Historia

Los 30 mitos griegos más populares (cortos)


¿Qué son los mitos griegos?

Los mitos griegos son el conjunto de leyendas creadas en la Antigua Grecia. En estas historias, los protagonistas son los dioses, los héroes y otras figuras que conformaban la mitología en su cultura. Existen un gran número de mitos, que han ejercido una gran influencia en la formación de la cultura occidental.

Con estos mitos, los griegos explicaban la naturaleza del mundo, desde sus orígenes hasta el significado de buena parte de sus costumbres y tradiciones. Muchas de estas leyendas tuvieron un origen oral, por lo que se pueden encontrar versiones diferentes sobre el mismo tema.

A diferencia de los dioses de otras culturas, las divinidades griegas tenían un comportamiento muy semejante al de los humanos. Así, en los mitos son frecuentes las guerras, las disputas, el amor, los castigos o la diversión.

Más adelante, los romanos recogieron buena parte de esta mitología, aunque cambiando el nombre de sus protagonistas.

Los mitos griegos principales

Narciso

Narciso era un joven de gran belleza. Conocedor de cómo esa cualidad impactaba en los demás, se burlaba de las declaraciones de amor que recibía.

Un día, mientras estaba en el bosque, una ninfa llamada Eco cayó enamorada de Narciso. La ninfa empezó a seguirlo, mientras el joven, que había notado su presencia, no cesaba de repetir “¿quién está ahí?”. Cuando Eco lo alcanzó, intentó abrazarlo, pero él la rechazó.

Némesis, la diosa de la venganza, vio la escena y decidió castigar a Narciso por su arrogancia. Así, lo condenó a caer enamorado de su propia imagen.

El resultado de la maldición llegó cuando Narciso se inclinó sobre una fuente para beber. El joven vio su reflejo en el agua y, al ver su belleza, se enamoró perdidamente. Al ir al encuentro de la imagen reflejada acabó ahogándose.

Prometeo

En el origen del mundo existió una raza de deidades denominada titanes. Uno de ellos fue Prometeo, quien se libró de ser desterrado por Zeus cuando este acabó con el dominio de esos titanes.

Zeus hizo que los hombres no pudieran utilizar el fuego y Prometeo, amigo de los humanos, lo robó para devolvérselo a la humanidad.

Al descubrirlo, Zeus castigó a Prometeo encadenándolo para toda la eternidad a una roca en una montaña. Un águila se acercaba cada día al titán y se comía su hígado, que volvía a crecer para que el pájaro repitiera el ciclo diario.

Apolo y Dafne

Apolo era el dios de la poesía, la luz, la música y la adivinación entre los griegos. Durante su vida, este hijo de Zeus había mantenido incontables aventuras amorosas, tanto con diosas como con humanas.

Un día, Eros (el Cupido romano) estaba practicando con su arco. Apolo lo vio y se rió de él. Decidido a darle una lección, Eros vio su oportunidad cuando Apolo se encontró en el bosque con una hermosa ninfa llamada Dafne.

Eros lanzó dos flechas con su arco: la primera, dirigida a Apolo, provocó que este cayera perdidamente enamorado; la segunda, para Dafne, hizo que la ninfa odiara al dios.

Apolo comenzó a perseguir a Dafne. Esta pidió ayuda a su padre, el dios del río, quien solo pudo hacer una cosa para salvarla: convertirla en un arbusto, concretamente un laurel. La transformación tuvo lugar justo cuando Apolo la alcanzó, por lo que el dios no pudo conseguirla.

Creación del mundo

Al principio, solo existía el Caos, una fuerza sin forma física. Después aparecieron los hijos del Caos: Gea, la Tierra; Tártaro, el inframundo; y Eros, el amor. Entre los tres dieron origen al mundo y el Caos desapareció bajo tierra.

Caos tuvo dos hijos más en su nuevo destino: Erebo, las tinieblas; y Nyx, la noche. Los dos se enamoraron y concibieron a Éter, el material más puro, y Hemera, el día. Así, aparecieron la luz del cielo y de la tierra.

Al llegar el día, Gea comenzó a formar la tierra. Ella solo concibió a Urano, que fue al mismo tiempo su esposo y su hijo. Urano era representado por los griegos como el cielo lleno de estrellas que cubría la Tierra.

