Astrolabio: orígenes, historia, tipos, partes, uso
El astrolabio es un instrumento de medición cuyo uso más conocido es el de poder calcular la altitud de un cuerpo celeste (lunas, planetas o estrellas) sobre el horizonte e identificar así el tiempo y la latitud de forma local. Este objeto ha sido utilizado a lo largo de la historia por astrónomos y navegantes.
Las mediciones con el astrolabio se realizan mediante ángulos. En este caso, calcular la altitud se refiere a identificar la elevación de un cuerpo celeste sobre la superficie horizontal. Por ejemplo, el calcular la elevación de una estrella utilizando como referencia el nivel del mar, recurso empleado frecuentemente por los marineros.
Entre otras funciones se ha asociado el uso del astrolabio como instrumento de los musulmanes para determinar los tiempos de oración e incluso identificar el punto de orientación hacia La Meca. Las versiones islámicas tenían un conjunto de datos adicionales para estos fines.
La eficacia de un astrolabio va estrechamente ligada a su construcción. Desde la antigüedad dependía en gran sentido de los artesanos en cuanto a complejidad y detalle artístico. El instrumento consta de varios discos grabados con proyecciones estereográficas (proyecciones de una esfera en un plano) y también posee una especie plantilla referencial que identifica los cuerpos celestes más brillantes o visibles.
Por la variedad de usos, existen diferentes tipos de astrolabio, pero en su aspecto más básico y general, un astrolabio puede definirse como un instrumento antiguo atribuido a las primeras ciencias, que permite calcular el tiempo y a su vez servir para mediciones de tipo observacionales.
Índice del artículo
- 1 Orígenes
- 2 Tipos
- 3 Partes de un astrolabio planisférico
- 4 ¿Cómo se usa un astrolabio?
- 5 El astrolabio a través de la historia
- 6 Referencias
La invención del astrolabio se remonta a la Antigua Grecia, sin embargo, el período de más evolución para este instrumento se manifiesta en la Edad Media. Durante esta época se le añadieron nuevas herramientas aumentando sus usos y complejidades.
La autoría del astrolabio no está bien definida. Se presume que fue inventado por Hiparco de Nicea, pero también se le atribuye a Apolonio de Perge y otros múltiples personajes importantes de la historia.
Las referencias para la construcción del astrolabio han sido las descripciones que se han hecho de este objeto a través de los siglos. Uno de los primeros personajes importantes en describir el artefacto fue el astrónomo Claudio Ptolomeo, precedido en el siglo XII por el inglés Geoffrey Chaucer, cuyos textos inspiraron varios de los mejores astrolabios de la época.
Debido a su importancia para la cultura islámica, el astrolabio recibió muchas modificaciones y atributos por parte de astrónomos y matemáticos practicantes de la religión. Así, el artefacto fue introducido en territorio europeo durante el siglo XII, tiempo en el que la península ibérica era conocida como Al-Ándalus y estaba bajo el dominio musulmán.
Fue durante la Edad Media y el renacimiento donde obtuvo su mayor apogeo. El uso del astrolabio era un principio básico en la educación al igual que la enseñanza de la astronomía. La mayoría se solía fabricar en Portugal y los materiales predilectos de la época eran el latón, la madera o el acero.
Este instrumento fue uno de los más populares para los marineros hasta aproximadamente el siglo XIII. Luego, comenzaron a surgir instrumentos más apropiados para la navegación como el sextante. El astrolabio podía resultar impreciso para los navegantes, en parte por los desniveles de la superficie del mar. Por estas razones fue reemplazado con el tiempo.
Existen solo tres tipos de astrolabios conocidos. Los diseños varían en cuanto a las dimensiones en las cuales proyecta la esfera celeste y sus usos.
Posee una cualidad tridimensional. Se trata de un objeto esférico rodeado de un esqueleto denominado “rete” que funciona como mapa. Está guía contiene diversos círculos y puntos que señalan los cuerpos celestes más relevantes y específicamente el paso del sol. El único ejemplar de astrolabio esférico conocido se encuentra en el Museo de Historia de las Ciencias de Inglaterra y data de los años 1480 d.C.
Ideado por el matemático y astrónomo Sharaf al-Din, es uno de los diseños menos prácticos y de los cuales no se han preservado ejemplares históricos. Esta versión del instrumento proponía el uso de una regla graduada con la cual se proyectaban la esfera celeste y el horizonte sobre una línea.
