Cambios de Humor Repentinos: 8 Consejos para Tratarlos
Los cambios de humor o del estado del ánimo son altibajos emocionales, por lo que una persona experimenta varias emociones diferentes en un corto periodo de tiempo. Por ejemplo, puedes pasar de experimentar alegría a sentir tristeza, de forma repentina y, en ocasiones, sin una causa clara que lo justifique.
Estos cambios de humor pueden interferir negativamente en la vida de la persona que lo padece, especialmente en el plano social. También se manifiesta en la esfera académica, o laboral y pueden darse en hombres, mujeres, niños, adolescentes y personas mayores.
Normalmente, esta inestabilidad del humor se ha atribuido en mayor grado al género femenino –debido al cambio hormonal en ciertas etapas, como menopausia o menstruación- y, aunque parece que los cambios hormonales pueden producir una mayor inestabilidad del humor, lo cierto es que también se produce en hombres.
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Causas de los cambios de humor
Las causas que explican los cambios del estado de ánimo son muchas y, a veces, es difícil determinar los factores concretos que lo provocan. Sin embargo, pueden encontrarse algunas causas comunes que facilitan los cambios repentinos de humor, como por ejemplo:
Menopausia
La menopausia constituye, para la mayoría de las mujeres, un periodo de inestabilidad y cambios hormonales, psicológicos y psicosociales.
Todos estos cambios provocan, en muchas ocasiones, que se produzcan cambios de humor repentinos entre las mujeres que están atravesando esta etapa vital.
Trastornos de la conducta alimentaria
Una alimentación desequilibrada, caracterizada por periodos de inanición y atracones, además de otras conductas compensatorias inapropiadas, también suele acompañarse de cambios de humor y del estado del ánimo.
De hecho, cuando las personas se sienten tristes o ansiosas repentinamente, normalmente recurren a la comida para obtener algún consuelo.
Algunos trastornos de personalidad (límite, histriónico)
Los trastornos de la personalidad límite e histriónico se caracterizan por presentar una acentuada inestabilidad emocional y afectiva. Las relaciones sociales suelen ser turbulentas e inestables, al igual que las relaciones sentimentales.
Las personas que padecen alguno de estos trastornos no suelen mantener amistades o parejas sentimentales durante un largo periodo de tiempo. Esta inestabilidad emocional también se suele manifestar en el estado de ánimo y el humor.
Síndrome premenstrual
Aunque todas las chicas no sufren las consecuencias del llamado síndrome premenstrual, la realidad es que muchas de ellas sí llegan a sentir cambios emocionales los días previos a la menstruación.
Este síndrome, a pesar de la influencia hormonal, parece que también se debe al aprendizaje social que tienen las chicas a lo largo de su vida.
La tristeza y la irritabilidad son características del síndrome premenstrual, siendo frecuente que la persona que lo padece tenga conflictos con los demás –por cuestiones que, normalmente, no lo provocarían-.
Adolescencia
La adolescencia constituye un momento de grandes cambios, desafíos e inseguridades. Por tanto, es normal que en esta etapa del ciclo vital, las personas tengan mayores cambios de humor y que lleguen a experimentar una montaña rusa emocional ante cualquier adversidad.
Además, también se trata de un periodo en el que los cambios hormonales pueden llegar a influir de forma decisiva en el estado de ánimo del adolescente.
Estos son solo algunos ejemplos en los que pueden presentarse cambios bruscos de humor.
Sin embargo, como ya hemos comentado, en otras circunstancias no es tan fácil determinar las causas que lo provocan.
¿Cómo lidiar con los cambios de humor?
De cualquier forma, para que aprendas a lidiar con estos cambios de humor, te aportamos estos 8 consejos que te resultarán de gran ayuda:
1. Aprende a reconocer tus cambios de humor
Los cambios de humor tienen indicadores fisiológicos característicos, por lo que, con un poco de práctica, podrás llegar a reconocerlos fácilmente desde el inicio. Por ejemplo, ante un estado de enfado o ira, tu corazón late más deprisa, tu respiración se vuelve más agitada y experimentas un estado de tensión muscular.
