Río Bravo: historia, características, recorrido, afluentes, flora, fauna
El río Bravo, también conocido como río Grande está ubicado en Norteamérica, nace en territorio de Estados Unidos y fluye en dirección sureste para desembocar en el golfo de México.
Su cuenca cubre una superficie aproximada de 455.000 km², de los cuales 230.427 km² se encuentran en territorio estadounidense y 225.242 km² en México. Con una longitud de 3.034 km, el Bravo se ubica como el río más largo de México y el cuarto más largo de Estados Unidos. Se constituye como la cuenca más grande en ambos países.
Gracias a la diversidad de ecorregiones que atraviesa, se constituye en un importante reservorio para la biodiversidad en la región, contando con más de 300 áreas protegidas. Este territorio entre ambas naciones representa cerca del 26% del total de la cuenca.
Índice del artículo
- 1 Historia
- 2 Características generales
- 3 Nacimiento
- 4 Recorrido y desembocadura
- 5 Principales ciudades que recorre
- 6 Afluentes
- 7 Flora
- 8 Fauna
- 9 Referencias
El cauce del río Bravo sirve actualmente como hito geográfico para señalar el límite entre Estados Unidos y México, sin embargo, este acuerdo no se logró de manera pacífica. El río Bravo fue escenario de encarnadas luchas por el dominio del territorio entre ambas naciones.
En 1810 México se independiza de la corona española y se declara como un estado independiente. Su autonomía no le aseguró estabilidad interna, lo que lo hizo vulnerable ante las políticas expansionistas de su vecino del norte.
El conflicto se inauguró con la propuesta de Estados Unidos en 1825, cuando Joel Robert Poinsett fue enviado a demarcar los límites entre las dos naciones ofreciendo al gobierno mexicano un millón de dólares para anexar el territorio de Texas al de Estados Unidos, propuesta que fue rechazada.
Hubo un segundo intento en 1827. En esta ocasión, el gobierno estadounidense subió la oferta a 50 millones de dólares por el territorio de Texas y tampoco hubo acuerdo.
El gobierno mexicano había permitido el asentamiento de una gran cantidad de emigrantes americanos en Texas, quienes en 1836 lucharon contra las fuerzas mexicanas y lograron su independencia.
El conflicto se agudizó en 1845 cuando el nuevo estado independiente de Texas fue anexado al territorio de Estados Unidos y el congreso solicitó la compra de los territorios correspondientes a Nuevo México y Alta California ante la protesta y negativa de México.
Bajo el mandato del presidente James Polk, el gobierno estadounidense envió tropas a Texas, ubicándose entre los ríos Bravo y Nueces buscando un enfrentamiento que diera pie a un conflicto bélico. El 25 de abril de 1846 se presentó la primera batalla y el 13 de mayo de 1846 Polk declaró la guerra a México.
Entretanto, el 14 de junio de 1846 el estado de Alta California ocupado en su mayoría por emigrantes estadounidenses declaró su independencia de México y, tras 25 días de conflicto, siguió el mismo rumbo de Texas y se unió a Estados Unidos.
La superioridad militar de los norteamericanos se reflejó en los resultados de este conflicto, cuando el 14 de septiembre de 1847 tropas estadounidenses ocuparon la capital mexicana, obligando un armisticio que derivó en la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, el 2 de febrero de 1848.
Con la firma de este consenso se estableció la cesión por parte de México del territorio de California y Nuevo México a favor de Estados Unidos, fijándose la frontera de Texas en el río Bravo.
El puerto de Playa Bagdad en la desembocadura del río Bravo resultó vital entre 1861 y 1865 para los estados Confederados durante la guerra civil estadounidense. La razón era que sirvió como vía trasera para evitar el bloqueo que habían impuesto los estados de la Unión sobre el comercio de algodón. A través de este puerto salía el producto y recibían suministros y armas.
El río Bravo, en el transcurso de sus 3.034 km con su caudal de 68 m³/s, se posiciona como un eje fundamental para el desarrollo social y económico del territorio que bañan sus aguas.
Se han construido sobre el cauce del río Bravo una gran cantidad de represas y presas para el aprovechamiento de su potencial hidroeléctrico, como fuente de agua dulce para consumo humano y animal, para el riego en la agricultura y para uso en el mantenimiento de las ciudades.
Entre las más importantes se encuentra la represas de Abiquiu, Cochiti, Elephant Butte, la de la Amistad, Falcón, Anzaldúas, Retamal y la del Culebrón.
El uso y aprovechamiento de las aguas del río Bravo está regulado por el Tratado de Aguas Internacionales firmado por ambas naciones en 1944, donde se establece la conformación de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y los Estados Unidos, organismo encargado de la gerencia de los recursos hídricos que comparten.
A lo largo del valle del río Bravo se cultiva principalmente algodón, cítricos, patata y uvas. Estos cultivos no se ven afectados por la poca presencia de lluvia en la zona, ya que son regados con el agua del río que es represada para su uso durante todo el año, en función de maximizar la producción.
