Definición de oración
Del latín oratio, el concepto de oración tiene diversos usos. En la gramática, este término se refiere a la palabra o al conjunto de palabras con autonomía sintáctica. Esto quiere decir que se trata de una unidad de sentido que expresa una coherencia gramatical completa. La oración es el constituyente sintáctico más pequeño posible que puede expresar una proposición lógica.
Al aparecer por escrito, las oraciones se encuentran delimitadas por la presencia de un punto. Por lo tanto, el punto supone el final de la oración. En el lenguaje oral, las oraciones pueden separarse de acuerdo a las pausas y el descenso de la voz.
Una oración es un grupo de palabras que dispone de autonomía sintáctica.
Métodos de clasificación
Las oraciones pueden clasificarse en dos grandes grupos, según la actitud del hablante y según su estructura sintáctica.
De acuerdo a la actitud del hablante, la oración puede ser enunciativa (“Jorge llegó a las cinco en punto”), exclamativa (“¡No lo puedo creer!”), interrogativa (“¿Qué dijiste?”), imperativa (“Vete de aquí ahora mismo”), dubitativa (“Tal vez llegue hasta el final de la cuestión”) o desiderativa (“Ojalá mi padre consiga el empleo”).
Respecto a la estructura sintáctica, una oración puede ser atributiva, predicativa, transitiva, intransitiva, activa, pasiva, reflexiva, recíproca o pasiva refleja.
La clasificación de las oraciones no se agota en estos grupos. De acuerdo a los núcleos verbales, por ejemplo, puede hablarse de oraciones simples, complejas o compuestas.
La oración gramatical
Dentro de una oración existen diversas partes entre las que puede destacarse el sujeto, uno de los elementos imprescindibles para que ésta se desarrolle.
El sujeto, también llamado sintagma nominal (SN), es el ente que organiza toda la oración, conectando las diversas partes y debe concordar completamente con el verbo. Para introducir un sujeto dentro de una oración, el mismo no lleva preposición a menos que sea estrictamente necesario, como es el caso del siguiente ejemplo, donde dicha preposición funciona como adyacente: «Entre Luís y yo haremos el dibujo».
La idea de oración puede aludir a una súplica.
El rol del sujeto
De acuerdo a la relación gramatical que exista el sujeto puede ser gramatical (en el que debe concordar en persona y numero con el verbo) o lógico (presente en oraciones de tipo indirecto. Por ejemplo: «La ciudad fue conquistada por César», donde César es el sujeto lógico y «ciudad» el gramatical.
Por otro lado, de acuerdo a su función el sujeto puede ser agente (el que realiza la acción representada por el verbo), paciente (el que recibe la acción expresada en el verbo), pseudoagente (a simple vista es agente pero en realidad es paciente. Por ejemplo: Juan arregló la moto en el taller; en realidad quien la arregló fue el mecánico) o causativo (es responsable de una acción pero no quien la realiza. Por ejemplo: «Luís XIV construyó el Palacio»; no lo construyó él sino que mandó que lo construyeran.
A su vez, según su formación el sujeto puede ser complejo (cuando lleva alguna aclaración o aposición. Por ejemplo: «Pedro, el vecino del primero, es mi amigo») y múltiple (cuando posee más de un núcleo, como en la oración «Carmen y José son amigos»).
Cabe mencionar que las aposiciones pueden ser de tipo explicativas, cuando añaden alguna explicación que de no ser expresada no hace que pierda sentido la oración, o especificativa, que es sumamente relevante para comprender la relación entre el sujeto y el resto de los componentes de la oración. En el primer caso, dicha aposición va entre comas y en el segundo, sin pausa.
La oración en la religión
En otro sentido, una oración es una súplica, un ruego o una alabanza que se hace a Dios o los santos.
La oración puede formar parte de un rito de la religión, como en el caso de la misa cristiana.