Biología

Pliohippus: características, taxonomía, reproducción, nutrición


Pliohippus fue un género extinto de mamíferos que vivió durante la época del Mioceno en la Era Cenozoica. Este género fue descrito por primera vez por el reconocido paleontólogo estadounidense Othniel Marsh en 1874.

Algunos especialistas creen que es uno de los antepasados de los caballos. Sin embargo, son muchas las voces discrepantes que, basándose en algunas diferencias anatómicas, consideran que no es así.

Este fue un animal que cabalgó en las extensas llanuras de Norteamérica hace aproximadamente 12 millones de años y que se extinguió hace 6 millones de años. Se cree que pudo haber sido protagonista de extensas migraciones que pudieron llevarlo hacia terrenos más al sur, en Sudamérica.

Índice del artículo

Características del género Pliohippus

Los animales del género Pliohippus eran organismos complejos que se clasificaban dentro del grupo de los eucariotas, con su material genético encerrado dentro del núcleo celular, conformando a los cromosomas. Tal como ocurre con casi todos los eucariotas, también eran pluricelulares.

Estos animales habitaron en sitios caracterizados por grandes extensiones de sabanas, en las que abundaba el pasto y la hierba, los cuales constituían su alimento.

Se estima que eran triblásticos, es decir, con las tres capas gerinativas durante su desarrollo embrionario, además de celomados.

Su reproducción era sexual, con fecundación interna y desarrollo directo. Eran vivíparos.

Morfología

Los animales que integraban al género Pliohippus tenían un tamaño promedio de 1,3 metros y eran muy parecidos a los caballos actuales. Eran cuadrúpedos y sus extremidades terminaban en tres dedos. En estos, el del medio era más largo y el animal lo usaba principalmente para caminar. Igualmente, poseían un casco que era controlado por un ligamento bastante resistente.

Su cabeza era muy similar a la de los caballos actuales, con el hocico alargado. El cuello también era más alargado que el de sus predecesores, lo cual le permitía pastar tranquilamente.

Los fósiles han permitido establecer ciertas diferencias con respecto a los caballos modernos, como por ejemplo la presencia de profundas fosas faciales.

Taxonomía

-Dominio: Eukarya

-Reino: Animalia

-Filo: Chordata

-Clase: Mammalia

-Orden: Perissodactyla

-Familia: Equidae

-Género: Pliohippus.

Especies

De acuerdo a los registros fósiles y al análisis que de estos realizaron los diversos expertos, el género Pliohippus estuvo conformado por un total de ocho especies. Se cree que estas habitaron el planeta de manera simultánea durante el Mioceno. Las especies que integraron a este género extinto fueron:

-Pliohippus castilli

-Pliohippus fossulatus

-Pliohippus mirabilis

-Pliohippus nobilis

-Pliohippus schadel

-Pliohippus tehonensis

-Pliohippus pernix

-Pliohippus tantalus

Reproducción

El género Pliohippus pertenecía a la clase Mammalia. Tomando en cuenta esto, su reproducción era de tipo sexual.

A pesar de que los animales pertenecientes a este género habitaron hace tantos miles de años y en la actualidad se encuentran extintos, es posible establecer cómo era su mecanismo de reproducción gracias al parecido que tenían con los caballos.

Rituales de apareamiento

Hasta ahora, los fósiles recolectados no han proporcionado gran cantidad de información acerca de ciertos aspectos de su vida, por lo que solo se pueden establecer ciertas conjeturas.

Los especialistas están de acuerdo en afirmar que es probable que los miembros del género Pliohippus tuvieran algún ritual de apareamiento o cortejo que tuviera como finalidad lograr el acercamiento entre los ejemplares de sexo femenino y los de sexo masculino.

En este sentido, los posibles rituales de cortejo que podían tener estos animales abarcarían comportamientos por parte de las hembras, como por ejemplo orinar, liberando una gran cantidad de feromonas. Estas son sustancias químicas que tienen como objetivo captar la atención del sexo opuesto y atraerlo.

