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Las 65 mejores frases de Trainspotting


Te dejo las mejores frases de Trainspotting, drama criminal británico y película de culto de los años 90. Producida por Danny Boyle y estrenada en 1996, está basada en la novela homónima de Irvine Welsh. La característica principal de esta obra es la crudeza y la faceta tan humana con la que muestra el tema de las drogas.

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-Más o menos al mismo tiempo, Spud, Sick Boy y yo tomamos la saludable, documentada y democrática decisión de volver a engancharnos a la heroína lo antes posible. -Mark Renton.

-No importa cuantas veces salgas, robes y jodas a la gente, siempre necesitas levantarte y hacerlo una y otra vez. -Mark Renton.

-¿Nos volveremos a ver? Si no nos volvemos a ver le diré a la policía. -Diane.

-En cien años a partir de ahora, no existirán ni chicos ni chicas, solo idiotas. Suena grandioso para mí. -Mark Renton.

-Swanney nos enseñó respetar los Servicios Nacional de Salud, ya que eran la fuente de gran parte de nuestro negocio. Robábamos o comprábamos drogas o prescripciones, las vendíamos, las cambiábamos, las falsificábamos o las fotocopiábamos. -Mark Renton.

-No existía tal cosa como una sociedad, e incluso si existiera, ciertamente no tendría nada que ver con ella. -Mark Renton.

-Enseguida nos apreció por lo que éramos. Unos vagos de pacotilla con suerte accidental. -Mark Renton.

-Lo llamábamos Madre Superiora tomando en cuenta la duración de su hábito. -Mark Renton.

-¿Qué ocurre chico? ¿El gato te comió la lengua? -Diane.

-No te estás haciedo más joven, Mark. El mundo está cambiando. La música, e incluso las drogas están cambiando. No te puedes quedar aquí todo el día soñando con heroína y Ziggy Pop […] El punto es que tienes que encontrar algo nuevo. -Diane.

-¡De verdad sí podría soportar un poco de sexo candente con una princesa judía! -Spud.

-¡Es una mierda ser escocés! Somos lo más bajo entre lo bajo. ¡La escoria de este planeta! La basura más miserable, servil y patética de la civilización. Algunos odian el inglés. Esos solo son idiotas. Nosotros, por otra parte, fuimos colonizados por idiotas. -Mark Renton.

-La heroína supera cualquier inyección de carne. Eso supera cualquier maldito pito en el mundo. -Allison.

-Voy a ser justo como tú. -Mark Renton.

-Ella me dijo que no quería que nuestra relación se basara en lo físico, ya que estaría primordialmente definida por eso. -Spud.

-Señor Murphy, ¿me está diciendo que mintió en su aplicación? -Entrevistador.
-¡No!, bueno, sí. Pero solo para ser tomado en cuenta. Para mostrar iniciativa y esas cosas. -Spud.

-De hecho es una pesadilla. He estado desesperado por tirarme a alguien pero verlo sufrir es demasiado divertido. Deberías de tratarlo con Tommy. -Gail.

-Sick Boy carece seriamente de fuerza moral. -Mark Renton.

-Disculpa, disculpa. No es mi intención molestarte, pero me impresionó la manera tan capaz y elegante en la que manejaste esa situación. Estaba pensando, “esa chica es especial”. -Mark Renton.

-No hay manera de que yo vaya a envenenar a mi cuerpo con esa porquería. -Francis Begbie.

-Cuando estás clavado con la heroína, solo tienes una preocupación: comprar. Cuando estás libre de ella, te sientes obligado a preocuparte por otras cosas […], deudas, comida, un equipo de fútbol que nunca jodidamente gana, relaciones humanas […]. -Mark Renton.

-La desventaja de dejar la heroína es que sabía que necesitaba convivir con mis amigos de nuevo en un estado de completa consciencia. Era espantoso. Me recordaban mucho a mí mismo, apenas y podía verlos. -Mark Renton.