Además, de la unión de Gea y Urano nació el resto de los elementos que constituyen el mundo: montañas, bosques poblados por ninfas, animales y vegetales.

Nacimiento de los dioses

Gea y Urano crearon los ríos y los mares. El agua que les sobró se convirtió en los Titanes, sus hijos más poderosos. Después, la pareja tuvo otros hijos: los Cíclopes.

En un momento dado, Urano empezó a tener miedo de sus hijos y los encerró en el inframundo, denominado Tártaro. Gea, enfadada, regaló una hoz a sus hijos y el más poderoso de esto, Cronos, cortó con ella los testículos de su padre y los lanzó al mar. Con esa acción, Cronos se convirtió en el dios principal.

Sin embargo, como ocurriera con su padre, Cronos empezó a temer a sus propios hijos. Para evitar que se levantaran contra él decidió comérselos. Rea, su esposa, solo pudo salvar a uno de sus hijos: Zeus.

Años más tarde, Zeus derrotó a su padre y salvó a sus hermanos. De esta forma, Zeus se convirtió en el padre de los dioses del Olimpo.

Orfeo

Orfeo, famoso por su música, se enamoró de Eurídice. La joven, sin embargo, fue mordida por una serpiente el mismo día de su boda, lo que provocó su muerte.

La tristeza de Orfeo hizo que solo tocará música triste, tanto que llegó a conmover a los dioses. Uno de ellos, Hermes, convenció a Orfeo de que fuera al inframundo para intentar convencer a Hades, dios que dominaba el mundo de los muertos, de que le devolviera a su amada.

Orfeo hizo lo que le pidió Hermes. Una vez en el inframundo, su música consiguió que Hades le devolviera a Perséfone. La única condición fue que, en el camino de vuelta, ella caminara detrás de él. Además, quedaba prohibido que él se volviera a mirarla.

Sin embargo, Orfeo no pudo resistirse y se volvió a mirarla justo cuando estaban en la puerta del inframundo. En esos momentos, Perséfone se desvaneció.

Caja de Pandora

Zeus pidió a Hefesto, dios del fuego y la herrería, que fabricara la primera mujer. El resultado fue una mujer con tanta belleza y habilidades como los propios dioses: Pandora.

Para evitar que fuera demasiado poderosa, Zeus exigió que tuviera algunas cualidades negativas, como la mentira, la envidia o la curiosidad.

El objetivo de Zeus era vengarse de Prometeo por haber robado el fuego para los humanos. Así, ofreció a Pandora como esposa a Epimeteo, hermano de su enemigo. Como regalo de boda, le dio una caja, con la advertencia de que nunca podía abrirse.

La curiosidad de Pandora hizo que abriera la vasija. Inmediatamente, de ella salieron todos los males del mundo. Al cerrarla, tan solo quedó en su interior la esperanza.

Medusa

Medusa era una de las sacerdotisas del templo de Atenea. La joven destacaba por su belleza e inteligencia, lo que hizo que el dios de los mares, Poseidón, se enamorara de ella.

El deseo del dios era tan grande que se coló en el templo para obligar a Medusa a estar con él. Ante esta ofensa, Artemisa castigó a Medusa y la convirtió en un monstruo que asustara a los hombres. La injusticia de este castigo hizo que Medusa odiara siempre a los dioses y a los hombres.

Medusa, en su ira, convertía en piedra a todos los hombres que la miraban. Artemisa se enfadó todavía más y pidió a Perseo que le cortara la cabeza.

Perséfone y las cuatro estaciones

En una época muy antigua, el mundo solo conocía una estación: la primavera. La encargada de mantener ese buen tiempo era Deméter, quien también hacía que crecieran los cultivos, las flores y las frutas.

Un día, Hades, dios del inframundo, raptó a la hija de Deméter, Perséfone. La madre, encolerizada, pidió ayuda al resto de los dioses, pero estos tenían miedo de Hades y no se la concedieron.

Ante la falta de ayuda, Deméter dejó de hacer su trabajo: el campo se secó, el Sol dejó de brillar, los árboles perdieron sus hojas y los jardines desaparecieron. Los dioses, ante esto, intentaron convencer a Hades para que liberara a Perséfone.

