Aprendizaje visual: características, estrategias, actividades, ejemplos
El aprendizaje visual es uno de los tres estilos de aprendizaje descritos por Neil D. Fleming, un psicólogo que creó lo que se conoce como el “modelo VAK de adquisición del conocimiento”. Se trata de la forma de aprendizaje más común entre la población general, y por lo tanto es una de las que más se fomentan tanto en la escuela como en otros ámbitos educativos.
Las personas que utilizan el aprendizaje visual necesitan ver la información para poder comprenderla y memorizarla. Sin embargo, pueden hacer esto de muchas maneras y utilizando varias habilidades distintas, entre las que se incluyen algunas como la percepción espacial, la memoria fotográfica, o la distinción entre tonos y contrastes.
A nivel educativo, el aprendizaje visual se fomenta mediante el uso de objetos como diapositivas, pizarras, gráficos y mapas. El propio alumno puede utilizar técnicas como la elaboración de esquemas o el subrayado con colores para memorizar información, lo que le dará mucho mejor resultado que simplemente repetir aquello que quiere aprender.
Según algunas teorías y versiones del modelo VAK, el aprendizaje visual también implica una serie de características relacionadas con la personalidad y la manera de pensar. Sin embargo, la falta de evidencia científica respecto a estas afirmaciones hace que no todos los profesionales del ámbito de la psicología estén de acuerdo con ellas.
Índice del artículo
- 1 Características del aprendizaje visual
- 2 Estrategias de aprendizaje visual
- 3 Actividades
- 4 Ejemplos de aplicación
- 5 Referencias
El aprendizaje visual es el más común de los tres estilos posibles, siendo los otros dos el auditivo y el kinestésico. Debido a ello, las personas que utilizan principalmente este método para adquirir nueva información suelen tener más facilidades que el resto para aprender y desenvolverse en un contexto educativo normal.
Las personas que utilizan el aprendizaje visual como su principal manera de adquisición del conocimiento comparten una serie de características cognitivas y de personalidad que las hacen fácilmente distinguible de los individuos que pertenecen a los otros grupos. A continuación veremos algunas de las más importantes.
La inteligencia espacial es una de las nueve habilidades cognitivas descritas en la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. Se trata de la capacidad para manipular imágenes mentalmente, para orientarse en el espacio y para visualizar elementos utilizando la imaginación.
Así, por ejemplo, los individuos con un estilo de aprendizaje visual tienen una gran facilidad para encontrar el camino en un entorno que no les es familiar y para seguir indicaciones. Además, suelen poder visualizar objetos sin dificultades, por lo que son buenos en profesiones como la arquitectura y el diseño.
Generalmente tienen gran capacidad de organización, y son capaces de darse cuenta de detalles que pasan desapercibidos a otras personas. Normalmente, también tienen un sentido de la estética y del color muy desarrollado, por lo que tienden a escoger profesiones relacionadas con la creatividad visual, la moda o el diseño.
Uno de los principales problemas de las personas con estilo de aprendizaje visual es que les cuesta mucho retener la información que les ha llegado a través del oído. De esta manera, ciertos formatos educativos como las clases magistrales (donde un profesor dicta apuntes o da una charla sobre un tema en concreto) no les son de mucha ayuda a estos individuos.
Por el contrario, cuando las clases se apoyan en materiales visuales, las personas con este estilo de aprendizaje suelen poder retener la información con mucha mayor efectividad. Así, el uso de diapositivas, diagramas, esquemas, imágenes, vídeos y fotografías aumentan la facilidad con la que estos individuos pueden aprender lo que necesitan.
Según algunos de los teóricos del modelo VAK, el estilo de aprendizaje principal no solo afecta a la manera en la que retenemos información, sino a muchas más áreas de nuestra vida. En el caso de las personas visuales, posiblemente su característica más destacable sea la mayor rapidez con la que actúan si se las compara con los pertenecientes a los otros grupos.
Esta característica puede verse en muchos ámbitos distintos. Por ejemplo, las personas visuales tienden a moverse con mayor rapidez que el resto, y sus movimientos son también más veloces. A nivel cognitivo, sus pensamientos suelen ser mucho más rápidos de lo normal, lo que a veces se traduce en problemas de vocalización o del habla.
Por último, algunos defensores del modelo VAK afirman que es posible reconocer a las personas con un estilo de aprendizaje visual debido a que tienen un tono de voz más agudo y tienden a hablar con más rapidez y gesticulando mucho con las manos. Sin embargo, esta teoría no es aceptada por todos los estudiosos de esta teoría.
