Adolfo Ruiz Cortines: biografía, gobierno, aportaciones
Adolfo Ruiz Cortines (1889-1973) fue un político mexicano que ocupó la presidencia del país entre 1952 y 1958. Nacido en Veracruz en 1890, su mandato dio un giro progresista frente a la política más conservadora desarrollada por sus dos predecesores. Algunas de sus medidas fueron la concesión del derecho al voto a las mujeres y el impulso la educación y la sanidad pública.
En su presidencia, Ruiz Cortines trató de modernizar el país mediante la implantación de políticas económicas novedosas. Su propósito era encontrar un equilibrio entre las empresas privadas y la participación pública en el ámbito económico.
La temprana muerte de su padre provocó que la situación de su familia, hasta entonces acomodada, fuera empeorando. Solo la ayuda de algunos de sus tíos y de su abuelo permitió que el joven se formara en varios centros educativos. Sin embargo, a los 16 años debió abandonar sus estudios para empezar a trabajar.
En 1913 apoyó a los revolucionarios mexicanos en su lucha contra la dictadura de Victoriano Huertas. Tras finalizar la revolución, Ruiz Cortines inició su carrera política, ocupando varios cargos durante las siguientes décadas. En 1951 fue nombrado por el Partido Revolucionario Institucional candidato a la presidencia y, al año siguiente, venció en las elecciones.
Índice del artículo
- 1 Biografía
- 1.1 Nacimiento y primeros años
- 1.2 Educación
- 1.3 Revolución mexicana
- 1.4 Matrimonio y ascenso militar
- 1.5 Entrada en la política
- 1.6 Distrito Federal
- 1.7 Gobierno de Manuel Ávila Camacho
- 1.8 Gobernador de Veracruz
- 1.9 Candidatura a las elecciones presidenciales de 1952
- 1.10 Elecciones
- 1.11 Presidente de México (1952-1958)
- 1.12 Post-presidencia
- 1.13 Fallecimiento
- 2 Gobierno de Ruiz Cortines
- 3 Aportes de Ruiz Cortines
Adolfo Ruiz Cortines nació el 30 de diciembre de 1890 en Veracruz, México. Su padre, que trabajaba en la oficina de aduanas del puerto de la ciudad, falleció poco tiempo después del nacimiento de su hijo.
Hasta ese momento, la familia del futuro presidente tenía una posición acomodada. Sin embargo, el fallecimiento del padre de Ruiz Cortines provocó que su economía se viera muy afectada, hasta el punto de que vivieron etapas de verdadera pobreza.
María Cortines Cotera, madre de Adolfo, no tuvo más remedio que trasladarse a vivir a la casa de un familiar. Este, tío abuelo de Ruiz Cortines, representó una importante influencia para el joven, que años después afirmó que le había enseñado “lo valioso de la pulcritud personal, la admiración por los hombres de la Reforma, y la necesidad del orden en todos los aspectos de la vida.
Ruiz Cortines recibió su primera educación en su casa, de manos de su madre. Con cuatro años ingresó en la Escuela Amiga y, más tarde, en un colegio regido por los jesuitas. En septiembre de 1901, el joven Adolfo comenzó a estudiar contabilidad en el Instituto Veracruzano.
El futuro político tenía la intención de continuar formándose para hacer una carrera profesional. Sin embargo, con 16 años, la situación económica familiar le obligó a abandonar el Instituto Veracruzano para comenzar a trabajar. Su primera ocupación fue en una empresa comercial de ropa, donde ejerció de ayudante de contador hasta finales de 1912.
El estallido de la Revolución mexicana, en 1910, impidió que Ruiz Cortines retomara sus estudios.
Por otra parte, en 1908 el joven comenzó a interesarse por la política motivado por la publicación del libro La sucesión presidencial de 1910, escrito por Francisco I. Madero.
En 1912, cuando contaba con 23 años, Ruiz Cortines dejó Veracruz para trasladarse a la Ciudad de México. Allí vivió los sucesos provocados por el golpe de Estado de Victoriano Huertas, la llamada Semana Trágica de 1913.
Este golpe terminó con el asesinado del presidente, Francisco I. Madero. Huerta se hizo con el poder y Ruiz Cortines se unió a sus opositores. En un principio, se puso a las órdenes de Alfredo Robles, a quien Carranza había nombrado responsable de las fuerzas constitucionalistas en el sur y el centro del país.
