La economía colonial en el siglo XVII (Virreinatos)
La economía colonial en el siglo XVII se sostenía según las ideas mercantilistas en la extracción de metales preciosos y el intercambio comercial. El comercio estaba sujeto a dos principios básicos: el monopolio y exclusivismo comercial.
Hasta que fue derogado el monopolio universal, la América española únicamente podía comercializar con los territorios españoles de Europa. Por tal razón, fue creada en 1503 la llamada Casa de Contratación de Indias en Sevilla, que era la entidad encargada de supervisar que se cumpliera el monopolio.
Adicionalmente, funcionaba en cada virreinato un Tribunal del Consulado. Este ejercía el control de todo el movimiento comercial e intercedía en todo lo que se relacionara con él.
Índice del artículo
Virreinato de Nueva España
En el aspecto económico, la minería y el comercio obtuvieron una relevancia especial en el Virreinato de Nueva España.
Minería
El descubrimiento de numerosas canteras mineras atrajo la atención de la Corona, que se interesó en explotarlas. Estas minas se sustentaban con los habitantes locales, quienes buscaban mejorías en su calidad de vida.
De estas minas se extraían diferentes materiales, tales como plata, oro y cobre. En torno a las minas se crearon ciudades mineras. Esto produjo el levantamiento de nuevas explotaciones ganaderas y agrícolas consagradas a su abastecimiento.
En conjunto con la construcción de vías para que pudiera salir lo que se obtenía de las minas, todo esto generó un impulso económico importante.
La Corona asignaba un impuesto, llamado Quinto Real, con el cual se tomaba el 20% del material que se extraía. Se basaba para ello en una sucesión de bulas emitidas en 1494 por el Papa Alejandro VI, donde se indicaba que todo el suelo que se conquistara en América pertenecía a España.
La minería tenía privilegios con respecto a otras secciones productivas. Estos privilegios se fundamentaban en el discurso económico predominante de la época, donde se consideraba que la riqueza estaba basada en los metales preciosos que se tuviese.
Las principales minas que se explotaban en Nueva España eran Pachuca, Zacatecas, Guanajuato y Fresnillo.
Comercio
El reglamento comercial se encontraba en manos de la Casa de Contratación, cuya base estaba en Sevilla, España. Las políticas proteccionistas y el monopolio exigidos por la capital, imposibilitaron un óptimo desarrollo en el componente económico del virreinato.
Estaba prohibido realizar un comercio directo con otras áreas del imperio. Todas estas disposiciones proteccionistas llevaron al auge de actividades ilegales, tales como el contrabando o la piratería.
Estas acciones eran promovidas tanto por naciones extranjeras que buscaban mercados nuevos, como por negociantes locales que buscaban brincarse las providencias restrictivas y arancelarias impuestas por la Corona.
Virreinato del Perú
En el siglo XVI se estableció una política comercial monopólica y un conjunto de entes estatales de control para poder exportar del modo más eficaz la mayor cuantía de los metales extraídos hacia la península española.
Minería
En el Virreinato del Perú fue preponderante la actividad minera y uno de los pilares económicos, al menos durante el siglo XVI y gran parte del siglo XVII. Aunque no fue la única actividad económica que los colonizadores introdujeron, fue la actividad que estableció más cambios sociales, económicos e incluso políticos.
Las mejores minas, por su rendimiento y calidad eran propiedad de la corona española. Por otro lado, las minas pequeñas eran explotadas por personas particulares, teniendo como deber pagar el Quinto Real como impuesto. Este correspondía al 20% de la riqueza obtenida.
Las canteras mineras principales fueron: Potosí, Huancavelica, Castrovirreyna, Cajabamba, Cerro de Pasco, Carabaya, Hualgayoc y Cayllama, localizadas todas en el Perú actual.
A pesar que para esa época la minería era una actividad riesgosa y desorganizada, fue tal su apogeo que más del 40% de los yacimientos que actualmente están operando en Perú, en tiempos del virreinato ya habían sido descubiertos y explotados.
Comercio
En el virreinato el comercio se basaba en el monopolio, por el carácter mercantilista y exclusivista que predominaba en la economía.
Todo este apogeo comercial convirtió al Virreinato del Perú en eje del movimiento comercial, y al puerto del Callao en el más importante de toda la América española. Por eso no causa sorpresa que en ese tiempo fuera víctima de ataques de corsarios, piratas y filibusteros.
De Sevilla salían anualmente barcos cargados de mercancías, protegidos por otros navíos de la armada española. Los que se dirigían al Perú eran galeones y primero llegaban al puerto de Cartagena de Indias. Desde allí transitaban al puerto de Portobelo.
En Portobelo se efectuaba una gran feria, a la cual concurrían los negociantes de Lima. Estos llegaban a este lugar por medio de la denominada Armada del Mar del Sur.
Después de realizadas las ventas y compras en Portobelo, los mercantes de Lima nuevamente se embarcaban en la Armada del Mar del Sur para arribar al Callao.
Desde este puerto despachaban las mercancías por tierra a las ciudades y pueblos del interior del virreinato, como Cuzco, Arequipa, Buenos Aires, Charcas, Montevideo y Santiago.
Virreinato del Río de la Plata
El Virreinato del Río de la Plata surgió en 1776, dentro de lo establecido por las Reformas borbónicas.
En este virreinato la economía continuaba con el modelo extractivo-exportador. Al igual que la propia metrópolis española y el resto de virreinatos, se mostró alejado de la protoindustrialización, que surgió en el siglo XVIII, y a su evolución posterior.
Minería
La minería no fue la actividad principal, tal como sí sucedía en el resto de virreinatos. La actividad minera solo se circunscribía a un conjunto de yacimientos que se explotaban en la Bolivia actual.
Sin embargo, se exportaban enormes cantidades de plata y oro desde el puerto de Buenos Aires, que llegaban principalmente del Alto Perú.
Comercio
El nombre de este virreinato, Río de la Plata, proviene del producto económico más importante para su economía, la plata. Sin embargo, esta se extraía principalmente de las minas localizadas en el Alto Perú.
Esta actividad económica representó el desarrollo de un tráfico terrestre. Este circulaba generalmente siguiendo el Camino Real, desde el Alto Perú hasta llegar al puerto de Buenos Aires. Tal tráfico generó además la cría de caballos, mulas y asnos.
El comercio, que se enfocaba en la exportación de plata y oro, cereales, ganado y derivados, estaba reglamentado fuertemente por la metrópolis. Esto ayudó a la propagación de actividades contrabandistas.
Unos pocos españoles tenían en sus manos la actividad comercial, quienes a su vez se apropiaban de gran parte del poder político.
Ganadería
Una importante actividad económica lo constituyó la ganadería, establecida en Buenos Aires principalmente, cuya trascendencia en la zona se conserva hasta la actualidad.
Referencias
- Clases Historia (2019). El Virreinato de Nueva España. Tomado de: claseshistoria.com.
- Wikipedia (2019). Virreinato del Perú. Tomado de: es.wikipedia.org.
- Clases Historia (2019). El Virreinato del Río de la Plata. Tomado de: claseshistoria.com.
- Historia del Perú (2019). Economía en el virreinato. Tomado de: historiaperuana.pe.
- Wikipedia (2019). Virreinato del Río de la Plata. Tomado de: es.wikipedia.org.