Trastornos mentales/Psicopatología

Alucinaciones visuales: causas, tipos y tratamiento


Las alucinaciones visuales consisten en la percepción de un elemento que realmente no está presente, y aparecen tanto en niños como en ancianos. Sus causas son muy diversas, y se asocian comúnmente a la esquizofrenia o al uso de ciertas drogas, aunque pueden aparecer también por estrés.

Incluso la población “sana” puede experimentar alucinaciones a lo largo de su vida, como aquellas que se producen al quedarse dormido (hipnagógica) o al despertar (hipnopómpica). Por otro lado, hay muchos tipos de alucinaciones visuales; desde vivencias ópticas simples como destellos o colores, hasta construcciones complejas como objetos, personas, animales o insectos.

El tratamiento para las alucinaciones visuales consiste en controlar las causas subyacentes (estrés, fiebre, falta de sueño, adicción a las drogas o alcohol…), medicación (para enfermedades psiquiátricas), y terapia cognitiva-conductual para que el paciente aprenda a distinguir y controlar sus propias alucinaciones.

Características de las alucinaciones visuales

Las alucinaciones visuales se caracterizan por:

– Alteraciones en la percepción que ocurren sin que el objeto alucinado esté presente en el campo visual de la persona.

– La persona que lo experimenta está convencida de que el elemento es real, llegando a adaptar su comportamiento a ellas. Por eso es complicado para estas personas reconocer o identificar sus alucinaciones.

– Suelen tener causas orgánicas, implicando las vías visuales y las áreas de asociación del cerebro.

Tipos

Las alucinaciones se han clasificado de muchas maneras diferentes, basándose cada autor en criterios diferentes.

Alucinaciones visuales según el grado de complejidad

Simples o elementales: son las más sencillas y se tratan de formas geométricas simples, luces, destellos, colores… Se denominan fotopsias o fotomas.

Complejas: son muy reales y elaboradas. Los sujetos con este tipo de alucinaciones pueden observar de forma vívida animales, objetos, personas, escenas, etc. Con todo lujo de detalles, como si se tratara de un suceso real.

Según el tamaño

– Liliputienses: ver seres pequeños, habitualmente personas o animales; aunque también pueden verse objetos de reducido tamaño. Supone un mundo en miniatura, que se contempla con un estado de ánimo agradable. Es frecuente que se produzca por el consumo excesivo de alguna droga.

– Gulliverianas: lo contrario a lo anterior, consiste en ver a personas, animales u objetos gigantescos.

Según lo percibido o no

– Positivas: perciben un elemento visual que no existe en el entorno.

– Negativas: No pueden percibir un elemento que sí existe.

Según el contenido

– Objetos que pueden ser familiares, extraños e incluso no existentes.

– Animales, monstruos e insectos. Cuando son desagradables o producen terror, se denominan zoopsias. Por ejemplo, el paciente puede ver cabezas de leones que tratan de devorarle. Las zoopsias son habituales en alcohólicos.

– Personas

– Manchas (como sangre o barro)

– Según los miedos, deseos, expectativas, recuerdos…

– De índole religioso o cultural

– Relacionadas con la presencia de ciertos delirios (como ver cámaras instaladas en tu casa si se tiene delirio de persecución).

Según el estado de ánimo

– Congruente con el estado de ánimo: si la persona está depresiva, por ejemplo, las alucinaciones serán molestas según sus preocupaciones.

– No congruente con el estado de ánimo: no se encuentra relación entre el estado de ánimo de la persona y la temática de sus alucinaciones.

Durante el sueño

Cuando nos quedamos dormidos, nuestra actividad cerebral pasa por diferentes fases que van cambiando durante el sueño. Esas transiciones de la actividad cerebral, de manera natural, pueden manifestarse en alucinaciones.

Hipnopómpicas: las alucinaciones visuales que se producen al despertar.

Hipnagógicas: aquellas que surgen cuando estamos quedándonos dormidos.

Autoscópica

Referente a nosotros mismos, pueden ser:

Autoscopia: vernos a nosotros mismos dentro de nuestro campo visual, como si fuera un clon.

