+100 frases del Dalai Lama sobre la felicidad, amor y vida
El Dalai Lama es el líder espiritual del budismo tibetano, famoso en todo el mundo por su alegría y por sus enseñanzas sobre el amor, el perdón, el trabajo, la meditación, el optimismo, la paz y la felicidad. Además, el Dalai Lama no solo está interesado en el ser humano desde el punto de vista espiritual, sino también en el cerebro desde un punto de vista científico.
Tenzin Gyatso es su nombre secular y es el decimocuarto que posee este cargo religioso. Nacido en 1935, ocupó el cargo de Dalai Lama a la muy temprana edad de 15 años, aunque su gobierno fue más bien corto; ese mismo año la República de China invadió el Tíbet.
En 1954 acudió a Beijing para conversar con Mao Zedong, pero no tuvo éxito y en 1959 decidió huir a Dharamshala, al norte de la India, ya que él y sus seguidores pensaban que el gobierno chino planeaba su asesinato. Desde entonces vive en la India como un refugiado, considerado como terrorista por la República de China.
Como curiosidad, los dalais lamas se consideran la reencarnación de Avalokitesvara, una de las deidades budistas más importantes, que representa la compasión. Se les consideran seres iluminados que eligen beneficiar a la humanidad volviendo a nacer en lugar de seguir en la vida después de la muerte.
Frases del Dalai Lama sobre la felicidad
En estas frases del Dalai Lama podrás disfrutar de las ideas de una de las personas más sabias del mundo, no solo por el puesto de responsabilidad que otorga, el cual le ha permitido viajar por todo el mundo y conocer a personas muy influyentes, sino por las experiencias que ha vivido. Estas citas están tomadas de entrevistas dadas por el Dalai Lama, de conferencias y de libros publicados.
El altruismo es la mejor fuente de felicidad.
Como se podrá apreciar en otras de sus frases, su santidad piensa que sentir compasión por los demás es necesario para ser feliz.
Cuando estás descontento, siempre quieres más, más, más. Tu deseo nunca podrá satisfacerse.
Practicando la meditación y la compasión puedes darte cuenta de que tienes todo lo necesario para ser feliz.
Podemos desarrollar nuestra mente infinitamente, no hay limitación.
Para el Dalai Lama, al igual que una planta crece, los humanos sobreviven y crecen hasta la muerte. Nunca deberíamos estar satisfechos en cuanto a nuestro desarrollo mental.
A veces no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte.
En ocasiones, al no lograr lo que deseábamos, nos encontramos con cosas que nos terminan interesando mucho más.
Incluso cuando tenemos obstáculos físicos, podemos ser muy felices.
La felicidad es un estado mental que no depende de otra cosa más que de nuestra actitud. Todos somos capaces de ser felices.
Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonreír a los demás.
Si se observa las entrevistas que da el Dalai Lama o sus conferencias, se confirmará esta actitud de sonreír sinceramente.
Cuando practicas vivir contento puedes llegar al punto de decir “sí, ya tengo todo lo que necesito”.
En el budismo tibetano se busca la espiritualidad y ser feliz con poco. Si necesitas cosas para ser feliz, llegará el momento en el que no puedas obtener lo que quieres, y serás infeliz.
Si quieres que otros sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la compasión.
El Dalai Lama piensa que la felicidad se consigue siendo más espiritual y menos materialista, y que es necesario construir relaciones personales, para lo que es necesario experimentar compasión por los demás.
Cada día, piensa mientras te despiertas: “Hoy soy afortunado porque estoy vivo. Tengo una preciosa vida humana y no la voy a desperdiciar”.
Otro de los principios del budismo es sentir agradecimiento por la vida.
Cuando nos preocupamos por los demás, nos damos cuenta de que, al igual que nosotros, solo están buscando ser felices.
Todo el mundo busca la manera de ser feliz.
Si contribuyes a la felicidad de los demás, entonces habrás descubierto el verdadero significado de la vida.
No hay nada mejor que ayudar a alguien para que sea un poco más feliz.
