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Trichoderma harzianum: qué es, características, morfología, aplicaciones


¿Qué es el Trichoderma harzianum?

Trichoderma harzianum es un hongo filamentoso benéfico para las plantas, empleado en el control biológico de enfermedades producidas por otros hongos fitopatógenos. Es ampliamente utilizado en la agricultura debido a sus propiedades como biofungicida, biofertilizante y bioestimulante.

El Trichoderma harzianum es un hongo cosmopolita, ya que se distribuye a nivel mundial en diversos ecosistemas y entornos naturales, siendo habitual su desarrollo en sitios donde se acumula material vegetal orgánico, como restos de cosechas o suelos húmicos (donde predomina el humus).

Las plantas con alta densidad de raíces adventicias y una rizosfera adecuada, favorecen su colonización. De hecho, su gran capacidad de adaptación a diversas condiciones agrológicas, hacen del Trichoderma un hongo con amplio espectro de uso.

Características del Trichoderma harzianum

– Se caracterizan por proliferar en ecosistemas terrestres (suelos agrícolas, pastizales, bosques y desiertos) y ecosistemas acuáticos.

– Algunas especies son de vida libre en el suelo, oportunistas, simbiontes de plantas, y otras son micoparásitas.

– Asimismo, tienen la capacidad de colonizar diversos ambientes debido a su gran capacidad reproductiva. Pueden adaptarse y sobrevivir en condiciones extremas de temperatura, salinidad y pH.

– En su estado vegetativo presentan un micelio o septos simples, haploides, y su pared está compuesta por quitina y glucanos.

– Son anaerobios facultativos y se reproducen asexualmente por conidios.

– Presenta bajos requerimientos nutricionales, aunque su crecimiento se ve favorecido por la materia orgánica y la humedad. El rango de temperatura óptima para su crecimiento y desarrollo se encuentra entre los 25º a 30º C.

– Se le puede localizar en diversos materiales orgánicos y suelos, presentan una amplia distribución debido a su gran adaptabilidad. Algunas especies prefieren sitios secos y templados, y otras lugares húmedos y fríos.

– Como son organismos endófitos, compiten con la rizosfera de la planta, logrando colonizar la superficie radicular. De hecho, penetran a través de los espacios intercelulares, hasta la primera o segunda capa de células.

Funciones

– Una de las funciones principales del Trichoderma harzianum es su capacidad para desarrollar relaciones simbióticas con las plantas. El hongo se despliega y crece en la rizosfera del cultivo, incrementando su desarrollo para obtener más espacio donde crecer.

– Usado como agente de control biológico, tiene la habilidad de producir enzimas que atacan e inhiben hongos fitopatógenos. En efecto, incorporados al sustrato o el terreno de cultivo antes de la siembra resulta muy beneficioso.

– Su acción como hiperparásito competitivo se sustenta en la producción de metabolitos antifúngicos y enzimas hidrolíticas. Origina cambios estructurales a nivel celular, tales como vacuolización, granulación, desintegración del citoplasma y lisis celular, sobre los organismos controlados.

– Estudios a nivel de almácigo han permitido determinar el incremento del sistema radicular al emplear el Trichoderma harzianum en diferentes dosis.

– Estimula la germinación de las semillas y favorece el crecimiento de las nuevas plántulas.

Es recomendable incluir el T. harzianum en un programa de control de enfermedades con el objeto de aprovechar su capacidad antagónica. Se ha comprobado que aplicaciones de Trichoderma previene y controla patógenos como Fusarium, Pythium, Phytophthora, Rhizoctonia y Sclerotium.

Morfología

El género Trichoderma comprende una serie de especies sin fase sexual evidente. Se caracteriza por un micelio septado, conidios generalmente ovalados, conidióforo hialino no verticilado, fiálides singulares o agrupadas, y conidios unicelulares.

A nivel macroscópico las colonias son fácilmente reconocibles por su coloración blanca-verde o amarilla-verde. Además, en las áreas con conidios, se observan anillos concéntricos; y al revés de las colonias la coloración es amarilla, ámbar o amarillo-verdoso.

A nivel microscópico, se observan conidióforos erectos, hialinos, ramificados y no verticilados, en grupos o solitarios. Las fiálides presentan forma de pera, únicas o en grupos, hinchadas en la región central y delgadas en el ápice.