El astrolabio planisférico es el diseño más utilizado. Contiene la proyección de la esfera celeste sobre las superficies planas de los discos que están contenidos en el instrumento. Al igual que el astrolabio esférico, contiene un esqueleto con datos referenciales sobre los cuerpos celestes más brillantes.
Para entender el funcionamiento de este instrumento es importante conocer su composición. Sobre todo en el caso del astrolabio planisférico que es el que más se ha usado en la historia.
La base del instrumento es un contenedor circular llamado “mater/madre”, el cual resguarda en su interior unos discos conocidos como “tympas/tímpanos”. Estos discos están grabados con las latitudes. Sobre los tímpanos se sitúa el “rete” o la “araña”, que es una especie de mapa de los cuerpos celestes más brillantes. También se incluye una regla para las mediciones. Tanto la araña como la regla son elementos que se pueden rotar.
La parte delantera del astrolabio contiene además diversas grabaciones en los bordes y los distintos círculos y líneas que conforman la araña. Hay variedad de datos que indican cosas como las divisiones de 24 horas para los días, otros que señalan las distintas constelaciones zodiacales y los respectivos trópicos junto al ecuador, ubicados en el centro del instrumento.
Al reverso del astrolabio se acostumbra observar más grabados con distintas gradaciones o escalas de conversión de tiempo. Esta información varía dependiendo del artesano o fabricante. En esta parte posterior también se halla la “alidada”.
Esta última pieza contiene los visores con los que es posible medir la altitud de los cuerpos celestes que se utilicen como referencia. Por lo general, la parte trasera es la que otorga los datos necesarios que se deben obtener durante la observación para poder hacer una lectura en la parte delantera.
El “trono” es otra pieza importante para la utilización del astrolabio. Se trata de un anillo por el cual se introduce el dedo pulgar y permite al usuario sostener el astrolabio y que este quede totalmente perpendicular al suelo.
Los usos que se le pueden dar al astrolabio son extensos, sin embargo, una de sus cualidades principales es la de ayudar a identificar la latitud. Conocer este dato a través del instrumento fue de mucha importancia para los marineros y exploradores. Los marineros hallaban latitud al conocer la altitud de un cuerpo celeste. Durante el día usaban como referencia al sol y por la noche a las estrellas.
La alidada es la pieza que permitía realizar el primer paso. Los dos orificios de cada extremo se alineaban de forma que el cuerpo celeste elegido pudiese mirarse a través de ambos orificios.
Una vez determinada la posición, el usuario busca el ángulo en el círculo graduado que suele estar al reverso del astrolabio. Este dato permite ubicar la latitud en la parte frontal del instrumento con la ayuda del mapa de estrellas inscrito en la araña y los demás datos grabados.
El astrolabio también permite al usuario obtener datos como la hora, el punto del año en el que se encuentra o ubicar y analizar el movimiento de los astros. Sin embargo, hay una cantidad enorme de datos que se pueden obtener con él. Durante el siglo X, el astrónomo persa al-Sufi habló de los mil usos del astrolabio que podían emplearse en diferentes ramas de la ciencia.
Para poder utilizar el astrolabio de una forma mucho más amplia, también es necesario manejar conocimientos de astronomía. Desde sus inicios, este ha sido un instrumento muy importante para el estudio de los astros.
Los astrolabios han sido los predecesores de instrumentos como el sextante o el reloj astronómico.
El nacimiento del astrolabio data de los siglos I y II . C., siendo utilizado desde sus comienzos en la Antigua Grecia como un instrumento de observación para la astronomía. Su uso se extendió luego hasta el período bizantino.
El tratado más antiguo que existe fue escrito por John Philoponus, un filólogo alejandrino del siglo VI. Durante el siglo VIII se comenzó a hablar del latón como el principal material de construcción en un tratado del obispo mesopotámico Severus Sebokht.
Durante la Edad Media, el astrolabio toma una gran relevancia. El instrumento comienza a adentrarse en otras áreas como Islam. Muchos astrónomos musulmanes añadieron nuevas características para usos religiosos. Esta época también marca el creciente uso del astrolabio como artefacto para la navegación.
La Edad Media fue testigo de la introducción del astrolabio a Europa. Nacieron además algunas versiones hechas del instrumento como el astrolabio esférico y el “balesilha”, un astrolabio mucho más sencillo orientado solo al cálculo de la latitud.
El fin del uso popular del astrolabio culminaría con la Edad Media y la elaboración de nuevos instrumentos para la navegación. Sin embargo, fue un objeto de gran relevancia para los descubrimientos de las distintas civilizaciones de la historia.
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