Aunque resultó difícil, al final llegaron a un acuerdo: Hades liberaría a Perséfone durante seis meses al año para que estuviera con su madre.

Por ese motivo, los seis meses en los que Perséfone está con su madre corresponden a la primavera y al verano, mientras que los seis que pasa con Hades son los del invierno y el otoño.

Talón de Aquiles

Aquiles fue un héroe griego hijo de Peleo, un mortal, y Tetis, una ninfa del mar y, por lo tanto, inmortal. La madre, preocupada por la mortalidad que el hijo había heredado de su padre, buscó la manera de que no pudiera morir.

Para ello, cuando aún era un bebé, lo sumergió en un lago cuyas aguas daban la inmortalidad. Sin embargo, para sumergirlo tuvo que agarrarlo por el talón y esa parte del cuerpo se convirtió en la única por la que Aquiles podía ser dañado.

Cuando Aquiles se encontraba en la guerra de Troya, un arquero de esa ciudad lanzó una flecha que fue clavarse justo en el talón del guerrero, provocando su muerte.

Rapto de Europa

Europa era un personaje mitológico que, según los griegos, provenía de la ciudad fenicia de Tiro. Zeus, al verla, cayó enamorado e ideó un plan para estar con ella.

El padre de Europa era dueño de muchos toros y Zeus decidió tomar la forma de uno de estos animales para acercarse a su presa.

El toro en el que Zeus se había transformado era blanco e impresionante y Europa no pudo resistir acercarse a verlo. En padre de los dioses aprovechó para raptarla y llevarla a Creta, donde tuvieron relaciones.

Según el mito, fue una relación corta, pero Europa se convirtió en la primera monarca de Creta.

Caballo de Troya

La guerra de Troya, que enfrentaba a esa ciudad con una coalición de los reyes de Grecia, había comenzado por el rapto de la esposa del rey Menelao de Esparta, la bella Helena, por parte de Paris, uno de los hijos del rey troyano, Príamo.

Una alianza de reyes griegos había rodeado las murallas de la ciudad, pero, después de 10 años, los habitantes de Troya se negaban a rendirse.

Ulises, uno de los reyes griegos, tuvo entonces una idea: construir un caballo de madera y ofrecerlo como regalo a los troyanos. Lo que estos no sabían era que el caballo estaba hueco y que, en su interior, se escondieron muchos soldados griegos.

El resto de las tropas griegas simularon marcharse del lugar y los troyanos acabaron introduciendo el caballo en la ciudad. Los soldados que se escondían en su interior salieron y abrieron las puertas de las murallas a sus compañeros. Así, lograron conquistar la ciudad de Troya.

Carro del dios Sol

Faetón, hijo de Helio, el dios del Sol, siempre presumía de sus orígenes divinos. Sin embargo, había sido criado por su madre ninfa, Climena, y nunca había llegado a conocer a su padre.

Un día, la madre de Faetón pidió a Helio que recibiera a su hijo para que acabara con todas sus dudas. Durante la visita, Faetón consiguió que su padre le dejara montar en su carro de fuego que recorría el firmamento cada día.

A pesar de las advertencias de Helio sobre su peligrosidad, Faetón se comportó imprudentemente. Primero, subió demasiado y provocó que la Tierra se enfriara. Después, voló demasiado bajo e hizo que aparecieran los desiertos de África. Zeus, ante esa situación, lanzó un rayo contra el carro y Faetón cayó herido de muerte al río Erídano.

El Minotauro

La esposa de Minos, el rey de Creta, provocó un día el enfado del dios del mar, Poseidón. Como castigo, la deidad hizo que tuviera un hijo con cuerpo de hombre y cabeza de toro, el Minotauro. Minos quiso esconder a la criatura y encargó al arquitecto Dédalo la construcción de un laberinto del que nadie pudiera salir.

Minotauro fue aprisionado en el laberinto. Con cada luna nueva, los cretenses lo alimentaban con la carne de un hombre sacrificado. En caso contrario, el monstruo sembraba el terror en la zona.

Un día, Andrógeno, hijo del rey Minos, fue asesinado en Atenas mientras se encontraba participando en una competición deportiva.

El monarca de Creta atacó en venganza Atenas y logró derrotarla. En el acuerdo de paz, Minos obligó a que Atenas enviara cada año a catorce jóvenes como tributo. Su destino era servir de alimento al Minotauro.