La presencia de un relieve con pocos accidentes geográficos en la planicie de Nuevo México es propicia para el desarrollo extensivo de la ganadería. Además de la agricultura y la ganadería, se desarrollan en la cuenca actividades de minería con la presencia de carbón, mineral de uranio, plata, plomo, oro, potasa y yeso. La cuenca también presenta explotación de hidrocarburos con yacimientos de petróleo y gas natural.
Las riberas que ven nacer al río Bravo en las Montañas de San Juan son famosas por sus paisajes. Además, son reconocidas en Estados Unidos y el mundo como destino predilecto para practicar senderismo, escalada, bicicleta de montaña y deportes acuáticos de remos.
La industria turística es un motor importante de la economía de la región, cobrando cada vez mayor importancia las iniciativas ecológicas que se sustentan en la educación ambiental e impulsando un disfrute responsable que procura la conservación de la biodiversidad de la cuenca.
Entre estas iniciativas para la conservación de la fauna del río Bravo resalta la prohibición del uso de embarcaciones motorizadas en Albuquerque, específicamente el tramo que transcurre por la ciudad.
A pesar de la importancia de la cuenca del río Bravo no es lo bastante profunda para la navegación comercial. Con la excepción de los embalses y lagos formados por las presas, la escasa profundidad de su cauce hace imposible la navegación de embarcaciones grandes.
Las pequeñas como canoas, kayaks y balsas pueden circular por tramos más largos que se ven interrumpidos por la presencia de las represas, ya que estas no cuentan con esclusas.
La modificación hidrológica por la instalación de represas en la cuenca del río Bravo ha producido la acumulación de sedimentos y posibilitado la invasión de especies vegetales que, en las condiciones normales del caudal, no hubieran podido sobrevivir. Estos factores alteran la calidad del agua, poniendo en riesgo la supervivencia de especies nativas que ven modificado su hábitat natural.
El aumento de la población en el río genera presión sobre la misma, debido a que las ciudades se alimentan de sus aguas para el consumo de la población y para su mantenimiento y aseo.
El despeje de sus riberas para uso agrícola y ganadero ha modificado las condiciones de drenaje del terreno, haciéndolo más propenso a las inundaciones. Por otro lado, el uso de agrotóxicos para mejorar la producción agrícola contamina el agua del riego y la tierra. Estos productos se filtran finalmente en la cuenca del río Bravo, poniendo en riesgo a las especies vegetales y animales que hacen vida en ella.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), como responsables del uso medido de la cuenca y su mantenimiento, hace esfuerzos para disminuir el impacto de la actividad humana y promover la protección del ambiente. Realiza labores binacionales para el control de especies invasoras fomentando el mantenimiento y la optimización de las plantas de tratamiento de las aguas residuales.
La CILA ejecuta acciones de remoción de sedimentos de manera periódica con equipos pesados en distintos puntos del cauce del río Bravo, considerados críticos por el nivel de acumulación que presentan para disminuir el impacto que producen sobre la salinidad del agua.
En 2003, el organismo inició a un programa biológico para el control de especies de plantas acuáticas invasoras con la introducción de carpas asiáticas esterilizadas, para combatir la infestación de hidrilla (Hydrillaverticillata). La hidrilla es el alimento predilecto de la carpa asiática, por lo que esperan que su presencia en la cuenca logre controlar la proliferación de la planta invasora.
El río Bravo nace en territorio estadounidense en las Montañas de San Juan, al sur de Colorado, en un entorno rocoso a 1.150 metros sobre el nivel del mar para fluir a través de Estados Unidos y México en dirección sur-sureste hasta su desembocadura en el Golfo de México. En el mapa superior se puede observar un mapa del nacimiento (headwaters of Río Grande).
El bosque nacional de San Juan, donde nace el Bravo, ocupa 7.603,42 km², se encuentra protegido por el gobierno federal de Estados Unidos y es administrado por el servicio forestal. En el mapa inferior se puede observar un mapa de las montañas de San Juan.
En sus 3.034 km de recorrido desde su nacimiento hasta su desembocadura en el océano Pacifico, a través de la Playa Bagdad ubicada en el Golfo de México pasando por territorio de Brownsville, Texas; y Matamoros, Tamaulipas, el río Bravo recorre tres estados en territorio estadounidense: Colorado, Nuevo México y Texas; y cinco estados mexicanos: Durango, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Abajo un mapa de la desembocadura.
En su viaje de las montañas de San Juan al Océano Pacifico, el río Bravo baña con sus aguas importantes ciudades en ambas naciones:
Ciudad estadounidense ubicada en el estado de Nuevo México, con 545.852 habitantes según el censo realizado en 2010. Se sitúa como la ciudad más poblada del estado superando a la capital Santa Fe.
Emplazada en la orilla izquierda del río Bravo, fue fundada por los colonos españoles en 1706 como parte de su exploración y dominio del territorio del Virreinato de México, gestada como una comunidad agrícola gracias a su clima seco y soleado.
El tramo del río Bravo que baña Albuquerque ofrece aguas tranquilas y sin rápidos, ideal para practicar remo en familia. Sus múltiples muelles disponen de senderos y espacios para la pesca desde la orilla, en sus riberas se puede observar gran diversidad de fauna silvestre.
