Definición de letargo
Letargo es un término que procede del latín lethargus, a su vez derivado del griego lḗthargos. El concepto hace referencia a un estado patológico que se caracteriza por un sueño extendido y profundo.
Ciertas enfermedades tóxicas, infecciosas y nerviosas provocan el letargo de los afectados. Existen, de todas maneras, diferentes maneras de entender qué es el letargo.
En algunos casos, la noción se vincula a un estado de inconsciencia prolongado. El sujeto puede ser despertado, pero pronto vuelve a quedarse dormido.
El letargo, por otra parte, puede relacionarse a la somnolencia o el sopor.
Esta acepción de letargo está vinculada a algunas enfermedades; de hecho, puede ser uno de los síntomas de diversos trastornos que, además de una profunda necesidad de dormir, se caracterizan por la modorra, la torpeza, la lentitud y el enajenamiento del ánimo.
Una de las enfermedades en las que se presenta el letargo es la narcolepsia, la cual también se conoce como síndrome de Gelineau. Su principal característica es un exceso de somnolencia durante el día que resulta imposible de resistir.
Además del letargo mismo, la narcolepsia puede causar los siguientes síntomas, con diferentes grados de gravedad:
* cataplejía (debilidad considerable o parálisis de un conjunto muscular en ambos lados del cuerpo);
* alucinaciones hipnagógicas (visiones pasajeras que tienen lugar entre los estados de vigilia y sueño);
* alucinaciones hipnopómpicas (las visiones que tienen lugar en la transición del sueño a la vigilia);
* parálisis del sueño (la incapacidad momentánea de realizar movimientos físicos de forma voluntaria durante la transición entre el sueño y la vigilia);
* interrupción del sueño durante la noche.
También se llama letargo al reposo que realizan determinadas especies de animales durante periodos de tiempo variados. En el letargo, estos ejemplares reducen sus actividades metabólicas al mínimo, llevando su frecuencia respiratoria y su temperatura corporal a niveles más bajos de los normales.
Para subsistir durante el letargo sin alimentarse, los animales recurren a las reservas de energía que fueron almacenando en su cuerpo en los meses previos. Mientras que en la temporada cálida se dedican a incrementar dichas reservas, en el invierno las utilizan.
En el lenguaje coloquial, por último, se asocia el letargo a la falta de respuesta, acción o iniciativa. Por ejemplo: “¿Puedes salir del letargo y ayudarme a solucionar este problema?”, “Cuando falleció mi hijo entré en un letargo durante varios años”, “El equipo local despertó de su letargo y volvió a la victoria luego de cinco encuentros”.
Como podemos apreciar en estos ejemplos, la idea de letargo aplicada en un sentido figurado puede dar lugar a diferentes interpretaciones. En la primera oración entendemos que el emisor no aprueba la falta de actividad de su interlocutor, ya que considera que debería estar ayudándolo a resolver su problema. En la segunda, en cambio, la «parálisis emocional» llega luego de la muerte de un ser querido, y esto no es algo voluntario, sino un estado que nos invade hasta amenazar con ahogarnos.
Por último se habla de un equipo de fútbol al cual la suerte no lo acompañaba hasta que de pronto su situación se revierte en un encuentro. En este caso, el letargo se entiende como la imposibilidad de avanzar, de continuar escalando en un torneo o de crecer a nivel profesional; tampoco es voluntario, sino que puede deberse a la falta de experiencia, a problemas de salud de los jugadores o, ¿por qué no?, a cuestiones más propias del azar.
Todas las acepciones expuestas en los párrafos anteriores podemos advertirlas en la siguiente lista de sinónimos: hibernación, desmayo, aturdimiento, parálisis, insensibilidad, coma, torpeza, modorra y sopor. Con respecto a sus antónimos, podemos destacar desvelo y actividad.