Una mente más compasiva, más preocupada por el bienestar de otros, es la fuente de la felicidad.
Ayudar y sentir compasión por las demás personas nos brinda felicidad.
Necesitamos aprender a querer solo lo que tenemos, no a tener lo que queremos, y así lograr alcanzar la felicidad constante.
Otro de los principios del budismo es no desear, no sentir deseo por las cosas para alcanzar la felicidad.
El planeta no necesita más individuos exitosos. El planeta necesita más gente de paz, sanadores, restauradores, narradores y apasionados de todo tipo.
De nada sirve ser exitoso si mucha gente la está pasando mal. Es mejor ayudar a los demás en lo que podamos.
La felicidad no necesariamente viene de una búsqueda. En ocasiones llega cuando menos la esperamos.
Muchas veces nos sucede algo inesperado que nos hace muy felices.
La felicidad no es algo ya hecho. Viene de tus propias acciones.
La felicidad es algo que se obtiene de lo que hacemos.
Todo sufrimiento es causado por la ignorancia. La gente inflige dolor a otros en la búsqueda egoísta de su propia felicidad o satisfacción.
Nunca seremos capaces de ser felices si para lograrlo lastimamos a otras personas.
Nuestro propósito principal en esta vida es ayudar a otros. Si no puedes ayudarles, al menos no les hagas daño.
En otra frase el Dalai Lama comentaba que el propósito de vivir es la felicidad. En general, el Dalai entiende que se consigue ser feliz siendo compasivo con los demás, con relaciones personales sanas, estando tranquilo, entrenando la mente.
Esta es mi simple religión. No hay necesidad de templos, no hay necesidad de una filosofía complicada. Nuestro propio cerebro, nuestro propio corazón, son nuestro templo; la filosofía es la amabilidad.
El budismo es admirado por las personas occidentales por su simplicidad y practicidad; se puede practicar con un estilo de vida y sus principios permiten ser feliz.
Una mente disciplinada guía a la felicidad, y una mente indisciplinada guía al sufrimiento.
Para el Dalai Lama y para el budismo en general, es necesario entrenar la mente para ser feliz, lo que consiguen a través de la meditación.
Encuentro esperanza en el más oscuro de los días, y me centro en el más brillante. No juzgo el universo.
El Dalai Lama comenta en algunas de sus entrevistas que para ser feliz es necesario experimentar sentimientos positivos y controlar los negativos. Además, no hay que juzgar lo que ocurre ni a las personas.
La comodidad física no puede someter al sufrimiento mental, y si miramos cerca, podemos ver que aquellos que tienen muchas posesiones no necesariamente son felices.
Los bienes materiales no garantizan la felicidad.
Cuando estás descontento siempre quieres más y más. Tu deseo de lo material nunca podrá ser satisfecho.
La felicidad no se encuentra en los bienes materiales.
Una sonrisa sincera es la expresión perfecta del amor y la compasión humana.
En la sonrisa se pueden ver los sentimientos más bellos de una persona.
La gente sigue caminos distintos en busca de plenitud y felicidad. Si sus caminos no son los mismos que los tuyos, no significa que se hayan perdido.
No existe una sola forma de hacer las cosas.
El verdadero propósito de la vida es buscar la felicidad.
Esta frase está tomada de un libro que el Dalai Lama publicó junto a un psiquiatra, en el que se explica que el líder tibetano piensa que la vida consiste en ser feliz.
La tristeza debería convertirse en determinación, no en impotencia.
Para el Dalai Lama es normal sentirse triste, aunque no debe llevar a la incapacidad, sino verla como una forma para impulsarse a actuar.
Es muy importante generar una buena actitud, un buen corazón, tanto como sea posible. De esa manera llegará la felicidad a ti y a otros.
Al pensar positivamente y ser cordial y amable con las demás personas, cosas buenas nos pasarán en nuestra vida.
Solo el desarrollo de la compasión y el entendimiento de otros nos pueden traer la tranquilidad y la felicidad que buscamos.
Siempre hay que tratar de empatizar con las demás personas.
