10 bacterias beneficiosas para el ser humano y características
Algunas bacterias beneficiosas para el ser humano son Escherichia coli, E. coli, Bacteroides fragilices, Lactobacillus acidophilus, entre otras. Las bacterias son organismos microscópicos procariotas, ubicuos y numerosos. Los encontramos de diferentes tamaños y formas.
En cuanto a su relación con los humanos, estas pueden traer consecuencias positivas, negativas o neutras, dependiente de la especie y de las condiciones bióticas y abióticas del medio donde se desarrollan.
Los humanos hemos coevolucionado durante millones de años con microorganismos que habitan en el interior y exterior de nuestros cuerpos, y que tienen consecuencias importantes.
Muchas especies de bacterias tienen consecuencias beneficiosas para nosotros, que actuamos como sus huéspedes. Entre estas tenemos resistencia a bacterias virulentas, digestión de nutrientes, mantenimiento de un pH óptimo, producción de sustancias inhibidoras como antibióticos, entre otros beneficios.
Los desbalances en la biota microbiana de los humanos han sido relacionados con múltiples condiciones, como inflamaciones, esclerosis, diabetes, alergias, obesidad, asma y hasta cáncer y autismo. Por ello, es menester conocer la condición “sana” de este bioma, tan diverso y abundante.
En este artículo discutiremos 10 bacterias que son beneficiosas para el ser humano, describiéndolas y destacando su papel en nuestro bienestar.
Índice del artículo
- 1 10 bacterias beneficiosas para el ser humano
- 2 ¿Qué son los probióticos?
- 3 ¿Cómo las bacterias “buenas” se vuelven “malas”?
- 4 Referencias
10 bacterias beneficiosas para el ser humano
Cuando escuchamos el término “bacteria” es casi inevitable relacionarlo un concepto negativo. Solemos asociar de manera instantánea a las bacterias con enfermedades catastróficas.
Constantemente estamos tratando de mantener nuestro cuerpo y ambientes “libres de bacterias” y otros microorganismos usando antibacteriales y detergentes, para lograr mantener nuestra salud en un estado óptimo.
No obstante, esta imagen negativa de las bacterias debe ser modificada. Si bien es cierto que muchas bacterias son los agentes causantes de múltiples patologías, otras causan beneficios inmensos a nuestra salud, siendo indispensables.
Los investigadores han estimado la proporción de bacterias en nuestro cuerpo, y han encontrado una cifra abrumadora: por cada célula tenemos, aproximadamente, 10 bacterias. Esto quiere decir que, cuantitativamente somos más bacterias que humanos.
En término de masa, las bacterias representan una porción insignificante. Sin embargo, en términos de genes, como organismo tenemos 99% de genes bacterianos y solo 1% de genes humanos. Es por ello que las bacterias cumplen un papel muy importante en distintos aspectos de nuestra vida, incluyendo la digestión, inmunidad y protección ante enfermedades.
Esta cantidad astronómica de bacterias hace difícil elegir solo 10 de ellas, pero analizaremos a las más famosas de la literatura científica:
Escherichia coli
Dentro de los laboratorios de biología – y también en el conocimiento popular, E. coli tiene un lugar importante, siendo el organismo mejor conocido en todo el planeta. No solo es útil como modelo de investigación en biología molecular y genética, también lo es en el interior de nuestros cuerpos.
La presencia de E. coli se ha relacionado con la producción de vitamina K y vitamina B12, ambos requisitos muy importantes para el huésped mamífero. Además, consume el oxígeno del intestino, manteniendo un ambiente apropiado para sus compañeras anaeróbicas. Por último, excluye competitivamente a los microbios patógenos.
Eubacterium
El género Eubacterium, al igual que E. coli es un residente simbiótico de nuestro tracto digestivo. Contribuye en la producción de vitamina K, vitamina B12, folato y biotina. Otros géneros bacterianos también son importantes productores de estos compuestos vitamínicos.
Bacterioides
Los Bacteroides comprenden uno de los mayores linajes de bacterias que surgieron durante del proceso evolutivos. Estas especies se caracterizan por ser bastones con metabolismo anaeróbico, no forman esporas y responden a la coloración de Gram de manera negativa.