Autoscopia negativa: no vemos nuestra imagen reflejada en el espejo.

Causas

Las causas de las alucinaciones visuales son muy variadas, y oscilan desde estrés o agotamiento hasta trastornos psiquiátricos o ciertos síndromes.

Trastornos oftalmológicos o lesiones oculares

Suelen ser alucinaciones simples como luces y formas geométricas que se mueven. Aparecen como consecuencia a condiciones como cataratas, glaucomas, desprendimiento de retina, tracción vítrea… entre otras.

Lesiones en el sustrato anatómico cerebral de la visión

Son aquellas áreas del sistema nervioso que procesan la información visual, como los nervios ópticos, el quiasma óptico, zonas del tallo cerebral (como el pedúnculo cerebral), el lóbulo occipital del cerebro, etc.

Por otro lado, una afectación en la corteza visual primaria provocaría alucinaciones simples, mientras que una lesión en la corteza de asociación visual causaría alucinaciones visuales complejas.

Privación visual prolongada

Si permanecemos varios días con los ojos vendados o en un ambiente oscuro, podemos experimentar alucinaciones cuando volvemos al ambiente normal. Eso puede deberse a una hipersensibilidad a la estimulación visual por haber carecido de ésta.

Este hecho se demostró en un estudio de 13 sujetos sanos a los que se les tapó los ojos durante 5 días. 10 de ellos experimentaron alucinaciones visuales tras la retirada de la venda (Merabet et al., 2004).

Esquizofrenia 

En la esquizofrenia las alucinaciones suponen un síntoma. Normalmente las más frecuentes son las de tipo auditivo (como escuchar voces), pero también pueden ser visuales (16% – 72%). Esta variabilidad del porcentaje se debe a la gravedad de la esquizofrenia que presenten los sujetos. Es decir, cuanto más grave sea la esquizofrenia de los participantes evaluados en el estudio, más probabilidad habrá de que presenten alucinaciones visuales.

Parece que, la aparición de las alucinaciones se asocia en estos casos con una falta de regulación de dopamina en la vía mesolímbica del cerebro. Concretamente, un exceso de dopamina o de receptores dopaminérgicos en esta región.

Demencia

Engloban a un grupo de enfermedades que tienen en común la degeneración cerebral progresiva.

Las alucinaciones visuales pueden aparecer cuando enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson están en fases más avanzadas y comienzan a afectar áreas encargadas del procesamiento visual.

Síndrome de Charles Bonnet

Es una causa no psiquiátrica de las alucinaciones visuales en la que los pacientes presentan problemas visuales como glaucomas, cataratas o degeneración macular.

Las alucinaciones siempre son visuales y tienden a ser complejas, estando intacta la salud mental de estos pacientes. Al principio no son conscientes de que poseen alucinaciones, pero poco a poco se van dando cuenta de que las tienen.

Epilepsia

En algunos casos, durante los ataques epilépticos, pueden surgir alucinaciones visuales. Comúnmente son simples y breves, y consisten en colores brillantes o luces que cambian de forma.

Esto se debe a que partes del cerebro que controlan la visión están hiperactivas.

Tumores cerebrales o infartos cerebrales que afecten a las áreas visuales

De hecho, comenzar a sufrir de improvisto alucinaciones visuales, junto con otros síntomas, puede ser una señal de la presencia de un tumor cerebral.

Abuso de sustancias, intoxicación por drogas o síndrome de abstinencia

Existen ciertas drogas como el LSD, el PCP o los hongos alucinógenos que pueden provocar alucinaciones de diferentes niveles. Sin embargo, suelen ser pseudoalucinaciones ya que normalmente los que la consumen saben distinguir entre las alucinaciones y la realidad.

Beber demasiado alcohol, su abstinencia, o drogas como la cocaína y el éter también pueden producir alucinaciones.

Falta de sueño

Una persona que pasa varios días sin dormir (aproximadamente tres días), o no duerme lo suficiente durante largos periodos de tiempo, es propensa a experimentar alucinaciones.