-Begbie tampoco se metía drogas. Simplemente se metía con la gente. -Mark Renton.

-Robo a mano armada con un arma falsa. Digo, como jodidos puede llamarse robo a mano armada si usaron una jodida réplica. -Francis Begbie.

-Le dieron dolores de cabeza. Así que usó más heroína para el dolor. Y luego tuvo un derrame[…] Llegó a casa del hospital y murió tres semanas después. Estuvo muerto por días antes de que los vecinos se quejaran. Estaba boca abajo sobre su vómito. -Gavin.

-Una vez que el dolor se desvanece, es cuando comienza la verdadera batalla. Depresión, aburrimiento. Te sientes tan abatido que quieres drogarte. -Mark Renton.

-Escoge tu futuro. Escoge la vida… ¿Pero porqué haría una cosa como tal? Escojo no escoger la vida. Escojo algo más. ¿Y las razones? No existen razones. -Mark Renton.

-Nuestra única reacción fue seguir adelante y mandar todo a la mierda, apilar la miseria sobre la miseria, ponerla sobre una cuchara y disolverla con una gota de bilis, y luego inyectárnosla en una vena apestosa e infantil y seguir con ello. -Mark Renton.

-Gracias su señoría. Con la ayuda de Dios conquistaré esta terrible aflicción. -Mark Renton.

-Todo lo que necesito es un último chute para aliviar el dolor mientras el Valium me hace efecto. -Mark Renton.

-La heroína te hace estar constipado. La heroína de mi último chute estaba desvaneciéndose y los supositorios tenían todavía que derretirse… Ya no estoy constipado. -Mark Renton.

-Tommy nunca supo que podía adquirir toxoplasmosis a partir de la mierda de gato. […] Es horrible. Es como un absceso en tu cerebro. -Gavin.

-¡Uf! ¡No me había sentido tan bien desde que Archie Gemmill apuntó contra Países Bajos en 1978! -Mark Renton.

-La gente piensa que todo se trata de miseria, desesperación y muerte […] pero lo que olvidan de ello es el placer. De otra forma no lo haríamos. Después de todo, no somos unos malditos estúpidos. -Mark Renton.

-Y solo por un momento, se sentía realmente bien. Como si estuviéramos todos juntos en ello. Como amigos. Como si significara algo. Un momento que es capaz de conmoverte en lo profundo. Pero no duraría lo suficiente. No como 16,000 libras. -Mark Renton.

-Imagina el mejor orgasmo que hayas tenido, multiplícalo por 1000, y no estás ni siquiera cerca de la sensación. -Mark Renton.

-No, muchas gracias. Procederé directamente a la inyección intravenosa de drogas fuertes, por favor. -Mark Renton.

-Tommy sabía que había adquirido el virus, pero nunca supo que estaba en estado avanzado. -Gavin.

-Mientras me sentaba a ver un video íntimo y altamente personal, robado tan solo horas antes de la casa de uno de mis mejores amigos, me di cuenta que algo importante faltaba en mi vida. -Mark Renton.

-Justifiqué esto de toda manera posible. No era más que una traición menor. […] Pero hay que reconocerlo, estafé a mis amigos. Begbie, me importaba un carajo. Y Sick Boy, me hubiera hecho lo mismo. […] Pero la verdad es que soy una mala persona. -Mark Renton.

-Parece, sin embargo, que soy el tipo más suertudo del mundo. Muchos años de adicción en medio de una epidemia, rodeado de muertos vivientes. Pero no yo. Salí negativo. -Mark Renton.

-Unos cuantos días después Tommy me contó la verdad. Esa era una de sus mayores debilidades: nunca decía mentiras, nunca consumía drogas y nunca hacía trampa. -Mark Renton.

-Si me preguntas a mí, pienso que somos heterosexuales por defecto, no por decisión. Es cuestión de quien te atrae. Se trata todo acerca de la estética y tiene todo que ver con la moralidad. Pero trata de decirle eso a Begbie. -Mark Renton.