Igualmente, también se puede mencionar el despliegue de ciertas actitudes de los machos hacia las hembras, como por ejemplo acercarse frontalmente a ellas o emitir sonidos enérgicos de tipo relincho.

Fecundación

Los especialistas plantean que, una vez que se terminaban los rituales de apareamiento, el ejemplar femenino y el masculino se acercaban y procedían entonces a practicar el coito para que se diera el proceso de fecundación.

Todo parece apuntar que estos animales tenían fecundación interna, lo cual requería que el macho depositara de una u otra forma el esperma en el interior del cuerpo de la hembra. En este sentido, se ha establecido que el macho poseía un órgano copulador (pene) que servía para este fin.

Para lograr que ocurriera la fecundación, debía darse el proceso de cópula, en el que el macho introducía el pene en el orificio genital de la hembra para depositar el esperma allí. Al unirse algún espermatozoide con el óvulo se daba la fecundación.

Desarrollo embrionario, embarazo y nacimiento

Siguiendo con la similitud que estos animales debían tener con los actuales mamíferos, luego de la fecundación se formaba una única célula conocida como cigoto. Inmediatamente, esta célula comenzaba a dividirse, hasta que aparecían las capas embrionarias: mesodermo, endodermo y ectodermo. Las células de estas capas se especializaban y formaban los diferentes tejidos que conformaban al animal.

Una vez ocurrido esto, el embrión comenzaba a creer en el útero materno. Es importante destacar que el embrión debía recibir los nutrientes directamente de la madre, a través de una estructura conocida como placenta.

No ha sido posible establecer el tiempo que dura el desarrollo de las crías en el interior del cuerpo materno. Al estar completamente formada la cría, se presentaba el momento del parto, en el cual era liberada al medio externo a través del canal vaginal.

Los expertos estiman que después de su nacimiento, es posible que el potro permaneciera con la madre durante un tiempo, hasta que pudiera valerse por sí mismo.

Nutrición

Los animales del género Pliohippus eran heterótrofos, específicamente herbívoros. Esto quiere decir que se alimentaban de plantas, principalmente de pasto y hierbas, los cuales abundaban en el hábitat en el que este animal se desarrollaba.

Las características de su dentadura les facilitaba el acceso a alimento, ya que podían arrancar la hierba y el pasto del suelo.

Digestión

Luego de que el animal ingería el alimento, lo trituraba con ayuda de sus dientes. En la cavidad bucal el alimento también se mezclaba con las enzimas digestivas de la saliva y comenzaba a transformarse para poder ser absorbido.

Posteriormente el bolo alimenticio era deglutido y llegaba al estómago, en donde era sometido a la acción de los jugos gástricos, continuando su proceso de transformación.

Seguidamente pasaba al intestino, que era donde se producía la absorción de los nutrientes. Es posible que en el intestino de estos animales hubiese bacterias que ayudasen en el metabolismo de los componentes de las plantas y, por ende, en la absorción de los nutrientes.

Luego de la absorción, lo que no era absorbido por el animal, era liberado a través de las heces.

Referencias

  1. Alberdi, M. y Prado, J. (2004). Caballos fósiles de América de Sur. Una historia de tres millones de años. INCUAPA Serie monográfica, 3.
  2. Arita, H. (2010). El regreso del caballo: lo macro y lo micro en la evolución. Ciencias. 97.
  3. Hooker, J.J. (1994). «The beginning of the equoid radiation». Zoological Journal of the Linnean Society 112 (1–2): 29-63
  4. MacFaden, B. (2005). Fossil horses – evidence for evolution. 307.
  5. Mora, M., Blanco, A. y Gil, M. (2005). Equus y su registro fósil en el Pleistoceno de Norteamérica. VII Simposio de Zoología.
  6. Pliohippus. Extraído de: britannica.com