Cultura general

+50 coplas colombianas: cortas, de amor, del campo y otras


Las coplas colombianas forman parte de la lírica popular tradicional del país. Fueron traídas desde España y actualmente representan el folclore de la población colombiana. Este género musical son la unión o acoplamiento de varios versos que dan como resultado una estrofa.

Normalmente las coplas tienen un lenguaje coloquial y espontáneo. Tocan temas del amor y el desamor, de la vida cotidiana, del campo, de la religión, y muchas suelen tener un tono humorístico.

Músicos colombianos en la calle

A continuación se muestra una compilación de coplas colombianas populares. Como título, cada una lleva el nombre del autor de la misma y, en su defecto, un título asignado. En algunos casos, se desconoce el nombre del autor.

La mayoría de estas coplas han sido tomadas de recopilaciones de Francisco Suárez Pineda, Rufino Gutiérrez, Jorge Isaacs y Carlos López Narváez.

Índice del artículo

Coplas colombianas sobre coplas

Manuel Machado

Hasta que el pueblo las canta,

las coplas, coplas no son,

y cuando las canta el pueblo

ya nadie sabe el autor.

Tal es la gloria, Guillén,

de los que escriben cantares:

oír decir a la gente

que no los ha escrito nadie.

Procura tú que tus coplas

vayan al pueblo a parar,

aunque dejen de ser tuyas

para ser de los demás.

Que, al fundir el corazón

en el alma popular,

lo que se pierde de nombre

se gana de eternidad.

Tendrás mi luz encendida

Y me dices “yo te adoro”

“te amaré toda la vida”

hasta que me dejes de querer

tendrás mi luz encendida.

Tus versos son el elixir

que alimenta mi conciencia

porque sé que al escribirlos

solo pienso en tu estrella.

Mezclaré coplas galanas

con mis coplas colombianas.

Coplas colombianas cortas

Coplas de amor

Alto de Sabaneta

En el Alto de Sabaneta

 canta y ruzna un abejón, 

y en la tonadita dice 

qué bonito es el amor.

 

Andalucía

Cuando te acordés de mí 

rézame un avemaría, 

y acordate de los besos 

que te di en Andalucía.

Boquerón de Tausa 

En el Boquerón de Tausa 

mis lágrimas derramé 

por unos ojos negros 

que en Chiquinquirá dejé.

Briceño

El primer amor que tuve 

fue con una de Briceño, 

de lo mismo inteligente 

le quería coger el sueño.

Ubaté

El primer amor que tuve 

fue con una de Ubaté 

blanquita y coloradita 

como la flor del café.

Villeta

El primer amor que tuve 

fue con una de Villeta, 

le fui a dar un beso 

y ella me pegó en la jeta.

Ojos negros

Muy bonita es mi chatica,

Sólo un defecto le hallé;

No tiene los ojos negros,

Pero yo se los pondré.

Río Magdalena

Se embarcó mi china hermosa,

se embarcó en la Magdalena,

y le iba creciendo el río

con el llanto de mi pena.

Qué lejos estás

Qué lejos estás de mí;

no te alcanzo a divisar;

los cerros tienen la culpa,

¡Quién los pudiera tumbar!

Señorita

No me canso de admirar

esa persona exquisita.

Aquí tenéis señorita,

un esclavo a quien mandar.

Pensando en ti

Para mí no hay sol ni luna.

Noche, mañana ni día;

pues sólo en tí, vida mía,

pensando estoy a la una;

a las dos con atención;

a las tres dice mi suerte,

 vida mía, que por quererte

qué largas las horas son

Si tu amor se enfada

Si acaso tu amor se enfada

metélo en una mochila

y cargátelo a la espalda

a ver si chilla o no chilla.

Con una rosa en la mano

Echate por la ventana

que yo te ‘recibiré,

con una rosa en la mano

y un clavel en cada pie.

El anillo que me diste

El anillo que me diste

lo tengo muy bien guardao:

al dedo le quedó flojo

y al corazón apretao.

Decís que no me querés

Decís que no me querés,

yo nada pierdo con eso,

porque tengo más amores

que flores tiene un cerezo.

Decís que no me querés

¿Decís que no me querés?

Bien que nos hemos querido:

solo que ya no hay remedio

después de lo sucedido.

Coplas del campo

Achiral 

Yo no soy de por aquí, 

 yo vengo del Achiral,

 no porque me vean así

 piensen que soy liberal.

 

Aguazul

Cuando vine de Aguazul

 vine como los demás:

el buche para adelante 

 y el espinazo pa’ atrás.

 

Alto del Cogollo

En el alto del Cogollo

 donde llaman Cabiceras, 

 Las viejas son vende chicha, 

las hijas aguardienteras.

 

Alto de Bermejo

En el Alto de Mermejo  

me quería pegar un cióte 

porque le pedí candela 

para encender mi chicote.

 

Alto del Trigal 

Esto dijo el armadillo 

subiendo al Alto ‘el Trigal

Si San Isidro era godo, 

 Jesucristo es liberal.

 

Camino de Los Patos

El Camino de Los Patos

está cubierto de flores, 

donde mis hijas descalzas 

entretienen sus dolores.

 

Capitanejo

En Capitanejo coto 

y en Macaravita caspa; 

más vale tener coto,

y no estar rasca que rasca.

 

Fótneque, Chaguant, Serrezuela y Zipaquirá

 En Fómeque agridulces,

 en Chaguaní almibaradas, 

en Serrezuela picantes 

en Zipaquirá saladas.