Incluso cuando tenemos dificultades físicas, podemos ser muy felices.
Para el Dalai Lama tener todas las comodidades de la vida no lleva necesariamente a la felicidad. Si tienes en tu vida compasión puedes ser feliz, a pesar de no tener grandes riquezas físicas.
La felicidad mental es más importante que la comodidad física.
La felicidad comienza en la mente. La comodidad física no te puede dar paz mental.
No me tomo a mi mismo demasiado en serio. Eso me hace feliz.
Al ver el Dalai en entrevistas o conferencias se puede ver que lo que dice en esta frase es cierto; su santidad es una persona alegre y lo muestra a los que le rodean.
Sobre la vida y el mundo
Sé amable siempre que sea posible. Siempre es posible.
Nunca debemos dejar de ser amables con las demás personas.
Una falta de transparencia resulta en desconfianza y un profundo sentido de inseguridad.
Hay que alejarnos de las personas que no podemos confiar.
El hogar es donde te sientes como en tu casa y donde te tratan bien.
El hogar no es un punto fijo, puede ser cualquier lugar donde nos sentimos a gusto.
Juzga tu éxito por lo que tuviste que renunciar para conseguirlo.
Para alcanzar grandes metas siempre debemos sacrificar alguna cosa en el camino.
Para llevar a cabo una acción positiva, debemos desarrollar una visión positiva.
Pensar cosas positivas nos hará realizar cosas positivas.
Conoce bien las reglas, para poder romperlas de forma efectiva.
Siempre hay que conocer lo que podemos y no podemos hacer.
Con la realización del propio potencial y confianza en la propia habilidad, uno puede construir un mundo mejor.
Debemos utilizar toda nuestra capacidad para mejorar la vida de las personas que nos rodean.
No podemos obtener la paz en el mundo exterior hasta que hagamos la paz con nosotros mismos.
Debemos analizarnos y aceptarnos tal como somos para poder vivir en paz.
Si crees que eres demasiado pequeño para marcar una diferencia, intenta dormir con un mosquito.
Cualquier cosa que hagamos, aunque parezca insignificante, hace la diferencia.
Cuando conocemos la tragedia real en la vida, podemos reaccionar de dos formas; perdiendo la esperanza y cayendo en hábitos autodestructivos, o desafiándonos y encontrando nuestra fortaleza interna.
Los golpes más duros que nos da la vida nos sirven para replantearnos todo. Siempre hay que levantarse y seguir intentando.
Cuando practicas el agradecimiento, hay un sentido de respeto hacia los demás.
Siempre debemos agradecer por todo lo que hay en nuestras vidas.
Podemos vivir sin religión y meditación, pero no podemos sobrevivir sin afecto humano.
Aunque el Dalai Lama es muy respetado por sus seguidores y sirvientes, se conoce que es muy cercano, amistoso y abierto, incluso con empleados como limpiadores.
El verdadero héroe es aquel que conquista su propia ira y odio.
Es fundamental saber controlar nuestras emociones.
Una mente calmada trae fortaleza interna y autoestima, lo cual es muy importante para la salud mental.
El Dalai Lama es conocido por estudiar la meditación, cerebro y salud mental desde un punto occidental científico. En esta frase explica que para conseguir la salud mental es necesario estar tranquilo, lo cual se puede conseguir por la meditación.
Algunas personas, gracias a que controlan su mente, apenas se perturban por el fracaso y las circunstancias adversas.
Debemos aprender a controlar nuestras emociones para que cualquier situación no nos afecte demasiado.
Solo hay dos días en el año en los que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y el otro se llama mañana. Hoy es el día correcto para amar, creer, hacer y vivir.
No hay que pensar en el pasado o en el futuro, hay que vivir plenamente el día de hoy.
Todas las religiones intentan beneficiar a la gente con los mismos mensajes básicos de la necesidad de amor y compasión, de justicia y honestidad, de alegría.
Todas las religiones tienen el mismo fin, que las personas vivan mejor.
No es suficiente ser compasivo, debemos actuar.