Parece ser que cuando estamos despiertos nuestro cerebro segrega adenosina. Ésta tiene efectos inhibitorios y sedantes, y si se acumula en grandes cantidades en nuestro cerebro, puede ocasionar alucinaciones.

Efectos secundarios de medicamentos

Ciertos medicamentos que se toman para las condiciones mentales y físicas también pueden causar alucinaciones. Algunos de ellos son la aspirina, la apomorfina, Ropinirol (para el Parkinson), propranolol (para la hipertensión), atenolol, enflurano… entre otros.

Migrañas

Entre un 15% y un 29% de la población general sufre migrañas. Dentro de este grupo, hasta el 31% tienen un “aura”. Las auras suelen suceder antes o mientras está presente el dolor de cabeza, e implica alucinaciones de tipo visual (en un 90%). Concretamente, la persona que lo experimenta ve destellos que parpadean haciendo movimientos en zig-zag.

Estrés

El estrés intenso o el aislamiento prolongado pueden causar alucinaciones visuales. Éste último suele suceder en personas mayores que viven solas. Por otro lado, el estrés puede provocar cuadros breves de alucinaciones visuales. De hecho, en estudios con prisioneros las han sufrido hasta un 25% de los sujetos (Ronald, 1984).

Otras causas

– Intoxicación con metales pesados

– Enfermedades como insuficiencia renal o hepática, encefalitis, VIH, y uremia

– Fiebre alta, sobre todo en niños y ancianos

– Estados alterados de conciencia.

Tratamiento

El tratamiento para las alucinaciones depende de las causas que las hayan originado. Primero hay que detectar qué es lo que está provocando las alucinaciones y así conseguir el tratamiento acertado, por eso es importante que se haga el diagnóstico correcto.

Además, un tratamiento que puede ser beneficioso para las alucinaciones visuales originadas por cierta causa, puede ser negativo si la causa es otra distinta.

Delirium tremens

Por ejemplo, para las alucinaciones propias del delirium tremens pueden servir las benzodiacepinas. Sin embargo, si las alucinaciones son debidas a otra causa, las benzodiacepinas pueden exacerbar dichas alucinaciones.

Enfermedades psicóticas

Si las alucinaciones son fruto de enfermedades psicóticas, se recomiendan los medicamentos neurolépticos que son antagonistas de la dopamina como el haloperidol. Además, estos medicamentos también tratan los delirios (creencias muy firmes que no encajan con la lógica, o con la cultura del individuo, frecuentes en la psicosis).

Alzheimer

Para demencias como enfermedad de Alzheimer, en fases leves y moderadas se recomiendan inhibidores de la colineterasa como galantamina, donepezil y rivastigmina.

Migrañas

Para las migrañas parecen efectivos los triptanos (sumatriptán, zolmitriptán) o bloqueadores beta. La epilepsia debe tratarse con anticonvulsivos, y los tumores con radiación y cirugía.

No obstante, existen algunos casos en los que las alucinaciones visuales no tienen un tratamiento directo. En estos casos se utilizan neurolépticos para minimizarlas y otros tipos de terapia como la psicológica.

Terapia cognitiva conductual

Gracias a la terapia cognitiva conductual, estos pacientes pueden aprender sobre las alucinaciones, cuáles son sus causas, llegar a reconocer que sufren alucinaciones, y entrenarse en la dura tarea de identificar cuándo éstas aparecen. Llegado a este punto, se les enseña a los pacientes que deben ignorar los elementos visuales frutos de la alucinación.

Evidentemente, para potenciar los efectos de cualquier intervención es esencial que las personas mantengan buenos hábitos como dormir las horas necesarias cada noche, tratar el insomnio o estrés si existe, y abandonar el consumo de drogas y otras sustancias adictivas.

Si se tratan de efectos secundarios de un fármaco, puede servir sustituirlo por otro que tenga el mismo mecanismo de acción, pero no produzca alucinaciones visuales.

Referencias

  1. Luque, R. (2007). Alucinaciones: Revisión histórica y clínica. Informaciones Psiquiátricas, 189. 
  2. Reyes Pérez, J. (s.f.). El estudio clínico de las alucinaciones. Recuperado el 3 de Octubre de 2016, de Monografias.