Si eres una persona que utiliza principalmente el aprendizaje visual, muchas de las estrategias de estudio que se recomiendan pueden ser poco efectivas para ti. Por ejemplo, hacer resúmenes o simplemente leerte el temario no te será muy útil, ya que se trata de estrategias pensadas sobre todo para individuos auditivos.
Sin embargo, simplemente utilizando una serie de estrategias sencillas puedes conseguir retener la información de manera mucho más fácil. Algunas de las más efectivas son las siguientes:
– Utilizar colores para resaltar la información más importante.
– Crea apoyos visuales en los que plasmes la relación entre conceptos. Algunas de las técnicas más útiles en este sentido son los diagramas, los esquemas, y los mapas conceptuales.
– Utiliza una agenda y escribe en ella las tareas que tienes que realizar, de forma corta y visual.
– Estudia a solas. Debido a que te guías principalmente mediante la vista, los ruidos pueden distraerte muy fácilmente y hacer que pierdas la concentración.
– Busca vídeos o diapositivas que expliquen lo que estás intentando aprender. En este sentido, Internet puede serte muy útil para conseguir mejorar tus resultados académicos.
A continuación veremos algunas actividades que pueden realizar las personas con un sistema de aprendizaje visual para mejorar sus resultados en el ámbito académico.
Si eres una persona principalmente visual, algunas materias pueden llegar a resultarte muy complicadas debido a que se basan sobre todo en el oído. Esto se nota especialmente en el aprendizaje de idiomas, ya que para adquirir otra lengua es necesario memorizar sonidos y relacionar las palabras de tu lengua materna con las de la nueva usando simplemente este sentido.
Para ayudarte a aprender un nuevo idioma con más facilidad, una de las herramientas más útiles si eres una persona visual es utilizar tarjetas de apoyo. Se trata de pequeños recuadros de cartulina en las que por un lado escribes la palabra que quieres aprender en el nuevo idioma, y por el otro haces una pequeña representación visual de su significado.
Por ejemplo, si quisieras aprender vocabulario sobre animales en un nuevo idioma, tendrías que crear varias tarjetas con dibujos de cada uno de ellos por un lado, y su nombre en el nuevo idioma en el otro. Después, tu misión sería coger una de estas tarjetas al azar y conseguir recordar la palabra en la nueva lengua tan solo con ver el dibujo.
Los mapas conceptuales son una de las herramientas menos utilizadas por la mayoría de estudiantes dentro de la educación formal. Sin embargo, pueden convertirse en una de tus herramientas más poderosas si eres una persona visual y tienes dificultades para memorizar información pura.
¿En qué consiste un mapa conceptual? Se trata de una representación esquemática en la que la información que es necesario aprender se reduce a unas pocas palabras o frases, que luego se relacionan entre sí con líneas, colores y otros apoyos visuales. De esta manera, es posible obtener la información básica sobre un tema de un solo vistazo.
Por ejemplo, si tienes que memorizar un tema sobre la Segunda Guerra Mundial, un buen mapa conceptual incluiría tan solo los datos más importantes, como fechas y los eventos que ocurrieron en cada una de ellas. Después, utilizando líneas y flechas podrías relacionarlos todos entre sí para tener una idea aproximada de lo que ocurrió durante este conflicto.
En este video se explica de forma práctica cómo hacer un mapa conceptual:
Uno de los mayores problemas que suelen tener las personas con un estilo de aprendizaje visual es que les cuesta mantener la concentración y la motivación cuando se enfrentan a tareas que requieren el uso de otros sentidos. Así, por ejemplo, estudiar para un examen puede ser realmente tedioso para estos individuos, que tienden a distraerse y dedicarse a algo más estimulante.
Para evitar esta dificultad, una de las mejores estrategias posibles es utilizar recordatorios visuales tanto de las tareas que tienes que completar como de por qué has decidido hacerlas. Así, por ejemplo, puedes usar una agenda para escribir en forma de lista todo aquello que tienes que completar, o utilizar un tablero con notas para tenerlo de manera aún más visible.
Por otro lado, pensar en una recompensa para cuando completes tus tareas y ponerte un recordatorio visual de la misma puede ser muy útil para motivarte cuando estés a punto de distraerte. Por ejemplo, una fotografía de tu postre favorito puede servirte para animarte a terminar lo que estás haciendo y así poder disfrutar del mismo.
Aunque el aprendizaje visual no es útil para todas las tareas o materias, lo cierto es que puede utilizarse con éxito en una gran cantidad de ámbitos distintos. Algunos de los más importantes son los siguientes:
– Diseño gráfico.
– Artes plásticas.
– Arquitecturas e ingenierías.
– Deportes (especialmente aquellos relacionados con golpear objetos en movimiento).
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