Historia

Homo neanderthalensis: qué es, origen, características, alimentación


¿Qué es el Homo neanderthalensis?

El Homo neanderthalensis es un homínido que vivió principalmente en Eurasia desde hace 400.000 hasta 40.000 años atrás. La especie es popularmente conocida como Neandertal, aunque en menor medida ciertos expertos la han denominado también como Homo sapiens neanderthalensis.

El origen de los neandertales es, a diferencias de la mayoría de las especies del género Homo, exclusivamente europeo. Las evidencias encontradas hasta ahora indican que desciende del Homo heidelbergensis, que llegó hasta Europa desde África durante el Pleistoceno Medio.

Durante varias décadas no estuvo demasiado clara la relación entre el Homo sapiens y el neandertal dentro del contexto de la evolución humana. Los avances en las investigaciones y el análisis de los yacimientos encontrados han aclarado parte de las dudas y concluyeron que se trataba de dos especies diferentes que convivieron durante un periodo.

El Homo neanderthalensis tenía diferencias anatómicas con el Sapiens. Sin embargo, su capacidad cerebral también era grande, incluso mayor que la del ser humano moderno.

La causa de su extinción genera aún debates entre los expertos, aunque la teoría dominante señala que se vieron desbordados por el número de Homo sapiens que llegaron desde África.

Origen del Homo neanderthalensis

África es conocida como la cuna de la humanidad debido a que el Homo sapiens surgió en ese continente hace unos 200.000-180.000 años.

Desde allí, los antepasados del ser humano se expandieron al resto del planeta, llegando a dominarlo. Sin embargo, no estuvieron solos en el proceso evolutivo.

De esta manera, en Europa surgió otra especie que, de acuerdo a los expertos, tuvo suficientes capacidades para haberse convertido en la dominante. Se trataba del Homo neanderthalensis, un homínido que descendía del Homo heidelbergensis europeo.

El H. heidelbergensis tuvo que cambiar su hábitat durante la Glaciación de Mindel (entre 400.000 y 350.000 años atrás). El frío que azotó al continente europeo les obligó a instalarse en el sur.

Con el paso de los siglos, las condiciones de aislamiento y la necesidad de adaptarse provocaron la evolución de estos homínidos.

Una vez terminada la Era Glaciar, el H. heidelbergensis ya empezaba a parecerse a los neandertales. Los científicos marcan que el momento para que pasaran a ser una especie diferente se produjo hace entre 230.000 y 200.000 años. Había nacido el Homo neanderthalensis.

Homo heidelbergensis

El antecesor de los neandertales había aparecido hacía unos 600.000 años en el continente africano. Desde allí, al igual que otras especies, pasó a Europa, ocupando un área bastante amplia.

La necesidad de adaptación hizo que, 200.000 años después de su llegada, el H. heidelbergensis comenzara a cambiar. La Glaciación de Mindel fue uno de los factores decisivos en esa evolución.

El clima tan desfavorable los empujó hacia zonas algo más benignas, principalmente las penínsulas mediterráneas. Fue allí donde acabó desapareciendo y siendo reemplazado por el Homo neanderthalensis.

Descubrimiento

El reconocimiento del neandertal como especie diferenciada tomó bastante tiempo. Los primeros restos aparecieron en Bélgica, en 1829, pero los descubridores no les dieron mucha importancia.

Tampoco se la dieron cuando Johann K. Fuhlrott encontró otros fósiles en 1856, en el valle alemán de Neander, de donde procede su nombre.

Como curiosidad, se puede señalar que el año del descubrimiento en Alemania (1829), se lanzó una teoría para explicar los restos encontrados.

Esta teoría afirmaba que el fósil pertenecía a un cosaco ruso que había perseguido a Napoleón. Para explicar su extraña anatomía, se señaló que el cosaco había padecido de raquitismo.

Hay que tener en cuenta que en el momento en que esos restos fueron encontrados, Charles Darwin aún no había publicado su teoría de la evolución. Esto puede explicar la falta de interés en investigar seriamente los hallazgos.

El neandertal tuvo que esperar hasta 1864 para ser tomado más en serio. Ese año, William King estudió todos los restos. El investigador concluyó que pertenecían a una nueva especie humana y lo bautizó usando el nombre del valle de Neander.

Población

El Homo neanderthalensis, a pesar de su larga existencia, no llegó nunca a alcanzar una gran población. De esta forma, los cálculos consideran que durante esos 200.000 años, su número no sobrepasó excesivamente los 7.000 individuos.

