Anatomía y fisiología

Miología: qué estudia, conceptos básicos, tipos de músculos


La miología es la ciencia que se encarga del estudio de los músculos: incluye el análisis de su estructura física, de los tipos de fibras musculares, de sus funciones específicas y de las relaciones entre los distintos tipos de músculos del cuerpo humano.

El término miología deriva de los vocablos latinos myos, que significa músculo, y logia, que quiere decir ciencia. Por lo tanto, la miología es la ciencia de los músculos, una especialidad de las ciencias médicas, más específicamente del área de anatomía.

El músculo es un tipo de tejido animal que se caracteriza por su capacidad contráctil, cuya función principal es la de producir movimientos. Los movimientos propiciados por los músculos generalmente resultan de la acción conjunta de los tejidos musculares y de fibras nerviosas asociadas con estos.

Muchos animales se valen de su capacidad de movimiento y desplazamiento para buscar alimento, refugio o pareja, por lo que el movimiento puede ser visto como una de las muchas formas en las que un animal interactúa con el medio que le rodea, de allí la importancia de su estudio.

El cuerpo humano, al igual que el de muchos otros animales, tiene diferentes tipos de tejidos musculares, los cuales están especializados en diferentes funciones: hay músculos en el sistema digestivo, circulatorio, respiratorio, etc. Esto implica que la miología es una disciplina muy relacionada con otras áreas de la medicina humana, igualmente importante.

Índice del artículo

¿Qué estudia la miología? (Objeto de estudio?

La miología estudia los músculos. Es una ciencia descriptiva y analítica, muchas veces incluida dentro del campo de la anatomía, que examina distintos aspectos del sistema muscular del cuerpo humano:

– Las principales características de las células o fibras musculares

– La estructura de los músculos que estas células conforman

– La función de cada músculo y de los diversos elementos relacionados con estos

– La conexión de los músculos con el sistema nervioso

– Las relaciones entre diferentes músculos

– Las enfermedades relacionadas con el sistema muscular

Grupos musculares

Además, la miología se encarga de la identificación del grupo muscular al que pertenece cada músculo, de su origen y de su sitio de inserción en el esqueleto, así como del tipo de movimiento que genera y las conexiones nerviosas que hacen posible dicho movimiento.

Propiedades de los tejidos musculares

La miología, por otra parte, se encarga del estudio de cuatro importantes propiedades de los tejidos musculares, a saber:

Excitabilidad: la capacidad que los músculos tienen de responder a un estímulo directo o indirecto

Contractibilidad: la capacidad de acortamiento de cada músculo como resultado de la recepción de un estímulo determinado

Extensibilidad: la capacidad de estiramiento de cada músculo, también como resultado de la recepción de ciertos estímulos

Elasticidad: la capacidad de cada músculo de recuperar su forma inicial

Conceptos básicos

El cuerpo humano está formado por cientos de músculos diferentes, los cuales cumplen múltiples funciones. En conjunto, los músculos forman lo que se denomina el sistema muscular y, además, con los sistemas nervioso, óseo y articular, constituyen el sistema locomotor.

Células musculares

Los músculos, como todos los tejidos corporales, están formados por células, las cuales se conocen como fibras musculares o miocitos.

Estas células tienen la capacidad de contraerse cuando son sometidas a estímulos eléctricos (se contraen), lo que les otorga la capacidad de generar fuerzas mecánicas.

Los estímulos eléctricos (pero también pueden ser mecánicos o químicos) percibidos por una célula muscular generan un potencial de acción que se transmite por toda su membrana plasmática y que activa los mecanismos contráctiles de la misma.

La contracción de una fibra muscular es posible gracias a la presencia, en su interior, de unas proteínas que responden al potencial de acción, conocidas como actina y miosina (miofilamentos). La unión de estas dos proteínas representa un “motor molecular” capaz de convertir la energía derivada de la hidrólisis de ATP en movimiento.

Los tendones

Los músculos representan un gran porcentaje de la masa corporal de muchos animales y se componen no solo de las fibras musculares, sino que también se asocian con un tejido conectivo llamado tendón.