Estas bacterias empiezan a formar parte de nuestra microbiota desde etapas muy tempranas en nuestras vidas, ya que son transmitidas vía vaginal durante el parto, de la madre al niño.
Se encuentran como habitantes normales del tracto digestivo. Los Bacteroides tienen la capacidad de fermentar los carbohidratos, produciendo una amplia gama de ácidos grasos volátiles que el huésped puede reabsorber y usar como fuente de energía.
Los estudios han demostrado que los animales que carecen de bacterias en su tracto digestivo requieren de un 30% más de energía, ya que no poseen a estos microorganismos que contribuyen a generar compuestos asimilables.
También se ha encontrado que la colonización por Bacteroides, como Bacteroides fragilices, es crucial para el funcionamiento del sistema inmune en los mamíferos.
Lactobacillus
Existen más de 80 especies pertenecientes a este género de bacterias. Este género es un representante importante del phylum Firmicutes. Específicamente, la especie L. acidophilus es una habitante mutualista de nuestros intestinos y ayuda en la digestión de los alimentos.
Como resultado de su metabolismo, produce ácido láctico y peróxido de hidrógeno, ayudando a mantener libre el tracto digestivo de microorganismos patógenos.
Además, contribuyen en la digestión de carbohidratos que no son digeribles (celulosa, peptinas, etc) y que son una fuente de energía clave en el colon.
Esta bacteria está presente en alimentos fermentados, como el yogurt y es usado como probiótico. Este tema será tratado más adelante. El consumo de estos organismos ha sido particularmente efectivo en pacientes que poseen intolerancia a la lactosa, ya que ayuda con la digestión de este carbohidrato.
Este género también se encuentra en la mucosa vaginal, ayudando a mantener un pH ácido. La acidez ayuda a mantener lejos patógenos, como el hongo Candida.
Staphylococcus
La microbiota de la piel contribuye en gran medida a la salud de su hospedador y ayuda a protegerlo contra un amplio rango de infecciones potenciales. Una manera de hacerlo es mediante la producción de bacteriocinas, sustancias antimicrobiales sintetizadas por los ribosomas de las bacterias.
Las bacteriocinas son péptidos estables al calor que pueden tener espectros de eliminación de microorganismos variados.
El desbalance en la composición microbiana de la piel ha sido relacionado con el desarrollo de enfermedades como la psoriasis, dermatitis y acné.
Las bacterias del género Staphylococcus son habitantes dominantes en la piel. Aunque algunos son potencialmente patógenos, un grupo en específico forman parte de la microbiota beneficioas y ayuda a la producción de sustancias antimicrobianas, como las especies S. gallinarum, S. epidermidis y S. hominis.
Otro ejemplo es S. lugdunensis. Esta bacteria fue aislada de la cavidad nasal, y llevó al descubrimiento de un nuevo antibiótico. Así, el estudio de las bacterias beneficiosas puede llevar al avance de la medicina.
Streptococcus
Las bacterias de género Streptococccus son asociadas generalmente a enfermedades, sin embargo la especie S. thermophilus es un microbio beneficioso.
Esta bacteria no tiene capacidad de movimiento pero si de fermentar. Como su nombre lo indica, es capaz de resistir altas temperaturas.
En cuanto a su metabolismo, puede ser aeróbica o anaeróbica, dependiendo del contexto. Se ubica en el intestino delgado, donde empieza a fermentar. Su presencia en el tracto digestivo ayuda a la digestión de carbohidratos complejos.
Bifidobacteria
Este género de bacterias está presente de manera natural en nuestro tracto gastrointestinal. Pareciera ser importante en los infantes, siendo más frecuentes en los niños que son alimentados por medio de lactancia materna.
Contribuye en la digestión de los alimentos, ayudando a escindir compuestos que no son fácilmente asimilados, en moléculas pequeñas de fácil digestión. Además, evita el desarrollo de diarreas y estreñimientos.
Uno de los productos secundarios de la actividad metabólica de Bifidobacteria es la acumulación de gases en el intestino.
Este género bacteriano también ha mostrado positivo en la regulación de sistema inmune, modulando la expresión de las inmunoglobulinas IgG.