Siempre hay que intentar ayudar a las personas que nos necesitan.
La acción de alguien no debería determinar tu respuesta.
Debemos responder siempre con respeto, sin importar cómo nos traten.
Un corazón abierto es una mente abierta.
Siempre hay que estar abiertos para recibir y dar amor.
Dormir es la mejor meditación.
El descanso es tan importante como la actividad.
Ignora lo que escuchas, ignora lo que ves, presta más atención a tu mente.
En esta ocasión el Dalai hace referencia al poder de la mente. Las emociones positivas, como la compasión, se pueden entrenar. Si sientes emociones negativas por lo que escuchas o ves, tu mente puede pararlas y en su lugar sentir emociones positivas.
El éxito en la vida depende en gran medida de la bondad.
El Dalai piensa que no hay que enseñar en escuelas religión, pero sí una educación moral. De esta depende el éxito.
Cuidar de los demás es la mejor manera de satisfacer tus propios intereses.
El altruismo es útil; trae paz mental.
Toda la vida humana es en parte un fracaso y en parte un logro.
Una respuesta que dijo el Dalai en una entrevista, cuando se le preguntó si cree que su vida ha sido un éxito.
Si un ser humano nunca muestra enojo, algo no anda bien.
El Dalai quiere decir que las emociones negativas son normales, es necesario aceptarlas y no culparse por tenerlas de vez en cuando.
Si alguien tiene una pistola e intenta matarte, sería razonable disparar con tu propia arma.
Hay ocasiones extremas donde es necesario defendernos con fuerza.
Comparte tu conocimiento. Es una forma de conseguir la inmortalidad.
Siempre debemos transmitir nuestras experiencias, ya que pueden ser de gran ayuda para otras personas.
La máxima autoridad debe recaer siempre en la propia razón y en el análisis crítico.
No debemos incluir nuestros sentimientos para juzgar una acción.
El silencio es a veces la mejor respuesta.
No siempre debemos opinar, a veces es mejor callar.
Creas o no uno en la religión, y creas o no en la reencarnación, no hay nadie que no aprecie la amabilidad y la compasión.
Hay asuntos, como la reencarnación, que pueden ser difíciles de creer, pero la amabilidad y compasión, principios budistas, son apreciadas por todo ser humano.
Elige ser optimista. Se siente mejor.
Si tenemos pensamientos positivos vamos a vivir mejor.
Para volverse próspero, se debe trabajar inicialmente muy duro, por lo que es necesario sacrificar mucho tiempo libre.
Como se ve, el Dalai Lama razona con sentido común también, y entiende que también es necesario trabajar duro para prosperar.
Lo llames budismo u otra religión, la autodisciplina es importante. La autodisciplina con consciencia de consecuencias.
Los monjes budistas son personas con una gran autodisciplina; suelen levantarse temprano, meditar y continuar con su rutina diaria.
Solo soy un ser humano.
El Dalai Lama, a pesar de que por sus seguidores es considerado como un ser divino, es una persona muy humilde y es consciente de su humanidad.
Cuando la ignorancia es nuestro maestro, no hay posibilidad de paz real.
Para que haya paz, es necesario intentar comprender las necesidades que puedan tener las personas que no piensan como nosotros.
Las criaturas que habitan esta tierra están aquí para contribuir a la belleza y prosperidad del mundo.
El Dalái Lama tiene una visión positiva del ser humano; cree que las personas son buenas por naturaleza.
La gente de mente abierta tiende a estar interesada en el budismo porque Buda instó a la gente a investigar las cosas, no les ordenó a creer.
El budismo es cada vez más seguido por personas abiertas mentalmente de Occidente.
Mi fe me ayuda a superar emociones negativas y a encontrar el equilibrio.
Creer en algo nos da estabilidad en momentos difíciles.
No dejes que el comportamiento de otros destruya tu paz interna.
La autodisciplina y el entrenamiento de la mente ayudan a no sentirse alterados por los acontecimientos externos.
Mi deseo de delegar la autoridad no tiene nada que ver con el deseo de eludir la responsabilidad.
