¿Qué características tienen las sagas contemporáneas?
Las sagas contemporáneas son distintos grupos de obras que están todas vinculadas entre sí porque giran alrededor de un mismo tema. El término “saga” surgió en la Edad Media, durante los siglos XII y XIV, con obras basadas en batallas o viajes de vikingos y en las historias sobre conflictos entre familias.
En la actualidad, las sagas se suelen ubicar más dentro del género novelesco, lo que quiere decir que aunque las obras se caracterizan por su narración extensa, también están presentes elementos descriptivos, diálogos o incluso monólogos.
Entre las sagas contemporáneas más relevantes se pueden encontrar obras como El señor de los anillos, de Tolkien; Harry Potter, escrita por J.K. Rowling; Las crónicas de Narnia, obra de C.S. Lewis o Los juegos del hambre de Suzanne Collins, entre otras.
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Aunque la temática de las sagas contemporáneas puede ser muy variada, todas ellas cuentan con algunas características que las hacen fácilmente identificables.
Para empezar, la característica más notoria de las sagas contemporáneas es que tienen un argumento central que es duradero en el tiempo y que está presente a lo largo de todas las obras. Esta historia gira en torno a alguna aventura o a un acto heroico que debe ser realizado.
Aunque la trama continúe a lo largo de todas las obras, el conflicto puede evolucionar o cambiar, al igual que los personajes. Es decir, puede resolverse un conflicto, pero siempre va a aparecer uno nuevo.
Además, las sagas contemporáneas abarcan diferentes géneros: desde la fantasía, como es el caso de Las crónicas de Narnia, El señor de los anillos o Harry Potter; la intriga, como pasa en El cementerio de los libros muertos, o las distopías, como en Los juegos del hambre o en Divergente.
Las distopías se refieren a comunidades o lugares que no existen en la realidad y que no son las deseadas. En el caso del género fantástico, este se da cuando hay una presencia de elementos sobrenaturales o hechos inesperados.
Por otro lado, en las obras basadas en el género de la intriga hay pistas de lo que pasa a lo largo del desarrollo de la historia, pero no se entiende todo y el lector o espectador sabe lo mismo que el personaje de la obra.
Normalmente el narrador es omnisciente. Los narradores en tercera persona de este tipo suelen tener conocimiento sobre toda la historia y controlan todos los detalles.
Las sagas contemporáneas no tienen una extensión o una cantidad de obras específicas, sino que más bien cada saga se compone por un número diferente de obras. Normalmente tienen tres o más tomos y se agrupan en trilogías, pentalogías o septalogías.
El señor de los anillos cuenta con tres libros, y Harry Potter tiene siete obras, al igual que en el caso de Las crónicas de Narnia, que también tiene siete novelas.
Normalmente de una historia se desprenden otras, que remiten a obras precedentes o dan pie al nacimiento de nuevas narraciones. El Hobbit fue la obra que precedió a El Señor de los anillos y que tuvo a Bilbo Bolsón como protagonista.
Tras Harry Potter, por ejemplo, su autora J.K. Rowling, creó otras seis obras o libros secundarios. Animales fantásticos y dónde encontrarlos fue una de esas historias que hacen referencia a un libro que usaban los alumnos de Hogwarts. Actualmente esta historia ya fue llevada al cine y se anunció que será una pentalogía.
En las sagas contemporáneas, existen personajes que están en contra de ciertas situaciones y que tienen el objetivo de evitar que el mal se apodere de su mundo. Esto quiere decir que las obras que conforman las sagas contemporáneas se encuentran llenas de narraciones que hacen alguna referencia a principios sobre el bien o el mal.
En el caso de Harry Potter, por ejemplo, la educación tiene una fuerte carga tradicional, de respeto al otro; y si se rompen las reglas establecidas casi siempre es a partir de una motivación ética.
Los elementos mitológicos también suelen estar muy presentes en las sagas contemporáneas. Además, estas giran alrededor de historias o acciones que invitan a aceptar las diferencias, a crear vínculos o a ser inclusivos.
Los hechos que se cuentan a lo largo de las sagas suelen tener un orden cronológico; es decir, que las cosas van ocurriendo con un orden o de una forma sucesiva y las acciones se narran como si estuvieran sucediendo en tiempo real.
Se utiliza la prosa como método de lenguaje. Lo que quiere decir que no hay una medida o ritmo establecido en el conjunto de palabras que se utilizan, algo que sí suele ocurrir con los versos. Esto permite que sean historias fáciles de leer, pues no poseen mayores adornos en sus relatos.
Aunque los personajes van variando, pues algunos desaparecen de la historia, los protagonistas son inalterables. Lo que también se suele mantener inalterable en el tiempo es el universo en el que transcurre todo.
Como hay una gran presencia de fantasía, a menudo existe una mezcla de humanos y seres fantasiosos y la interacción entre ambos es normal. El protagonista suele ser humano, con el que es posible lograr una relación de empatía con él. Se caracteriza por tener una función heroica y estar rodeado de más personajes que lo ayudarán a cumplir con su cometido.
Es muy normal que los protagonistas de las historias en las sagas contemporáneas sean adolescentes. En Harry Potter el personaje principal inició la historia con 11 años, y Katniss Everdeen, en Los juegos del hambre, tenía entre 16 y 17 años; mientras que Beatrice “Tris” Prior, en Divergente, contaba con 16 años.
Los personajes suele desconocer a qué se enfrentan o el mundo al que van a formar parte. Frodo Bolsón, en El Señor de los anillos, no sabía del peligro que corría al tener el Anillo Único. Lo mismo pasa con Harry Potter, que no sabía nada sobre el mundo de los magos.
El mundo en el que transcurren las narraciones de las sagas contemporáneas es irreal, lleno de fantasía, aunque la descripción que se realiza de los lugares hace creer que pueden ser reales. Parecen reconocibles o similares al mundo real y hasta cercanos.
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