Definición de sentido
Sentido es un concepto con varios usos y significados. Se trata, por un lado, del proceso fisiológico de recepción y reconocimientos de los estímulos que se produce a través de la vista, el oído, el tacto, el gusto o el olfato. Por ejemplo: “No te preocupes si no sabes cocinar: mi sentido del gusto no es demasiado sofisticado”, “Mi sentido de la vista me impide comprar un cuadro tan mal compuesto”, “Un accidente hizo que el famoso artista perdiera el sentido de la audición a los cinco años de edad”.
El sentido del equilibrio, por otra parte, hace referencia a la percepción que un ser humano tiene de su entorno y a la forma en la cual mantiene su cuerpo erguido, sin permitir que la fuerza de gravedad lo derribe. Se trata de una habilidad que desarrollamos durante los primeros meses de vida y que combina los sentidos de la vista y el oído, aunque las personas privadas de alguno de ellos pueden suplirlos de diversas formas.
El sentido está vinculado, por otra parte, al entendimiento o la razón. Puede tratarse de un modo particular de entender algo o del conocimiento con que se ejecutan ciertas acciones: “El mandatario expresó, en ese sentido, que la decisión sería consensuada con la oposición”, “Tienes que leer con sentido para comprender el material”.
La razón de ser, la significación cabal o la finalidad también se asocian al sentido: “Eso que dices no tiene ningún sentido para mi”, “Marta salió corriendo sin sentido, ya que jamás llegaría a tiempo”, “El cantante cometió una agresión sin sentido contra alguien que sólo quería saludarlo”.
Nuestra historia como especie nos demuestra una y otra vez que la verdad de una era puede ser lo absurdo de la siguiente, y viceversa. Las millones de hojas de las decenas de miles de libros que recogen una parte considerable de la experiencia del ser humano en este planeta nos dejan constancia de cuán erróneo puede resultar subestimar una idea, así como volverla inamovible. A pesar de esta sabiduría casi obligatoria, que vamos heredando generación tras generación, nos cuesta mucho aceptar aquello que exceda los límites de nuestro razonamiento.
Si personas como Cristóbal Colón o Thomas Alva Edison hubieran cesado sus esfuerzos cada vez que recibían un «esto no tiene sentido» como respuesta, entonces ¿quién sabe como sería nuestra vida? Si todos pensáramos de la misma forma, si llegáramos a las mismas conclusiones, si nunca diéramos espacio a ideas supuestamente descabelladas, entonces existirían muy pocas posibilidades, y todas nos llevarían al mismo punto: la extinción.
A propósito de las ideas poco convencionales, el pensamiento lateral es un método que propone salirse de las estructuras que definen nuestro razonamiento para dar con la solución a un problema. Es una técnica muy usada en campos creativos, tales como la publicidad, y hay quienes aseguran poder adoptarla a través del entrenamiento.
Las distintas acepciones de los términos (“Esta palabra tiene distintos sentidos según el contexto”), aquello o aquél que expresa un sentimiento (“En un sentido homenaje, sus compañeros despidieron el féretro con aplausos”) y la orientación en el espacio (“Tienes que seguir caminando en este sentido para llegar a la playa”) son otras cuestiones que pueden mencionarse a través de este concepto.
A menudo se confunden los conceptos de sentido y dirección. Sin embargo, son dos cosas muy diferentes: la dirección es una línea que puede ser recorrida por puntos; para comprender el significado de sentido, es necesario situar dos puntos en dicha línea (que pueden ser A y B) y pensar que un tercero (C) se dispone a ir de uno a otro. Los dos sentidos posibles en este caso son desde A hacia B y desde B hacia A, mientras que la dirección se mantiene siempre igual.