Biografías de personajes históricos

Hildegard von Bingen: biografía, profecías, obras, aportes


Hildegard von Bingen (1908 – 1179) fue una polímata medieval, también conocida como Hildegarda de Bingen, Santa Hildegarda o la Sibila del Rin. Destacó como religiosa de la orden de San Benedictino y además como escritora, teóloga mística, visionaria, naturalista y compositora.

Su faceta más conocida en la actualidad fue la musical. Aunque de las obras de su época se han perdido muchos trabajos, los cánticos que se conocen de santa Hildegarda superan en número a los de cualquier otro compositor medieval.

Eso sumado a la calidad de su obra, de la cual escribía letra y música, hizo que sus monodias sacras (piezas para solistas) hayan sido las más grabadas en tiempos modernos. Sin embargo, sus aportes en otras áreas fueron igualmente impresionantes.

Fue una reconocida teóloga mística cristiana; escribió acerca de botánica, medicina, también hizo poemas y canciones litúrgicas para coros enteramente femeninos. Además fue una prolífica escritora de cartas, entre sus correspondientes se encontraban reyes, reinas, emperadores y papas.

El 10 de mayo de 2012, el papa Benedicto XVI abrió un proceso de “canonización equivalente” para la religiosa, pues aunque era considerada santa por algunas ramas de la Iglesia católica y por la Iglesia anglicana, el Vaticano no le había concedido este reconocimiento.

Además, por “la santidad de su vida” y sus enseñanzas, fue llamada doctora de la Iglesia el 7 de octubre de ese mismo año.

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Biografía

Primeros años

Hildegard von Bingen nació en 1098, aunque no se sabe la fecha exacta. Llegó al mundo en Bermersheim vor der Höhe, Alemania, y era parte de una familia de la nobleza local. Su madre era Mechtild de Merxheim y su padre Hildebert de Bermersheim.

Aunque eran libres servían al conde Meginhard de Spanheim. Hildegard fue la décima u octava hija de la pareja y los nombres que se conocen de sus hermanos son: Drutwinus, Hugo, Roricus, Irmenhard, Odilia, Jutta y Clementia.

Además de ser la menor de la familia, Hildegard fue enfermiza desde muy joven, por eso fue que se decidió que ella debía seguir el camino religioso. Cuando contaba con cerca de tres años comenzó a experimentar visiones místicas que pudo identificar como tales algunos años más tarde.

Educación e inicios religiosos

Cuando Hildegard llegó a los siete años, fue enviada a un convento benedictino conocido como Disibodenberg o monasterio de san Disibodo. Allí quedó bajo el cuidado de Jutta von Spanheim, que era hermana del conde de Spanheim, y ella fue la principal encargada de su educación.

Se cree que Jutta, que fue la abadesa de Disibodenberg, incluso enseñó a leer a Hildegard y la guio en su conocimiento religioso primario. Otras versiones afirman que la educación de Hildegard comenzó cuando tenía cerca de 14 años; de cualquier modo se formó con los benedictinos.

Hildegard no estudió latín ni retórica, lo que resultaba un impedimento para ella cuando se trataba de escribir sus textos, por lo que frecuentemente precisó de secretarios que colaboraran con las correcciones en su gramática.

Jutta también instruyó a Hildegard en música y ella fue quien la enseñó a tocar el salterio, un instrumento de cuerda muy popular en la Edad Media.

Otro de sus instructores fue Volmar, que era el confesor de las monjas del convento de san Disibodo y que también colaboró con la preparación de la joven en sus estudios bíblicos.

A los 14 años, en 1112, Hildegard tomó los votos ante el obispo Otto de Bamberg, específicamente en el día de Todos los Santos.

Magistra

En 1136 murió la abadesa Jutta von Sponheim, inmediatamente se escogió a Hildegard como líder espiritual de las monjas del convento con el cargo de magistra. Mientras que para el cargo de abad fue seleccionado un monje de nombre Kuno.

Aunque desde muy joven experimentaba visiones, Hildegard había intentado mantenerlas al mínimo. Fue su confesor, Volmar, quien le dijo que no las rechazara, puesto que esa era una forma en la que Dios se manifestaba a través de ella.

Después de ser ascendida a magistra las visiones se intensificaron y se volvieron constantes. Hildegard afirmó que le solicitaban durante el trance en el que entraba que escribiera lo que le era revelado.

