Líneas de Nazca: descubrimiento, historia y cómo se hicieron
¿Qué son las líneas de Nazca?
Las líneas de Nazca son geoglifos antiguos ubicados en el departamento peruano de Ica, los cuales fueron trazados por la cultura precolombina Nazca desarrollada en esa zona entre los siglos I y VII d. C. Esta cultura se destacó por sus representaciones biomorfas talladas tanto en cerámica como en rocas y suelos.
Las planicies desérticas —también conocidas como pampas— ubicadas en las ciudades de Nazca y Palpa han sido reconocidas a nivel mundial por su gran concentración de figuras y líneas en las superficies del desierto; dichas manifestaciones han recibido el nombre técnico de geoglifos (figuras construidas en planicies o laderas).
Estas líneas representan plantas y animales, así como también varias formas geométricas como espirales, zig-zag, trapezoides y triángulos. En cuanto a su tamaño, este suele ser variado. No obstante, muchas de las líneas son tan grandes que no pueden apreciarse en su totalidad desde el suelo.
Aunque los geoglifos de Nazca son una de las representaciones prehispánicas más importantes, no son los únicos trazos registrados en la costa andina. De hecho, solo en las costas peruanas se han hallado hasta 40 lugares con geoglifos; esto indica que el uso de estas manifestaciones fue una práctica muy común y altamente difundida entre las antiguas culturas andinas.
Los dibujos se han conservado en buen estado debido a la aridez extrema de la zona. Sin embargo, según la afirmación de Jaroslav Klokoeník en su texto Los geoglifos de Nazca, Perú (s.f.) se perdieron algunos trazados debido al paso de los transeúntes y turistas. Además, las líneas también han perdido algo de su belleza gracias al proceso de oxidación de la superficie desértica.
Actualmente, las líneas de Nazca son consideradas como Patrimonio Cultural de la Humanidad —proclamado así por la UNESCO—y están protegidas por la legislación peruana, que se encarga de restringir el ingreso de las personas con el objetivo de evitar el deterioro o la alteración de las formas.
Descubrimiento e historia
En 1884, el investigador Max Uhle se dedicó a observar una serie de cerámicas provenientes de América del Sur que databan de la época precolombina; este fue el inicio del interés de Uhle por las antiguas civilizaciones andinas, lo que lo motivó a viajar a Bolivia y Perú para especializarse en la arqueología de la zona.
Uhle fue pionero en la aplicación de métodos científicos durante las excavaciones y documentaciones que se realizaron en los lugares de donde provenían las cerámicas. De esta forma, los estudios sobre el pasado andino realizados por Uhle abrieron las puertas para que se continuaran las investigaciones sobre la cultura nazca en los años sucesivos.
Por ejemplo, Julio C. Tello en 1915 descubrió, a través de sus investigaciones, que existió un pueblo anterior a la cultura nazca, apodado como los Paracas.
La cultura nazca: la vida en el valle
Los estudios para datar la cultura nazca se iniciaron a comienzos del siglo XX. A partir de ese momento, se logró establecer que esta cultura se originó hacia el 200 a. C, y fue precedida por la cultura Paracas entre los años 800-200 a. C.
Los expertos lograron acordar que dentro de la cultura nazca existieron algunos períodos de transición influenciados por otras culturas, siendo estos: Nazca Temprano (50-300 d. C.), Nazca Medio (300-450 d. C.) y Nazca Tardío (450-650 d. C.).
Además, los investigadores afirman que la cultura nazca no fue el resultado de la migración de otros pueblos vecinos, sino que más bien se trató de la culminación de un extenso proceso cultural desarrollado en toda la zona andina.
El núcleo de esta cultura se situó en los valles de Palpa y Nazca, en la cuenca del Río Grande. No obstante, investigaciones recientes determinan que los nazca se extendieron mucho más hacia el Este, porque eran una cultura costeña.
La zona de Nazca es desértica; de hecho, coincide con el desierto de Atacama, uno de los lugares más áridos del mundo.
En consecuencia, se puede establecer que la topografía de la zona se caracteriza por tener dos paisajes: por un lado, extensas planicies con elementos sedimentarios; por otro, algunos valles de tierras fértiles que funcionan como un oasis dentro de esos áridos territorios.
