Historia

Historia de Rusia: qué es, primeros habitantes, Moscú, URSS, actualidad


La historia de Rusia, el país más grande del mundo, comienza con el arribo de los grupos eslavos orientales y del que derivarían los rusos, los bielorrusos y los ucranianos. Este país multicultural, que abarca desde Europa del Este hasta el norte de Asia, tiene una historia muy interesante que vale la pena conocer.

Su historia va desde la formación de Rusia hasta lo que hoy se conoce como Federación Rusa, pasando por la eliminación del zarismo, el ascenso de los bolcheviques y la posterior disolución de la Unión Soviética.

Primeros habitantes de Rusia

Los investigadores han encontrado que los indoeuropeos llegaron al área que hoy conocemos como Rusia unos 2.000 años a.C., sin embargo, se sabe muy poco de este periodo. 

Se considera que la primera ciudad de la región se estableció en Novgorod, en el siglo IX. Antes de eso, este lugar era una parada en la ruta comercial que recorría desde el mar Báltico hasta el Imperio bizantino.

Era habitado por tribus eslavas y la leyenda cuenta que, para resolver los conflictos que habían surgido entre las diferentes tribus, decidieron buscar un líder que no viviera en la región. 

Viajaron, buscando a los vikingos, para encontrar al líder indicado y encontraron a un grupo llamado Rus, solicitando que tres hermanos de ese grupo se les unieran para regresar a su tierra a gobernarla.

Fue así que el hermano mayor, llamado Rurik de Rus fue a Novgorod en el 860 y por eso la tierra se llama Rusia. Los sucesores de Rurik decidieron cambiar la capital del territorio a Kiev.

La Rus de Kiev

La Rus de Kiev es el primer estado eslavo oriental. El vikingo Oleg se apoderó en el 882 de Kiev y extendió su gobierno, uniendo a tribus eslavas y finlandesas. Para el 911 ya había llegado a algunos acuerdos comerciales con Constantinopla. 

Vladimir el Grande gobernó la Rus de Kiev desde 980 hasta el 1015. Cambió la religión de estado al cristianismo ortodoxo y por esta razón fue santificado tiempo después de morir. 

El cristianismo ayudó a que se mejorara la comunicación de Rus con Europa, lo que impulsó el comercio con Occidente. No todos los pobladores aceptaron la conversión al cristianismo y hubo revueltas paganas en rechazo a la nueva religión. 

Con el cambio de fe, también fue necesario introducir cambios en el lenguaje, pues se requería que los esclavos que apenas se habían convertido al cristianismo pudieran leer la Biblia.

Para ello, los monjes griegos crearon un nuevo alfabeto y este fue el que se convirtió en la base del ruso. Este alfabeto es el cirílico, llamado así en homenaje a Cirilo, un mártir misionero bizantino que cristianizó a los eslavos entre 815 y 865.

El territorio vivió una época dorada, pero empezó a declinar a finales del siglo XI, lo que quizá se debió a un cambio en las rutas comerciales. Para el siglo XII, los principados se convirtieron en unidades políticas independientes.

El título de príncipe de Kiev fue perdiendo importancia y cuando Kiev fue conquistada por los mongoles en el siglo XII, esto acabó con el poder que tenía. Algunos restos del estado de Kiev siguieron adelante en los principados de Galicia y Volhynia, pero en el siglo XV fueron absorbidos por Polonia y Lituania.  

El periodo mongol

Una tribu nómada liderada por Genghis Khan, conocida por su ferocidad, atacó la parte oriental de Europa. Su nieto, Batu, logró controlar Polonia, Hungría y a toda la Rus de Kiev, estableciendo un reino llamado Horda de Oro. 

El dominio mongol sobre este territorio duró dos siglos y el área quedó aislada, de Occidente y del Imperio bizantino, pues la economía mercantil se desintegró. La Iglesia ortodoxa siguió adelante, gracias a la tolerancia religiosa mostrada por los mongoles, y por ello se mantuvieron las tradiciones rusas, incluyendo la lengua y la literatura

Fundación de Moscú

En 1147 se fundó un pueblo a orillas del río Moskva, nombrado como Moscú, que más tarde se convirtió en una ciudad y eventualmente adquirió una gran importancia como centro de un estado eslavo oriental llamado Moscovia. 

Moscú significó la reunificación de los rusos y su ubicación geográfica ayudó mucho a que se consolidara, pues facilitaba el comercio, la comunicación y también la expansión. Durante distintas generaciones los jefes moscovitas fueron administradores, guerreros y diplomáticos que lograron superar a los mongoles.

Moscovia se fue haciendo más grande y, por el contrario, los mongoles cada vez tenían menos poder. La Iglesia ortodoxa apoyó a Moscovia en su idea de dominar a los otros estados rusos. 

La ciudad se fortificó con muros de piedra alrededor de la ciudadela, conocida como Kremlin. A la par, derrotó a Tver, Riazán y Lituania y, posteriormente, se enfrentó a los mongoles en la batalla de Kulikovo, bajo el mando del duque Dmitrii, que gobernó desde 1359 hasta 1389.

Reinados de Iván el Grande y Vasilii III

En este periodo, que comprende desde 1462 a 1533, fueron sometidos diversos estados al reino moscovita. Se acabó el tributo a los mongoles y se ideó un sistema monetario único y un código legal. 

También durante esta época se estableció comunicación con el Papa en Roma, lo que dio pie a relaciones diplomáticas entre el papado y el reino moscovita. Los arquitectos del renacimiento remodelaron el Kremlin, agregando torres, palacios y catedrales. 

La política de los gobiernos de Iván y Vasilii se basó en expandir su poder y sus estados. Con la caída de Constantinopla en 1453, la Rusia moscovita quedó como el único reino ortodoxo independiente.

