Historia

Homo rudolfensis: qué es, antigüedad, características y alimentación


¿Qué es el Homo rudolfensis?

El Homo rudolfensis fue un hominino que vivió en algunas zonas de África durante el Pleistoceno inferior. Pertenece al género Homo, el de los antepasados del humano, aunque hay mucha controversia sobre su catalogación. 

Un hominino es una subtribu de los primates homínidos, que se caracterizaban por su postura erguida y el andar sobre las dos piernas.

Cuando los primeros fósiles fueron encontrados, los paleontólogos pensaron que pertenecían a la especie Homo habilis. Posteriormente, las diferencias morfológicas llevaron a muchos expertos a la conclusión de que era un nuevo tipo de hominino.

Sin embargo, continúan las diferencias de criterio sobre el asunto. Hasta hoy en día, un grupo de estudiosos considera que no se trata de un Homo, sino de un Australopithecus, aunque no es la postura mayoritaria.

El Homo rudolfensis convivió con otras especies como el Homo habilis o el Paranthropus boisei. Esto ha provocado que su estudio no sea sencillo, especialmente en lo concerniente a la alimentación y a las herramientas que usaba. En muchas ocasiones, los yacimientos son confusos en cuanto a qué especie lo habitaba.

Antigüedad del Homo rudolfensis

El Homo rudolfensis fue descubierto en 1972, a orillas del lago africano de Turkana. El hallazgo fue realizado por Bernard Ngeneo, miembro del equipo de Richard Leakey.

La primera datación de los restos encontrados arrojaron que tenía una antigüedad de 1,9 millones de años. Esto provocó que fuera catalogado como un miembro de la especie Homo habilis, que había habitado la misma zona en esa época.

Posteriormente, ya en 1986, las diferencias morfológicas llevaron a la conclusión de que la catalogación inicial había sido errónea y que se trataba de una nueva especie. Valerii P. Alexeev la bautizó, primero, como Pithecanthropus rudolfensis, aunque después lo incluyó dentro del género Homo.

La controversia, empero, no se ha cerrado todavía. A pesar de la aparición de varios yacimientos, los científicos no han cerrado todavía la discusión sobre la posición evolutiva del Homo rudolfensis.

Datación de la especie

Los análisis realizados a los restos muestran que el Homo rudolfensis vivió entre hace 2 y 1,78 millones de años. Por lo tanto, coincidió en la misma zona con, al menos, otras dos especies de Homo, el H. habilis y el H. ergaster.

Aparte de estas, durante ese periodo de tiempo también existían otros homínidos, como el Australopithecus sediba de Sudáfrica y el Homo georgicus, que ya vivía en Asia.

Parte de los expertos consideran que el H. rudolfensis es un antepasado directo del Homo erectus. Sin embargo, esto no ha podido ser demostrado científicamente, ya que las evidencias halladas no permiten afirmarlo con total certeza.

Características generales del Homo rudolfensis

Como se señalaba anteriormente, aún existe algún grupo de paleontólogos que duda sobre si el Homo rudolfensis es una especie aparte o se encuentra dentro de la del H. habilis.

Las diferencias morfológicas son una de las razones que llevan a la mayoría de los especialistas a afirmar que era una especie diferente.

Anatomía

La morfología del H. rudolfensis era bastante diferente a la del H. habilis. Las más destacadas se encuentran en el cráneo, aunque también las había en otras partes del cuerpo.

La región supraorbital y malar eran muy largas y profundas. Igualmente, presentaba una marcada inclinación hacia delante. Ambas características diferencian los restos encontrados de los del H. habilis.

Por otra parte, se calcula que su volumen craneal era de unos 750 centímetros cúbicos, aunque un científico de la Universidad de Nueva York la ha marcado en 526 cc.

Otra de las características del H. rudolfensis, compartida en este caso con el H. habilis, era el gran dimorfismo sexual. Esto indica que había mucha diferencia en tamaño entre los machos y las hembras, bastante superior al presentado por los grandes simios actuales.

