9 Cuidados Después de una Cesárea
Es importante que se sigan una serie de cuidados después de la cesárea; de dieta, higiene y otros hábitos que ayudarán a mejorar la salud y recuperar energías. Tras la cesárea hemos de tener en cuenta que la mujer debe recuperarse tras haber sido sometida a una intervención quirúrgica además de haber dado a luz y todo lo que ello implica.
La cesárea es la intervención por la que, a través de una incisión en la zona baja del vientre de la madre, se extrae al bebé. Esta se realiza cuando no es posible el parto o porque este no es seguro a través de la vagina. También se le denomina parto por cesárea o nacimiento abdominal.
Para realizar una cesárea, se suele anestesiar a la madre desde el tórax hasta los pies. La anestesia puede ser de tipo epidural o raquídea. Estos tipos de anestesias se diferencian en que la epidural se inyecta en el espacio epidural, es decir, alrededor de la médula y surte efecto tras diez o veinte minutos, se suele utilizar para intervenciones más largas.
En el caso de la raquídea, se inyecta el fármaco directamente en la médula espinal y su efecto es instantáneo. Está indicado para procedimientos breves y que no conllevan complicaciones.
Existen distintas razones por las que el equipo médico decide practicar la cesárea y para tomar esta determinación se basarán en el estado del bebé, así como el historial médico de la madre y si ha tenido algún parto con anterioridad. Puede ocurrir que el embarazo sea múltiple o bien, que el estado de salud del bebé corra algún riesgo.
Por ejemplo, que presente la frecuencia cardíaca anormal. También, que sea muy grande o que no haya tomado una posición adecuada en el útero. Además, existen causas que están directamente relacionadas con la madre como que sufra alguna cardiopatía o padezca algún tipo de infección o enfermedad relacionada con el aparato reproductor.
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¿Qué puede ocurrir tras la cesárea?
Teniendo en cuenta que una mujer que acaba de dar a luz trae una gran responsabilidad como es un nuevo miembro de la familia y que, en gran medida, depende de sus cuidados.
Hemos de tener en cuenta que, en el caso de una cesárea, estas madres han sido sometidas a una intervención quirúrgica con el proceso post-operatorio y todos los riesgos que pueden acarrear.
En primer lugar, la recuperación es más lenta. Normalmente, reciben el alta médica entre los dos y cuatro días tras la intervención, pero las mujeres que se someten a una cesárea podrán tardar hasta varias semanas en volver a la normalidad y a encontrarse en plenas condiciones físicas.
Son comunes, independientemente del tipo de parto, el dolor de las mamas, los cambios de humor y el flujo vaginal abundante. En el caso de la cirugía, tras la cesárea y debida a la anestesia, es común que estas mujeres se sientan adormecidas hasta 48 horas después. Además, es probable que sientan náuseas que suelen estar causadas por la medicación.
Cuidados para la madre tras una cesárea
1- Levantarse de la cama
Se sugiere que sea en las primeras 24 horas después de la intervención. El objetivo de esto es evitar el riesgo de trombos y la acumulación de gases en el tórax. Es importante tener mucho cuidado con la cicatriz y seguir una serie de indicaciones para levantarse de la cama.
El personal de enfermería suele ayudar a estas mujeres para indicarles qué postura pueden adoptar y cómo pueden levantarse de la manera más cómoda. Es muy importante que mientras se levanten, tapen con su mano la cicatriz para evitar movimientos bruscos y que se abra la herida.
2- La higiene
Normalmente, en primer lugar, el primer aseo tras la intervención se les suele realizar, por el personal, en la cama.
Al día siguiente, ya pueden tomar una ducha con el apoyo de alguien por si se sienten mareadas y para tomar las precauciones necesarias con la cicatriz. Es muy importante que si la herida se moja, se seque muy bien antes de volver a taparla para evitar posibles infecciones y favorecer el proceso de cicatrización.
3- Curación de la herida
Durante los tres o cuatro primeros días, la cicatriz se suele limpiar con un antiséptico no yodado y se tapa con un apósito para prevenir el riesgo de infección. Si tras estos días, la herida está limpia y el proceso de cicatrización es normal, normalmente, se recomienda que se limpie con agua y jabón cada 24 horas y que se seque bien.
Cuando esté seca, se debe volver a tapar con un apósito. Es normal que la herida produzca picazón, tirantez o dolor, pero no que supure o esté inflamada. Ante estos signos, debemos acudir al especialista.
Además, conviene recordar que es muy importante no realizar grandes esfuerzos y evitar ciertos movimientos y posturas que no afecten a la cicatriz.
4- El descanso
Tras una intervención quirúrgica, es normal que nos sintamos cansados. Esto resulta más complicado en el caso de la cesárea puesto que el bebé depende en gran medida de que su madre le amamante y le cuide. Es importante que la madre esté tranquila y procure, en la medida de lo posible, descansar.
Para ello, es importante contar con la ayuda del cónyuge o alguien de confianza para que pueda ayudar a la madre a moverse y desenvolverse con las tareas relacionadas con su cuidado y el del bebé.
Tras la llegada del recién nacido, suelen ser comunes las visitas de amigos y familiares. Para compaginarlas con el descanso, es importante dejar claro un horario de visita o que queden pospuestas para más adelante, cuando la madre se haya recuperado.
5- La alimentación del bebé
Si los padres decidan que el bebé va a ser amamantado, en el caso de las cesáreas encontramos una dificultad doble. En primer lugar, es que la leche suele tardar más en subir que en un parto vaginal y esto puede demorar el inicio de las tomas.