A través de los huesos encontrados, los estudiosos han determinado que los nazcas contaron con una salud bastante buena, sin embargo, la mayoría fallecía por enfermedades como caries o tuberculosis. A pesar de contar con buena salud, la esperanza de vida era muy corta, por lo que casi nunca pasaban de los cuarenta años.
Las tumbas encontradas cuentan con diferentes calidades y cantidades de ofrendas, lo que permite afirmar que esta cultura contó con una diferenciación social sólida. Así mismo, este poblado no edificó ningún tipo de muralla o protección, por lo que se deduce que vivían pacíficamente. Sus casas estaban hechas principalmente de quincha, cañas y madera.
Los paisajes sagrados
En 1930, salieron los primeros vuelos comerciales hacia Perú. Desde las avionetas, los pasajeros empezaron a descubrir misteriosas formas que constituían perros, monos, colibrís, entre otros elementos. A partir de este momento nació el misterio de las líneas de Nazca, que posteriormente se convirtió en un destino turístico muy atractivo.
Antes de la llegada de los aviones ya existían registros de las líneas. Por ejemplo, durante el siglo XVI algunos cronistas mencionaron su existencia. En 1926, los arqueólogos Julio C. Tello, Toribio Mejía Xesspe y Alfred Kroeber realizaron los primeros estudios, pero se interesaron más por la excavación de los cementerios que por los geoglifos.
Por consiguiente, gracias a los primeros vuelos comerciales surgieron los estudios especializados en las líneas. Maria Reiche fue una importante arqueóloga que trazó por primera vez un mapa completo de los geoglifos, algo que consiguió luego de décadas de trabajo.
Gracias a ella, se sabe que existen un millar de geoglifos repartidos en una extensión de más de 500 kilómetros cuadrados. Además, se pudo establecer que las líneas fueron talladas entre el 840 a. C. hasta el 600 d. C., por lo que todavía sorprende que las figuras se encuentren en buenas condiciones, a excepción de aquellas que fueron destruidas por los seres humanos.
Otros datos sobre los geoglifos
Los geoglifos se han conservado gracias a la poca humedad del desierto, lo que produce una erosión escasa de la tierra. Las tormentas de arenas tampoco han sido negativas, ya que limpian y se llevan la arena que se deposita encima de las piedras; incluso hacen que los geoglifos se vean mejor.
Los primeros geoglifos construidos (800-200 a. C.) se caracterizaron por ser dibujos figurativos de humanos, animales y seres sobrenaturales. Muchos de ellos se dibujaron en las laderas inclinadas, por lo que algunos asocian estas manifestaciones con el arte rupestre.
Por esto se supone que las primeras actividades ceremoniales realizadas con ofrendas de cerámica eran realizadas a distancia, desde un lugar donde los geoglifos se pudieran observar completos.
Alrededor del 260 a. C., las actividades ceremoniales empezaron a realizarse encima de las líneas. Por ello, los investigadores hallaron fragmentos de cerámica sobre los geoglifos. Además, la base de las figuras está compactada, por lo que se cree que frecuentemente se realizaron recorridos a pie por encima de las figuras.
Al final de este período (260-300 d. C.), se registró un progresivo abandono del uso de las líneas, específicamente en la zona norte. Sin embargo, en el período Intermedio Tardío (1000-1400 d. C.) se retomó el uso de los geoglifos, sobre todo aquellos que se conectaban con centros radiales.
Probablemente estas figuras fueron utilizadas como una especie de senderos que mantenían unidas la zona norte con la zona sur. En la zona norte se hallaron restos de viviendas edificadas encima de las propias líneas, lo que puede indicar que para aquel momento ya no se les daba mucha importancia.
Ubicación de las líneas
El área abarcada por los geoglifos es muy extensa; las miles de líneas ocupan unos 520 kilómetros cuadrados, aunque algunas se prolongan hasta alcanzar los 800 kilómetros cuadrados. En cuanto a su longitud, estas pueden medir hasta 275 metros.
Específicamente, las líneas están a 450 kilómetros de Lima y mantienen cercanía con el Océano Pacífico. Como se dijo en párrafos anteriores, estas manifestaciones están entre las pampas de Nazca y Palpa, por lo que abarcan toda la pampa de Socos.