En agosto de 1914, Robles fue nombrado gobernador del Distrito Federal. Ruiz Cortines, que entonces tenía el grado de capitán segundo, formó parte de su grupo de ayudantes, puesto que conservó cuando Heriberto Jara sustituyó a Robles.
Ruiz Cortines se casó el 31 de diciembre de 1915 con Lucia Carrillo Gutiérrez, con la que tuvo tres hijos. En los años siguientes, continuó con su carreta militar y logró varios ascensos.
Como capitán, luchó contra Adolfo Santibáñez en la campaña de Tehuantepec. En 1917 se convirtió en ayudante de Heriberto Jara que había sido nombrado Gobernador y Comandante Militar de Veracruz.
Ruiz Cortines participó en 1920 en el Plan de Agua Prieta, en contra del Venustiano Carranza. Cuando este fue derrocado, el futuro presidente recibió el encargo de entregar el tesoro nacional, trasladado desde Aljibe a la Ciudad de México, al nuevo presidente, Adolfo de la Huerta.
A los 37 años, en 1926, Ruiz Cortines decidió poner fin a su carrera militar. Al retirarse del ejército recibió la condecoración de “Veteranos de la Revolución, segundo periodo: años de 1913-1916”.
Los primeros pasos de Ruiz Cortines en la política se produjeron incluso antes de que abandonara el ejército. Así, se hizo cargo de la secretaria particular de Jacinto B. Treviño durante el breve tiempo en el que este ocupó la Secretaría de Industria y Comercio. Más adelante, en 1922, trabajó con Manuel Padrés en la reorganización de los ferrocarriles del país.
En 1925, tras recibir un curso de estadística, Ruiz Cortines se convirtió en director de Estadística Nacional y, a comienzos de los años 30, participó en la Convención Nacional de Migración.
Además de estos puestos, Ruiz Cortines publicó diversos artículos técnicos en revistas como Crisol o periódicos como El Nacional. Sus publicaciones versaban sobre la necesidad de que las grandes ciudades se descongestionaran y sobre la importancia de la demografía.
En 1935, después de 20 años de matrimonio, Ruiz Cortines se divorció de su esposa. Ese mismo año, ocupó el puesto de Oficial Mayor del Departamento del Distrito Federal, un cargo político importante.
Durante su permanencia en ese departamento, Ruiz Cortines trabó amistad con Miguel Alemán Valdés, que entonces ejercía como magistrado en el Tribunal Superior de Justicia. Esta amistad fue decisiva para su posterior carrera política.
Ruiz Cortines fracasó en 1936 en su intento de convertirse en gobernador de Veracruz. Al año siguiente, en cambio, sí logró ser diputado en el Congreso de la Unión.
La proximidad de las elecciones presidenciales desató, en 1939, la batalla interna dentro del Partido de la Revolución Mexicana (antecedente del PRI) para ser nombrado candidato. El elegido final fue Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán se convirtió en director de su campaña. Este llamó a su amigo Ruiz Cortines para que se hiciera cargo de la tesorería.
Ruiz Cortines desempeñó ese trabajo hasta finales de enero de 1940, cuando fue nombrado Secretario de Gobierno de Veracruz.
Con la victoria de Ávila Camacho en las elecciones, Miguel Alemán se convirtió en Secretario de Gobernación y, de un nuevo, volvió a contar con Ruiz Cortines. En esta ocasión, su puesto fue el de Oficial Mayor de la secretaría.
Por otra parte, el futuro presidente volvió a contraer matrimonio a comienzos de 1941.
En 1944, Ruiz Cortines volvió a intentar convertirse en gobernador de su estado natal, Veracruz. Tras una intensa campaña, esta vez sí consiguió su objetivo y el 1 de diciembre de ese año tomó posesión del cargo.
Cuatro años más tarde, Ruiz Cortines abandonó su puesto después de ser requerido por el gobierno federal para ocupar la Secretaría de Gobernación durante el gobierno de Miguel Alemán.
Desde ese puesto realizó una importante labor que le permitió entrar en contacto con numerosos sectores sociales, desde políticos hasta sindicalistas, pasando por los empresarios o los líderes agrícolas.