 

Moniquirá 

Bonito Moniquirá  

pero no para vivir, 

bonito Moniquirá  

para entrar y salir. 

Bonito Moniquirá  

para los que tienen moza, 

para los que no tenemos 

qué tierra tan engañosa.

 

Río Magdalena

D’entre las verdes colinas 

asoma la luna llena 

y donde aquí se divisan 

las aguas del Magdalena.

 

Zipaquirá 

Yo no soy de por aquí 

yo soy de Zipaquirá, 

en donde pa’l bautismo 

hay menos agua que sal.

 

Matica

Matica de allajatica,

matizada con romero,

sólo de tan bella boca

la contestación espero.

 

Los conserveros

Cuando te vas a bañar

llévate cuchillo y lanza,

porque están lo’ conservero’

como perro en matanza.

 

¡Abajo!

¡Abajo las cintas verdes,

arriba las coloradas,

abajo lo mochoroco

con las espadas paradas!

 

A coger camino

Ya viene la madrugada,

ya cantó el gallo gallino:

ya se nos llegó la hora

de que cojamos camino.

 

Pasar trabajos

Adiós y daca la mano

por debajo del cercao:

todo fue pasar trabajos

desde que nos lo han velao.

 

Guateque 

Una niña me dijo 

por allá en Guateque, 

cuándo va por el niño 

que está poniendo pereque.

Nosotros los guatecanos 

vamonos para Guateque 

a coger nuestras mazorcas 

antes de qu’el maiz se seque.

Maracas

Coplas con tono humorístico

Otumbe 

La conocí en una tarde 

cuando íbamos para Otumbe,

esto fue en el mes de enero 

y tuvo el chino en octubre.

 

Véte en la madrugada

Si fueres por un camino

Donde te dieren posada,

Róbate aunque sea el cuchillo

Y véte a la madrugada.

 

Muñeca e’ trapo

A to’ el mundo le decís

que yo me muero por vos:

por cierto! muñeca’ e trapo

por lo bonita que sós.

 

Decís que no me querés

Decís que no me querés,

porque nadita te he dao:

¿ya te olvidaste de aquello

que te dañó el caminao?

 

Decís que no me querés

Decís que no me querés,

porque no tengo calzones:

cuando querás te los muestro

con ojales y botones.

 

Fonúbón y Monserrate 

Pero si te pones brava 

y te volvés pa’l rincón, 

por detrás de Monserrate 

también se va a Fontibón.

Tan alta que va la luna 

por encima ‘e Monserrate,

 tan bueno que es el ají

revuelto con aguacate.

 

Lo que me debo

Esta noche me trasnocho

mañana me acuesto y duermo,

después consigo trabajo

pa’ pagar lo que me bebo.

 

Esto dijo el armadillo

Esto dijo el armadillo

 sentadito en unas cachas: 

chocolate pa’ las viejas: 

los besos pa’ las muchachas.

 

Esto dijo el armadillo

Esto dijo el armadillo

pasando por Sibaté:

Si querés comer arepa,

arremangate y molé.

 

Las vacas y los toritos

Allá arriba en aquel alto

se corneaban dos toritos:

las vacas se reían al ver

peleando a sus mariditos.

 

Del otro lado del río

Del otro lado del río

está la muerte en pelota,

carcajiándse de frío

con una mortaja rota.

 

Si fuera gato negro

Si yo fuera gato negro

brincaba por la ventana:

a vos te daba un besito

y a tu mama l’arañaba.

Coplas nostálgicas y melancólicas

 

Mis lamentos

Si el más triste de los tristes

mis lamentos escuchara,

por compadecer mis penas

de las suyas se olvidara.

 

El mal que sufro

La vida paso muriendo;

si muriera, viviría,

porque muriendo, saldría

del mal que sufro viviendo.

 

Cali

Di, Cali, en qué te ofendí:

¿Por qué tanto me maceras?

¡Ay! ¿por qué como las fieras

me despedazas así?

 

Adiós, Cali

Adiós, Cali tan famoso,

tierra donde yo nací,

que para otros eres madre

y madrastra para mí.

 

¿Cómo podré?

Buen amigo, le pregunto,

quiero que me dé razón:

¿Cómo podré yo vivir

Sin que hablen de mi opinión?

 

Yo canto

Unos cantan porque saben,

otros por la mera gana:

yo canto por aplacar

un pesar que me acompaña.

 

Adiós

Adiós, casita de paja,

empajadita a manojo.

Adiós vida de mi vida,

cuándo te verán mis ojos.

Una despedida triste

y una ausencia bien sentida,

como un agudo puñal

para quitarme la vida.

 

Chinita del alma

¡Adiós casita cuadrada

cuadrada de cuatro esquinas!

adiós, chinita del alma,

manojo de clavellinas.

Referencias

  1. López, C. (1967) Poesía y coplas anónimas. Recuperado de: publicaciones.banrepcultural.org 
  2. Tarazona, E. (2012) Las coplas – Colombia. Recuperado de: larmancialtda.com
  3. Espejo Olaya, M. (1999) Notas sobre toponimia en algunas coplas colombianas. Recuperado de: thesaurus.caroycuervo.gov.co 
  4. Farid Freja, A. (2012) Romances, coplas y décimas en el Pacífico y el Caribe colombiano: poética de una literatura oral en Colombia. Recuperado de: core.ac.uk 
  5. Significado de copla. Recuperado de: significados.com