Durante octubre se celebra en la ciudad el Día del río, en el que la comunidad y las organizaciones ecologistas organizan actividades especiales de recolección de basura y educación ambiental para toda la familia, con el fin de impulsar la conservación de la biodiversidad de la zona.
Ubicada al oeste del estado de Texas, es la sexta ciudad más poblada del estado. En cuanto a población, sus 649.121 habitantes hacia 2010 la ubican como la segunda ciudad más importante de la frontera, siendo solo superada por San Diego en el estado de California.
El Paso norte, hoy Ciudad Juárez, fue fundada en 1659 por Fray García de San Francisco como parte del dominio de la corona española en el territorio. Actualmente se constituye como la frontera más activa del continente.
Con senderos que corren paralelos al río Bravo, es el escenario perfecto para la observación de aves. En la zona existen empresas que planifican expediciones por el río con la posibilidad de desarrollar actividades deportivas y de pesca.
En el lago de la presa del Elefante son muy populares las actividades acuáticas y la pesca recreativa. Desde las montañas Franklin se puede disfrutar de una vista privilegiada del cauce del río en su viaje al sur y de la meseta de Nuevo México hacia el oeste.
Ciudad fronteriza del norte de México. Es considerada la gemela de El Paso, ubicada en el estado de Chihuahua. Con una población 1.428.508 habitantes hacia 2018, es la octava ciudad más poblada de México y la primera del estado.
Fundada en 1659 por el fraile franciscano Fray García de San Francisco, aún conserva su legado cultural e histórico intacto con distintos centros turísticos en el casco de la ciudad. Al igual que su gemela estadounidense, cuenta con parques y centros recreativos que invitan a disfrutar de la belleza y la biodiversidad del río Bravo.
Situada en México, en el estado fronterizo de Tamaulipas. Recibe su nombre en honor a su vecina estadounidense, de la que fue separada en como efecto del Tratado de Guadalupe-Hidalgo.
Con 750.541 habitantes, según el censo aplicado en 2018, es considerada la principal aduana del país por su importante intercambio comercial con Estados Unidos. Como el ave Fénix, la ciudad ha demostrado su voluntad de crecimiento resurgiendo de sus cenizas después de ser devastada por el fuego en 1914 durante la Revolución mexicana.
En su seno se combinan su pasado histórico y cultural con una metrópolis que se desarrolla entre modernidad y poder. El río Bravo sirve de frontera al norte de la ciudad, combinando su pasado histórico con un entorno natural donde se desarrollan actividades acuáticas y de pesca deportiva que se constituyen como su principal atractivo turístico.
En su nacimiento sobre la grieta del río Grande, el río Bravo se alimenta de la nieve derretida en las montañas y fluye a través de la grieta que determina su forma y su recorrido. A diferencia de otros ríos, este no ha erosionado la tierra para buscar su cauce, sino que se mueve en el camino que marca este accidente geográfico.
Sus principales afluentes son el río Pecos, el Conchos, el del Diablo, el Salado, el San Juan, el Puerco, el Sabinas, el Álamo y el Chama.
El río Bravo atraviesa diversos climas que determinan la presencia de un gran abanico de especies vegetales, pasando de la estepa en su nacimiento entre las montañas, al desierto en la meseta de Nuevo México. Por ello la flora en la cuenca es muy diversa, presentando bosques, marismas, pantanos de sal, matorrales espinosos, desiertos y costa.
Algunas de las especies que se encuentran a lo largo del río Bravo son abetos, yuca, álamos, pino piñonero, cactus, enebro, arbusto de creosota, artemisa, anacahuita, juncos de esteras, anacua, palma, uña de gato, palo de Brasil, tepeguaje, ébano, palo verde, encino, fresno, palo blanco granjeno, jaboncillo, guajillo, olmo, retama, huizache, sabino, sauce, jacintos de agua, tules, mezquite y gramas saladas.
La ocupación de la cuenca por grupos humanos y su rápida expansión ha desplazado las especies salvajes, privándolas de sus hábitats ancestrales y siendo estos observables únicamente en las zonas protegidas.
Se registran en el área 35 especies de anfibios y más de 120 especies de peces en la cuenca, de las que más del 50% son endémicas.
Se encuentran mamíferos como el murciélago amarillo, el gigante de bonete y de cola de ratón, el ratón tobillo blanco, de cactus y la mofeta moteada.
Entre los peces se cuentan la carpa chamizal, la carpita del Bravo, la roja y la de El paso, el pez mosquito, el matalote chato, la mojarra oreja azul y el bagre de agua dulce.
El valle del río Bravo forma parte del corredor central de la ruta norteamericana de millones de pájaros migratorios que visitan la zona para alimentarse, criar y descansar. En la zona se presentan aves como el cuclillo piquigualdo, el gavilán cangrejero negro, águilas calvas, el mosquero saucero y las garzas de gran azul.
- Cómo la disputa del río Nueces entre Texas y México desembocó en la pérdida de 55% del territorio mexicano, publicado en BBC News Mundo el 2 febrero 2019, tomado de bbc.com.
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