En estos casos, lo aconsejable es que detectes este cambio de humor rápidamente para que puedas evitar conflictos y estallidos emocionales.
Una forma de hacerlo es retirarte a otra habitación y practicar algunos ejercicios de respiración profunda, para que los niveles de frecuencia cardíaca y respiratoria se normalicen.
Tras este ejercicio, podrás pensar con mayor claridad y estarás más dispuesto a escuchar y entender el punto de vista de estas personas.
Por el contrario, ante estados anímicos como la tristeza, tu cuerpo reacciona más lentamente a lo que sucede a su alrededor, hablas menos y te asaltan pensamientos negativos.
En este caso, realizar alguna actividad agradable puede resultarte de gran ayuda, especialmente si la llevas a cabo acompañado de algún amigo o familiar.
Como ves, se necesitan diferentes estrategias en función de la emoción experimentada, por lo que el primer paso que debes llevar a cabo es detectar la emoción en cuestión.
Saber anticiparte a sus consecuencias, te ayudará a actuar sobre la emoción que sientes y a evitar sus consecuencias negativas.
2. No traslades los problemas de un ámbito a otro de tu vida
Seguro que muchos de los cambios de humor que has sufrido se deben a causas insignificantes que has trasladado de un ámbito de tu vida a otro diferente. Por ejemplo, si has tenido un mal día en el trabajo, es posible que traslades tus problemas a tu pareja, amigos o familia.
Del mismo modo, podría suceder que, debido a conflictos con tu pareja o familia, tengas dificultades para concentrarte en el trabajo o en el estudio. Esta es una característica que se encuentra frecuentemente entre las personas que tienen cambios de humor o del estado del ánimo.
Por ello, te recomendamos que intentes, en la medida de lo posible, distinguir los problemas que tienes en los diferentes ámbitos de tu vida, para que no se generen nuevos problemas.
Aprende a controlar estas emociones negativas, con el resto de consejos que te aportamos aquí, para que no te perjudiquen en otras áreas de tu vida.
3. Controla las horas de sueño
Un hábito que puede producir muchos desequilibrios anímicos y del humor es tener un horario irregular de sueño.
Por ello, deberías comenzar a dormir unas 8 horas diarias –sin interrupciones durante estas horas de sueño-, de forma que tu organismo se acostumbre tener un horario nocturno estable.
Para facilitar este proceso de adaptación del sueño, puedes llevar a cabo estas pautas:
No tener estímulos distractores en el dormitorio. Muchas personas tratan de combatir el insomnio viendo la televisión, accediendo a las nuevas tecnologías o leyendo un libro. Si estas actividades te resultan más atractivas que el hecho de ir a dormir, estarás interfiriendo en el proceso de preparación al sueño de tu organismo.
No ingieras grandes cantidades de alimentos en la cena, puesto que una digestión pesada influirá negativamente en tu sueño nocturno.
Cuida las condiciones físicas de tu dormitorio. Si la habitación tiene luminosidad excesiva o tienes calor o frío, deberías tratar de cambiar estas características para que te resulte más fácil conciliar el sueño.
4. Reduce el consumo de alcohol y tabaco
Si eres fumador o consumes alcohol con cierta regularidad, deberías saber los efectos que producen en tu estado de ánimo –además de los ya conocidos efectos adversos para la salud física-.
Numerosos estudios han puesto de manifiesto la existencia de una relación entre las emociones negativas experimentadas y el deseo de consumir alcohol y otras sustancias, como el tabaco.
En este tipo de estudios, se ha encontrado que las personas llevan a cabo un incremento del consumo de alcohol y otras sustancias con el objetivo de aumentar su estado anímico pero, frecuentemente, se obtiene el efecto contrario.
De esta forma, se entra en un círculo vicioso del que sólo se puede salir si se buscan nuevos métodos de combatir el estado de ánimo negativo.