Teseo

Atenas cumplió el acuerdo que le obligaba a enviar 14 jóvenes a Creta cada año. El barco que los llevaba era siempre impulsado por velas negras.

Al tercer año, Teseo, hijo del monarca ateniense, se ofreció a ser uno de los jóvenes. Su intención era acabar con el Minotauro. A su padre le dijo que, en caso de tener éxito, volvería a Atenas en un barco con velas blancas.

Una vez en Creta, Teseo conoció a la hija del rey. Esta, de nombre Ariadna, quiso ayudarlo y le ofreció un ovillo de hilo para que lo atara en la entrada del laberinto y fuera soltándolo por todo el camino recorrido. Así, siguiendo el hilo de vuelta, podría salir sin problemas.

El plan funcionó a la perfección y Teseo mató al Minotauro. Tras salir del laberinto Teseo buscó a Ariadna sin encontrarla, por lo que partió solo hacia Atenas. Sin embargo, olvidó poner las velas blancas en la nave.

Su padre, al ver las velas negras en el barco que se acercaba a la ciudad, pensó que Teseo había fracasado y se arrojó desde una torre al mar.

Caída de Ícaro

Cuando Teseo mató al Minotauro, el rey de Creta entró en cólera. Como castigo, ordenó encerrar en el laberinto a su constructor, Dédalo, así como al hijo de este, Ícaro.

Dédalo empezó a fabricar unas alas para que los dos pudieran huir. Para unirlas a los hombros utilizó cera y, antes de iniciar la huida, advirtió a Ícaro de que no volara demasiado alto.

Ícaro, no obstante, quedó maravillado por el vuelo e intentó volar más alta para contemplar mejor el mundo. Al acercarse al Sol, el calor derritió la cera que unía sus alas con su cuerpo. El joven cayó al mar, donde falleció.

Manzana de la discordia

Peleo y Tetis decidieron invitar a su boda a todos los dioses con la excepción de Eris. Esta, diosa de la discordia, era conocida por causar problemas.

Al verse excluida de la celebración, Eris montó en cólera y decidió acudir al banquete. Allí, puso una manzana en la mesa en la que estaban Hera, Atenea y Afrodita, las diosas consideradas más hermosas. En la fruta venía escrito “para la más hermosa”.

Las tres diosas reclamaron la manzana. Al no ponerse de acuerdo, pidieron a Zeus que decidiera. El padre de los dioses se negó a hacer de árbitro y, en cambio, propuso que fuera el joven Paris quien decidiera.

Hera y Atenea prometieron riquezas y fama a Paris si las elegía. Afrodita, en cambio, le ofreció a la mujer más hermosa sobre la tierra.

Paris acabó eligiendo a Afrodita y esta le ayudo a conseguir que Helena, la mujer más bella, se enamorara de él.

Nacimiento de Afrodita

Afrodita, llamada Venus por los romanos, fue la diosa de la pasión y el amor. Sus padres no fueron dioses, al contrario de lo que normalmente ocurría en el panteón griego, sino que surgió de la espuma del mar.

El nacimiento de Afrodita se produjo cuando Cronos cortó los testículos de su padre, Urano. Estos cayeron al mar y de la espuma que se formó apareció Afrodita, totalmente adulta.

Mito de Eco

Eco, una ninfa del bosque y las montañas, era conocida por sus siempre bellas palabras. Estas hicieron que Zeus se sintiera atraído por ella.

Hera, esposa de Zeus, se vengó quintándole a la ninfa su voz. A partir de ese momento, Eco solo podría repetir la última palabra que oyera.

Más tarde, Eco se enamoró de Narciso. Este la rechazó de manera cruel y la ninfa se escondió en un a cueva. Allí fue consumiéndose hasta que solo quedó su voz que repetía lo último escuchado.

Mito de Aracne

Aracne, hija de un tintorero, estaba dotada de un gran talento para bordar y tejer. Todos decían que debía haber sido bendecida por los dioses, pero ella se burlaba de esa creencia y decía que el talento era solo suyo.

Atenea, enfadada por la burla hacia los dioses, se disfrazó de mortal y desafió a Aracne a un concurso de tejido. A pesar de la habilidad de la diosa, Aracne la derrotó.