Iván se casó con Sofiia Paleologus, quien era sobrina del último emperador bizantino, y adoptó las ceremonias litúrgicas de la corte, así como el símbolo del águila bicéfala. Moscovia se planteó como objetivo unir a todos los reinos cristianos bajo su dominio y la iglesia rusa empezó a replicar los ideales bizantinos.

El zarismo

Rusia fue gobernada por los zares desde 1547 hasta 1917. Iván IV, también conocido como Iván el Terrible, fue el primero en ser proclamado zar de Rusia, en 1547. Con su reinado finalizó la construcción de un estado ruso gobernado centralmente y se creó un nuevo imperio que incluía estados no eslavos. 

El título de zar se deriva del título latino césar. Después de ser coronado como zar, Iván se casó con Anastasia Romanova, la tía abuela de quien después fue el primer zar perteneciente a la famosa dinastía Romanov.

En 1550 se redactó un nuevo código legal y la administración de Rusia se reorganizó en departamentos. También se transformó al ejército y se instauró una nueva regla para que los comandantes accedieran al puesto por sus méritos y no por su origen noble. 

El sobrenombre de este zar se debe a que instauró un reinado de terror, pues era un gobernante cruel y despiadado que expandió las fronteras del estado ruso por medio de tácticas muy duras de represión. 

En 1613 comenzó el periodo de la dinastía Romanov con Miguel I. Esta dinastía se mantuvo en el poder hasta 1917, cuando comenzó la revolución rusa. 

La Revolución rusa

La Revolución rusa derrocó al gobierno imperial, llevando a los bolcheviques al poder. Este movimiento tuvo su origen en el rechazo a la corrupción y las políticas represoras del zar Nicolás II, además de los efectos que tuvieron las pérdidas rusas en la Primera Guerra Mundial.

En 1917 comenzaron los primeros disturbios por la falta de alimentos en Petrogrado, ahora San Petersburgo. Debido a las revueltas, Nicolás se vio obligado a renunciar y se formó un gobierno provisional.

El movimiento soviético estuvo dominado por el Partido Socialista Revolucionario, con una mezcla de bolcheviques y mencheviques. Vladimir Lenin (1870-1924) consiguió la mayoría de los soviets de Petrogrado y Moscú. Los soviets eran una especie de asambleas comunales donde participaban todos los ciudadanos trabajadores, como obreros y soldados.

Después de la Revolución, tanto el zar como toda la familia Romanov fueron ejecutados por los bolcheviques. 

Con la Revolución rusa surgió el comunismo como un influyente sistema político, y más tarde se formó la Unión Soviética, que se convirtió en una potencia mundial, lo que dio pie a la llamada Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. 

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)

La Unión Soviética se formó en 1921 como un estado marxista-comunista y fue una nación muy poderosa hasta su caída en 1991. 

Este territorio, conocido como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, se componía de 15 repúblicas: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Estonia, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.

Luego de la muerte de Lenin, Joseph Stalin asumió el poder manteniendo un gobierno totalitario, autoritario y represivo hasta su muerte, en 1953.

Durante su existencia fue el país más grande del mundo, de acuerdo con el área que ocupaba. Y agrupó a más de cien nacionalidades, aunque la mayoría eran eslavos orientales, es decir, rusos, ucranianos y bielorrusos. 

El sistema político era autoritario y centralizado, la base económica era la propiedad socialista de los medios de producción, así que todos estos medios eran administrados por el gobierno. 

Después de la Segunda Guerra Mundial se inició una rivalidad entre Estados Unidos y la URSS. Estados Unidos se sintió amenazado por el poder soviético y pusieron en marcha una estrategia de contención que implicó una gran acumulación de armas. La idea era que, en caso necesario, se utilizarían las armas para frenar la expansión comunista.

Los funcionarios estadounidenses alentaron el desarrollo de armas atómicas y por esta razón comenzó una carrera entre ambas potencias. Durante 1949 la URSS probó una bomba atómica y posteriormente el gobierno de Estados Unidos anunció la construcción de una superbomba, que finalmente se probó en las islas Marshall, dando comienzo a la era nuclear. 

Rusia después de la caída de la Unión Soviética

La Unión Soviética colapsó en 1991 y la Federación Rusa se convirtió en un país independiente. De las 15 repúblicas socialistas, Rusia es la más grande y de alguna manera este estado fue el sucesor de la URSS, pero sin el poder político y militar que tuvo en el pasado. 

Actualmente Rusia comparte muchas cosas con la cultura política del pasado soviético y zarista. 

Vladimir Putin

Desde 1999 Vladimir Putin ha estado envuelto en la política rusa, cuando fue nombrado primer ministro y después presidente interino. En marzo del 2000 Putin ganó las elecciones y su primer mandato se inició en medio de la guerra con Chechenia.

En 2004 fue reelegido y, durante su segundo mandato, se enfocó en asuntos internos de Rusia, pero recibió muchas críticas por sus políticas de represión y censura contra los medios. 

En 2008 fue elegido Dmitry Medvedev como presidente y Putin ocupó nuevamente el cargo de primer ministro. Rusia enfrentó en ese periodo una fuerte crisis económica.

En 2012 Putin volvió a ganar la presidencia en una elección muy controvertida, donde se cuestionó si era constitucional que Putin gobernara por tercera ocasión y además hubo acusaciones de fraude electoral. Actualmente, Putin sigue ejerciendo el cargo de presidente en Rusia. 

En 2014 desplegó fuerzas militares en la península de Crimea, perteneciente a Ucrania, y la anexionó a Rusia, generando la primera etapa de la guerra ruso-ucraniana.

En febrero de 2022 Rusia invadió Ucrania.