Historia

Alimentación de los olmecas: agricultura, pesca, caza


La alimentación de los olmecas fue una combinación de productos que provenían principalmente de actividades como el cultivo, la pesca y la caza; esta última en menor grado. Durante su periodo de existencia, la civilización olmeca desarrolló técnicas para sacar un mejor provecho a su difícil entorno natural y mantener una dieta equilibrada con lo que podían obtener; de esta forma compensaban la falta de ciertos nutrientes y aprovechaban al máximo la abundancia de otros.

Establecidos en el golfo al sur de México, los olmecas se encontraron con las dificultades naturales de habitar entre grandes porciones de jungla densa e impredecibles cuerpos fluviales, teniendo que adaptar sus actividades de sustento, y por ende su propia dieta, a estas condiciones.

Para garantizar su subsistencia, los olmecas se caracterizaron por combinar el producto del cultivo y de la pesca entre ellos, creando especies de “platos” que para ese entonces brindaban un mayor aporte nutricional.

De igual manera explotaban el consumo de las plantas silvestres y frutas de la zona, como la guayaba, las cuales fueron parte fundamental de los hábitos alimenticios.

Alimentación olmeca a través de la agricultura y el cultivo

La agricultura olmeca puede ser considerada uno de los pilares fundamentales de esta civilización. El principal producto cultivado e integrado a la dieta olmeca durante mucho tiempo fue el maíz, el cual llegó a tener una importancia casi divina.

Otros productos que surgieron de esta actividad y complementaron la alimentación fueron los frijoles, la calabaza, el tomate, el aguacate, la papa, etc.

Los olmecas tuvieron que atravesar un proceso de domesticación de algunos productos de la tierra para incluirlos no solo en su dieta, sino también en algunos de sus rituales y festejos; donde cumplían una función cultual.

Algunos estudios manejan la posibilidad de que los olmecas hayan tenido contacto con el cacao, sin embargo no estaba incluido dentro de su carga nutricional básica.

Como parte de la actividad agrícola, la civilización olmeca realizaba dos grandes cosechas, de maíz principalmente, al año.

Esto, para los expertos, reflejaba una gran abundancia de alimento en aquel entonces, lo que permitía una gran distribución y un nivel nutricional equitativo entre todos los ciudadanos. Esto sin contar lo obtenido por la pesca y la caza.

Una de las primeras, y más conocidas, combinaciones entre rubros fue el nixtamal, un derivado de harina de maíz combinado con cenizas y conchas marinas, fortaleciendo su valor nutricional. 

La abundancia pesquera

Al estar ubicados entre abundantes cuerpos fluviales, los olmecas supieron aprovechar los ríos para una doble función: la pesca y el cultivo por irrigación. De esta forma fueron capaces de doblar el ritmo de producción y obtención de alimentos.

La relación de los olmecas con los ríos trajo como resultado la adhesión a su dieta de productos como almejas, patos, tortugas, cangrejos, serpientes y lagartos marinos.

En cuanto a los peces, se le ha dado una importancia aparte al robalo y a la manta raya, considerados bastante popular para la alimentación olmeca, principalmente en la mayor ciudad olmeca, San Lorenzo de Teotihuacán.

El tipo de pescado consumido variaba en las distintas poblaciones olmecas según la temporada y el río, o ríos que las rodearan. Una de las especies más prolíferas en la mayor parte de las zonas era el bagre.

Los olmecas tuvieron la ventaja de explotar la pesca de río para su alimentación cuando en regiones aledañas tal práctica era imposible.

Esto también les facilitó el eventual desarrollo de rutas comerciales y de cambio con las cuales podían obtener productos ausentes en su región a cambio de su pesca.

Los productos de la caza

A pesar de las ventajas alimenticias que aportaba la actividad pesquera, la proteína se considera el nutriente más escaso en la dieta olmeca.

Esto era debido a varios factores: las dificultades que planteaba la densidad de la jungla para los cazadores olmecas y la ausencia de una población sustentable de fauna salvaje.

Se conoce que en la región habitaban jabalíes, jaguares, tapires, entre otros de tamaño mediano. Poco se conoce hasta qué punto la caza y consumo de estos animales formó parte de la dieta básica olmeca.

Con el tiempo se ha incluido en la dieta olmeca el consumo de animales silvestres de menor tamaño, como conejos, venados pequeños, zarigüeyas y mapaches, aunque no se conoce si a un nivel que cubriese las necesidades de la población general.

A pesar de esto, la principal fuente de proteína que se le atribuye a la nutrición olmeca provenía de animales domésticos, como el perro.

Los olmecas domesticaron una cierta cantidad de especies animales para un mejor control, como el pavo. No obstante, no todos estaban destinados al consumo. Con el paso del tiempo, los olmecas redujeron el consumo de sus animales domésticos cada vez más.

Estudios han manejado la teoría de que con el tiempo se fueron descuidando y disminuyendo las prácticas pesqueras y de caza, frente a un continuo auge de la agricultura.

Las razones de esto pueden girar en torno a la dificultad de la caza, el crecimiento poblacional, y la baja densidad de fauna salvaje y doméstica, lo que resultó en la alternativa de una alimentación cada vez más fuerte en productos de la tierra.

Alternativas alimenticias

A medida que avanzaba la civilización olmeca y se desarrollaban nuevas estructuras económicas y sociales, la población comenzó a buscar alternativas para sus carencias nutricionales en el comercio e intercambio.

De esta manera pudieron hacerse sobre todo con nuevas plantas, frutos y vegetales que no solo sumaron a su dieta sino que comenzaron a producir por sí mismos.

De igual forma con los productos de la caza, la cual fue disminuyendo en viabilidad y eran utilizadas como recurso de comercio.

Lo olmecas también manejaron una forma de alimentación ceremonial, la cual incluía rubros que no eran producidos masivamente o cuyas características no eran consideradas esenciales para formar parte del consumo diario.

Los cambios de organización económicos y sociales a los que se enfrentó la civilización olmeca en años avanzados, junto con el crecimiento de un sistema de intercambio de largas distancias, permitió a los olmecas importar a sus pueblos productos de otras regiones que fueron sumándose como parte de la dieta constante.

Referencias

  1. Bernal, I. (1969). The Olmec World. Berkeley: University of California Press.
  2. Clark, J. E., Gibson, J. L., & Zeldier, J. (2010). First Towns in the Americas. In Becoming Villagers: Comparing Early Village Societies (pp. 205-245). Brigham Young University.
  3. Pool, C. (2007). Olmec Archaeology and Early Mesoamerica. Cambridge University Press.