Elecciones cuando no había un sistema electoral autónomo y confiable
Los procesos electorales en México para elegir a las personas que estarán al mando de la política del país no siempre han contado con las elecciones tradicionales conocidas en la actualidad.
Hace cientos de años, específicamente en el siglo XVI, México fue colonizado por los españoles y pasó a formar parte del Virreinato de Nueva España. La llegada de los extranjeros a sus tierras provocó que un virrey fuese nombrado para representar al rey de España, quien no viajaba al Nuevo Mundo.
Su postulación no fue elegida por la población del país latinoamericano; al contrario, las poblaciones indígenas sufrieron una serie de represiones (como el cese del suministro de agua potable) para poder realizar la colonización del lugar.
Actualmente, México cuenta con un sistema electoral establecido que tiene al Instituto Nacional Electoral como la organización base que se encarga de la realización de las elecciones.
Además, las leyes del país establecen una normativa que incluye datos legales, como las fechas y los horarios en los que deben ocurrir las elecciones.
Índice del artículo
- 1 Voto antiguo en México
- 2 Voto moderno en México: Elecciones federales
- 3 Algunas de las reformas electorales más importantes
- 4 Sistema electoral de la actualidad
- 5 Referencias
El proceso para elegir a los dirigentes que encabezarían la política en México no siempre tuvo al voto como su instrumento principal.
Hace cientos de años, específicamente en el siglo XVI, las figuras públicas que llevaban las riendas del país fueron impuestas tras un proceso de conquista que duró varios años.
La colonización de los españoles en México, donde predominaba la población de indígenas aztecas, culminó con el renombramiento de la región a Nueva España. Además, comenzó a ser dirigido por un virrey, que era el representante del rey en el Nuevo Mundo.
Acciones como la encarcelación del último gobernante de los aztecas, Cuauhtémoc, y la interrupción del suministro de agua; así como la obstaculización de los recursos de sanidad, comercio y comunicación, contribuyeron para que los españoles lograran su cometido de colonizar la tierra mexicana.
El fin del Virreinato de Nueva España tuvo lugar en el año 1821, el mismo año en el que se firmó la Independencia de México, lo que dio paso al Primer Imperio Mexicano.
Hace algunos siglos, el proceso para elegir al representante de un Estado era muy distinto al que se observa en la actualidad.
En el caso del Virreinato de Nueva España, el virrey era elegido por la Casa Real española que se encontrara al mando en ese entonces; la posición social era una de las características principales que eran tomadas en cuenta para dar el cargo a la persona que representaría al rey en América.
Se sabe poco acerca de la fecha exacta en la que se estableció un sistema electoral definido en México, así como de los requisitos que debía cumplir la población para participar.
Según algunos registros, el inicio del voto moderno en México ocurrió en el año 1810, mientras que otros lo fechan en 1821 (con el fin del Virreinato de Nueva España).
Existen registros sobre elecciones de diputados en la región para el año de 1823, cuando estaba instaurado el Primer Imperio Mexicano; a pesar de ello, hay pocos datos sobre las condiciones en las que eran realizadas o sobre las características que debían tener los dirigentes para postularse a un cargo.
La influencia de ciertos sistemas políticos de países como España fue de gran importancia para el establecimiento de las bases del sistema electoral mexicano.
El voto universal usualmente podía ser llevado a cabo por hombres mayores de los 25 años que fuesen el soporte de su familia, solteros, casados o viudos, nobles o plebeyos, sin antecedentes penales, ni poseedores de deudas a los fondos públicos.
Los procesos electorales para renovar los cargos correspondientes a los poderes federales de elección popular, como lo son el Poder Ejecutivo (cuyo cargo es ejercido por el presidente) y el Poder Legislativo (conformado por el Senado de la República y por la Cámara de Diputados), se han desarrollado en México desde el siglo XIX.
Llevadas a cabo en agosto de 1824, las elecciones federales de ese año sirvieron para elegir por primera vez en la historia de México los cargos de presidente de la República y el de vicepresidente de México.
En el caso del presidente de la República, el resultado del proceso electoral dejó a Guadalupe Victoria como el encargado de ejercer el período presidencial comprendido entre 1825 y 1829.
En el caso de la vicepresidencia, Nicolás Bravo obtuvo la mayoría de los votos para trabajar durante el mismo período de tiempo.
La institucionalización de los procesos electorales de México inició con esta ley. El control centralizado del gobierno sobre los comicios, la restricción de acceso de los partidos políticos y el método de escrutinio fueron establecidos en dicha normativa.
Las mujeres pudieron participar por primera vez en un proceso electoral el 3 de julio de 1955 para elegir a los diputados federales para la XLIII Legislatura. Esto significó un hito para la historia del sistema electoral del país centroamericano.
El sistema electoral sufrió diversas reformas con el pasar de los años. Entre estas se encuentran: la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LFOPPE), la Reforma Electoral de 1987, la de 1991, la de 1994 y la de 1996; la última de estas reformas fue la que más cambios ocasionó al proceso electoral.
El proceso electoral de México en la actualidad es muy diferente en comparación con la forma de elegir a los mandatarios en el país durante el siglo XVI.
Hoy día, las elecciones federales (Presidencia de la República, Diputados y Senadores que integran el Congreso de la Unión) son organizadas por el Instituto Nacional Electoral.
De esta forma, existen en la actualidad dos tipos de elecciones: las ordinarias, que cumplen con las votaciones estipuladas en una ley que establece que cada seis años se debe realizar el proceso; y las extraordinarias, que se realizan cuando las elecciones ordinarias son suspendidas por alguna razón de causa mayor.
El proceso electoral de México está conformado por cuatro etapas. La primera es la preparación de las elecciones, momento en el que realizan las campañas electorales en un período estipulado entre 60 y 90 días. Además, se realiza un sorteo para determinar cuáles ciudadanos serán funcionarios de casilla.
La segunda etapa se trata de la jornada electoral en sí. Este proceso tiene lugar el primer domingo de julio del año electoral de 8:00 am a 6:00 pm; una vez culminada la jornada, realizan el conteo de votos y se anuncian los resultados (lo que conforma la tercera etapa).
La cuarta y última etapa del proceso corresponde al dictamen y la declaración de la validez de la elección.
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