A veces es necesario delegar funciones a otra persona que tenga más capacidades que nosotros.
La apariencia es algo absoluto, pero la realidad no los es. Todo es interdependiente, no absoluto.
Cada persona ve la realidad de una forma diferente a otra.
Me considero como un portavoz libre para las personas.
El Dalai Lama habla para todo el mundo, no para los que siguen su religión únicamente.
Lo que hacemos y lo que pensamos en nuestra vida adquiere una importancia extraordinaria, puesto que afecta todo aquello con lo que nos relacionamos.
Nuestra forma de ser repercute en las personas con las que entramos en contacto.
En la mayoría de los casos, mis visitas a Occidente son para promocionar los valores humanos y la armonía religiosa.
El Dalai Lama intenta compartir la sabiduría oriental en los países de Occidente.
De 6 mil millones de seres humanos, los alborotadores son solo un puñado.
Hay muchas más buenas personas en el mundo que malas.
Una verdadera actitud compasiva hacia otros no cambia incluso si se comportan de forma negativa o te hacen daño.
Debemos ser compasivos con las demás personas, aunque no nos traten bien.
El desacuerdo es algo normal.
Nunca vamos a estar completamente de acuerdo con otra persona.
El éxito y el fracaso dependen de la sabiduría y la inteligencia, que nunca pueden funcionar apropiadamente bajo la influencia de la ira.
Para conseguir nuestros objetivos es necesario que estemos en paz.
Si asumimos una actitud de humildad, crecerán nuestras cualidades.
Si eres humilde, eres consciente de que no lo sabes todo y aprenderás habilidades y conocimientos nuevos.
Cuando pierdas, no pierdas la lección.
Siempre debemos aprender de los errores y las derrotas.
Si nuestra mente se ve dominada por el enojo, desperdiciaremos la mejor parte del cerebro humano; la sabiduría, la capacidad de discernir y decidir lo que está bien o mal.
Es necesario tener sentimientos positivos y evitar los negativos.
Es mucho mejor hacer amigos, comprenderse mutuamente y hacer un esfuerzo para servir a la humanidad, antes de criticar y destruir.
Cuando las personas se unen son capaces de lograr cosas importantes.
Cuando uno es generoso con la intención de recibir algo a cambio, entonces no está actuando como un ser iluminado.
Nunca hay que hacer algo esperando una recompensa, la ayuda debe ser desinteresada.
La sabiduría es como una flecha. La mente serena es el arco que la dispara.
Es fundamental estar en paz con nosotros mismos para poder pensar claramente.
El resultado de solo centrarse en sí mismo es el sufrimiento.
El egoísmo nos lleva por mal camino.
Mira cada situación desde todos los ángulos y te convertirás en alguien más abierto.
Antes de tomar una decisión, debemos ser capaces de ver el panorama completo.
Si algunas personas tienen la concepción de que el Dalai Lama tiene poderes mágicos curativos, eso es simplemente una estupidez.
Como hemos visto en otras citas, el Dalai Lama es una persona humilde y se reconoce como un ser humano.
Por la falta de moral y principios, la vida humana pierde su valor. Moral, principios, confianza; todos son factores clave. Si los perdemos, no habrá futuro.
Siempre hay que obrar con bondad y siguiendo nuestros principios.
Siempre he tenido esta visión sobre el sistema educativo moderno: prestamos atención al desarrollo del cerebro, pero el desarrollo del calor humano lo damos por sentado.
La educación no se ocupa de los sentimientos de las personas, solo de los conocimientos.
La autoridad definitiva debe estar siempre acompañada por la razón y autocrítica del individuo que la ostenta.
Las personas que imparten justicia a las demás, deben ser las más honradas e imparciales.
Las raíces de todo bien yacen en el hecho de apreciar el bien en sí mismo.
Para hacer el bien debemos estar convencidos de que ése es el camino correcto.
Si no puedes cultivar la actitud adecuada, tus enemigos son los mejores guías espirituales, porque su presencia te proporciona la oportunidad de afianzar y desarrollar la tolerancia, la paciencia y la comprensión.
