Lengua y literatura

Naturalismo: qué es, origen, características, autores, obras


¿Qué es el naturalismo?

El naturalismo fue un movimiento artístico, principalmente literario, surgido en Francia durante la segunda mitad del siglo XIX, que se extendió al resto de Europa y a los Estados Unidos, y cuyo representante más destacado fue el escritor Émile Zola (1840-1902).

El naturalismo es una profundización o radicalización del realismo literario, con el que a veces se confunde, y es una reacción contra el romanticismo, que dominaba la escena literaria desde el siglo XVIII.

Además, es un movimiento que surge bajo la creciente influencia de las ciencias y de corrientes ideológicas y filosóficas como el cientificismo, el positivismo y el marxismo.

Aunque su área de influencia es sobre todo la narrativa (novela y cuentos), el naturalismo tuvo seguidores en el teatro y en la pintura.

Naturalismo en el arte y en la filosofía

A finales del siglo XIX surge en la pintura francesa un movimiento que busca enfatizar las cualidades pictóricas realistas. A menudo el término naturalismo se intercambia con el de realismo, confundiéndose. Asimismo, se conoce por otros nombres, como Bande Noire o Les Nubiens.

En la filosofía, se denomina naturalistas a ciertas corrientes filosóficas que toman a la naturaleza como el centro y principio de todo lo que puede determinarse como real. Rechazan lo que consideran sobrenatural, como Dios o conceptos como alma, y afirman que todo comportamiento que podría considerarse “sobrenatural” tiene una explicación natural.

Origen del naturalismo

El naturalismo como movimiento tiene al menos dos fuentes: una filosófica e ideológica, y otra artística.

Orígenes filosóficos e ideológicos

El siglo XIX vive en una continua revolución científica en campos como las matemáticas, la física, la biología y la medicina, al tiempo que la revolución tecnológica e industrial se va acelerando. Este fenómeno produce un choque entre las desigualdades sociales y el creciente progreso, que se verá reflejado en varias corrientes de pensamiento.

Por un lado surge y se impone la filosofía positivista, junto a una fe ciega en las ciencias y una creciente especulación en torno a teorías como el evolucionismo de Darwin, el cientificismo y el determinismo, que dará un enorme peso al papel de la biología en el comportamiento social.

También es en este siglo cuando las ideas sociales provenientes de la Revolución francesa derivarán hacia el materialismo y el marxismo. Todas estas ideas forman la base ideológica del naturalismo.

Orígenes artísticos

El naturalismo es parte de una reacción contra el romanticismo, corriente artística que dominaba la escena desde finales del siglo XVII, y contra el esteticismo, que continuará imponiéndose en géneros como la poesía.

Pero su verdadera raíz, con la que continuará confundiéndose el naturalismo, es el realismo, movimiento surgido durante la primera mitad del siglo XIX y cuyos principales representantes literarios en Francia serán Honoré de Balzac, Henri Beyle (Stendhal) y Gustave Flaubert.

En el surgimiento y la expansión del naturalismo tuvieron un papel fundamental tres textos teóricos: la Filosofía del Salón de 1857, de Jules-Antoine Castagnary (1858), la Introducción al estudio de la medicina experimental, de Claude Bernard (1865), y la Novela Experimental, de Émile Zola (1880), que recogía sus artículos publicados en años anteriores.

Características del naturalismo

Objetividad

El naturalismo propone desprenderse de sentimentalismos y de una visión subjetiva de la realidad. El texto, como documento social, debe ser lo más “objetivo” posible, presentando las situaciones sin expresar opiniones.

Aplicación del método científico

Intentaron aplicar a la obra de arte técnicas del modelo científico. En palabras de Émile Zola: “Si el método experimental ha podido ser trasladado de la química y de la física a la fisiología y a la medicina, lo puede ser de la fisiología a la novela“.

En términos generales, se refería a que la representación de la realidad debía ser objetiva, alejada de los valores éticos y morales de las sociedades burguesas. En consecuencia, valores como lo bello o lo feo no eran juzgados; era la situación, y de una forma amoral (en el sentido de no otorgarle valores de bueno o malo).

Apego a la realidad

En las descripciones, naturales o sociales, intentan apegarse lo más posible a lo real, incurriendo a veces en lo escabroso y en el feísmo (sin adornar ni obviar escenas grotescas).

Interés en las clases bajas y la pequeña burguesía

A diferencia del romanticismo, y en parte del realismo, intentan reflejar o contar la vida de las clases bajas y de la pequeña burguesía: amas de casas, empleados, prostitutas, funcionarios y pequeños comerciantes.

Estilo no subjetivo y libre de lirismos

Los artistas naturalistas intentan mantener a raya el lirismo y buscan un estilo descarnado, lo más objetivo posible. Generalmente los textos se narran en tercera persona, aunque algunos temas se abordaron en forma de “autoficción” (en primera persona).

Reflejo de la ideología de los autores

A pesar de su pretensión de “objetividad” los textos naturalistas reflejaban la postura crítica de sus autores, en torno a los distintos males que aquejaban a la sociedad.

Naturalismo literario

El naturalismo literario surge en Francia a partir de la narrativa realista de autores como Stendhal, Balzac y Flaubert. Este último en cierta forma preanuncia el naturalismo con su novela Madame Bovary, que rompe con el proselitismo y el “mensaje social” presente en la obra de autores como Balzac.