Aunque Atenea no tuvo más remedio que reconocer la superioridad de la joven, su enfado no disminuyó. Al terminar el concurso, destruyó la tela creada por Aracne y la avergonzó en público. Esto provocó el suicidio de la tejedora.

La diosa Atenea sintió entonces pena por Aracne y convirtió su alma en una araña y su hilo en telaraña. Así, podría seguir mostrando la perfección de su arte al mundo.

Sísifo

El rey de la región de Éfira, Sísifo, tenía fama de inteligente, pero también de ser muy ambicioso y manipulador. Estas dos características negativas provocaron el enfado de Zeus, que lo acusó de haber robado una ninfa. Como castigo, Sísifo fue enviado al inframundo.

Sin embargo, Sísifo consiguió escaparse tras engañar a Tánatos. Este acto provocó la ira de Hades, que exigió que Sísifo regresara al inframundo.

Sísifo ideó un nuevo plan para evitar ese castigo. Así, pidió a su esposa que no celebrara su funeral y, cuando llegó al inframundo, convenció a Hades de que le devolviera a su patria para corregir el supuesto error de su esposa. A cambio, le prometió volver en tres días, algo que no cumplió.

Zeus y Hades, hartos de los engaños de Sísifo, le castigaron entonces obligándole a subir una enorme roca por una montaña. Cada vez que llegaba a la cumbre, la roca resbalada hacia abajo y Sísifo debía volver a repetir la tarea.

La Osa Mayor

Calisto era una de las jóvenes que trabajaban como sirvientas en el templo de Artemisa. Como el resto de las doncellas, tuvo que hacer voto de castidad. Además, debía dedicar casi todo su tiempo a cazar.

Zeus se había fijado en ella y se disfrazó para seducirla. Calisto se quedó embarazada y Artemisa lo notó al poco tiempo. Como castigo, desterró a Calisto después de convertirla en oso. Después, le disparó una flecha y la mató.

Sin embargo, Zeus intervino y convirtió a Calisto en la constelación de la Osa Mayor. Así, podría vivir para siempre.

Sirenas

Las sirenas eran criaturas mitológicas que podían atraer y enloquecer a los navegantes con su canto. Después de atraerlos, los llevaban al fondo del mar y los asesinaban.

Aunque se han representado de manera habitual como seres con cuerpo de pez y torso y cara de mujer, algunas veces también se describían con cuerpo de ave.

Hércules y los 12 trabajos

Heracles, más conocido por su nombre romano Hércules, fue uno de los héroes más importantes de la mitología de la Antigua Grecia. Hijo de Zeus y de una mortal, Hera acogió su nacimiento con gran enfado. Así, lo maldijo para que tuviera que asesinar a toda su familia.

Cuando se dio cuenta de lo que había hecho bajo el hechizo de Hera, Hércules se escondió de todos. Solo su hermano pudo encontrarlo y lo llevó al Oráculo de Delfos para que pudiera redimir sus culpas.

El Oráculo le encargó 12 trabajos que debía realizar el 12 años bajo el mando del rey Euristeo. Esos trabajos fueron:

– Matar con sus manos al león de Nemea
– Asesinas a la Hidra de Lerna
– Capturar a la Cierva de Cerinea
– Capturar vivo al Jabalí de Erimanto
– Limpiar en un solo día los establos de Augías
– Matar a las Aves del Estínfalo
– Domar al toro de Creta
– Robar las yeguas que pertenecían a Diomedes
– Robar el cinturón de Hipólita, la reina amazónica
– Conseguir el ganado de Gerión
– Tomar las manzanas doradas del jardín de las Hespérides
– Capturar a Cerbero, el perro que guardaba las puertas del inframundo

Mito de Caronte

Caronte era hijo de dos de los dioses más antiguos del panteón griego: Nyx, diosa de la noche, y Erebo, dios de la oscuridad.

Su labor era transportar con su barca a los muertos para que llegaran al inframundo. Así, cuando sus hermanas, las Moiras, lo llamaban, Caronte se acercaba a la orilla del lago Estigia para recoger las almas.

Para poder cruzar el lago, Caronte exigía el pago de una moneda. Por ese motivo, los griegos enterraban a sus difuntos con una moneda debajo de la lengua.