Las líneas fueron plasmadas en una tierra rojiza que obtiene una tonalidad violeta cuando cae el anochecer. En los alrededores, se elevan un par de cerros que funcionan como un teatro natural.
¿Cómo se hicieron las líneas de Nazca?
Técnicas empleadas
Actualmente, se puede afirmar que los diseños se realizaron a partir de dos sencillas técnicas. La primera consiste en la remoción del nivel superficial del suelo desértico, cubierto de piedras oxidadas. Esto permite que el terreno yesoso subyacente quede a la vista y se vea mucho más claro.
Esta técnica se conoce como “esgrafiado” o “técnica negativa” y es un raspado selectivo de la superficie desértica. La segunda técnica recibe el nombre de “positiva” y consistió en la formación y el apilamiento de un conjunto de piedras en el contorno de los dibujos. En este método se emplearon piedras claras y oscuras, en contraste con el color rojizo del desierto.
Ambas técnicas pueden aparecer combinadas en muchos de los geoglifos, no obstante, en la mayoría de las figuras predomina el esgrafiado.
Motivo de elaboración
Como se mencionó anteriormente, los investigadores han podido establecer quienes construyeron los geoglifos y en qué momento lo hicieron.
Los estudios arqueológicos realizados en Nazca identificaron una larga secuencia cultural, sin embargo, los geoglifos están emparentados con las culturas Nazca y Paracas. Además, se sabe que fueron realizados aproximadamente entre los años 600 a.C. y 1200 d.C.
En cambio, el motivo de estas culturas para realizar los geoglifos es todavía materia de debate para los investigadores. Existen unas veinte teorías en la literatura científica sobre este asunto; incluso se han planteado teorías pseudocientíficas.
El autor Jaroslav Klokoeník, mediante una revisión histórica de las investigaciones científicas sobre Nazca, logró establecer que las teorías más completas son aquellas que entienden el problema de las líneas desde una perspectiva holística, lo que es necesario para abordar el fenómeno a través del contexto de las antiguas culturas que las crearon.
Por lo tanto, la mejor explicación consiste en una combinación de aspectos calendáricos, astronómicos, sociales, rituales y económicos. Cabe acotar que pocos cronistas españoles hicieron mención de los geoglifos, sin embargo, existen documentos coloniales donde se afirma que los geoglifos constituían una gran importancia ceremonial.
Las figuras y qué representan
Las figuras más populares y llamativas de Nazca son las siguientes:
El mono
Consiste en una figura que cuenta con nueve dedos y una cola en espiral; en cuanto a su tamaño, este es de 135 metros. El mono fue hallado por María Reiche, la matemática y arqueóloga alemana que dedicó su vida a las líneas de Nazca.
Para Reiche, las manos y la cola de la figura están relacionadas directamente con las temporadas lluviosas y las constelaciones. Por lo tanto, se cree que el mono es una representación de la Osa Mayor.
El colibrí
Probablemente la imagen más popular de Nazca. Se destaca entre las demás por la simetría de sus líneas. Los arqueólogos han podido calcular una distancia de 66 metros entre sus alas; este elemento le sirvió a la historiadora peruana María Rostworowski para afirmar que el colibrí es un homenaje a alguna deidad voladora con el objetivo de invocar las lluvias.
El pájaro gigante
Se caracteriza por su enorme tamaño, ya que alcanza unos 54 metros de anchura y 300 metros de longitud. Su pico se encuentra ubicado hacia la dirección por donde sale el Sol durante el mes de junio y tiene un cuello de culebra; por esta razón, los investigadores creen que se trata de una representación de una fiesta solar, específicamente la Inti Raymi.
La araña
Esta figura cuenta con unos 46 metros de longitud y algunos afirman que fue elaborada con el objetivo de evadir la temporada de sequía.
La ballena
Cuenta con un tamaño de 20 metros de altura y 60 metros de anchura. Algunos arqueólogos han afirmado que representa a un dios marino.
El hombre-búho o el astronauta
Se trata de una forma antropomorfa muy extraña, caracterizada por su popularidad y por estar recargada de teorías pseudocientíficas. Los pseudoarqueólogos afirman que consiste en una figura humana que porta un casco; esta imagen la utilizan para determinar que las líneas de Nazca fueron elaboradas por los extraterrestres.
Referencias
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