Por su lado, Émile Zola inaugura el naturalismo con su novela Teresa Raquin (1868), y consolida este movimiento con su saga de la familia Rougon-Macquart, un proyecto de veinte novelas que en la primera lleva como subtítulo: “Historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio”.

El movimiento se fortalece en Francia en 1873, cuando Zola se reúne con Flaubert, Alphonse Daudet, los hermanos Jules y Edmond Goncourt y Guy de Maupassant, entre otros, con quienes publica un volumen colectivo que aparece en 1875.

El movimiento se extiende a España (con autores como Emilia Pardo Bazán, Narcís Oller, Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas “Clarín”), Inglaterra (Thomas Hardy), Irlanda (George Moore), Rusia (Tolstói, en Ana Karénina, y el joven Máximo Gorki), Portugal  (Eça de Queiroz), Estados Unidos (Frank Norris), Alemania (Theodor Fontane), etc.

El naturalismo literario pierde fuerza a principios del siglo XX con el surgimiento de las vanguardias literarias, sin embargo parte de sus tesis siguen vigentes en corrientes ideológico literarias como el realismo socialista, y en la novelística hispanoamericana de la primera mitad del siglo XX.

Representantes y obras destacadas del naturalismo

Con excepción de Zola, la mayor parte de los autores que publicaron novelas naturalistas estaban más próximos al realismo. Mencionamos aquí los textos considerados como representativos de esta escuela.

Émile Zola (Francia, 1840-1902)

Es el principal autor de la escuela naturalista, de la que también es considerado fundador y principal teórico. En su extensa obra destacan Teresa Raquin (1868) y su proyecto novelístico Les Rougon-Macquart: veinte novelas publicadas entre 1871 y 1893, entre las que destacan títulos como Nana (1880) y Germinal (1885).

Zola es más recordado por su participación en el caso Dreyfus y su célebre carta abierta al presidente de la república J’acusse…! (1898).

Gustave Flaubert (Francia, 1821-1880)

Además de Madame Bovary puede considerarse como de corte naturalista su novela La educación sentimental (1869).

León Tolstói (Rusia, 1828-1910)

De la obra de este extraordinario narrador ruso se ha destacado como naturalista su novela Ana Karénina (1877).

Benito Pérez Galdós (España, 1843-1920)

Considerado por algunos críticos como el mayor escritor en lengua española después de Cervantes, se consideran naturalistas sus novelas La desheredada (1881), y Fortunata y Jacinta (1887).

Emilia Pardo Bazán (España, 1851-1921)

Ensayista, dramaturga, poeta y narradora, esta polifacética autora fue una de las principales promotoras del naturalismo en España, con obras como La tribuna (1883), La cuestión palpitante (1883) y Los pazos de Ulloa (1887).

Leopoldo Alas, “Clarín” (España, 1852-1901)

Escritor, crítico literario, jurista y profesor universitario, Clarín fue un gran divulgador de las tesis naturalistas en España, y es recordado especialmente por su novela La Regenta (1885).

George Moore (Irlanda, 1852-1933)

Dramaturgo, crítico y poeta, este novelista irlandés se hizo naturalista tras su contacto en París con Émile Zola, y se considera que su obra influyó en la de su compatriota más conocido: James Joyce. Destaca su novela La mujer del farsante (1885).

Thomas Hardy (Inglaterra, 1840-1928)

Este poeta y novelista inglés desarrolló una obra narrativa marcada por el pesimismo y de corte naturalista. Entre sus novelas destaca y se continúa leyendo actualmente Tess d’Ubervilles (1891).

Theodor Fontane (Alemania, 1819-1898)

Periodista, poeta, dramaturgo y narrador, de su extensa obra destaca por su carácter naturalista la novela Effi Briest (1896).

Frank Norris (Estados Unidos, 1870-1902)

Es considerado como el primer representante del naturalismo en la literatura estadounidense, cuya novela más destacada fue McTeague (1899).

Otros autores del naturalismo

  • Antón Pávlovich Chéjov (1860-1904): escribió varias obras como Las Tres Hermanas, La gaviota, El tío Vania, etc.
  • Nikolai Gogol (1809-1852): promotor del realismo ruso. Destacan sus obras El inspector general y El Casamiento.
  • Theodore Herman Albert Dreiser (1871-195): periodista y novelista estadounidense. Destaca su obra El financiero.
  • Eugenio Cambaceres (1843-1888): primero en introducir el naturalismo literario en Argentina con su novela Poupourri.
  • Vicente Blasco Ibánez (1867-1928): dentro de sus obras destacan La barraca, Los cuatro jinetes del apocalipsis, Mare nostrum, El papa del mar, entre otras.
  • Horacio Quiroga (1878-1937): poeta y cuentista uruguayo. El crimen del otro, Cuentos de amor, de locura y de muerte, y Cuentos de la selva, son solo algunas de sus tan increíbles obras.

Referencias

  1. Le naturalisme. Tomado de etudes-litteraires.com.
  2. Lissorgues, Y. El naturalismo como movimiento literario oportuno en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX. Tomado de cervantesvirtual.com.