Eros y Psique

La belleza de la princesa Psique era tanta que hasta Afrodita sentía envidia de ella. Celosa, la diosa envió a su hijo Eros (el Cupido romano, dios del Amor) para que castigara a Psique.

Después de encontrarla, Eros se acercó a la princesa. En esos momentos, el dios se pinchó con una de sus flechas y cayó perdidamente enamorado de Psique.

Psique tuvo que pasar muchas pruebas diferentes. Eros la seguía, pero sin mostrarse. Solo algunas noches, el dios acudía a visitarla, aunque sin mostrar su cara.

La princesa fue traicionada por sus hermanas, que la envidiaban. Así, le dijeron que su misterioso amante podía ser un monstruo. Psique comenzó a dudar y, una noche en la que Eros la había visitado, encendió la luz para verlo.

Psique lo encontró hermoso e intentó mirarlo mejor. En su movimiento, se pinchó con una de las flechas que el dios llevaba, lo que hizo que aún lo amara más. En esos momentos, Eros se despertó y, enfadado porque Psique había visto su rostro, desapareció en el acto.

Psique quedó desesperada y estuvo a punto de suicidarse. Durante un largo tiempo, buscó a Eros por todo el mundo, siempre perseguida por Afrodita. La diosa la sometió a muchas pruebas e incluso tuvo que bajar al inframundo.

Allí, a punto de fallecer, fue rescatada por Eros. Ambos subieron al Olimpo y vivieron juntos y felices.

El rey Midas

El rey Midas de Macedonia gozaba de una gran fortuna. Su vida era muy dichosa, con todo lo que podía desear. Su mayor felicidad la obtenía cuando miraba el oro que había acumulado.

Durante un viaje a la India, Midas ayudo a un amigo del dios Dionisio. Este, agradecido, le concedió un deseo. El rey pidió que todo lo que tocara se convirtiera en oro.

En un primer momento, Midas se sintió muy feliz. Todo lo que tocaba se convertía en oro, ya fueran objetos o animales y plantas.

Los primeros problemas llegaron cuando comprobó que también los alimentos se convertían en oro al tocarlos. Lo mismo ocurrió con su gata y, finalmente, con su amada hija.

Midas, desesperado, acudió a Dionisio para pedirle ayuda. El dios accedió a quitarle ese poder y a devolverle a su hija. A cambio, le pidió todo el oro del reino. El rey aceptó y Dionisio cumplió con su promesa.

Nacimiento de Artemisa y Apolo

Artemisa y Apolo fueron hijos de Zeus y Leto. La nueva infidelidad del padre de los dioses enfureció, de nuevo, a su esposa Hera, que amenazó con destruir el país que acogiera a Leto para dar a luz.

Leto buscó desesperada un lugar en el que tener a sus hijos, pero en todas partes la rechazaban por la amenaza de la diosa. Finalmente, llegó a la isa de Delos, que cambiaba de posición continuamente y, por lo tanto, tenía más fácil escapar de la ira de Hera.

Allí tuvo a dos gemelos, Artemisa y Apolo. A cambio Zeus hizo que la isla permaneciera siempre en el mismo lugar.

Acteón

Artemisa se encontraba tomando un baño en un estanque acompañada de varias amigas cuando el príncipe Acteón de Tebas, que estaba cazando en la zona, las encontró por casualidad.

La diosa, desnuda, se sintió enfurecida con el joven y lo convirtió en un ciervo. Cuando la transformación se completó, Artemisa ordenó a los propios perros de Acteón que despedazaran al animal.

Casandra

Hija del rey de Troya, Príamo, y de Hécuba, Casandra era una joven que destacaba por su belleza. Cuando creció, llamó la atención de Apolo, que quedó encaprichado por ella.

Algunas versiones mantienen que Apolo concedió a la joven el don de predecir el futuro para seducirla, pero que ella se negó después a tener relaciones con el dios. Este, enfadado, la maldijo con que, a pesar de poder predecir el futuro, nadie creería lo que decía.

Durante toda su vida, Casandra realizó advertencias sobre múltiples peligros. Fue ella, por ejemplo, la que advirtió a los troyanos para que no introdujeran el caballo de Troya en la ciudad. Por culpa de su maldición, nadie la creyó.

Temas de interés

Diosas griegas.