Otredad: qué es, origen, significado y ejemplos
¿Qué es la otredad?
Otredad es la percepción del otro como alguien diferente y ajeno a uno mismo y la comunidad, sin que esto necesariamente implique un sesgo negativo. Es la aceptación de la existencia de los que son distintos a nosotros.
Este término ha sido objeto de estudio de la antropología social, la filosofía y sociología, ya que implica el desenvolvimiento y la formación de las relaciones sociales a través del reconocimiento del otro –que además está en nuestro entorno–.
Por otro lado, algunos especialistas indican que tanto el concepto del “otro” y la “otredad”, provienen de los estudios en antropología que buscaron explicar la diversidad cultural, las estructuras sociales y las perspectivas individuales.
Entonces se tiene que la otredad parte de dos puntos importantes: el “yo” y el “otro” (o también “ellos” y “nosotros”), que busca fomentar el entendimiento y las relaciones pacíficas en la sociedad, así como el respeto y la armonía social.
Origen del concepto de otredad
Algunos estudiosos señalan que el concepto de otredad comenzó a utilizarse en los estudios de antropología social a principios del siglo XX.
No obstante, cabe mencionar que se han encontrado antecedentes sobre el tema que datan de otras corrientes y estudios, como en el evolucionismo del siglo XIX o en el funcionalismo del XX.
Por lo tanto, se puede decir que el estudio al respecto se ha realizado en diferentes épocas y contextos históricos.
En la elaboración de una definición, los estudiosos se valieron del análisis de varios procesos sociales y culturales muy importantes, como la Revolución industrial o la época de la conquista en América, principalmente porque puso en evidencia la presencia de individuos con costumbres y necesidades diferentes entre sí.
A raíz de ello, se estima que la sociología persigue la comprensión del “nosotros”, mientras que la antropología estudia a los “otros”.
Aspectos importantes
En vista de lo anterior, vale destacar algunos elementos importantes que se encuentran vinculados con el surgimiento de la otredad como concepto:
– Se cree que el filósofo alemán Georg Hegel, fue uno de los primeros que introdujo el término del otro como parte de una serie de estudios sobre el viaje de autoconocimiento que hace el hombre.
– Jean Paul Sartre también hace alusión al tema cuando indica que el mundo cambia por la presencia de un otro. Esto, además, corresponde a un sentimiento que toda persona posee y que no necesariamente tiene que ser visto como una amenaza o idea negativa.
– La otredad es un fenómeno que pone en evidencia la necesidad de la práctica de la empatía, puesto que requiere comprender al otro.
– En el psicoanálisis, Freud indicó que lo otro era todo aquello diferente del yo, eso que se encuentra en lo externo y que no es la persona en sí misma.
– Otros autores le han otorgado dimensiones más complejas a este concepto, puesto que lo han extendido a figuras simbólicas, e incluso ha servido para relacionarlo con el Dios católico.
– Desde la antropología, la otredad también puede ser vista como el fenómeno que da paso a la diversidad cultural, ya que permite la comprensión y aceptación de otras costumbres y manifestaciones del folclore de un lugar.
– La otredad también funciona como método para ver las diferencias desde lo positivo, aunque es un fenómeno que también va acompañado de manifestaciones negativas como el racismo, la homofobia, la xenofobia y la misoginia.
Significado
En sentido general, la otredad hace referencia al reconocimiento y a la consideración del otro, ya sea como individuo o como grupo, aunque existan costumbres diferentes y necesidades puntuales.
Por lo tanto, el estado de consciencia sobre la existencia de los demás es lo que permite comprender que no todo es propio, y que la presencia de los “diferentes”, también implica la formación de una identidad social.
Esto también resalta algo importante: así como reconocemos a los otros, nosotros mismos podemos serlo para distintos grupos e individuos. Es decir, somos “yo” y el “otro” a la vez.
Alteridad
Un término que se encuentra estrechamente relacionado con otredad es alteridad, principio filosófico que indica el cambiar o alternar la perspectiva personal por la del “otro”.
La palabra parte del principio de empatía que permite colocarse en la situación de la otra persona, desde la reflexión individual. De hecho, para algunos autores la alteridad es esencial para el establecimiento de diálogos, así como de relaciones pacíficas basadas en el respeto.
En un ambiente donde se promueva la alteridad, reinará la integración y la voluntad de entendimiento, de lo contrario, se manifestará el enfrentamiento de grupos y la necesidad de imposición de voluntades y creencias.
Ejemplos de otredad
– La llegada de españoles y otros europeos al continente americano recibió el nombre de “descubrimiento de América”. Este término, no obstante, es la negación de la existencia de grupos aborígenes en el lugar, por lo que se entiende que su calidad de “otredad” no fue reconocida a pesar de que ya se encontraban en estas tierras.
En este punto, vale mencionar que los aborígenes también fueron utilizados como fuerza laboral para la producción de bienes y la explotación de recursos naturales.
– Ir de viaje hacia otro país de vacaciones también brinda la experiencia de sentirse como el otro, puesto que se está en un contexto completamente diferente al nativo. Esto provoca la necesidad de interactuar y comprender la cultura a la que se visita para lograr una mayor adaptación.
– El proceso de migración. A diferencia de las vacaciones, la migración comprende un mayor nivel de complejidad, puesto que implica la necesidad de integración. Es por ello que es común que los migrantes busquen relacionarse también con sus coterráneos para evaluar el panorama actual y hacer más llevadera la situación.
– Con el establecimiento del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, se dejó en claro un ejemplo de la falta de reconocimiento del otro, debido al exterminio de grupos étnicos (los judíos, los gitanos).
– A la convivencia de diferentes grupos raciales y culturales en un mismo punto, se le considera como un tipo de otredad. Nueva York es uno de los referentes más destacados, puesto que reúne a una diversidad de comunidades que conviven e interactúan entre sí.