Mesohippus: características, especies, reproducción, nutrición
Mesohippus es un género de animales perteneciente a la familia Equidae que actualmente se encuentra extinto. Los especialistas coinciden en afirmar que estos caballos constituían el enlace entre los caballos primitivos y los caballos actuales.
La data de la mayoría de los fósiles es de unos 35-40 millones de años, por lo que se afirma que estos caballos existieron durante la época del Oligoceno, en el período Paleógeno del Cenozoico.
Sus fósiles fueron descubiertos y descritos por primera vez por el paleontólogo estadounidense Othniel Marsh en 1875. La mayoría de los fósiles han sido encontrados en el continente norteamericano, especialmente en tierras de los estados de Nebraska, Dakota y Colorado, así como también en algunas regiones de Canadá.
Índice del artículo
La clasificación taxonómica Mesohippus es la siguiente:
-Dominio: Eukarya
-Reino: Animalia
-Filo: Chordata
-Clase: Mammalia
-Orden: Perissodactyla
-Familia: Equidae
-Género: Mesohippus
Tomando en cuenta que estos caballos antiguos pertenecían al reino Animalia, específicamente al filo Mammalia, se puede afirmar entonces que tenía las características propias de dicho filo, como que eran organismos eucariotas pluricelulares.
Así mismo, su desarrollo embrionario debió ser similar, por lo que entonces eran animales triblásticos, con las tres capas germinativas: ectodermo, endodermo y mesodermo. A partir de estas se originaban las distintas células que conformaban al individuo, y por ende, los tejidos y órganos especializados en funciones específicas.
Eran animales con simetría bilateral, es decir, conformados por dos mitades exactamente iguales, tomando como punto de referencia el eje longitudinal del cuerpo.
Igualmente estos animales eran autótrofos, incapaces de sintetizar sus propios nutrientes. Su dieta era netamente herbívora, basada en arbustos y demás plantas pequeñas.
Se reproducían de forma sexual, con fecundación interna y desarrollo directo. Eran vivíparos.
Como ya se ha mencionado antes, el caballo del género Mesohippus constituye el enlace entre los caballos primitivos y los caballos modernos. Debido a esto, sus características anatómicas tenían un poco de ambos grupos.
En primer lugar, en lo referente al tamaño, sus piernas eran un poco más largas que las de sus antecesores, por lo que pudieron alcanzar una altura aproximada de 60 cm. Todo esto, según los datos recabados de los fósiles recogidos.
La cabeza de los Mesohippus se alargó hacia el frente, esbozando el hocico de los caballos actuales. Además era un poco más grande que la de sus ancestros, lo cual implica que su cavidad craneal también era más ancha. Esto permite intuir que su cerebro era más grande también.
Igualmente, los registros fósiles han permitido establecer cómo era la dentición de estos caballos. Se ha determinado que sus dientes eran muy parecidos a los de los caballos actuales, siendo estos más grandes que los de los ancestros, con coronas más altas, lo cual les permitió acceder a una alimentación mucho más completa.
Este género extinto de mamíferos estuvo conformado por un total de 13 especies. Estas se nombran a continuación:
-Mesohippus bairdy
-Mesohippus latidens
-Mesohippus equiceps
-Mesohippus longiceps
-Mesohippus obliquidens
-Mesohippus westoni
-Mesohippus barbouri
-Mesohippus hypostylus
-Mesohippus metulophus
-Mesohippus braquistylus
-Mesohippus intermedius
-Mesohippus montanensis
-Mesohippus proteulophus.
Debido a que Mesohippus es un género de organismos que se encuentran extintos, la información que se tiene de ellos proviene es de los fósiles que se ha logrado recolectar. Tomando en cuenta esto, cuando se habla acerca de sus aspectos fisiológicos más importantes, se entra en el terreno de la especulación.
Dado que los caballos del género Mesohippus son vistos como el eslabón de transición entre las especies primitivas de caballos y el caballo moderno, es factible afirmar que su reproducción era similar a la de los caballos actuales.
En este sentido, estos caballos eran mamíferos y como tales, su tipo de reproducción era sexual, con fecundación interna y vivíparos.
No se tiene conocimiento acerca de si existían entre ellos rituales de apareamiento, como los hay entre los caballos modernos. Si los hubiese habido, probablemente el relincho energético y prolongado fuese parte de ese ritual, así como también el acercamiento frontal a la yegua.
Así mismo, es de esperarse que las yeguas de este género emitieran señales en el momento en que se encontraran en celo, es decir, dispuestas a aparearse. Entre estas señales se pueden mencionar un comportamiento abierto hacia el macho, haciéndole ver que está dispuesta para aparearse.
Así mismo, las yeguas tienden a orinar con una secreción de tipo mucoso, en la cual se cree puede haber sustancias químicas tipo feromonas.
En estos animales, como mamíferos que son, es de suponer que la fecundación es interna. Como sus descendientes actuales, debían tener un órgano copulador, mediante el cual podían introducir el esperma en el cuerpo de la hembra, específicamente en el tracto genital.
Una vez ocurría esto y el óvulo resultaba fecundado, se iniciaba entonces el embarazo, cuya duración no está precisada. Luego de que transcurría el tiempo adecuado en el cual se desarrollaba el embrión en su totalidad y se formaba el potro, se producía el parto.
Es importante destacar que, como todo mamífero, desarrollaban una placenta, estructura a través de la cual pasan los nutrientes desde la madre al feto en desarrollo.
Producto del parto, nacía un potro que tenía características similares a las de un caballo adulto, razón por la cual se puede afirmar que las especies del género Mesohippus presentaban un desarrollo directo, ya que no atraviesan estados larvarios ni nada referente a esto.
Estos caballos eran herbívoros, lo que quiere decir que se alimentaban de arbustos y hierbas. La forma y tamaño de sus dientes le facilitaron este tipo de alimentación. Es de hacer notar que los dientes de los caballos del género Mesohippus eran más largos que los de sus predecesores, asemejándose más a los de los caballos modernos.
Así mismo, los dientes del Mesohippus presentan un carácter novedoso, constituido por altas coronas. Esto le permitía alimentarse de brotes, hojas y hierbas, los cuales constituyeron la base de su alimentación.
Una vez el alimento era ingresado a la cavidad bucal, era sometido a la acción de las diversas enzimas digestivas que se encontraban inmersas en la saliva del animal. Además de esto, la forma y tamaño de sus dientes facilitaron la trituración de la comida que, conjuntamente con la saliva, convertían al alimento en un bolo alimenticio fácil de deglutir.
El bolo alimenticio pasaba por el esófago hasta el estómago, en donde nuevamente era sometido a la acción de jugos digestivos. Posteriormente pasaba al intestino delgado y grueso que es donde se realizaba la absorción de los nutrientes. Posteriormente los desechos eran liberados a través del ano.
Como ocurre con todos los animales herbívoros, en el tracto digestivo de los caballos de este género debió haber bacterias y microorganismos que contribuyeran con la digestión de los componentes del alimento que el animal ingería. Esas bacterias ayudaban a fragmentar aún más los alimentos, para hacerlos más fácil de digerir. Esto es lo mismo que ocurre en los caballos modernos.
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- Obtenido de: https://mundoprehistorico.com/portfolio/mesohippus/
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