Aunque las siguientes elecciones presidenciales no se tenían que celebrar hasta 1952, las fricciones dentro del partido para elegir candidato comenzaron tres años. Primero, cuando Alemán pareció querer alargar su mandato, aunque tuvo que dar marcha atrás después de las declaraciones en contra de Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila.
Alemán empezó entonces a sondear posibles candidatos. Su primera opción fue Fernando Casas, pero este nombre despertaba mucho rechazo entre miembros del partido. Finalmente, el elegido fue Ruiz Cortines, a pesar de su edad avanzada y su precario esado de salud.
A mediados de octubre de 1951, Ruiz Cortines fue nombrado oficialmente candidato a la presidencia. Durante su campaña recorrió gran parte del país con el lema “Austeridad y Trabajo”. También dio mucha importancia a las mujeres, a las que prometió otorgarles el derecho a voto.
Las elecciones tuvieron lugar el 6 de junio de 1952 y Ruiz Cortines fue declarado vencedor de las mismas.
Los candidatos opositores denunciaron algunas irregularidades, como el rechazo a que sus representantes pudieran observar las votaciones, la negativa a que recogieran las actas, la falsificación de algunas de esas actas o el bloqueo de carreteras en las zonas favorables a las listas no oficialistas.
Estas protestas desembocaron en una gran manifestación, violentamente sofocada, en la misma noche electoral.
Adolfo Ruiz Cortines tenía 62 años cuando llegó a la presidencia de México. Como había propugnado durante su campaña, quiso dar ejemplo desde el primer día y organizó una ceremonia de toma de posesión muy austera.
Para su gobierno eligió a una serie de colaboradores que destacaban por su experiencia y por su falta de relación con el anterior mandatario, Miguel Alemán.
Lo delicado de su salud fue una preocupación dentro de su entorno. El nuevo presidente ocultó a la población que había tenido que operarse apenas cinco semanas después de tomar posesión. Para mantener el secreto ordenó incluso preparar un quirófano en su residencia.
A pesar de eso, Ruiz Cortines acabó sin problemas su sexenio presidencial. Se trato de una legislatura relativamente tranquila y su figura no cosechó demasiadas críticas.
Al abandonar el cargo, Ruiz Cortines y su esposa se trasladaron a vivir a una casa en la capital. El político recibió algunas ofertas para volver a la vida pública, sin aceptar ninguna.
Esta situación duró hasta el 8 de diciembre de 1961. Ese día se dio a conocer que varios expresidentes, entre los que se encontraban Pascual Ortiz Rubio, Portes Gil, Lázaro Cárdenas y el propio Ruiz Cortines, habían recibido una oferta para trabajar en el gobierno de López Mateos.
Ruiz Cortines aceptó el cargo de delegado fiduciario de Nacional Financiera, aunque no quiso cobrar ningún sueldo. El antiguo mandatario mantuvo esta ocupación hasta la muerte de su hijo, el 22 de abril de 1962.
Tras esto, el político fue distanciándose de su esposa, hasta el punto de abandonar su domicilio. Su principal ocupación era jugar al dominó con sus amigos de La Parroquia. Con el paso del tiempo, sus salidas se hicieron menos frecuentes e, incluso, prohibió a sus familiares que lo visitaran.
Un antiguo amigo, también político, se trasladó a vivir con él en su casa de Veracruz. El 3 de diciembre de 1973, Ruiz Cortines se despertó con grandes molestias físicas. Su estado fue empeorando a lo largo del día, aunque sin lograr que mejorara.
Esa misma noche, Ruiz Cortines falleció en su casa. El médico dictaminó que la causa había sido una insuficiencia cardiaca provocada por la arteriosclerosis.
Al llegar a la presidencia, Ruiz Cortines tuvo que hacer frente a la división que existía dentro de su propio partido. El anterior periodo presidencial había cosechado grandes críticas y había aparecido una facción disidente encabezada por Henrique Guzmán.
Ruiz Cortines se esforzó por intentar acabar con la corrupción en la administración y en tomar decisiones que mejoraran la calidad de vida y los derechos de los ciudadanos.
Ruiz Cortines buscó desde el comienzo de su mandato distinguirse del anterior presidente, Miguel Alemán. En lo económico trató de resolver los problemas sociales mientras iniciaba una época de austeridad.