El momento de esplendor de la especie se produjo hace 100.000 años. Las herramientas líticas encontradas permiten afirmar que sus capacidades eran bastante altas.

A pesar de su escaso número se han encontrado fósiles muy dispersos, lo que prueba que se expandieron por la mayor parte del continente europeo. Incluso se piensa que pudo llegar a Asia central.

Neandertal y Homo sapiens

En contra de la idea de que la evolución fue un proceso lineal que acabó con la aparición del Homo sapiens, la realidad fue bastante distinta.

Diversas especies del género Homo llegaron a compartir el planeta, en zonas diferentes o conviviendo en algunas. Así, los neandertales habitaban en Europa, los Sapiens en África y otras, como el H. erectus, llegaron hasta Oriente.

La técnica de investigación que ha ayudado enormemente a desentrañar cómo apareció el ser humano, ha sido el análisis del ADN. Se sabía que el H. sapiens y el H. neanderthalensis habían coincidido en Europa cuando el primero abandonó África, pero poco se sabía de su convivencia.

En 2010 se publicó el primer estudio sobre el genoma neandertal y los resultados fueron definitivos y sorprendentes. El humano actual, asiático y europeo, todavía tiene casi un 3% de ADN neandertal. Esto indica que se produjeron emparejamientos entre ambas especies, aunque fuera de manera puntual.

Además, esos cruces comenzaron mucho antes de lo que se pensaba. Ya hace 100.000 años, individuos de las dos especies se entrecruzaron. Algunos de los restos de H. sapiens encontrados presentaban parte de carga genética de los neandertales.

Extinción

La extinción de los neandertales sigue siendo debatida en los círculos científicos. Hasta ahora existen varias teorías diferentes, sin que pueda establecerse cuál es la correcta.

En los últimos años, además, han aparecido nuevos datos que parecen retrasar el momento exacto de su desaparición.

La creencia hace unos años era que el neandertal se había extinguido entre los 41.000 y los 39.000 años. En esa época Europa empezó a enfriarse considerablemente, reduciéndose los recursos naturales.

Sin embargo, recientes estudios parecen demostrar que aún quedaron algunos asentamientos en el norte del continente, datados entre hace 34.000 y 31.000 años.

En cuanto al motivo de su desaparición, algunos expertos señalan que pudo deberse a los cambios climáticos antes mencionados. Otros, en cambio, achacan su extinción a la llegada del Homo sapiens.

Los partidarios de esta última hipótesis apuntan que el número de H.sapiens llegó a ser 10 veces superior al de los neandertales. La lucha por los recursos, algunas enfermedades que afectaron al neandertal y el cruce entre especies explicarían la desaparición de la especie.

También hay algunos científicos que apuntan a una mayor agresividad por parte del H. sapiens, aunque estudios recientes indican que probablemente ambas especies tenían niveles de violencia similares.

Características físicas y biológicas del Homo neanderthalensis

Los fósiles de Homo neanderthalensis encontrados hasta ahora, unos 400 ejemplares, aportan suficiente información para conocer sus características físicas. Así, en líneas generales, se trataba de una especie con un esqueleto robusto, una pelvis ancha, cortas extremidades y un tórax con forma de barril.

De igual forma, la frente era baja e inclinada, con unos arcos supraorbitarios prominentes. La mandíbula carecía de mentón y tenían una considerable capacidad craneal.

Los brazos, como ocurre con los primates, eran más largos que los de los humanos modernos. Su pelvis, aparte de la anchura, presenta características que parecen indicar una diferencia en su manera de andar con respecto al H. sapiens, aunque era también bípedo.

Las investigaciones apuntan a que su esperanza de vida no era muy larga, quizás por la hostilidad del entorno. Así, los hombres no solían sobrepasar los 40 años, y las mujeres, los 30.

Adaptados al frío

Los neandertales tuvieron que sobrevivir en un entorno marcado por la última glaciación. Esto provocó que tuvieran que adaptarse a ese clima de frío extremo para sobrevivir.

Rasgos como el cráneo alargado, su baja estatura y la nariz amplia son, de acuerdo con los expertos, algunas consecuencias de dicha adaptación.

Como se señalaba, los neandertales no destacaban por su altura. La media de la especie estaba en 1,65 metros. Esto era compensado por su complexión robusta, tanto ósea como muscular.

Se piensa que no estaban bien equipados para correr largas distancias, aunque sí para efectuar carreras cortas y rápidas, que les permitían capturar presas o escapar de los peligros.

