Bosque de ribera: características, distribución, flora y fauna
Los bosques de ribera o de galería son los ecosistemas perennifolios que se desarrollan en los bordes de los cursos de agua. Esto ocurre debido a que dichas zonas mantienen la humedad del suelo durante diferentes épocas del año.
Son ecosistemas variables en el espacio y en el tiempo. Las variaciones espaciales se evidencian en los cambios en la estructura longitudinal, lateral y vertical del bosque. Las variaciones temporales pueden estar asociadas a la estacionalidad o a eventos aleatorios.
Constituyen el hábitat de un gran número de especies: incluyen formas vegetales con una alta diversidad de adaptaciones morfológicas, fisiológicas y reproductivas que les han permitido sobrevivir en suelos inundados. Son hábitat, refugio y corredor de muchos animales.
Además, son importantes para el mantenimiento de la calidad ambiental, dado que intervienen en la captura de nutrientes contaminantes de las aguas y de sedimentos. Por esta razón, son ecosistemas que pueden emplearse para promover el saneamiento ambiental de zonas contaminadas.
Índice del artículo
Características generales
Ecología
Los bosques de ribera incluyen a las comunidades de plantas más diversas y productivas. Generan una gran diversidad de hábitats y microclimas que sustentan un elevado número de especies.
Además, contribuyen con la conectividad entre áreas distantes, sirviendo de corredores ecológicos que favorecen la dispersión de los individuos y el flujo de los genes.
Por otro lado, el aporte de energía y materia realizado por el bosque es fundamental para el mantenimiento de la trama trófica acuática.
Las hojas, ramas y troncos que caen en los ríos y arroyos son atrapadas por los árboles caídos y rocas. Estos proveen alimento y refugio a peces pequeños, crustáceos, anfibios, insectos, entre otros, constituyendo la base de la trama alimentaria de los ecosistemas acuáticos.
Microclima
Los bosques de ribera tienen un efecto importante en el control del microclima de los ríos y arroyos a través del control de temperaturas extremas.
En climas o temporadas muy calientes, el bosque secuestra la radiación solar reduciendo la temperatura del agua y, con ello, la evaporación. En cambio, en climas o épocas frías el bosque retiene el calor del suelo y de la masa de agua, manteniendo el agua a una mayor temperatura.
Calidad del agua
Los bosques de ribera son muy importantes en el saneamiento ambiental y en el mantenimiento de la calidad del agua de los ríos. Estos remueven sedimentos del agua y secuestran, filtran o transforman nutrientes y otros contaminantes.
Remoción de nitratos
Estos ecosistemas remueven el nitrato que se encuentra en exceso en los cuerpos de agua, que en su mayoría proviene de prácticas agrícolas no sustentables. Los procesos involucrados en este segmento del ciclo del nitrógeno son la desnitrificación y la absorción de nitratos por las plantas.
La desnitrificación es la transformación bioquímica del nitrato en gas nitrógeno, bien sea en forma de nitrógeno molecular o de óxido de nitrógeno. Así, el nitrógeno disuelto en el agua es extraído y liberado a la atmósfera.
Por otro lado, el nitrato tomado por las plantas puede provenir del suelo o del agua. Estas lo incorporan en sus tejidos, convirtiéndolo en biomasa vegetal. De esta forma, el nitrógeno es secuestrado del medio y almacenado por largos períodos de tiempo. Ambos mecanismos reducen la cantidad de nitrógeno disponible disuelta en el agua.
Remoción de contaminantes
Algunos microorganismos pueden inmovilizar sustancias contaminantes presentes en los bosques de ribera. Esto puede ocurrir a través de diversas rutas metabólicas (anaeróbicas, aérobicas, heterótrofas o quimioautótrofas).
Los microorganismos toman nutrientes disueltos en el agua y los incorporan en su organismo. Con la muerte y descomposición de las células microbianas, estas sustancias quedan secuestradas en la materia orgánica del suelo.
De esta manera los suelos de los bosques de ribera pueden almacenar grandes cantidades de contaminantes en un largo plazo.
Control de sedimentos
Las lluvias y las inundaciones arrastran sedimentos que son interceptados por la hojarasca, la materia orgánica en descomposición y las raíces de los árboles. Así, las partículas que componen los sedimentos quedan depositadas en el bosque, evitando que estas ingresen en los ríos.
Distribución
Los bosques de ribera tienen una distribución geográfica y climática muy amplia, debido a que sólo requieren de un curso de agua para su desarrollo. Así, los podemos encontra en la zona intertropical y la zona templada del planeta y en los climas tropical, subtropical y templado.
Flora
La vegetación asociada a los bosques de ribera tiene numerosas adaptaciones morfológicas, fisiológicas y reproductivas, que le permiten sobrevivir en ambientes altamente energéticos y sujetos a inundaciones permanentes o estacionales.