Entre otras medidas, el mandatario cambió la ley sobre la responsabilidad de los funcionarios públicos con la intención de acabar con la corrupción.
Otro cambio importante afectó la Constitución mexicana. Ruiz Cortines impulsó la reforma de su artículo 28 para sancionar duramente los monopolios que afectaran a los artículos de primera necesidad.
Igualmente, su gobierno aprobó leyes para reducir el gasto público y que se ajustara a los ingresos. Con esto buscaba sanear las finanzas del Estado y evitar que la inflación creciera.
Estas medidas provocaron el descontento inicial de los empresarios, por lo que se produjo una importante fuga de capitales. Para solucionar el problema, Ruiz Cortines comenzó en 1953 un plan para impulsar la producción.
Aunque anteriores presidentes habían dado pasos en ese sentido, en 1952 las mujeres mexicanas aún no tenían derecho al voto. Ruiz Cortines cambió el artículo 32 de la Constitución para cambiar esa circunstancia.
El gobierno de Ruiz Cortines disolvió el movimiento henriquista y, además, impuso disciplina para remover a los dirigentes del partido en varios estados que estaban en contra de sus políticas.
Por otra parte, en abril de 1952, apareció la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, una organización afiliada al PRI. Este grupo entró pronto en conflicto con la CTM y el gobierno impulsó la creación del Bloque de Unidad Obrera para que todos los sindicatos y centrales se integraran.
Como en otras épocas de la historia, durante el gobierno de Ruiz Cortines no faltaron los militares dispuestos a tomar las armas en su contra. En algunos casos, el presidente tomó severas medidas, como la ilegalización de la asociación a la que pertenecían esos militares, la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, y su expulsión del ejército.
El reparto de tierras se ralentizó durante este sexenio presidencial, ya que la cantidad repartida en periodos anteriores había sido muy grande y cada vez quedaba menos terreno para continuar esa política.
A comienzos de 1958, se produjeron bastantes invasiones de tierras en manos de latifundistas por parte de campesinos y jornaleros del norte de México. En algunos estados, como Sinaloa, Sonora o Baja California, fueron miles los campesinos que participaron en esta ocupación.
La reacción del gobierno fue diferente en cada caso. En algunos, los ocupantes fueron desalojados por la fuerza, pero en Sonora se expropiaron medio millón de hectáreas que estaban en manos de estadounidenses.
En 1956, después de una escisión dentro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, se produjo una rebelión por parte de un sector del profesorado. El principal motivo fue la decisión del gobierno de realizar una subida salarial mucho más baja de lo esperado.
Parte de los profesores crearon el Movimiento Revolucionario del Magisterio y llegaron a ocupar el edificio de la Secretaría de Educación Pública por unos meses.
En abril de 1958, los maestros organizaron una concurrida manifestación que fue reprimida violentamente por la policía. Uno de los líderes, Othón Salazar, fue detenido y encarcelado. Sin embargo, la movilización de los maestros contaba con el apoyo de la mayor parte de la población y el gobierno tuvo que concederles las mejoras que solicitaban.
Por otra parte, Ruiz Cortines también tuvo que enfrentarse a un importante movimiento reivindicativo organizado por los trabajadores del ferrocarril.
Los trabajadores estaban en contra de Jesús Díaz León, secretario general del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, además de haber sufrido una reducción de su salario entre 1951 y 1957.
La falta de consenso entre los propios trabajadores permitió a Ruiz Cortines resolver la situación. El gobierno les subió el sueldo y accedió a algunas de sus peticiones sociales.
El presidente ordenó que el seguro social llegara a todo el país y que incluyera a los campesinos. Además, intentó asegurarse que el presupuesto se gastara de manera adecuada para acabar con el despilfarro en gastos médicos.
La situación social de México en esos momentos quedó reflejada en el informe encargado por Ruiz Cortines a comienzos de su mandato: el 42% de la población era analfabeta, 19 millones de campesinos vivían al día y la desigualdad era cada vez mayor.
La situación de pobreza de buena parte de la población provocaba que muchos intentaran entrar ilegalmente en Estados Unidos en busca de oportunidades.