La presencia de enemigos es una oportunidad de desarrollar sentimientos positivos.
Mira a los niños. Desde luego, también pelean entre ellos. Pero en general, no guardan rencor tanto como lo hacen los adultos.
El Dalai Lama piensa que la bondad es natural en el ser humano, y que la negatividad se desarrolla por diversos humanos que surgen viviendo en sociedad.
La mayoría de los adultos aventajan a los niños en cuanto a educación se refiere. Pero ¿cuál es el sentido de la educación si lo único que hacen es mostrar una sonrisa mientras que esconden el rencor?
Los niños nos enseñan la pureza de los sentimientos.
Sin importar lo que las personas digan de ti, tú eres quien tú eres. Guarda esta verdad.
No hay que escuchar las opiniones de las demás personas, solo nosotros sabemos quién somos.
Tienes que preguntarte cómo quieres vivir tu vida.
Si nos trazamos metas claras sabremos lo que debemos hacer para conseguirlas.
Piensa con calma, ¿qué evita vivir en el modo en el que quieres vivir tu vida?
Al analizarnos, seremos capaces de descubrir aquellas cosas que no nos permiten avanzar hacia nuestros objetivos.
Nunca te rindas, sin importar lo que esté pasando, nunca te rindas.
Siempre hay que seguir intentando conseguir nuestros objetivos.
Sé compasivo, no solo con tus amigos sino con todas las personas.
Nuestro deseo de ayudar debe ser para todas las personas por igual.
Si tienes algún dolor o sufrimiento, debes preguntarte si hay algo que puedas hacer por ello.
Cuando atravesamos un mal momento, debemos analizarnos para descubrir qué nos pasa.
La compasión es el radicalismo de nuestra era.
Ayudar desinteresadamente al prójimo es uno de los actos revolucionarios más grandes que podemos hacer.
Durante la adversidad existe el potencial más grande para hacer el bien, tanto para uno mismo como para los demás.
Siempre debemos actuar con grandeza, más aún cuando pasamos por un mal momento.
Somos visitantes en este planeta. Estamos aquí por cien años como mucho. En este período debemos intentar hacer algo bueno, algo útil con nuestras vidas.
Hay que aprovechar el tiempo que tenemos para hacer cosas que beneficien a las demás personas.
Si tienes paz interior, los problemas externos no afectan tu profundo sentido de paz y tranquilidad.
Cuando estamos en paz, nada nos afecta.
Conquistarnos a nosotros mismos es una victoria mayor que conquistar una batalla.
Lo más importante de todo es conocernos y aceptarnos tal como somos.
La meta no es ser mejor que los demás, sino mejor que tu yo anterior.
La competencia siempre es con uno mismo.
Demasiado egocentrismo trae aislamiento. El resultado es la soledad, el miedo y el enfado.
Si únicamente pensamos en nosotros, nadie va a querer estar a nuestro lado.
Cuando erramos, no podemos retroceder el tiempo y volver a intentarlo. Lo único que podemos hacer es utilizar bien nuestro presente.
Hay que aprender de los errores y utilizar el aprendizaje para intentarlo nuevamente.
Sobre los problemas
Abre tus brazos al cambio, pero no dejes de lado tus valores.
Nunca hay que olvidarse de nuestros valores.
Cuando te des cuenta de que has cometido un error, toma pasos inmediatos para corregirlos.
Es fundamental reconocer nuestros errores e intentar solucionarlos.
Si no hay solución al problema, no malgastes tiempo preocupándote por él. Si hay una solución al problema, no malgastes tiempo preocupándote por él.
No hay que perder el tiempo en cosas que no podemos solucionar.
La mejor manera para resolver cualquier problema en el mundo es que todas las partes se sienten y hablen.
Hablando, las personas que piensan diferente pueden llegar a un acuerdo.
En los espacios reducidos, los problemas más pequeños parecen grandes.
Debemos ser capaces de ver el panorama general para darnos cuenta de la verdadera dimensión de los problemas.
