Definición de sintoísmo
La etimología de sintoísmo nos lleva al vocablo japonés shinto, a su vez derivado del chino shin tao (que se traduce como “camino de los dioses”). El término alude a una religión politeísta originaria de Japón.
Fuerzas naturales
Antes de avanzar, es importante mencionar que el politeísmo refiere a creer en más de un dios, con lo cual se diferencia del monoteísmo. En el caso del sintoísmo, sus adeptos postulan la existencia de diferentes entidades espirituales, llamadas kami.
Los arcos que separan el plano finito del infinito son inconfundibles
El sintoísmo suele considerarse como una forma de animismo basada en las fuerzas naturales. Los kami, en este marco, se hallan en la naturaleza o en un plano superior. Incluso puede tratarse de ancestros que han sido deificados o de dioses que permiten representar un ideal.
Para el sintoísmo, las personas descienden de los kami y, por lo tanto, cuentan con un origen divino. La filosofía de vida de esta religión se basa en desarrollar una existencia en sintonía con los kami, lo cual permite contar con su protección.
En términos más específicos, el sintoísmo cree que la unión de Izanagi e Izanami, dos dioses, dio lugar al surgimiento del mundo, con Japón como centro del mismo y ligado al cielo por medio de un eje.
Características generales
En un principio, se sostenía que el vínculo entre los seres humanos y las divinidades se establecía mediante el emperador, quien descendía directamente de la diosa del sol. Sin embargo, con el tiempo, la idea del carácter celestial del emperador comenzó a perder fuerza.
Más allá de sus preceptos, el sintoísmo no cuenta con oraciones estructuradas ni dogmas. Por el contrario, propone valores prácticos que guían la conducta. Sus fieles acuden a templos donde rinden adoración a sus deidades y además celebran diversas festividades.
Se estima que el sintoísmo es la segunda religión de Japón en cuanto a cantidad de creyentes, siendo superada solamente por el budismo. Es interesante señalar que hay rituales del budismo que ya fueron asimilados por el sintoísmo.
Ceremonias, ritos y más
Los santuarios son específicos de las diferentes deidades, de manera que cada uno se dedica exclusivamente a una de ellas. Allí es posible rezarles de forma sincera con la seguridad de que ellas responderán. Para entrar es necesario atravesar un gran arco, el cual define el paso entre el plano finito y el infinito. Su aspecto es muy característico de los paisajes japoneses.
Antiguamente, el sintoísmo incluía un rito de purificación muy particular, que consistía en lavar sus cuerpos en las aguas de un río que se encontrara próximo al santuario. En la actualidad, esta práctica se ha reducido a lavarse las manos y enjuagarse la boca en espacios que proporcionan las autoridades de cada templo. El respeto por los animales es otra de las características de esta religión, ya que se los considera mensajeros divinos. Esto se puede apreciar, por ejemplo, en el hecho de que todos los santuarios cuenten con la presencia de estatuas de perros protectores.
Estas esculturas de perros protegen los templos del sintoísmo
Dentro del templo, entre las ceremonias que se practican están la limpieza, las danzas para las divinidades, las plegarias y las ofrendas. Con respecto a las danzas rituales, éstas se acompañan por música usando instrumentos antiguos, y los grupos suelen estar compuestos por varias muchachas y un solo hombre, aunque hay excepciones. También se realizan encantamientos curativos y protectores para los creyentes, que tienen diferentes formas y objetivos.
No debemos dejar de lado la presencia de las figuras de papel llamadas origami, tan populares y atractivas a nivel mundial, que se puede notar en muchos de los santuarios del sintoísmo. También es común en Japón colocar un altar para los dioses en el hogar.