Ciencia

Ética, Ciencia y Tecnología


La ética en la ciencia y en la tecnología está presente al igual que en otras áreas que se desarrollan de la vida moderna. Se trata básicamente de una ciencia normativa (no formal) que se encarga de las normas de la conducta humana en la sociedad.

Además, es considerada como una rama de la filosofía que está relacionada con la naturaleza del juicio moral, ya que analiza aquello que es correcto o incorrecto. Por otro lado, la ética tiene una estrecha relación con la moral, y aunque tienen la misma esencia, son distintas.

La ética, por su parte, es el conjunto de normas que vienen del interior, son normas personales, mientras que la moral son aquellas normas que vienen del exterior, o mejor dicho de la sociedad.

La ciencia y la tecnología no están exentas de la ética. Aunque si bien es cierto que ambos campos han hecho grandes aportes en beneficio de la sociedad, lo cierto es que muchas veces terminan siendo poco éticas.

Y no se trata de que la ciencia y la tecnología sean perjudiciales per sé, porque de hecho no es así. El mundo es consciente de que los avances de la ciencia y la tecnología han mejorado enormemente la vida de las personas. 

Entonces, ¿puede la ciencia y la tecnología ser inmoral y poco ética? En principio no. Al menos según Einstein, Poincaré y Russell, los cuales han sostenido que la ciencia no formula juicios de valor desde un punto de vista moral o ético, ya que solo se limita a informar sobre hechos. La misma concepción podría aplicarse a la tecnología.

Así, por lo general, las ciencias formales y naturales no se ocupan de valores. Lo que quiere decir que tanto la ciencia como la tecnología son éticamente neutrales.

Es por esta razón que ambas disciplinas pueden utilizarse tanto para hacer el bien como para hacer el mal. O lo que es lo mismo, para curar o para matar, para recuperar o para destruir, para dar libertad o para esclavizar, etc.

Los dilemas éticos en la ciencia y la tecnología

Con el avance de la ciencia y la tecnología en los últimos años, es normal que surjan dilemas éticos a diario.

A pesar de los beneficios que han generado estos campos en la vida humana, éstos no pueden por sí solos indicar lo que los seres humanos deben hacer. Lo que significa que de alguna manera las disciplinas están a merced de lo que el hombre quiera hacer con ellas.

También es importante destacar que aunque el método científico trata de liberarse de prejuicios, el uso que se le da a la ciencia y la tecnología tiene implicaciones tanto en el aspecto ambiental como social.

El abuso en el uso de estos dos campos ha generado mucha destrucción a su paso. El problema está en el hecho de que el campo científico-tecnológico tiende a enfrentar los problemas que este mismo genera como si se tratara de efectos inevitables cuando no lo son.

Pero cuando se tienen en cuenta los efectos catastróficos que han generado la ciencia y la tecnología en el planeta con la aplicación de ciertos avances, queda en evidencia que no ha habido un componente ético en ello.

Es por ello que se afirma que la ciencia y la tecnología no representan un problema per sé. Es decir, el desastre que pueden llegar a ocasionar tiene que ver más con quienes las implementan.

Por ejemplo, si es bien conocido que la basura radioactiva que generan las plantas nucleares afecta a la salud de los individuos, ¿por qué no se implementan soluciones antes de utilizar dichas tecnologías perjudiciales? 

Muchas veces estos problemas de salud o ecológicos se combaten con otras tecnologías que resultan igual de perjudiciales para la vida. O incluso se hace ver como si estas consecuencias fueran inevitables cuando realmente no es así.

Agentes morales

Los desastres naturales son los únicos problemas que son realmente inevitables. Cuando se trata de este tipo de problemas no existen agentes morales que sean responsables del acontecimiento negativo.

Sin embargo, en el caso de los efectos negativos causados por el uso de la ciencia y la tecnología sí existen agentes morales responsables por los daños. El problema está en que nadie asume la responsabilidad ética de los daños que genera la implementación prematura de ciertas tecnologías.

A la ciencia y a la tecnología se le adjudica un doble papel que muchas veces resulta contradictorio.

Por un lado se han presentado como campos indispensables para la supervivencia humana, los cuales ayudarán a las personas a tener un mejor control de su tiempo, de sus capacidades intelectuales y en general de su vida.

Pero por el otro, al observar en la práctica a la ciencia y a la tecnología, es posible notar que tanto la supervivencia humana como la vida del planeta están siendo amenazadas por los avances científicos y tecnológicos.

El mayor inconveniente respecto a la ética en la ciencia y en la tecnología está en la forma de entender las causas negativas que generan ambas disciplinas. Los efectos dañinos de la ciencia y la tecnología se les adjudican a ellas mismas y no a sus promotores, que es como debería ser.

Al hacerlo de esta manera se exime a las personas de tener ética respecto a la aplicación de ciertas tecnologías en el planeta. Lo que significa a su vez que las personas, en lugar de aparecer como responsables del desastre, se presentan a sí mismas como víctimas.

Lo cierto es que los efectos nocivos que pueden llegar a generar la ciencia y la tecnología pueden ser prevenidos o evitados siempre y cuando haya un sentido de la ética en quienes las aplican.

En ésto radica entonces la importancia de que se desarrolle un concepto de ética y moral entre los científicos de esta era.

Referencias

  1. Lara, N. (1999). Tecnología y ética. Tecnología: conceptos, problemas y perspectivas. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades. Universidad Nacional Autónoma de México. Recuperado de computo.ceiich.unam.mx.
  2. Schulz, P. (2005). La ética en ciencia. Revista Iberoamericana de Polímeros.Volumen 6. Departamento de Química. Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina. Recuperado de ehu.eus.