El abate Kuno le dio su aprobación y la alentó a que escribiera aquellas experiencias. De hecho, poco tiempo antes de que Hildegard se decidiera a redactar sus visiones cayó enferma, supuestamente como un castigo divino por no haber comenzado antes a asentar lo que se le comunicaba.

A partir de 1141 Hildegard empezó a escribir todas sus visiones. Cerca de seis años más tarde el papa Eugenio tuvo acceso a los textos y manifestó su visto bueno para que continuara escribiendo lo que consideró como revelaciones del Espíritu Santo.

Rupertsberg

Desde que obtuvo la certificación de que sus visiones se trataban de mensajes divinos por parte del papa Eugenio, la popularidad de Hildegard creció. Muchos fieles iban a visitarla al convento de san Disibodo y en consecuencia los diezmos que recibía la parroquia también aumentaron.

Por eso cuando ella solicitó crear un nuevo convento en Rupertsberg, un pueblo cercano, el abate Kuno no estuvo de acuerdo con su idea y no lo concedió. De todas formas Hildegard siguió insistiendo en instancias superiores y el arzobispo Enrique I de Mainz le dio el ansiado permiso.

A pesar de eso el abate Kuno continuaba sin dar su bendición hasta que Hildegard cayó en cama y quedó paralizada, supuestamente como un castigo de Dios por no seguir su orden de fundar un nuevo convento.

Tras ese episodio l abate Kuno le permitió partir a su nuevo destino. Se mudaron en 1150, Hildegard fue acompañada por el monje Volmar, que sirvió como confesor en el nuevo monasterio y también se fueron con ella cerca de 20 monjas.

En Rupertsberg las monjas de Hildegarda cuidaban de los enfermos y ella comenzó a escribir acerca de medicina y otras áreas como poesía y música. Allí tuvo varios secretarios pero el más importante continuó siendo Volmar.

Viajes y segundo convento

Durante la década de 1160 Hildegard realizó varios viajes en Alemania y Francia. En esas travesías tomó como misión evangelizar y visitar monasterios de la orden benedictina para instruir a los religiosos, algo que no era común para las mujeres de la época.

En esos años también fundó un segundo convento solo para mujeres en Rudesheim y continuó con sus viajes por Europa durante aproximadamente diez años.

Conflicto con la Iglesia

En 1178 Hildegard tuvo un conflicto con las autoridades de la Iglesia. Todo comenzó porque ella no quiso permitir que el cadáver de un joven que había sido enterrado en camposanto de su monasterio fuese removido del lugar, puesto que el difunto había sido excomulgado.

Eso llevó a que se procediera a realizar un interdicto sobre su convento y como sanción se le negó la eucaristía. Hildegard apeló la decisión que no solo la comprendía a ella, sino a todas las hermanas del monasterio de Rupertsberg.

Finalmente la decisión fue revertida en 1179, fue entonces cuando pudo volver a confesarse y a recibir los sacramentos.

Muerte

Hildegard von Bingen falleció el 17 de septiembre de 1179, contaba entonces con 81 años. Desde que se escribió su primera biografía se le proclamó popularmente como santa, pero su ceremonia de ascenso no se dio sino después de 4 intentos el 10 de mayo de 2012 por el papa Benedicto XVI.

Visiones y profecías 

Desde los cinco años de edad Hildegard tenía visiones acerca del pasado, presente y futuro, así como de tierras lejanas y desconocidas. Esa cualidad hizo que se la apodara siglos más tarde la Sibila del Rin, haciendo referencia a las profetizas del mundo grecorromano.

Sus visiones se caracterizaban por llegar a ella mientras estaba plenamente consciente de su entorno, no durante un estado de rapto o éxtasis. De hecho, en esos momentos Hildegard podía interactuar con otras personas naturalmente.

Durante algunas de las revelaciones se sentía transportada hacia otros lugares, mientras que en otras el simple movimiento de las nubes en el cielo le evocaba un mensaje divino.

Por mucho tiempo mantuvo sus experiencias en privado, y solo se las confió a Jutta y al monje Volmar.  Eso cambió cuando ella tenía 43 años, pues una visión le encomendó escribir cada mensaje lo más fielmente posible y que los interpretara con las palabras de la voz celestial.