-Las calles están llenas de drogas que puedes obtener a cambio de infelicidad y dolor, y todos nosotros las consumimos. -Mark Renton.

-Nunca más, Swanney. Dejaré la heroína. Lo haré bien esta vez. Lo lograré. Saldré de esto de una buena vez. -Mark Renton.

-Para ser un vegetariano, Rents, eres un tirador maldito. -Sick Boy.

-No, no está mal, pero tampoco es grandioso. Y en tu corazón sabes que aunque suene bien, en realidad es pura mierda. -Sick Boy.

-Este se suponía que fuera mi último chute, pero seamos claros acerca de esto. Hay de últimos a últimos chutes. ¿Qué tipo se suponía que este debía de ser? -Mark Renton.

-¿Quién necesita de razones cuando uno tiene heroína? -Mark Renton.

-Sick Boy, por ejemplo. Él dejó la heroína al mismo tiempo que yo, no porque quisiera […], sino para molestarme. Solo para mostrarme que él fácilmente podía hacerlo, y por lo tanto hacer menos mi lucha. Qué cabrón tan escurridizo, ¿no crees? -Mark Renton.

-Genial. Lo que digas está bien, lo siento. Tú eres el hombre. Eres el que está sobre la silla. -Spud.

-¡Tú eres lo que está mal! ¡Es ilegal! ¡Eso es lo que está mal! ¿Sabes que hacen con las personas como yo en prisión? Te cortan las pelotas y las tiran por el inodoro. -Mark Renton.

-¿Pensaste que te dejaría ahí llorando cuando hay espacio para dos? Súbete, Tommy y no mueras, voy tan rápido como me es posible siendo dos. Cuando crezcamos, seremos soldados, y nuestros caballos no serán juguetes, y recordaremos nuestra niñez. -Spud.

-Algo dentro de Sick Boy se había ido y no regresaría. Parecía que no tenía ninguna teoría para explicar un momento como este. -Mark Renton.

-Puedo ir a casa contigo si quieres, pero, no es como que esté prometiendo algo, sabes. -Mark Renton.

-Vivir de esta manera es como tener un trabajo de tiempo completo. -Mark Renton.

-Me dijo inútil hijo de puta. Le dije, perdón, pero estas cosas pasan. Hay que superar esto. Pero luego se dio cuenta que compré un boleto para Iggy Pop la misma noche. Se volvió loca. Me dijo “Yo o Iggy Pop, decide”. Y bueno, pues ya había pagado el boleto. -Tommy.

-Fantaseo con un baño pulcro. Con unos grifos dorados y brillantes, marfil blanco, un asiento tallado en ébano, un depósito lleno de Chanel No. 5 y un lacayo dándome pedazos de un rollo de seda. Pero dada la situación me conformo con lo que sea. -Mark Renton.

-Él es un maldito psicópata, pero es amigo, sabes, ¿así que qué se le puede hacer? -Tommy Mackenzie.

-La heroína le había robado a Renton su líbido, pero ahora había regresado a vengarse. Y conforme la impotencia de esos días se desvanecía en su memoria, una desesperación sombría se había apoderado de su mente enloquecida por el sexo. -Mark Renton.

-La personalidad, digo, eso es lo que cuenta, ¿no? Eso es lo que mantiene a una relación funcionando a través de los años. Como la heroína, digo, la heroína tiene una jodida gran personalidad. -Sick Boy.

-¡Nos habríamos inyectado vitamina C si tan solo la hubieran hecho ilegal! -Mark Renton.

-Por primera vez en mi vida de adulto casi me sentía conforme. -Mark Renton.

-Tengo las pelotas del tamaño de unas sandías, te lo digo. -Spud.

-Aún no tengo la enfermedad, pero ciertamente la siento cerca. Estoy en el limbo de los adictos: demasiado enfermo para dormir, demasiado cansado para despertar, pero la enfermedad se aproxima. -Mark Renton.