Definición de teoría científica

La idea de teoría puede referirse a un saber que aún no se ha demostrado; a una hipótesis cuyo resultado es aplicable a una ciencia; o un conjunto de leyes que permiten establecer relaciones entre distintos fenómenos o sucesos. Científico, por su parte, es aquello vinculado a una ciencia: la disciplina formada por conocimientos sistematizados que se obtienen a través del razonamiento y la observación.

Una teoría científica, de este modo, se forma por abstracciones y conceptos que, respetando ciertas reglas, permiten expresar los vínculos existentes entre aquellas observaciones que se realizaron de los conceptos en cuestión.

A partir de los datos empíricos que se obtienen mediante las observaciones, el experto construye una teoría científica que se ajuste a lo observado. Una vez construida la teoría, puede ser propuesta como un principio que permita explicar diferentes fenómenos.

El proceso de construcción de una teoría científica suele comenzar con una hipótesis: un científico, por sus conocimientos, cree que cierto fenómeno sucede de una determinada forma y, por lo tanto, se dispone a realizar observaciones regidas por el método científico para comprobar si su hipótesis es válida o errónea. La sistematización de las observaciones y de los datos empíricos recolectados, finalmente puede derivar en una teoría científica que explique el fenómeno analizado.

Esto demuestra que una teoría científica equivale a un conocimiento que fue contrastado de diversas formas. De esta manera resulta diferente a la idea de teoría que suele emplearse en el lenguaje cotidiano, donde el concepto se vincula a una suposición o algo improbable.

Características, según Karl Popper

El filósofo Karl Popper, nacido en Austria en 1902, realizó un importante aporte al campo de la teoría científica, cuyas características definió de una forma accesible y concisa, como se puede apreciar a continuación:

* si queremos conseguir verificaciones o confirmaciones de una teoría, es altamente probable que lo logremos, por lo cual no debería ser éste nuestro único objetivo ni uno de los pilares sobre los cuales apoyarnos para justificar una investigación. El trabajo en equipo es uno de los mejores recursos para poner a prueba una teoría;

* las confirmaciones que deben ser tomadas en cuenta son aquéllas que surgen a partir de arriesgadas predicciones, que exceden los límites de la teoría misma, y que a simple vista parecen tan incompatibles con ella y poco probables que parecen ideales para refutarla;

* una teoría científica es «buena» si no permite que ocurran determinadas cosas. Cuantas más prohiba, mejor se torna. Para entender este punto podemos pensar en la identidad de un ser vivo, ya que para determinarla tenemos miles de millones de individuos de su misma especie que no son él, y esto es comparable con un gran número de prohibiciones para resaltar la veracidad o la confirmación de lo que sí demuestra una teoría;

* toda teoría científica debe ser refutada por algún evento concebible. De lo contrario, estamos ante una teoría ajena a la ciencia. Además, si bien muchos piensan que la imposibilidad de refutar una teoría es una de sus virtudes, no es más que uno de sus vicios;

* experimentar sobre una teoría de manera genuina es intentar demostrar su falsedad, refutarla. En este caso, también debe tomarse en cuenta que algunas teorías son más propensas a parecer falsas ante la experimentación, y esto vuelve más arriesgado el trabajo de los científicos;

* del mismo modo, una evidencia que confirme una teoría no es suficiente a menos que se trate del resultado de haber experimentado de forma genuina;

* existe la posibilidad de reinterpretar una teoría o de recurrir a una premisa auxiliar para defenderla tras haber sido demostrada falsa por medio de un experimento adecuado. Sin embargo, esto puede reducir o anular por completo la naturaleza científica de dicha teoría.

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