Asimismo, la cara era plana y los post-caninos (dientes) eran amplios y con raíces complejas. El esmalte era, de igual forma, más grueso que el del H. habilis.

Por último, y de acuerdo con alguno de los últimos hallazgos, el paladar de este hominino tenía forma de U. Los caninos se ubicaban enfrentados a la parte de delante de la mandíbula y no a los lados del paladar, como ocurría con otros homínidos contemporáneos.

Relaciones

Una de las discrepancias más comunes sobre el H. rudolfensis es su origen. Cuando, en 1999, se descubrieron los restos del Kenyanthropus platyops, buena parte de la comunidad científica pensó que este era el antepasado directo del H. rudolfensis. Sin embargo, existen otras teorías que no comparten esa creencia.

En cuanto a los descendientes del H. rudolfensis, las hipótesis más sólidas sugieren que evolucionó hacia el H. ergaster. Otros expertos, sin embargo, afirman que ambas especies convivieron, pero sin relación filogenética.

Hábitat y comportamiento

Como se ha señalado anteriormente, esta especie de hominino habitó exclusivamente en el este del continente africano. De hecho, su escasa área de dispersión hace que los paleoantropólogos hablen de un endemismo.

En la misma zona en la que habitó el Homo rudolfensis, también aparecieron varias especies de homínidos que, en esa época, habitaban el planeta. En concreto, la especie compartió hábitat con el Homo ergaster, el Homo habilis y el Paranthropus boisei. De acuerdo con los expertos, su máxima rivalidad fue con el H. habilis.

El H. rudolfensis fue una de las primeras especies en elaborar herramientas para cazar animales. La incorporación de la carne a la dieta fue una de las causas del aumento de la inteligencia de todos los Homo de ese periodo prehistórico.

De acuerdo a los estudios realizados, el Homo rudolfensis era un homínido social. La estructura social mantenía una jerarquía muy marcada, con un macho dominante. Sin embargo, parece que ese liderazgo se basaba más en la capacidad para la supervivencia que en la fuerza, a diferencia de otras especies anteriores.

Otra característica importante era el frecuente nacimiento prematuro de los niños, debido a la forma del canal de parto de las hembras. Esto provocaba que los rudolfensis tuvieran que dedicar mucho tiempo al cuidado de sus crías, lo que acabó formando lazos tribales y sociales.

Alimentación del Homo rudolfensis

Uno de los problemas a la hora de determinar aspectos concretos del comportamiento del H. rudolfensis es que los restos aparecen entre los de especies como el habilis. Esto sucede, por ejemplo, a la hora de establecer sus pautas alimenticias.

Una vez estudiadas las diferencias en la estructura de la mandíbula respecto a los habilis, parece claro que existían diferencias en la alimentación. Sin embargo, los expertos no han establecido cuáles son exactamente.

Sí se sabe que comían plantas que encontraban en su entorno. También hay acuerdo entre casi todos los paleoantropólogos en que la ingesta de carne era grande, la mayoría obtenida de restos de animales muertos, como carroña.

También parece que el H. rudolfensis utilizó algunas herramientas de piedra para cazar y despiezar la comida. No obstante, es muy complicado establecer qué restos pertenecían a esta especie y cuáles fueron usados por otras.

Referencias

  1. Wiki Prehistórico. Homo rudolfensis. Obtenido de es.prehistorico.wikia.com
  2. Paleoantropología. Las especies prehumanas. Obtenido de canaldeciencias.com
  3. Tendencias 21. Tres especies de Homo distintas convivieron hace dos millones de años. Obtenido de tendencias21.net
  4. Australian Museum. Homo rudolfensis. Obtenido de australianmuseum.net.au
  5. Bradshaw Foundation. Homo rudolfensis. Obtenido de bradshawfoundation.com
  6. Smithsonian Institution. Homo rudolfensis. Obtenido de humanorigins.si.edu
  7. Helm Welker, Barbara. Homo rudolfensis. Obtenido de milnepublishing.geneseo.edu
  8. RationalWiki. Homo rudolfensis. Obtenido de rationalwiki.org