Laringe y boca

Más que el aspecto puramente anatómico, lo interesante en la laringe de los neandertales es el uso. De esta manera, su ubicación, más arriba que la del humano moderno, podría haberle permitido articular una fonética limitada.

Por otra parte, los expertos han concluido que la apertura de la boca era mayor que la del humano moderno. Esto facilitaba dar grandes mordiscos a los alimentos.

Capacidad craneal

Como se comentaba anteriormente, el cráneo del Homo neanderthalensis era alargado, con una frente baja que presentaba una notable inclinación.

La característica más llamativa era la enorme capacidad craneal que poseían. De acuerdo a los últimos estudios, la capacidad era de 1.500 centímetros cúbicos, igual o mayor que la del ser humano moderno.

Este parámetro suele usarse para medir la inteligencia de la especie, aunque no es definitivo. De esta forma, aunque se sabe que el neandertal poseía cierta inteligencia, no se conoce el alcance real de sus capacidades mentales.

Alimentación del Homo neanderthalensis

Al igual que con muchos otros aspectos, las modernas técnicas de investigación han aportado nuevos datos sobre la alimentación del Homo neanderthalensis.

Anteriormente se pensaba que era eminentemente carnívora. La comida procedía de caballos, ciervos o grandes bóvidos. Aparte de esto, también cazaba presas mayores, como los rinocerontes.

Sin embargo, los estudios más recientes señalan que su dieta era mucho más variada. Lo más importante en este aspecto era la adaptación al medio, consumiendo los recursos que encontraran, animales o vegetales.

Omnívoro

El neandertal era una especie omnívora, con una dieta que cambiaba dependiendo de su hábitat. Se conoce, por ejemplo, que en áreas mediterráneas consumían animales pequeños, como conejos o pájaros.

Por otra parte, también aprovechaban los recursos marinos. Se han hallado restos que prueban que comían moluscos, focas o delfines.

Aparte de la dieta carnívora, el neandertal también ingería una importante cantidad de frutas y vegetales. De hecho, algunos especialistas calculan que el 80% de su alimentación procedía de estas fuentes.

Al conocer el fuego, fueron capaces de mejorar su alimentación, cocinando animales o plantas. Respecto a estas últimas, hay evidencias que indican que usaban algunas para aliviar o tratar enfermedades.

La variedad de la dieta ha hecho pensar a los científicos que los neandertales desarrollaron técnicas complejas para cazar y recolectar.

Canibalismo

Uno de los aspectos que fue más controvertido en su momento fue la existencia de canibalismo entre los neandertales. Los yacimientos de Moula-Guercy o Vindija han aportado pruebas bastante concluyentes acerca de este hecho.

Se han encontrado, por ejemplo, huesos con cortes realizados con herramientas de piedra, con claras señales de haberse retirado la carne con cuidado.

Sin embargo, los expertos apuntan que no era un canibalismo por causas alimenticias. El motivo parece haber sido ritual, según demuestra la comparación etnológica y las técnicas de corte en comparación con los animales destinados a ser comidos.

El canibalismo se practicó en diferentes regiones y durante periodos de tiempo prolongados. Aparte de en los yacimientos mencionados, se han encontrado pruebas en otros, como el de El Sidrón, en España, o el de Krapina, en Croacia.

El caso español, no obstante, presenta algunas diferencias significativas. Esto ha llevado a pensar que, en ese caso, sí pudo tratarse de un canibalismo por necesidad, debido a las grandes hambrunas que se vivieron en la zona.

Los huesos encontrados habían sido tratados para quitarles el tuétano, una de las partes más apreciadas por sus nutrientes.

Herramientas utilizadas por el Homo neanderthalensis

La principal materia prima usada por el neandertal para fabricar sus herramientas era la piedra. Durante el Paleolítico Medio, esta especie usó un estilo de fabricación conocido como cultura Musteriense.

Igualmente, se ha vinculado a la especie con la cultura Chatelperroniense del Paleolítico Superior, aunque existe controversia sobre ello.

Uno de los aspectos revolucionarios sobre los utensilios elaborados por el Homo neanderthalensis es que, por primera vez, se encuentran herramientas especializadas. De esta forma, había algunas destinadas exclusivamente para la carne, otras para trabajar la madera, etc.

CulturaMusteriense

En 1860, Gabriel de Mortillet encontró en Le Moustier, Francia, un gran yacimiento arqueológico con una industria de fabricación de herramientas de piedra. Posteriormente, en 1907, aparecieron en el mismo lugar varios fósiles de neandertal.

Al estilo de los utensilios se le dio el nombre de Cultura Musteriense, que quedó asociado a esa especie de homínidos.