En su obra interpretó las visiones generalmente relacionadas con el libro de Revelaciones de la Biblia.

Algunos dirigentes de la época entre ellos Federico Barbarroja, o miembros de la realeza británica como Enrique I de Inglaterra, intercambiaban correspondencia con Hildegard von Bingen y acudían a ella por consejos pues la consideraban como un ente profético.

Obras

De la recopilación de sus visiones, Hildegard von Bingen hizo tres libros: Scivias (escrito entre 1142 y 1151), Liber vitae meritorum (escrito entre 1158 y 1163) y Liber Divinorum Operum (posiblemente escrito entre 1163 y 1173).

Esos son los libros más destacados de Hildegard en el ámbito religioso. Todos contienen sus visiones e interpretación acerca de los textos sagrados del catolicismo, pero el más importante de los tres fue el primero.

También fue autora de textos concernientes a otras categorías, como la biología así como la medicina. Además, Hildegard fue autora de obras musicales, poesía y una obra de teatro sacra.

Scivias

Este libro, cuyo título es una contracción de Sci vias Domini, “Conoce los caminos del Señor”, está compuesto de tres partes con un total de 26 visiones.

La primera parte consta de seis visiones que abarcan la Creación, la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, y la forma del universo (descrito como un huevo).

Además, santa Hildegarda trató la relación que existe entre el alma y el cuerpo de las personas y el nexo entre Dios y la humanidad mediante el templo.

En la segunda sección, que contiene siete visiones, describió el camino a la salvación. Su texto inicia con la llegada de Cristo, después Hildegard se refiere a la Santísima Trinidad, para luego hablar acerca de la Iglesia como esposa de Dios, madre de los creyentes y dadora de bautismo.

Luego está la confirmación como unción de virtudes, la jerarquía dentro de la Iglesia, el sacrificio de Cristo en la cruz y su continuación a través de la eucaristía. Finalmente abordó la lucha de la humanidad contra el mal.

La tercera y última parte de esta obra está compuesta por trece visiones. Se hace un recuento de las dos partes que le anteceden, pero con visiones apocalípticas añadidas: en ellas describe el fin de los tiempos con la llegada del Anticristo y la victoria final del bien sobre el mal.

Otras

Physica.

Causae et Curae.

Ordo Virtutum (obra de teatro).

Aportes

Trabajo musical

Entre las mayores contribuciones de Hildegard von Bingen se encuentra su trabajo musical. Ella es considerada una de las compositoras más prolíficas de su tiempo, o al menos de la que se tienen más registros en la actualidad.

Su trabajo estuvo orientado hacia la música sacra, de la que compuso obras para coros femeninos, algo poco común en la época. También creó monodias (composiciones para una sola voz), antífonas (melodías cortas y sencillas usadas durante la liturgia) y responsorios.

Ciencias naturales

Hildegard ha sido considerada la fundadora de las ciencias naturales en su país de origen, Alemania. Eso se debe a obras de su autoría como Physica, en la que describe las propiedades de plantas, minerales y animales.

Ella fue la primera en hacer referencia al uso de lúpulo como conservante de la cerveza en un texto. También en su libro Causae et Curae, Hildegard abordó el estudio del cuerpo humano y la forma en la que este se relacionaba con su entorno.

También en esa obra dio luces acerca del posible origen de diversas enfermedades y cuáles eran los tratamientos apropiados para curarlas.

Logros

Hildegard fue una de las cuatro mujeres que alcanzó el grado de doctora de la Iglesia. Ese honor le fue concedido por sus aportes al catolicismo, del que fue uno de los personajes femeninos más relevantes en la Edad Media.

Recibió el nombramiento de santa en 2012 mediante una ceremonia de canonización equivalente. Se había intentado presentar su caso en cuatro diferentes oportunidades, pero a Hildegard se le aplicó un régimen riguroso que no fue completado en esas ocasiones.

Referencias

  1. Encyclopedia Britannica. 2020. Saint Hildegard | Biography, Visions, Works, & Facts. [online] Available at: britannica.com [Accessed 6 July 2020].
  2. En.wikipedia.org. 2020. Hildegard Of Bingen. [online] Available at: en.wikipedia.org [Accessed 6 July 2020].
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  5. Silvas, A., 1999. Jutta And Hildegard. University Park, Pa.: Pennsylvania State University Press.