Biología

Fauna nociva: causas de la proliferación, consecuencias, control


La fauna nociva representa todo aquel animal, vertebrado o invertebrado, que afecta negativamente al hombre y que probablemente ha surgido como resultado de procesos de urbanización, agricultura, deforestación, construcción de represas, guerras, sobrepoblación, globalización, etc.

Se dice que es un “concepto netamente antropocéntrico”, puesto que ninguna especie es considerada “nociva” para la naturaleza per se. Algunos autores emplean el término “fauna nociva” como sinónimo de “pestes” o de “invasores biológicos”, siempre y cuando uno se refiera a organismos animales.

Entre los animales más destacados que componen la fauna nociva se encuentran las ratas, los ratones, las palomas, los murciélagos, las ardillas, los mosquitos, las garrapatas, las cucarachas, las pulgas, los piojos, los ácaros, las chinches, las arañas, los escorpiones, las serpientes, entre otros.

Todos estos animales son considerados “nocivos”, puesto que son potenciales transmisores de diversos tipos de enfermedades para el hombre, conocidas en conjunto como zoonosis. La proliferación desmedida de algunos de estos animales representa un importante problema de salud pública, especialmente en las grandes metrópolis del mundo.

El control de mucha de esta fauna comienza con el manejo adecuado de los residuos sólidos, así como el uso de medidas drásticas de exterminio como la fumigación, los pesticidas, las trampas, etc.

Índice del artículo

Causas de la proliferación

Gestión de residuos sólidos

Una de las principales causas de la proliferación exagerada de la fauna nociva tiene que ver con un pobre manejo de los residuos sólidos, especialmente los orgánicos (derivados de alimentos, del procesamiento de materia orgánica para la industria, etc.). Sin embargo, esto no ocurre con todos los animales que representan una “amenaza” para la salud del hombre.

Excrementos

En algunas ciudades del “tercer mundo”, la proliferación de estos animales también tiene que ver con la inadecuada disposición de los excrementos, tanto animales como humanas. Además, también se ha relacionado con el uso de materia orgánica pobremente tratada para la construcción de techos y paredes.

Ausencia de depredadores

En las grandes ciudades o centros urbanos la proliferación de algunos animales “nocivos” ocurre por la ausencia de sus depredadores naturales. Las ratas y los ratones, por ejemplo, son presa natural de muchas aves y reptiles, que no siempre son comunes en la ciudad.

Sistemas de calefacción

En los países estacionales, el uso de sistemas de calefacción puede favorecer la multiplicación de muchas especies de insectos, que en las condiciones externas no podrían cumplir con sus respectivos ciclos de vida.

Depósitos de agua

Así mismo, la existencia de depósitos de agua semipermanentes puede favorecer la proliferación desmedida de mosquitos y de otros insectos que se caracterizan por tener una fase larval acuática.

Otros

El uso de alfombras y un alto porcentaje de humedad en ambientes cerrados predispone la multiplicación de ácaros y otros insectos molestos para el hombre.

La invasión de los predios naturales por construcciones o el establecimiento de urbanismos en ambientes que son el nicho ecológico de muchas especies, hace que estas sean desplazadas y sean “obligadas” a vivir dentro de las áreas urbanas, pudiendo convertirse en “fauna nociva”.

Fauna nociva común y sus consecuencias

Además de lo molesto que pueden ser muchos de estos animales para el hombre (especialmente las pulgas, los mosquitos, las ladillas y los piojos, las garrapatas, las cucarachas y otros), las principales consecuencias de la proliferación de la fauna nociva en ambientes humanos tienen que ver con las enfermedades que estos animales pueden transmitir (zoonosis).

Ratas

Las ratas son consideradas históricamente como los invasores biológicos vertebrados más importantes, pues fueron los hospedadores de los insectos transmisores de la peste y el tifus que diezmaron parte de la población mundial durante la edad media.

Estos importantes vertebrados son transmisores, además, de la leptospirosis o enfermedad de Weil, de la triquinosis y pueden causar envenenamiento agudo por comida cuando el ser humano ingiere alimentos contaminados con las heces de estos roedores. Los insectos que son ectoparásitos de las ratas son los principales vectores de la disentería y la rabia.

Mosquitos

Los mosquitos también son importantes agentes zoonóticos y las principales enfermedades relacionadas con estos insectos son el virus del Zika, la malaria, la fiebre amarilla, el Dengue y el Chikingunya.

Garrapatas

Las garrapatas, que pueden multiplicarse en los perros, los gatos, el ganado bovino y ovino, los caballos y otros mamíferos, son responsables de la transmisión de la enfermedad de Lyme, el tifus, la meningoencefalitis, la babebiosis, la fiebre de las montañas rocosas, entre otras.

Moscas

Las moscas, muy comunes en distintos ambientes habitados por el hombre, pueden transmitir la fiebre tifoidea, el cólera y diarreas cuando se posan sobre los alimentos que son ingeridos por el ser humano.

Palomas

Las palomas, los estorninos y los gorriones, aves comúnmente encontradas en parques, plazas y otras áreas urbanizadas, son importantes vectores de enfermedades muy conocidas como la psitacosis, enfermedades del sistema nervioso central como la causada por el virus del Nilo, encefalitis equina y encefalitis de San Luis.

De las zoonosis más relevantes que tienen su origen en estas aves también destacan la histoplasmosis y la criptococosis, así como la salmonelosis y la toxoplasmosis.

Control de la fauna nociva

El control de la fauna nociva comienza en las unidades residenciales, especialmente en lo que se relaciona con la disposición de los desechos orgánicos. Un ambiente limpio y ordenado es menos propenso a ser “cuna” de animales no deseados que uno desordenado y desaseado.

Eliminación de lugares de anidamiento y reproducción

Las primeras medidas que se deben tomar consisten en la eliminación de los potenciales sitios de anidamiento o reproducción de los animales indeseados.

Eliminar fuentes de alimentos

Seguidamente debe erradicarse toda posible fuente de alimento para estos, de manera que el sitio que desea “limpiarse” deje de ser “nutricionalmente atractivo”.

Expertos

Cuando se trata de grandes pestes o de proliferaciones desmedidas de animales nocivos, usualmente lo recomendable es consultar con expertos en la materia, que emplean distintos materiales y sustancias que funcionan en la repulsión de los animales, en su eliminación o en la inducción de un cambio de comportamiento en estos.

Productos químicos

La industria química ha diseñado numerosas formulaciones, específicas para la aniquilación de cada tipo de fauna: existen raticidas, insecticidas, plaguicidas y otros; que deben ser manejados con mucha precaución, puesto que se trata de venenos peligrosos.

Referencias

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