Los tendones son tejidos sumamente fibrosos y densamente empaquetados que participan en la unión de los músculos con otras partes del cuerpo, usualmente al sistema óseo, donde también median la transmisión de la fuerza mecánica derivada de la contracción de los músculos hacia los huesos.

Origen e inserción de un músculo

Los músculos asociados con el esqueleto se describen de acuerdo con su origen y su inserción. Casi todos los músculos tienen uno de sus extremos en una posición fija, siendo el extremo opuesto el que se mueve durante la contracción.

Así pues, el origen de un músculo es el sitio de unión donde el extremo inmóvil está unido y la inserción es el sitio de unión que se mueve cuando el músculo se contrae. En relación con el cuerpo, normalmente se dice que el origen tiene una posición proximal y la inserción una posición distal.

Tipos de músculos

De acuerdo con la organización de los miofilamentos de actina y miosina, los músculos pueden clasificarse como estriados o lisos. Los músculos estriados pueden ser esqueléticos o cardíacos.

En los músculos estriados los filamentos contráctiles están organizados en bandas transversales, donde se ordenan escalonadamente, lo que les da a las bandas un aspecto “estriado”. En los músculos lisos, en cambio, los filamentos están dispuestos de forma irregular, por lo que no se aprecian patrones o bandas cuando son analizados bajo el microscopio.

Los músculos estriados usualmente son músculos voluntarios, mientras que los músculos lisos son músculos involuntarios. El músculo cardíaco, a pesar de que es un tipo de músculo esquelético, es un músculo involuntario que se contrae espontáneamente, sin necesidad de inervación específica.

Ver artículo completo: tipos de músculos.

Músculo estriado

Los músculos estriados pueden ser, entonces, esqueléticos o cardíacos que, como sus nombres lo indican, tienen que ver con los sistemas óseo y circulatorio.

– Los músculos estriados esqueléticos se caracterizan por el hecho de que cada fibra muscular que los compone está aislada eléctricamente de las demás, lo que implica que cada una debe ser inervada por una fibra nerviosa.

– El músculo estriado cardiaco se diferencia del esquelético en que las fibras que lo componen están en estrecha conexión unas con otras, por lo que funcionan como un sincitio. Además, este músculo es automático, lo que quiere decir se contrae sin estar inervado por el sistema nervioso.

Músculo liso

El músculo liso se diferencia del músculo esquelético principalmente por su morfología, pues no tiene las bandas o “estrías” transversales características de este último.

Otra característica importante de este tipo de músculo es que se trata, como dijimos, de músculos involuntarios, es decir, su contracción no es un proceso consciente.

Estos músculos se encuentran principalmente en lo que llamamos “vísceras huecas”, como las del aparato digestivo, respiratorio, genitourinario, circulatorio, etc.

Otros sistemas de clasificación

La estructura microscópica del tejido muscular no es la única manera de clasificar a los distintos músculos del cuerpo humano, aunque las demás clasificaciones son particularmente extensibles a los músculos estriados esqueléticos y no tanto a los músculos lisos

– Según el tipo de movimiento que realizan, los músculos esqueléticos también pueden clasificarse como extensores, flexores, abductores, aductores, elevadores, depresores, rotadores y esfínteres.

– Según su acción en grupo los músculos pueden ser agonistas, antagonistas, sinergistas o fijadores.

– Según su forma pueden ser fusiformes (alargados), unipenniformes (como la mitad de una pluma), bipenniformes (como una pluma), multipenniformes, anchos, planos, cortos, bíceps, digástricos, poligástricos, etc.

Referencias

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  2. Diogo, R., Matthews, L. J., & Wood, B. (2012). A major reason to study muscle anatomy: myology as a tool for evolutionary, developmental, and systematic biology. J Organ Biol, 1(102), 2.
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  6. Putz, R., & Pabst, R. (2006). Sobotta-Atlas of Human Anatomy: Head, Neck, Upper Limb, Thorax, Abdomen, Pelvis, Lower Limb; Two-volume set.