Algunas adaptaciones morfológicas responden a los bajos niveles de oxígeno durante las inundaciones. Por ejemplo, la presencia de espacios de aire en las ramas y raíces (aerenquima) permite la obtención de oxígeno desde las zonas aéreas de la planta.
Esta adaptación es común en las especies de las familias Cyperaceae y Juncaceae, que crecen en las llanuras de inundación de los bosques de ribera.
Otra adaptación morfológica a la anoxia en los suelos son las raíces adventicias o neumatóforos; estas se desarrollan sobre el suelo, permitiendo la absorción de oxígeno del aire. Poseen pequeños poros llamados lenticelas, por donde se absorbe el aire que es distribuido a toda la planta por osmosis.
Por otro lado, frente a las diversas presiones selectivas presentes en los bosques de ribera, las especies presentan una gran diversidad de estrategias reproductivas.
Entre las más destacadas están la presencia de reproducción tanto sexual como asexual, la optimización del tamaño de las semillas y las formas de dispersión de las semillas, entre otras.
Fauna
Los bosques de ribera aportan un hábitat ideal para una gran diversidad de animales. Esto es así debido a la alta productividad, a la presencia de agua, la estabilidad del microclima y a la gran cantidad de microhábitats que caracterizan a estos ecosistemas.
Las distintas especies de la fauna silvestre pueden ser residentes del bosque o visitantes ocasionales que encuentran en el bosque alimento, refugio o agua. La disponibilidad de alimento depende del tipo de vegetación; en líneas generales, incluye frutas, follaje, semillas, materia orgánica e invertebrados.
Los ríos y arroyos garantizan la disponibilidad de agua en los bosques de ribera. El agua es aprovechado por los diferentes animales como hábitat o como fuente de hidratación, alimentación o reproducción.
Los bosques de ribera proporcionan refugio a diferentes especies de animales. Los peces aprovechan los espacios entre las raíces para la reproducción y crecimiento de alevines, ya que son zonas de difícil acceso para depredadores.
Para muchos mamíferos, el bosque representa un hábitat adecuado. Sin embargo, los grandes mamíferos requieren de grandes territorios, por lo que pueden hacer uso de los bosques de ribera extensos o que constituyen corredores ecológicos entre áreas mayores.
Otros mamíferos de menor tamaño, o que puedan hacer uso parcial del bosque, pueden ser identificados en bosques de ribera de menor tamaño.
Estructura
Estructura longitudinal
La estructura longitudinal del bosque de ribera depende de los cambios en las características de los ríos, desde las nacientes hasta la desembocadura.
Entre estas destacan las variaciones importantes en la cantidad (caudal) e intensidad del curso de agua, así como la cantidad de sedimentos transportados.
Estructura lateral o transversal
Los bosques de ribera constituyen un ecosistema de transición entre un ambiente acuático y uno terrestre. En este gradiente longitudinal, el bosque de ribera incluye una parte del curso de agua, el interior del bosque y la transición hacia el ecosistema terrestre.
En este plano, la composición del bosque varía de acuerdo con la tolerancia de las diferentes especies a distintas variables ambientales.
Algunas de estas variables son la disponibilidad de agua, el grado de inundación, la intensidad de perturbación por sedimentación o erosión, la intensidad de la luz y la temperatura.
La zona de transición entre el curso del agua y el bosque se encuentra dominada por especies que tienen requerimientos hídricos mayores y que poseen adaptaciones que les permiten soportar las corrientes. Destacan los arbustos con una elevada capacidad de regenerarse y con troncos flexibles.
La zona de transición entre el bosque y el ecosistema terrestre está dominada por especies de sistemas radiculares adaptados, que les permiten tomar el agua del nivel freático en sequía y resistir inundaciones en temporada de lluvia.
Estructura vertical
La estructura vertical de un bosque de galería bien desarrollado está compuesta por los estratos arbóreo, arborescente y arbustivo.
El estrato arbóreo está compuesto por árboles que pueden llegar a medir más de 40 metros. Dependiendo de factores como la latitud y el entorno, su composición específica puede ser más o menos diversa. Los árboles se encuentran distanciados entre sí y poseen copas altas y extensas, que generan sombra en estratos inferiores.
El estrato arborescente está formado por árboles de porte medio, mientras que el estrato arbustivo se caracteriza por la presencia de arbustos que pueden medir hasta 5 metros de altura.
Ambos estratos están compuestos principalmente por los juveniles de los árboles del estrato arbóreo. Estos están más densamente distribuidos en los claros del bosque, donde hay mayor intensidad de luz.
Estrato herbáceo
Otro estrato presente es el herbáceo, que constituye la parte inferior del bosque. Está compuesto por una formación vegetal densa, con alto número de especies. Dominan las plantas con hojas grandes, adaptadas para captar la poca luz que alcanza el interior del bosque.
En bosques maduros también están presentes las plantas epífitas, que se encuentran asociadas a las copas de los árboles. Destacan las lianas, musgos, helechos, entre otras.
Referencias
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