Cuando enfrentamos una verdadera tragedia en la vida, podemos reaccionar de dos formas: perder la esperanza y caer en hábitos autodestructivos o aprovechar el desafío y conseguir nuestra verdadera fuerza interior.
No importa cuán fuerte sea el golpe, nunca hay que dejar de luchar por lo que queremos.
En lugar de molestarte, quiere a las personas que te dan problemas, porque crean circunstancias que nos proporcionan oportunidades invaluables para practicar la tolerancia y la paciencia.
Debemos aprender a controlar nuestras emociones y tratar a todas las personas con respeto.
Es muy raro o casi imposible que un suceso pueda ser negativo en todos sus aspectos.
Siempre se puede rescatar algo positivo de las situaciones.
Los líderes no son dueños del mundo. El mundo es de la humanidad.
El poder siempre le pertenece al pueblo.
Los tiempos difíciles tienen como fruto la determinación y la fuerza interior.
Es en los momentos duros cuando debemos hacernos más fuertes.
Sobre el amor
Dales a tus seres queridos alas para volar, raíces para volver y razones para quedarse.
Hay que respetar la libertad de las personas que amamos.
El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Sin ellos la humanidad no puede sobrevivir.
Todo lo que hacemos, debemos hacerlo con amor.
El amor es la ausencia de juicio.
Cuando se ama, se acepta a la otra persona tal como es.
Ten en cuenta que el gran amor y el gran logro implican grandes riesgos.
Siempre estamos expuestos a sufrir cuando nos brindamos por completo a algo. De todas maneras, vale la pena hacerlo.
Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.
El amor no se trata de poseer sino de compartir.
El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Sin ellos, la humanidad no puede sobrevivir.
Todo lo que hacemos, debemos hacerlo con amor.
La forma de cambiar la mente de otros es con afecto y no con odio.
La única forma de crear algo sostenible en el tiempo es a través del amor, no del odio.
Mientras más motivado estés por el amor, tendrás menos miedo y mayor libertad de acción.
El amor nos da fuerza y confianza en nosotros mismos.
Para mí, el amor y la compasión son las religiones verdaderas. Sin embargo, para desarrollarlas no tenemos que creer en ninguna religión.
El amor y la compasión no dependen de ninguna religión.
Si hay paz en tu corazón, nada puede alterarte.
Cuando tenemos tranquilidad en nuestro interior, nada nos molesta.
Cuando nos atrapa una emoción destructiva, perdemos uno de nuestros activos: nuestra autonomía.
No debemos retener sentimientos de odio en nuestro cuerpo.
No permitas que una insignificante discusión dañe una gran relación.
Se puede pensar distinto, pero igualmente ser amigos.
Sobre la amistad
Incluso un animal, si muestras afecto genuino, desarrolla la confianza gradualmente. Si siempre muestras malas caras ¿cómo puedes desarrollar la amistad?
Si no somos amables con las personas, nadie se nos acercará.
Derroto a mis enemigos cuando los hago mis amigos.
Al acercarnos a las personas que no nos quieren y dialogar con ellas, se pueden limar asperezas y comenzar una amistad sincera.
Un buen amigo que señala los errores y las imperfecciones a la vez que rechaza el mal debe ser respetado como alguien que revela el secreto de un tesoro escondido.
Nuestros verdaderos amigos siempre nos dirán lo que piensan de nosotros con sinceridad.
Mi meta es crear una sociedad feliz con amistad genuina. La amistad entre la gente tibetana y china es esencial.
Para acabar con las guerras es necesario comenzar a dialogar respetuosamente entre todas las partes involucradas en el conflicto.
Al inhalar, apréciate a ti mismo. Mientras exhalas, aprecia a todos los seres vivos.
Este simple ejercicio nos ayuda a conseguir paz interior y a estar en armonía con lo que nos rodea.
La verdadera amistad no crece como resultado del dinero o del poder, se basa en el afecto genuino.
El dinero y el poder no pueden comprar amistades verdaderas.
Sobre la violencia y paz
El mundo es la misma comunidad humana.
