Definición de New Deal
La expresión New Deal pertenece a la lengua inglesa y puede traducirse como “Nuevo Trato”. Así denominó el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt a la política económica que, en la década de 1930, implementó para minimizar y revertir las consecuencias de la Gran Depresión.
Los orígenes de la Gran Depresión se remontan a octubre de 1929, cuando la bolsa estadounidense se derrumbó registrando una caída histórica. Esto dio lugar a una profunda crisis económica que pasó de Estados Unidos al resto del mundo.
Con la intención de reactivar la economía, Roosevelt puso en marcha el New Deal en 1933. Se trató de un plan intervencionista para transformar los mercados financieros y asistir a los sectores más vulnerables, que se llevó a cabo en dos grandes etapas.
El New Deal se inició en el ’33 con propuestas concretas y rápidas para salir de la emergencia. El mandatario norteamericano, en este marco, implementó programas de asistencia social y fomentó la inversión estatal. Luego, entre 1935 y 1938, Roosevelt reforzó el New Deal favoreciendo la redistribución de los recursos a través de leyes de seguridad social y apoyo a los sindicatos.
De acuerdo a los historiadores, el New Deal fue muy importante a nivel social ya que mejoró la calidad de vida de millones de personas que estaban en la pobreza debido a la Gran Depresión. Sin embargo, también advierten que incrementó el déficit fiscal de los Estados Unidos y que no logró solucionar el problema de la desocupación.
Cabe destacar que varias de las medidas del New Deal se mantienen vigentes hasta la actualidad. Entre ellas diferentes agencias gubernamentales nacidas en aquella época que siguen funcionando.
Por lo general, la primera etapa del New Deal se conoce como «los cien primeros días», a lo largo de los cuales surgieron varias leyes relacionadas con más de un campo de la economía de los Estados Unidos. Casi todas las medidas se tomaron en el menor tiempo posible con el objetivo de solucionar los problemas más graves; todo esto se llevó a cabo de acuerdo con el método empírico de Roosevelt, que se basaba en los siguientes tres pilares: la asistencia social, la recuperación y la reforma.
Gracias a esta determinación, un día después de su investidura presidencial, Roosevelt dio el primer paso con el cierre de todos los bancos a nivel nacional. Cuatro días más tarde, en una sesión del Congreso se propuso la denominada Ley de Emergencia Bancaria. Se redactó por la noche, llegó al mediodía al Congreso y esa tarde se ratificó. El 12 de marzo, mediante una comunicación radial, Roosevelt se dirigió a su pueblo para detallar su política y sus metas.
Luego de este hito en su gobierno, a lo largo de los cien días antes mencionados se votaron quince leyes más, razón por la cual este período adquirió tanta importancia. Cabe mencionar que los proyectos no se diseñaban con mucha antelación ni se estudiaban durante mucho tiempo, sino que rozaban más la improvisación que el cálculo meticuloso, dada la situación de emergencia de la cual debían salir.
En otras palabras, el Gobierno buscaba mejorar la situación con soluciones a corto plazo para no correr el riesgo de actuar cuando fuera demasiado tarde. Las reformas que se implementaron a raíz del New Deal tuvieron un alcance global, que incluyó a todos los sectores, partiendo del agrícola y llegando al industrial. Del mismo modo, surgieron algunos proyectos que buscaban una solución para el desempleo; por ejemplo, el Cuerpo Civil de Conservación, orientado a los jóvenes, se creó en marzo de 1933 y se enfocó en hombres solteros, inicialmente de entre 18 y 25 años, pero más tarde con un rango que iba de los 17 a los 28 años.