaea chilensis (Molina) Baill. Tomado de: catalogueoflife.org
- Palmasur. 2019. Jubaea chilensis. Tomado de: palmerasyjardines.com
- Palma chilena. 2019. Enfermedades de la palma chilena. Tomado de: palmachilena.cl