Definición de orden cerrado

La noción de orden tiene varios usos. Puede emplearse para aludir a la adecuada disposición de los elementos entre sí, a la ubicación de las cosas en el sitio correspondiente o al modo que debe respetarse para realizar algo.

La idea de orden cerrado se emplea en el terreno militar. Así se denomina a la formación en la cual la tropa debe agruparse de manera ordenada para recibir una instrucción o desfilar. El orden cerrado resulta opuesto al orden abierto, cuya formación lleva a la tropa a dispersarse para cubrir una mayor superficie y volverse más difícil de atacar.

El orden cerrado indica una agrupación ordenada para desfilar o recibir una instrucción.

Instrucción de orden cerrado

La instrucción de orden cerrado, por lo tanto, indica a los soldados cómo deben posicionarse y movilizarse para formar una unidad cohesionada. Suele tratarse de la primera instrucción que recibe un integrante del ejército ya que supone una introducción a la lógica de la subordinación y ayuda a asimilar las cuestiones esenciales del desplazamiento de una tropa.

El orden cerrado le da al instructor la posibilidad de indicar al grupo cómo desplazarse. Gracias a sus formaciones simples, la toma de posiciones resulta rápida.

Cuando se desarrolla un desfile militar y los soldados marchan disciplinadamente, se trata de un agrupamiento en orden cerrado. De acuerdo a los especialistas, esta disposición incrementa la moral de las tropas y contribuye a fortalecer la disciplina.

La obediencia es muy importante en el orden cerrado.

La importancia de la obediencia

La disciplina se ve fortalecida gracias al aprendizaje de la importancia que tiene la obediencia al personal de alto rango, uno de los puntos fundamentales para que una unidad militar funcione como una sola entidad, así como una orquesta que sigue al director. Estos y otros valores fundamentales para el éxito en el campo de batalla pueden infundirse por medio del orden cerrado, y por esta razón se cree que es lo primero que deben aprender los soldados.

En combate, el orden cerrado fue perdiendo preponderancia a medida que se incrementó el poder de fuego. Una formación de orden cerrado es un blanco fácil para el enemigo equipado con ametralladoras, por ejemplo, mientras que una formación de orden abierto minimiza el efecto del fuego ya que los soldados se dispersan en el terreno.

El orden cerrado en el pasado

Si en cambio miramos hacia el pasado, el orden cerrado tuvo una gran importancia ya que dio lugar a formaciones militares que se presentaban en el campo de batalla con una gran ventaja por encima de sus oponentes. No se sabe con exactitud en qué parte del mundo se originaron estas instrucciones militares, pero se cree que los romanos fueron los pioneros: ellos alineaban a sus soldados de manera tal que no podían ser dispersados, como si se tratara de un muro irrompible.

Debemos recordar que los primeros ejércitos de la humanidad no se regían por ninguna formación, sino que hacían uso de su fuerza con una estrategia más o menos espontánea, que se iba creando sobre la marcha. Cuando los romanos comenzaron a usar el orden cerrado, causaron una revolución que muchos intentaron copiar.

Las voces de mando

Uno de los conceptos más importantes en este contexto es el de voces de mando: se trata de las órdenes que el comandante de la unidad da a los soldados y al resto del personal, las cuales se deben expresar oralmente y por medio de un lenguaje bien definido, salvo excepciones muy particulares. Otras de las personas que pueden dar voces de mando son los auxiliares y los auxiliares mayores.

El orden cerrado está formado de un gran número de movimientos que deben ser realizados por los soldados de manera grupal y coordinada. Entre los más comunes se encuentran los siguientes: mirar hacia adelante, cuadrarse, brazos a los costados del cuerpo, paso firme, giros, barbilla recogida, cambios de paso y saludos.

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