Definición de densidad de población

Para poder conocer el significado del término densidad de población, en primer lugar, vamos a proceder a descubrir el origen etimológico de las dos principales palabras que le dan forma:
-Densidad deriva del latín, en concreto, de “densitas”, que puede traducirse como “cualidad de denso”. Es fruto de la suma de dos componentes: el adjetivo “densus”, que significa “denso”, y el sufijo “-dad”, que se usa para indicar “cualidad”.
-Población, por otro lado, también procede del latín. En su caso es el resultado de la unión del sustantivo “populus”, que es sinónimo de “pueblo”, y del sufijo “-cion”, que se emplea para indicar “acción y efecto”.

La idea de densidad de población se emplea para nombrar a la cantidad de individuos que habitan por unidad de superficie. Se trata del promedio de personas de una región o de un país que existe en relación a una cierta unidad superficial.

Por lo general la densidad de población se refiere al número medio de sujetos que residen en un kilómetro cuadrado de territorio. La fórmula de cálculo para obtener la densidad poblacional consiste en dividir la población total por la superficie territorial.

Si en una ciudad que tiene una superficie de 10 kilómetros cuadrados viven 40.000 personas, la densidad de población de dicha localidad es de 4.000 habitantes / kilómetro cuadrado. Esto quiere decir que, en promedio, en cada kilómetro cuadrado de superficie viven 4.000 personas.

Habitualmente las zonas urbanas presentan una densidad de población más alta que las zonas rurales. Esto se debe a que en las zonas urbanas suele construirse en altura (edificios), mientras que en las regiones rurales la mayor parte del terreno se destina al cultivo o a la ganadería.

Los países más pequeños, por otra parte, suelen ser los de mayor densidad de población: la falta de territorio hace que los habitantes tengan que vivir muy cerca entre sí. En países de superficie más grande, las distancias suelen ser mayores.

Entre los países con mayor densidad de población nos encontramos con Singapur, Macao, Barbados, Malta, Bangladés, Maldivas o Mónaco. Por el contrario, entre los que tienen una densidad de población menor están Mongolia, Australia, Islandia, Namibia, Surinam, Botsuana, Canadá, Guyana, Mauritania y Libia.

Los principales problemas a los que se enfrentan los territorios con una alta densidad de población son la escasez de recursos, la dificultad para encontrar desde una vivienda hasta un puesto de trabajo pasando por la marginalidad o la delincuencia, por ejemplo.

Las causas de que en unas zonas exista una baja densidad de población puede ser debido a las condiciones meteorológicas de las mismas, es decir, al clima. No obstante, otro motivo de peso puede ser la falta de recursos que tengan tanto a nivel de trabajo como de alimentos, por ejemplo.

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