Además, normalmente tras una cesárea, no se pone al bebé en el pecho y esto, dificulta un buen agarre el pezón lo que dificulta la alimentación del recién nacido. Por ello, se recomienda que se avise al personal sanitario sobre la decisión de amamantar al bebé para que puedan facilitar esta tarea tras el parto.
6- La dieta de la madre
Suele ocurrir que muchas mujeres se obsesionan en recuperar el peso tras el parto. Se recomienda, sobre todo en el caso de la cesárea, seguir una dieta rica y variada.
Es importante tomar alimentos de todos los grupos y no abusar de los azúcares y las grasas. También, se desaconseja ingerir alimentos que provoquen gases como el brócoli y las legumbres.
Es muy importante que, a lo largo del embarazo, la dieta también sea rica y saludable. La razón es doble: evitar el sobrepeso de la madre y favorecer el crecimiento del bebé.
Tras la cesárea y hasta que no hayan pasado seis horas después de la intervención, la madre no recibirá ningún alimento. Tras estas horas, en un primer lugar, la ingesta consistirá en líquidos. En los siguientes días, la dieta debe ser blanda y abundante en fibras para favorecer el tránsito intestinal.
En las siguientes semanas, se recomienda seguir estas indicaciones en la dieta:
–Proteínas. Se recomiendan para el proceso de recuperación de los tejidos y la cicatrización de la herida. Las proteínas más adecuadas para ello las podemos encontrar en las aves de corral, el pescado, la carne roja magra y la carne de cerdo. Además, también están presentes en las nueces, las semillas y las legumbres.
-La vitamina C. Sirve, al igual que las proteínas, para favorecer la cicatrización. También, es útil para prevenir las infecciones. Esta vitamina está presente en los cítricos, el melón, las fresas, las patatas, los tomates y el brócoli.
–Hierro. Su función es doble. En primer lugar, sirve para restaurar la sangre perdida a través de la producción de la hemoglobina y, también, para mejorar el sistema inmunológico. Alimentos como las carnes rojas y las aves de corral, los huevos, el pescado y las legumbres son fuentes de hierro.
–Líquidos. Es importante mantenerse hidratado y, además, tras una cesárea es muy común el estreñimiento. En este caso, los líquidos favorecen el tránsito intestinal. Se recomienda ingerir entre ocho y diez vasos al día. Pueden ser de agua, de zumos (preferiblemente naturales) o de leche.
En el caso de optar por la lactancia materna es importante que la dieta no sea hipocalórica. Una fuente muy saludable de grasas es el aceite de oliva. Además, se recomienda el consumo de alimentos cocinados a la plancha y la ingesta de frutas y verduras que, como dije anteriormente, evitarán el estreñimiento.
También, se desaconseja consumir frutos secos. Las mujeres que optan por amamantar a sus bebés, comprobarán cómo dar el pecho aumenta el gasto energético y así, podrán perder el peso que han cogido durante la gestación.
Si la decisión es no dar el pecho y recurrir a la lactancia artificial, la dieta puede ser hipocalórica, pero es importante que esté supervisada por un especialista de la nutrición para que ésta sea variada y pueda cubrir todas las necesidades alimenticias de la madre.
7- Cuidados de la piel
Cuando perdemos o ganamos peso de manera brusca es común la aparición de estrías. Este hecho suele aparecer a lo largo del embarazo y, tras el parto.
Para evitarlo, se recomienda el uso de cremas anti-estrías durante la semana de después del parto, aplicándola en la barriga y por el pecho, evitando untarla por el pezón y la areola. También, pueden usarse a lo largo del embarazo.
Después, se puede recurrir a las cremas reafirmantes y anticelulíticas, aplicándolas en las mismas zonas. Además, la ingesta de líquidos es muy importante ya que así, también, hidratamos nuestra piel.
8- Ejercicio físico
Con el objetivo de recuperar la figura y para contribuir al bienestar de la madre, se recomienda el ejercicio físico. Éste debe realizarse pasadas unas semanas tras la intervención y, en el caso de la cesárea, debe demorarse más que en los partos vaginales.
Cada vez son más las mujeres embarazadas que, durante la gestación, deciden practicar algún deporte de intensidad media o baja como el yoga, la natación, la bicicleta, etc. Es una estupenda decisión porque además de contribuir a un buen estado físico, tendrán repercusiones positivas durante el parto al estar mejor preparadas físicamente y tener los músculos más tonificados.
En un primer lugar y para evitar el sedentarismo, la rutina puede empezar con pequeños paseos para ir recuperando la condición física. Si se realiza junto con el bebé favorecerá a ambos puesto que, para la madre, el sol contribuye a la fijación de calcio en los huesos y en el bebé, disminuirá la bilirrubina.
Antes de recuperar cualquier actividad física, se recomienda fortalecer el suelo pélvico. Los ejercicios de Kegel son los idóneos para tal. Tras la cesárea, durante el primer mes, no se recomiendan los ejercicios abdominales y realizar grandes esfuerzos, por ejemplo: poner la lavadora, cargar con peso, etc.
Poco a poco, se pueden incorporar ejercicios suaves como practicar el yoga o el pilates. Cada mujer tendrá que adaptar estos ejercicios a su estado y a su condición física. También, a medida que pase el tiempo y se vaya recuperando, podrá incorporar a su rutina ejercicios de mayor intensidad.
9- Las relaciones sexuales
En primer lugar, si vas a tomar medidas anticonceptivas, es importante que las consultes con el especialista.
Cada persona y cada pareja son totalmente distintas, por eso no se habla de una fecha en la que se retomen la vida sexual. En el caso de la cesárea, ese momento puede retrasarse algo más debido a la cicatriz y las molestias que pueda ocasionar. Por eso, es importante que estas cuestiones se hablen en pareja y se busquen momentos de tranquilidad para que la pareja se sienta cómoda.