Por ello, si sueles fumar o beber alcohol, deberías plantearte reducir estos hábitos para que no influyan en tus cambios de humor –y no potencien las emociones negativas-.
5. Realiza una dieta equilibrada
Al igual que en el caso del consumo de tabaco y alcohol, puede ocurrirte que pretendas buscar consuelo emocional en la comida, tras experimentar cambios de humor o anímicos.
Y, del mismo modo, se puede entrar en un círculo vicioso al pretender mejorar el estado anímico a través de la comida y obteniendo el resultado inverso.
Normalmente, cuando se ingiere una gran cantidad de comida debido al malestar anímico, se experimentan sentimientos desagradables como vergüenza o culpa.
Por tanto, evita recurrir a la comida en estas situaciones y cambia este hábito por otros más adaptativos, como ir al cine, salir a dar un paseo, tomar un café con un amigo, etc.
6. Escribe sobre tus emociones
Parece ser que la escritura tiene un poder liberador que te permite hacer frente a tus emociones, en vez de negarlas o suprimirlas. Se trata de un efecto liberador que se ha puesto de manifiesto a través de numerosos estudios.
Por ejemplo, Klein y Boals (2001) descubrieron que, al escribir sobre sucesos estresantes, se conseguía reducir los pensamientos intrusivos y evitadores, de forma que la capacidad de memoria operativa disponía de mayores recursos para emplear en otras actividades mentales.
Dicho con otras palabras, la técnica de la escritura te puede aportar beneficios para gestionar de un mejor modo tus emociones, al tiempo que puedes tener un mejor rendimiento en otras tareas –laborales o académicas-.
Para que la técnica tenga el efecto deseado, tienes que escribir sobre los acontecimientos que ocurren en tu vida y sobre las emociones que experimentas, con la mayor libertad y profundidad posibles.
Esta técnica conseguirá aumentar tu bienestar y te capacitará a afrontar las situaciones personales conflictivas que provocan los cambios de humor.
7. Busca apoyo de familiares y amigos
Seguro que tus cambios de humor han conllevado más de un conflicto en tu entorno más cercano o han provocado que termines alguna relación sentimental.
A veces, puede suceder que no te sientas comprendido por las personas que te rodean, puesto que no saben ponerse en tu lugar y no se muestran lo sensibles que deberían mostrarse bajo tu punto de vista.
Con respecto a este tema, hay dos aspectos que deberías modificar:
En primer lugar, es recomendable es que hables con tus familiares, amigos y pareja –en caso de tenerla- y que les expliques tu situación, de forma que puedan comprenderte y tener mayor paciencia y empatía contigo.
Por otro lado, intenta poner en práctica los consejos que te facilitamos aquí para controlar tus emociones, de forma que consigas disminuir los enfrentamientos y conflictos que sueles tener con las personas de tu alrededor.
8. Realiza ejercicio físico
Está ampliamente demostrado que la práctica de ejercicio físico tiene grandes beneficios en relación al bienestar psicológico –además del físico-. Realizando deporte habitualmente, conseguirás incrementar las emociones positivas, por lo que te sentirás con un mejor estado de humor.
Además, se trata de una buena estrategia de regulación emocional, por lo que podrás conseguir apaciguar los cambios de humor o anímicos repentinos.
Con respecto al tipo de ejercicio físico, debes tener en cuenta el ritmo de vida que llevas, para poder realizar una buena elección.
Por ejemplo, si eres una persona con un estilo de vida sedentario, lo ideal es que comiences poco a poco a instaurar pequeños hábitos saludables, como caminar o montar en bicicleta.
Lo importante es que hagas del ejercicio físico un hábito, en lugar de realizarlo sólo esporádicamente.
Referencias
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- Jiménez Torres, M. G., Martínez, M. P., Miró, E., & Sánchez, A. I. (2012). Relación entre estrés percibido y estado de ánimo negativo: diferencias según el estilo de afrontamiento.
- López-Mato, A., Illa, G., Boullosa, O., Márquez, C., & Vieitez, A. (2000). Trastorno disfórico premenstrual. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 38(3), 187-195.