El ángulo de inserción entre las fiálides y los conidióforos es recto. Los conidios unicelulares son oblongos o sub-globosos, lisos o equinulados, de coloración verde o hialinas, y se presentan en masas en los ápices de las fiálides.

Reproducción

El género Trichoderma no presenta un periodo sexual avanzado, naturalmente se reproducen por esporas asexuales. El ciclo de vida de T. harzianum inicia cuando el organismo crece y se ramifica como una hifa fúngica de 5-10 micras de diámetro.

La esporulación asexual empieza cuando las esporas de 3-5 micras de diámetro son liberadas en gran cantidad. Igualmente se forman clamidosporas intercaladas, de forma individual, si bien algunas veces se observan dos o más clamidosporas fusionadas.

Aplicaciones

El Trichoderma harzianum es ampliamente usado como controlador biológico debido a su rápido crecimiento y desarrollo. Además, promueve una variedad de enzimas capaces de degradar a otros hongos fitopatógenos.

Este hongo es un agente natural, no agresivo con las plantas o el suelo. Usado como biocontrolador no reporta toxicidad sobre los cultivos, igualmente reduce el impacto ambiental por la ausencia de químicos en el suelo.

El efecto biocontrolador del T. harzianum se realiza dependiendo de los ambientes donde se presenta la incidencia de los fitopatógenos. El método de control y el modo de aplicación se realiza en la estructura, área y espacio que se desee proteger.

Generalmente, el control se realiza mediante aplicaciones controladas a las semillas, al sustrato en semilleros o directamente al suelo.

Es común el uso de aspersiones sobre hojas, flores y frutos; y recientemente se han realizado estudios para prevenir ataques de patógenos postcosecha.

Control biológico en semillas

El tratamiento de semillas con T. harzianum está orientado a proteger la semilla contra agentes patógenos intrínsecos o del suelo. Además, proporciona protección en el tiempo a las partes subterráneas de la nueva planta una vez germinada.

Una vez inoculada la semilla con el hongo, este es capaz de colonizar la rizosfera de la planta ejerciendo su acción biocontroladora. Aunado a esto, la cantidad del hongo aplicado en semillas es menor, si se compara con la cantidad a aplicar a un terreno de cultivo.

Para la aplicación del Trichoderma sobre la semilla se usan diferentes métodos: el uso de un polvo seco, aplicación de biopreparado en forma de pasta, disolución en arcilla seca o cobertura por peletización.

Control biológico en el suelo

El suelo es el medio propicio para el control de los patógenos por medio del Trichoderma harzianum. De hecho, la rizosfera de las plantas es el ambiente más favorable para ejercer su acción antagonista.

La aplicación del hongo sobre las semillas se realiza con el objeto de establecer localmente el biocontrolador en la rizosfera. De allí que el control biológico en el suelo está relacionado directamente con la aplicación del hongo sobre la semilla.

Otros métodos incluyen la aplicación directa al surco o al voleo, al momento de la siembra o durante la limpieza y aporque de la planta. En este caso, se aplica en polvo, granulado o incorporado junto a enmiendas orgánicas.

Control sobre la superficie foliar

El control biológico por medio de Trichoderma en áreas foliares, como flores, frutos y follaje, está sujeto a las condiciones ambientales. La baja disponibilidad de nutrientes, las variaciones de temperatura, la radiación solar y el viento son condiciones que dificultan el establecimiento del hongo.

Al respecto, las formulaciones diseñadas para aplicar el antagonista deben contener adherentes y nutrientes que faciliten la colonización del Trichoderma. La moderada efectividad de este método y su alto costo, ha promovido el estudio de nuevas estrategias de control a nivel foliar.

Referencias

  1. Argumedo-Deliria Rosalba, et al. El género fúngico Trichoderma y su relación con contaminantes orgánicos e inorgánicos.
  2. Gato Cárdenas, Yohana. Métodos de conservación y formulación de Trichoderma harzianum Rifai. Fitosanidad.
  3. Infante Danay, et al. Mecanismos de acción de Trichoderma frente a hongos fitopatógenos. Revista de Protección Vegetal