Las medidas tomadas por Ruiz Cortines buscaron aumentar el salario de los trabajadores. Además, retomó una iniciativa creada por Lázaro Cárdenas para llevar alimentos de primera necesidad a los barrios más pobres de la capital.
Por otra parte, financió las obras petroleras mediante emisiones de bonos con el objeto de evitar incrementar la deuda externa.
En el ámbito sanitario, el gobierno organizó varias campañas para erradicar la tuberculosis, el paludismo y otras enfermedades.
Su experiencia en el campo de la demografía había convencido a Ruiz Cortines de que México debía aprovechar sus dos extensos litorales. El presidente pensaba que se podía distribuir la población si se mejoraban las infraestructuras.
Para conseguirlo, Ruiz Cortines impulsó el Programa de Progreso Marítimo, con un presupuesto de 750 millones de pesos. Este programa, conocido popularmente como Marcha al Mar, construyó o mejoró unos 70 puertos. Además, se abrieron comunicaciones interoceánicas y con el altiplano.
Uno de los momentos más duros del mandato de Ruiz Cortines fue el terremoto de 1957. Con epicentro en Guerrero, el movimiento de tierras destruyó edificios en la capital y en otras ciudades. El terremoto causó 52 víctimas mortales y 657 heridos. El gobierno dio órdenes para ayudar rápidamente a todos los afectados.
Una de las prioridades del gobierno fue aumentar el control del gasto público. El presidente dedicó parte del presupuesto a construir nuevas infraestructuras de transporte, hospitales y colegios.
La disminución del gasto público y la disminución de la inflación permitió que la economía mejorara y que, por primera vez en años, México consiguiera superávit y pudiera aumentar la inversión.
Esta buena situación cambió en 1952, cuando se redujo enormemente la inversión extranjera en el país. Ruiz Cortines trató de superar el problema aprobando un plan denominado Política estabilizadora.
El propósito de este plan era aumentar la producción interna, sobre todo de alimentos. Además, también usó las ganancias de los bancos privados para ofrecer mayores beneficios a las zonas rurales.
El plan resultó un éxito: se controló la inflación y la producción nacional se explotó adecuadamente. No obstante, el gobierno se vio obligado a devaluar la moneda en 1954.
Las aportaciones de Ruiz Cortines durante su presidencia fueron, en general, bien recibidas por la mayoría de la población.
Una de las prioridades de Adolfo Ruiz Cortines fue mejorar la integridad económica del país, así como su imagen política. Desde el principio impulsó una serie de medidas para que no se repitiesen los escándalos de corrupción de su antecesor y para aumentar la confianza de las empresas, tanto nacionales como extranjeras.
Su lema de campaña, que llamaba a la austeridad, fue aplicado durante su mandato. Esto, no obstante, no impidió que se construyeran nuevas infraestructuras, centros de salud y que se mejoraran los servicios sociales.
Uno de los logros más reconocidos del gobierno de Ruiz Cortines fue la concesión a las mujeres del derecho al voto. Para ello hizo falta una reforma constitucional, que se aprobó con una mayoría muy amplia.
El presidente impulsó un plan de inversión para las zonas costeras del país con la intención de que se desarrollaran social y económicamente.
Este plan, denominado Marcha al Mar, dotó de mejores condiciones a los centros urbanos y a los puertos. Además, se usaron grandes extensiones de tierras baldías para invertir en su desarrollo.
Acabar con los monopolios en la producción de los productos de primera necesidad fue otra de las prioridades de Ruiz Cortines.
Para conseguirlo se establecieron una serie de duras sanciones para aquellas empresas que monopolizaran la producción o que no respetaran los precios regulados de esos productos.
Por otra parte, el gobierno entregó a los campesinos más de 3.5 millones de hectáreas. En 1952, aprobó el Plan Agrícola de Emergencia, para aumentar la producción y favorecer la inversión en las zonas rurales.
En el ámbito educativo destacaron dos grandes iniciativas: la construcción de escuelas de primaria y superior por todo el país y la dotación de equipamiento para la Universidad Autónoma de México.
Mediante el Instituto Mexicano del Seguro Social, Ruiz Cortines extendió el seguro a todos los habitantes del país. A esto hay que unirle la creación de seguros especializados en algunas áreas, como el aplicado a los campesinos o a los trabajadores industriales.