Las piedras utilizadas principalmente eran el sílex y la cuarcita. Entre las herramientas había cuchillos de dorso, hendedores, puntas o raederas.

El modo de fabricarlas era sobre lascas, con el uso de una técnica llamada talla Levallois. Este método permitía una mejor exactitud en los diseños, aparte de la mayor especialización de las piezas.

La talla Levallois consiste en la obtención de lascas con una forma predeterminada. Para ello, tenían que preparar el núcleo con anterioridad, lo que demuestra unas habilidades muy desarrolladas.

El resultado, como se apuntaba, era mucho mejor que el obtenido con otros métodos de fabricación.

Fuego

El hombre de neandertal ya había aprendido a manejar el fuego. Más allá de aprovechar el que se producía de manera natural, por rayos o causas similares, estos homínidos podían encenderlo cuando lo necesitaran.

Como ocurrió con las otras especies que lo consiguieron, el dominio del fuego proporcionó calor para protegerse del frío extremo, ayuda para ahuyentar a los depredadores y el asado de los alimentos. Gracias a esto, la comida se digería mejor y, además, duraba bastante más sin estropearse.

Sociedad neandertal

El Homo neanderthalensis creó sociedades con un nivel creciente de complejidad. Normalmente, los grupos que formaban estaban compuestos por unos 30 miembros. Conservaban aún el nomadismo, aunque podían levantar asentamientos temporales.

Un aspecto curioso es el cuidado que prestaban al enterramiento de los niños. Los expertos explican que pudo ser motivado por su baja demografía, lo que provocaba que los niños fueran vistos como algo valioso.

El neandertal fue también uno de los primeros homínidos que se vistió. Sin duda debido al frío de la época, tuvieron que usar las pieles de los animales que sacrificaban y convertirlas en cuero para cubrirse completamente.

Por último, cabe destacar que han aparecido restos con heridas graves, pero con evidentes signos de haber sido cuidadas y curadas. Esto demuestra que trataban de recuperar a los enfermos y heridos.

Lenguaje

Como en otros aspectos, el tipo de lenguaje que pudieron usar los neandertales es objeto de discusión. No se conoce si era similar al moderno, complejo y compuesto, o menos desarrollado y semejante al de algunos simios.

Posiblemente sea imposible descubrir al cien por cien la respuesta. Lo que sí se conoce es que biológicamente estaban preparados para el lenguaje oral, aunque con sonidos menos articulados que los emitidos por los humanos modernos.

Ritos funerarios

Uno de los aspectos que más llamaron la atención a los primeros paleontólogos que encontraron restos de neandertal fueron las muestras de sus ritos funerarios. Esto indica que le daban importancia a la muerte, demostrando que tenían capacidad de abstracción y de autoconciencia.

El rito funerario se conviertió, así, en uno de los más importantes entre estos homínidos, con un sentido que podría catalogarse de religioso. Aparte, como ya se apuntaba, existía también un ritual basado en el canibalismo, que podía tener componentes similares.

Por último, existía un tercer tipo de ritual dedicado al oso de las cavernas, que algunos llegan a denominar como un culto.

Pintura rupestre

Este es un tema que ha echado por tierra muchas de las ideas preconcebidas sobre el Homo neanderthalensis, que le catalogaban como una especie sin capacidad de abstracción.

Recientes investigaciones realizadas en pinturas rupestres en tres sitios de España –La Pasiega, en Cantabria; Maltravieso, en Extremadura; y Ardales, en Andalucía– ubican la datación en 65.000 de antigüedad, 20.000 antes de la aparición del Homo sapiens en la península ibérica.

Según los datos arrojados por los nuevos estudios, los autores de las primeras pinturas rupestres fueron los neandertales.

Referencias

  1. Wiki Prehistórico. Homo neanderthalensis. Obtenido de es.prehistorico.wikia.com
  2. Corbella, Josep. Homo sapiens y neandertales se aparearon durante decenas de miles de años. Obtenido de lavanguardia.com
  3. Muy Interesante. El Homo sapiens “inundó” al neandertal. Obtenido de muyinteresante.es
  4. Helm Welker, Barbara. Homo neanderthalensis. Obtenido de milnepublishing.geneseo.edu
  5. Smithsonian Institution. Homo neanderthalensis. Obtenido de humanorigins.si.edu
  6. Bradshaw Foundation. Homo neanderthalensis. Obtenido de bradshawfoundation.com
  7. McCarthy, Eugene. Homo neanderthalensis. Obtenido de macroevolution.net