El Dalai Lama ha explicado en ocasiones que su principal meta es transmitir un mensaje de unión al mundo; para él los demás son sus hermanos o hermanas.
El mundo necesita las enseñanzas y la práctica de la no violencia de Mahatma Gandhi.
El Dalai Lama admira la lucha no violenta que tuvo Gandhi en la independencia de la India.
Trabaja por la paz en tu corazón y en el mundo.
Siempre hay que transmitir paz.
En la práctica de la tolerancia, el enemigo de uno es el mejor maestro.
Debemos ser capaces de tratar con respeto a todas las personas, incluso a las que no nos quieren.
La paz mundial debe desarrollarse desde la paz interior. La paz no es solo la mera ausencia de violencia. La paz es la manifestación de la compasión humana.
Para alcanzar la paz mundial es necesario que todas las personas intentemos ayudar genuinamente a los que nos rodean.
Estoy convencido de que al final siempre prevalecerá la verdad y el amor entre los hombres sobre la violencia y la opresión.
El amor siempre triunfa sobre el odio.
La paz es resolver las diferencias a través de medios pacíficos; a través del diálogo, la educación, el conocimiento; y a través de las vías humanitarias.
Las guerras no resuelven conflictos, el diálogo respetuoso sí.
Como todos compartimos el planeta Tierra, tenemos que aprender a vivir en armonía y paz con nosotros y con la naturaleza. No es solo un sueño sino una necesidad.
Siempre debemos respetar y cuidar al medio ambiente.
En nuestra lucha por la libertad y autonomía, la verdad es nuestra única arma.
La verdadera libertad se consigue con la verdad.
A veces se crea cierta impresión al hablar, pero otras se crea una mejor impresión al permanecer en silencio.
En ocasiones, es mejor mantenerse callado.
Ojo por ojo y todos estaríamos ciegos.
Si respondemos a una agresión con otra agresión, nunca habría paz.
La ira y el odio son rasgos de debilidad, mientras que la compasión es un signo de fortaleza.
Se requiere de mucha fuerza y autocontrol para no responder a una agresión de la misma forma.
Sobre el budismo y la religión
Incluso aquellas personas que no tienen religión pueden entrenar sus corazones a través de la educación.
No hace falta creer en ninguna religión para ser buenas personas.
Si tienes una fe particular o religión, eso está bien. Pero puedes sobrevivir sin ella.
Debemos ser capaces de vivir bien sin necesitar de nada.
Hay técnicas del budismo, como la meditación, que cualquier persona puede adoptar.
La meditación es útil para cualquier persona.
Practicar la meditación es algo fundamental. Una vez que se disfruta, ya no se puede abandonar, y los beneficios son inmediatos.
Al meditar, las personas logran relajarse y tienen más energía.
Me describo a mí mismo como un simple monje budista. No más, no menos.
No hay que creerse ni más, ni menos de lo que somos.
La conversión no es mi intención. Cambiar de religión no es fácil. Debes primero desarrollar algún tipo de confusión o superar dificultades.
El Dalai Lama no intenta convertir a las personas al budismo, sino ayudarlas a vivir mejor.
Vivimos y morimos, esa es la verdad que debemos enfrentar por nuestra cuenta. Nadie puede ayudarnos. Ni siquiera Buda.
Todos, en algún momento, vamos a morir.
El propósito de las tradiciones religiosas más grandes no es construir grandes templos en el exterior, sino crear templos de bondad y de compasión en el interior, en nuestros corazones.
La misión de todas las religiones es que las personas sean más bondadosas entre ellas.
Sin importar si somos creyentes o agnósticos, si creemos en Dios o en el karma, la ética moral es un código que todas las personas son capaces de seguir.
Todos debemos comportarnos de la mejor manera para poder convivir en paz.
Mi religión es sencilla. Mi religión es la bondad.
La misión del Dalai Lama es simplemente hacer el bien.
La meta de una religión es facilitar el amor, la bondad, la paciencia, la tolerancia, la humildad y el perdón.
Todas las religiones deben tener como objetivo estos conceptos.