Bacillus
La especie Bacillus coagulans suele ser tomada en diversos suplementos y se ha encontrado que tiene efectos positivos en patologías del tracto gastrointestinal, como diarreas.
Lactococcus
Este género bacteriano lo encontramos en cantidades relevantes en lácteos fermentados. Son beneficiosas para el organismo ya que pareciera servir para tratar alergias y enfermedades inflamatorias.
Faecalibacterium
Como la mayoría de bacterias descritas, este género se localiza en el tracto grastrointestinal.
La reducción de Faecalibacterium prausnitzii pareciera relacionarse con una serie de patologías, como la enfermedad de Bowel. Además, la bacteria posee propiedades antiinflamatorias.
Bifidobacterium animalis
La Bifidobacterium animalis es una cepa útil de bacterias probióticas que habitan naturalmente el tracto digestivo humano. Se considera probiótico porque confiere un efecto beneficioso sobre el humano.
Es esencial para una buena digestión; este microorganismo vive en el intestino grueso donde compite por los alimentos.
El lumen intestinal, el estómago, el colon y el intestino están colonizados por los microorganismos dominantes que viven en la flora intestinal; por lo tanto, cuando se complementan con los probióticos, es imprescindible tomar una dosis adecuada que le permita competir eficazmente contra las bacterias que pueden causar enfermedades o infección.
Algunas bacterias probióticas colonizan a lo largo de las paredes del lumen mientras que otras, como la Bifidobacterium animalis, ejercen sus efectos probióticos a medida que se mueven a través del sistema digestivo.
La Bifidobacterium animalis utiliza un proceso de fermentación para convertir los carbohidratos en compuestos químicos como el ácido láctico y el peróxido de hidrógeno, permitiendo solo dominancia probiótica en todo el área intestinal.
¿Qué son los probióticos?
Es imposible hablar de bacterias beneficiosas o “amigables” sin aclarar qué es un probiótico, ya que es un término que ha ganado mucha popularidad en los últimos años.
Según la Organización Mundial de la Salud (o WHO, por sus siglas en inglés) los probióticos son microorganismos – mayormente bacterias – cuya presencia en cantidades apropiadas resulta en un beneficio para su hospedador, siendo un sinónimo bastante usado para referirse a las bacterias buenas.
Aunque su uso ha crecido de manera exponencial, su uso se remonta a varios siglos atrás, donde la leche fermentada se usaba como remedio casero para el tratamiento de algunas enfermedades bacterianas. Efectivamente se observaba que su consumo traía resultado positivo al paciente.
Hoy en día los probióticos van más allá que simples productos lácteos. Vienen en distintas presentaciones, desde cápsulas, tabletas, polvos y demás, que pueden ser incorporados a las bebidas y demás alimentos.
¿Por qué los probióticos son buenos? Estos ayudan al control de infecciones potenciales ya que las bacterias “buenas” compiten con los “malos”, y terminan desplazándolos. También ayudan a restablecimiento de la microbiota sana del huésped luego de la toma de antibióticos que han acabado con esta.
¿Cómo las bacterias “buenas” se vuelven “malas”?
Como vimos, existen diversas bacterias que coexisten en relaciones mutualisticas o comensales con los humanos, sin causar daño alguno.
Sin embargo, algunos de esos microbios tienen “parientes” que son conocidos por su capacidad para causar enfermedades devastadoras en los humanos. Muchas veces encontramos que una cepa es beneficiosa y otra es devastadora, ¿a qué se debe esta enorme diferencia?
El ejemplo clásico es Escherichia coli, encontrada normalmente en los intestinos humanos. Existen algunas cepas patógenas de este microorganismo que son los agentes causantes de una amplia gama de enfermedades, desde simples diarreas hasta síndromes hemolíticos que pueden causar, potencialmente, la muerte del paciente.
En la mayoría de los casos, la diferencia crucial entre una cepa beneficiosa a otra patógena o mortal está – sorprendentemente – en solo algunos genes encontrados en elementos móviles, como plásmidos, transposones o fagos que han sido integrados en el genoma.
Referencias
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